Artículos de diciembre de 2018.
Guayaquil, diciembre 26 de 2018.
Estimadas/os amigas/os y compañeras/os de camino, buenos
días.
Esperando que estén bien.
Como es costumbre al final de cada mes, he aquí mis artículos
de diciembre.
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Francia
se viste de amarillo… para rechazar el sistema neoliberal.
-
Ecuador
es también amarillo… por la traición al pueblo y a la Revolución Ciudadana.
-
¡Feliz
Navidad!... con los pobres.
-
Testamento
para 2019… ¿mejor que 2018?
Les invito a visitar mi
blog donde acabo de poner documentos en los distintos portales: http://padrepedropierre.blogspot.com
Buena lectura… para comenzar el año con más esperanza.
Fraternalmente.
Pedro.
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1. FRANCIA
SE VISTE DE AMARILLO, Pedro Pierre
El sábado 7 de diciembre se
movilizaron nada menos que 89,000 policías por toda Francia contra decenas de
miles de manifestantes vestidos de chalecos amarillos ocupando las capitales
provinciales de todo el país. Es el signo de un descontento generalizado contra
políticas neoliberales que aumentan regularmente los impuestos. Por ejemplo en
Francia, un litro de gasolina cuesta más que un galón de la misma en Ecuador, o
sea, ¡casi 5 veces más! Como en nuestro país, allá también los pobres financian
a los ricos cada vez más ricos. Los manifestantes se visten de un chaleco
amarillo para identificarse de una manera llamativa -dicen que el amarillo es
el color que más atrae la vista. Los jóvenes participan numerosos porque, como
en todas partes, son los más afectados por un sistema que los margina: tienen
que ir a buscar empleo en cualquier continente del planeta en una vida loca por
enfrentar las dificultades de la vida.
Ya son 3 semanas que duran
estas protestas, cada vez más numerosas. Piden la dimisión del presidente y la
disolución de la asamblea legislativa. Critican las instituciones y desconfían
de todos los partidos políticos, de los que no son parte: ¡los de izquierda han
hecho en los gobiernos anteriores una política de derecha! En cuanto a los
sindicatos, estos son bastantes débiles. En estas manifestaciones salen líderes
espontáneos… Estas manifestaciones recuerdan las de mayo de 1968 que abarcaron
a toda Europa y lograron 2 cambios significativos: el salario mínimo equiparado
a la canasta básica e igual entre varones y mujeres haciendo el mismo trabajo.
Se ve consignas parecidas como por ejemplo: “¡A ver si lo cambiamos todo!”
A los manifestantes de mayo de
1968 les faltaba organización, formación política e incidencias en los poderes
del Estado. Las viejas instituciones capitalistas resistieron y todo volvió
poco a poco a su cauce ‘normal’: la explotación inmisericorde de los
trabajadores y la destrucción sistemática de la naturaleza. En 50 años bien
poco se ha avanzado. Y no parece que se va a avanzar mucho. Las revoluciones se
hacen después de años de luchas, de organización disciplinada y de formación
política, con un pueblo decidido a jugarse la vida por un cambio, ahora
ecológico-socialista. No se trata sólo de crear problemas al sistema
neoliberal. Se trata, por una parte, de vivir mayoritariamente de otra manera,
personal y colectiva: menos consumista, utilitarista, mercantilista y más
compartida, más organizada, más favorable a la promoción del bien común. Por otra,
se trata de sustituir el sistema neoliberal comenzando por uno mismo, la
familia, la vecindad, la ciudad para llegar poco a poco a un Estado nacional
con instituciones diferentes.
En Ecuador estamos lejos de un
cambio significativo a pesar de las desgracias en las que estamos. ¿Cuántos
deseamos un cambio de sistema? La inmensa mayoría de la gente está preocupada
por consumir más y siempre más. Lo estamos viendo en cada Navidad: por todas
partes un papanoel capitalista desaparece a un niño Jesús naciendo en un
pesebre, que desde su estilo de vida sencillo va a construir una comunidad de
discípulos decididos a continuar el proyecto del Reino, es decir, una sociedad
fraterna, equitativa e universal. Mientras seguiremos honrando a un Niño divino
que nos prometo un Reino de los cielos para no se sabe cuándo, seguiremos
apoyando un sistema que nos explota, nos engaña y nos embrutece.
¡Que esta Navidad sea un paso
más hacia una vida personal sencilla y fraterna, una convivencia igualitaria y
equitativa, la defensa de nuestros derechos y de los de la naturaleza! En eso
no ayude el niño Jesús, pues para eso vino.
2. ECUADOR
ES TAMBIÉN AMARILLO… Pedro Pierre
Los especialistas nos dicen
que el amarillo es un color ambiguo. Representa a la vez la potencia y la
gloria como en los casos del ‘rey sol’, del chaleco ganador de carrera
ciclística… y también la enfermedad y la traición como en el caso de la fiebre
amarilla y la calificación negativa que se da, por ejemplo, a los sindicalistas
que traicionan a sus compañeros. Vemos el amarillo combativo en Francia con la
actual gran protesta nacional de los “chalecos amarillos” y en el Ecuador el
amarillo vergonzoso con la cascada de traiciones que estamos presenciando en
las esferas gubernamentales.
En Ecuador brilla el amarillo
luminoso de nuestra bandera que refleja la grandeza del sol, padre de la vida,
y las riquezas del maíz, el arroz, el oro que nos regalan la Costa y la Sierra.
Está también el amarillo del popular club deportivo guayaquileño, con su lema:
“ídolo del Ecuador”.
Lastimosamente está campante
el amarillo de las traiciones políticas: un presidente elegido para continuar
la revolución ciudadana que pacta con la derecha hasta el punto que podemos
leer en redes sociales y manifestaciones: “Moreno no existe”… o “Moreno es
Nebot”… Traicionaron también al pueblo y a la revolución ciudadana los 44
asambleístas de Alianza PAIS que trocaron su camiseta por seguir favorecidos
según sus intereses personales. Igualmente las despedidas de 2 vice presidentes
huelen a traición: primero con Jorge Glas para enviarlo a la cárcel sin juicio
certero y luego con María Alejandra Vicuña que aparece como trampolín afín de
que entre alguien favorable al neoliberalismo, en la persona de Otto
Sonnenholzner el más promocionado por el mismo gobierno, la derecha
recalcitrante, los grandes empresarios… Ni hablar del Consejo transitorio de
Participación Ciudadana que se cree y actúa por encima de las leyes, la
Constitución y la ética personal y social. El amarillo negativo nos está
envolviendo de fiebre adormecedora para que “los grandes ‘pescadores’ de
siempre puedan acumular dinero y poder en este río revuelto que es nuestro
país” en este momento.
Al fin del año está la
costumbre de vestirse de amarillo para que el amor llene los corazones. ¿Por
qué no compramos una camiseta amarilla, por una parte, como signo de protesta
contra los atropellos que sufrimos y otros que se preparan y, por otra, como
signo de esperanza porque el mismo sol, padre de la vida, amanece cada mañana
para que nazca un nuevo día en nuestros corazones rejuvenecidos? Ecuador será
lo que lo estamos haciendo.
El próximo aniversario del
nacimiento de Jesús renueva nuestro compromiso para construir, a base de
justicia y verdad, la paz en nuestro país. Esa es la profecía de Isaías: “El
pueblo que caminaba en la noche divisó una gran luz; los que habitaban el
oscuro país de la muerte fueron iluminados… Un niño nos ha nacido… para
afianzar el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre”. Hoy somos
nosotras y nosotros los llamados a ser realidad el sueño del profeta.
3. ¡
FELIZ NAVIDAD ! Pedro Pierre
Este tiempo de Navidad y fin
de año, se mesclan religión y política: lo vemos por todas partes, la Navidad
religiosa ha sido suplantada por la navidad económico. Eso es un hecho político,
porque una Navidad pobre, un Niño Jesús amigo y liberador de los pobres, una
religión que, como su fundador, promueve y defiende a los pobres… molestan a
los poderes políticos al servicio del poder económico.
En nuestro país las derechas
políticas no serían lo que son: en pleno auge a costa del empobrecimiento de
millones de ecuatorianos, si el nuncio, los obispos, los sacerdotes, los
religiosos y las religiosas optaran como Jesús para promover y defender a los
pobres. El silencio, la complicidad y muchas veces el apoyo directo de la
mayoría de los cristianos hace que los ricos pueden actuar impunemente mediante
el sistema capitalista que produce, según el papa Juan Pablo II “ricos más
ricos a costa de pobres más pobres”.
Hace solamente un poco más de
un siglo que la política ha sido declarada independiente de la religión, con el
gobierno del presidente Eloy Alfaro. Antes gobernaba la religión con el apoyo
de los ricos, o sea, los políticos. El cambio ha sido que ahora gobiernan los
políticos, o sea, los ricos, con el apoyo de la religión. Y los pobres siguen
más pobres y más numerosos, engañados, sometidos, explotados
inmisericordemente. Por eso cuando dejan de ser pobres dejan también de
pertenecer a las Iglesias.
El Concilio Vaticano II
decidió revertir esta situación: “Ser la Iglesia de los pobres”, pero pronto
los mismos poderes religiosos archivaron el Concilio. En América Latina los
obispos, con los grandes profetas de esa época, se reunieron en Medellín en
1968 para “aplicar el Concilio a América Latina” y lograron dar orientaciones
claras y decisivas para que la Iglesia Latinoamericana sea “la Iglesia de los
Pobres” que deseaba el papa Juan XXIII, el mismo Concilio, sellado en el “Pacto
de las Catacumbas”. Pero las reacciones de los jerarcas católicos más
conservadores y los poderes imperiales de Estados Unidos desataron la
persecución y el asesinato de más de una decena de obispos, centenares de
sacerdotes y religiosas, miles de cristianos de a pie para que fracase una
Iglesia continuadora del Reino inaugurado por Jesús, defensora y promotora de
los pobres.
Ahora estamos con el papa
Francisco que retoma con valentía y sin rodeo los caminos del Concilio, de
Medellín y de Jesús. Pero, ¿cuántos lo siguen entre los obispos? ¿Cuántos
clérigos quieren que nada cambie? ¿Cuántos decenas de miles de cristianos
callan, sordos y ciegos al clamor de los pobres y al grito de Dios en ellos? Y
¿cuántos centenares de miles de jóvenes se van de nuestras Iglesia sin saber
que el mensaje de Jesús es muy diferente de lo que allí se predica y vive?
¡Feliz año nuevo, amigas/os y
compañeras/os de camino! ¡Feliz año nuevo, papa Francisco! ¡Feliz año nuevo,
Iglesia de los pobres! ¡Feliz año nuevo para todas y todos los que luchamos
para una fe viva y una sociedad organizada desde los pobres, a la manera de un
tal Jesús!
TESTAMENTO PARA 2019, Pedro Pierre
A los jóvenes de hoy, les
regalo mis prendas amarillas para que sean tan valientes como los actuales
jóvenes franceses y europeos, protestando con sus distintivos ‘chalecos amarillos’.
A los estudiantes, les regalo
mi espíritu para que aprendan a ser humanos en plenitud.
Al gobierno, le regaló un
cuarto vicepresidente que tenga el valor de lo imposible: trabajar por el bien
común del país.
A los que traicionaron la
voluntad popular en las elecciones y ‘se cambiaron de camioneta’, les regalo un
año de vergüenza.
A los de las izquierdas, les
regalo un despertador para que se levanten con el pie izquierdo.
A los jerarcas de toda índole,
les regalo unos lentes transparentes para que vean cómo es la realidad de la
mayoría de la nación.
A los ‘salvadores de siempre’,
les regalo mi último suspiro para que se queden en silencio para siempre.
A la Comisión Transitoria de
Participación Ciudadana, le regalo mi certificado de defunción para que me
acompañen lo más pronto posible.
A Trump, le regalo mi voz
feneciente para que, por fin, la suya se extinga.
A mis hermanos de Venezuela,
les regalo mi inquebrantable resistencia al imperio del norte para que, junto a
ellos, crezcamos como Patria grande, digna y soberana.
A los rebeldes, les regalo mi
reloj para que vayan al compás de las organizaciones populares cuyos líderes no
se venden al mejor postor.
A los pobres, les regalo mis
manos para que estrechen sus manos y mis pies para que caminen juntos.
A los obreros y los
trabajadores, les regalo mi inteligencia para que logren trabajar y gobernarse
sin necesidad de un patrón.
A los líderes populares, les
regalo mis ojos para que desvelen los lobos disfrazados de mansas ovejas.
A los indígenas, les regalo
mis raíces serranas para que sigan siendo indígenas.
A las mujeres, les regalo mi
gran corazón para que el suyo late al unísono de los tiempos nuevos y junto a
los varones vayan pariendo la humanidad nueva.
A los obispos, les regalo mi
bastón para que caminen con los empobrecidos y los atropellados a la manera de
un tal Jesús.
A los padrecitos, les regalo
mis armadores para guarden sus sotanas en sus roperos.
Al papa Francisco, le regalo
las últimas fuerzas que me quedan para que no se desanime en hacer la Iglesia
más fiel al proyecto del Reino inaugurado por Jesús de Nazaret.
A mis panas los cristianos
comprometidos con la liberación, les regalo mi sueño que está en marcha esta
Iglesia de los Pobres que soñamos.
A los niños, les regalo mi
sonrisa para que no dejen de reírse para que los adultos los escuchen y
respeten.
A mi compadre Rafael, le
regalo mi solidaridad para con los que luchamos por un Ecuador que camine
derecho.
A los atrevidos, criticones e
indiferentes, les regalo mi espejo para que vean lo tonto que son.
A quiénes quieran, les regalo
mi dignidad para que no gobiernen los que perdieron muchas elecciones ni
quienes les negamos el gobierno.
A mis paisanos, les regalo mi
espíritu crítico para que elijan gentes decentes.
A ti mi nieto y nieta, les
regalo mi celular para que construyan con otros la justicia y la fraternidad.
A ti mi hijo e hija, les
regalo mis ñeques porque “la lucha es el camino”.
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