1. TIEMPOS
DE DEFINICIONES, Pedro Pierre
La consulta popular es el tema del día: ¡centenares de sugerencias
para las preguntas! Pero la tendencia predominante en los medios de
comunicación comerciales es defenestrar a Jorge Glas, aniquilar el movimiento
Alianza País, desprestigiar los 10 años del gobierno anterior y regresar al
neoliberalismo que conocimos antes de la Revolución Ciudadana. ¿Cuál será el
pensar de la mayoría de los ecuatorianos? ¿Han sido consultados por los
partidos políticos, los movimientos populares, las organizaciones sociales para
establecer dichas preguntas? Y la comisión gubernamental encargada de sacar los
ejes principales para las preguntas finales, ¿qué criterios ha de tomar en
cuentas? “La cabeza piensa según dónde se ubican los pies”: ¿conocerán estos
escogidos la realidad de los sectores populares y se preocupan por ellos?
Al nivel del ejecutivo se
quiere regresar a las intuiciones primeras de la Revolución Ciudadana y el
espíritu de la Constitución. Ya se conoce los tres ejes prioritarios: “garantizar los derechos para todos durante toda la
vida, orientar la economía al servicio de la sociedad y apunta hacia más sociedad y mejor Estado”. Se
entiende que las preguntas de la consulta responderán a estos objetivos.
En cuanto a los asambleístas de Alianza País, la única manera de salvarse
es manteniéndose unidos: su fuerza es la mayoría en la Asamblea. De por sí, la
consulta no puede cambiar la Constitución; las modificaciones tienen que ser
aprobadas por la Asamblea. La defensa de diez años de logros de la Revolución
Ciudadana, las normas de la Constitución, los objetivos del Movimiento Alianza
País y los ejes programáticos del gobierno serán los criterios para aprobar las
enmiendas necesarios para avanzar hacia nuevos procesos que beneficien a las
mayorías ecuatorianas. Bien se puede soñar que los Movimientos sociales, las
Organizaciones populares e Indígenas tengan una agenda común sobre la validez
de las preguntas prioritarias de la consulta.
La consulta pone también un desafío al conjunto de la población afín de
interesarse en el contenido de las preguntas, informarse de sus alcances y
presionar movimientos, organizaciones y partidos para que el proyecto de país
que se votó en las últimas elecciones no sea desvirtuado por las artimañas de
la derecha política y económica. Es una buena oportunidad para hacer escuchar
su voz y construir una democracia participativa al servicio de un Ecuador más
equitativo.
El papa Francisco no termina de sorprendernos al hablar a la organización
católica internacional ‘Cáritas’: "Los pobres, los mendigos, son los
protagonistas de la Historia, preparan la revolución de la bondad… Dios no se
preocupa tanto por la fe o la caridad de los fieles, lo que le conmociona, es
la esperanza de la gente… en busca de un futuro mejor, que están logrando
tenazmente, pese a las dificultades de este mundo, animados por la confianza en
una vida más justa y serena". Pero, ¡cuidado con los falsos profetas que
nos quieren confundir y que buscan “pescar a río revuelto” para fortalecer sus
intereses!
2. “EDUCACIÓN
AL HUMANISMO SOLIDARIO”, Pedro Pierre.
Linda perspectiva para los
centros escolares: “Educar al humanismo solidario”, ya que la educación escolar
no es primero para ganar dinero ni sólo para ser buenos profesionales, sino
para hacer personas humanas hechas y derechas. Eso es la educación: ayudarnos
para ser mujeres y varones dignos, es decir plenamente humanos. Esta es la
propuesta del Vaticano para evitar de reducir el crecimiento personal y el
desarrollo humano a un progreso meramente económico.
Ya son 50 años que el papa
Pablo 6° escribía una carta encíclica que dejó muchos frutos en nuestro mismo
Ecuador: “El desarrollo de los pueblos”, concebido como “promoción integral y
solidaria de todas las personas y de toda la persona”. En varias provincias han
surgido organizaciones verdaderamente respetuosas de las personas y su
dignidad, de los pueblos y su cultura, de la naturaleza y sus derechos. Otra
manera de educarse es posible, que no sólo cambia las personas y las
organizaciones, sino las estructuras sociales, económicas, políticas,
culturales y religiosas.
En lo social se aprende a
vivir juntos, a organizarse, a preocuparse por el otro y por el bien común de
todos los vecinos. Retrocede el individualismo del ‘¡sálvese quien pueda!’ y
del egoísmo perverso ‘¡primero yo, segundo yo y tercero yo!’.
En lo económico se aprende que
todos tenemos derechos a los bienes y riquezas de un país, porque estás
provienen primero del trabajo humano. Todos tenemos derecho a satisfacer las
necesidades básicas de nuestra familia. Eso se logra mediante el compartir
equitativa: cada uno recibe según sus necesidades y no según la ambición de
tener siempre más y más a costa de los demás.
En lo político se aprende a
participar, a pensar, a tener voz y voto, a decidir sobre lo que cambia nuestro
vivir y convivir. Se deja de ser ignorantes y borregos, o de esperar salvadores
que terminan dejándonos y dejando el país más peor que nunca en manos de unos
pocos ricachones.
En lo cultural se aprende que
todos valemos, que todos tenemos sabiduría suficiente para vivir bien con los
demás y la naturaleza. En este nuestro país multicultural y pluriétnico,
¡cuánto perdemos al pensar que unos cuantos, más blancos y descoloridos, valen
más que los demás! Perdemos las riquezas de las culturas indígenas, negras y
montubias, como también las riquezas de la cultura urbana que construyen los
jóvenes que asumen los valores de sus antepasados, enfrentan los retos del
presente y construyen la nueva cultura que nos integra a todas y todos.
En lo religioso se aprende a
valorar todas las religiones cuando éstas se ponen al servicio del ‘desarrollo
solidario’ y del bien común, porque el mejor culto a Dios es formar un pueblo
fraterno y hermano de los demás pueblos.
Por todas partes la educación
se está renovando. Entre las mejores alternativas, los principales actores son
los mismos alumnos y el pensum es la calidad de vida humana, social y
planetaria. Lleguemos a ser poco a poco mujeres y varones éticamente renovados
al servicio de la vida, la fraternidad y la justicia.
3. DOS
VARONES Y UN CAMINO, Pedro Pierre
Dos varones se disputan el
corazón de los ecuatorianos, pero el
camino es uno sólo: el de la Revolución Ciudadana, porque así lo
confirmamos en las últimas elecciones. Reconozcamos primero que las elecciones
aportan siempre novedades y que el pasado jamás se repite. Se confirmó un
camino pero con una mayoría relativa, menos en la elección de los asambleístas.
Así que debe seguir el proceso de la Revolución Ciudadana, con mejoras en su
realización.
Es cierto que da pena el
intercambio de descalificaciones entre el ex presidente Correa y el nuevo
presidente Moreno. Bien se les puede pedir más altura y sabiduría en sus
críticas mutuas. Es normal que el ex presidente Correa quiera defender la
Revolución Ciudadana. En cuanto al método dialogal del presidente Moreno ha
encontrado aprobación significativa. Donde empieza la confusión y la sorpresa
es que quiénes estuvieron invitados a conversar fueron mayoritariamente sus
opositores que quedaron muy contentos. Bien pocos movimientos y organizaciones
populares fueron convidados a sentarse con el presidente. La CONAIE
(Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador) participó de este
diálogo y logró un segundo encuentro para notificar que unos puntos no habían
encontrado satisfactorias respuestas. ¿Por qué motivos no hay más
organizaciones y movimientos populares que exigen lo mismo?
En todo esto la referencia
obligatoria es ‘la Revolución Ciudadana’ con sus ejes principales y sus
prioridades: es la piedra angular de las políticas a ejecutar por el poder
ejecutivo. También allí es normal que se den matices nuevas según las
necesidades de los tiempos actuales. Los asambleístas de Alianza PAIS y las
organizaciones y movimientos afines a los proyectos de dicha Revolución
Ciudadana tienen que estar vigilantes para que se cumplan las expectativas
populares. El nuevo gobierno afirma que propuestas buscan responder a la
realidad del momento, con el objetivo de satisfacer las grandes carencias como
son la pobreza, la falta de empleos, la corrupción, la producción agrícola, una
minería todavía demasiada contaminadora, la desorganización popular, el
consumismo exagerado, el control de los medios de comunicación comerciales…
Pero las preguntas de la consulta popular no responden globalmente a estos desafíos:
a ver qué va a decir sobre la misma la Corte Constitucional en los días
venideros.
La realidad es que, después de
4 meses, quedan muchas falencias e incógnitas de parte del gobierno, lo que
hace suponer que no se está avanzando según lo expresado en las urnas. Hay que
estar no solamente atentos y expectativos a lo que se nos viene, sino ser
propositivos e insistentes para que se vaya apuntando a lo que verdaderamente
necesitamos. Tampoco se trata sólo de criticar y denunciar; se debe fortalecer
y aumentar la organización popular para que críticas y propuestas puedan tener
alguna escucha y acogida.
“¡Ayúdate y el cielo te
ayudará!”. “¡Organízate y el gobierno te escuchará!” y te hará caso. No basta
rezar y llorar, hace falta actuar organizada, consciente y valientemente.
4. ¡
AY, FAMILIA: DESPERTEMOS ! Pedro Pierre
Los distintos medios de
comunicación nos están dando de la familia una imagen bastante catastrófica. De hecho la realidad es bastante
penosa. Dos parejas sobre tres se separan o divorcian. El promedio de abusos
sexuales en niñas y niños es grande y, escandalosamente, proviene
mayoritariamente de los mismos familiares. El acoso sexual es bastante generalizado
por la deformación machista de los varones: un atraso cultural bastante
vergonzoso. El embarazo precoz proviene grandemente de la falta de diálogo en
la familia y de una educación sexual seria en las escuelas y colegios. La venta
de droga en la calle y de manera cercana a las instituciones educativas es obra
de los mismos adultos del lugar, que se olvidan que son padres de familia. Las
telenovelas, las chismografías televisivas y los shows bailables se acercan a
la pornografía más descarada. Un adulto sobre dos no encuentra trabaja
asalariado sino que sobrevive gracias a ventas informales… y la ociosidad es la
madre de todos los vicios.
En esta situación desgarradora
donde campea la irresponsabilidad, ¿cómo pueden crecer sana y responsablemente,
nuestros niños y jóvenes? ¿Qué herencia dejamos a la generación que viene?
Todos estamos envueltos en el problema: todos tenemos que involucrarnos en la
solución para cambiar lo que sí podemos cambiar. Esta nueva manera de ser y
convivir no la van a crear las leyes ni los jueces o policías, peor las
manifestaciones callejeras con eslóganes hirientes y contenidos dudosos.
Nuestro entorno cambia por nuestra transformación personal, el respeto de cada
persona, la decisión de las parejas, la responsabilidad de los padres, la
coherencia de nuestras acciones con un ideal de vida que busca dignidad
personal, ternura y amor en las relaciones familiares, fraternidad entre las
personas, justicia y honestidad, participación política, economía equitativa.
Es un cambio de vida y de sociedad que necesitamos todos que no podemos dejarlo
“a la buena de Dios”, es decir, a la irresponsabilidad, porque Dios no hace las
cosas sin nosotros y nosotras.
¿Por dónde comenzar? Hay que
empezar ahora y por nosotros. En ese camino no hay perdedores. Convenzámonos
primero que en nuestras casas y familias podemos vivir mucho mejor, porque este
espacio es nuestro y allí decidimos cómo actuar. Luego es muy necesario
amarnos, aceptarnos, valorarnos, reconocer que somos importantes y capaces de
grandes cosas si cuidamos los detalles de nuestro vivir individual y convivir
colectivo. En fin, pongámonos metas suficientemente altas y empeñémonos a
batallar para alcanzarlas poco a poco… pero organizadamente. La organización es
la fuerza de la vida y de la convivencia humana. Sólo juntos podemos salir
adelante. Ecuador es lo que lo hacemos: Dejemos de echar la culpa a otros de
ayer y de hoy. Pongámonos a construir juntos la sociedad que queremos en los
distintos lugares donde nos desenvolvemos. Cada vez más personas lo dicen: “¡Que se pongan de pie,
enfrenten las dificultades y se superen a sí mismos!”
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