jueves, 31 de agosto de 2023

Artículos de agosto

 

A R T Í C U L O S    D E     A G O S T O

Amig@s y compañer@s de camino: Buenos días, esperando que estén bien.

He aquí mis artículos de agosto.

  • Resistir y sustituir, pero juntos… son los 2 caminos del verdadero cambio.

  • ¡Bravo, porque estás haciendo crecer la vida!… Esa es la misión de todo ser humano.

  • Votar sin ‘botar’ su voto… apoyando un proyecto de vida con la Revolución Ciudadana.

  • Resultados electorales: perspectivas y desafíos… en medio de un grand caos.

  • ¡Ay, Nicaragua, Nicaragüita!

  1. RESISTIR Y SUSTITUIR, PERO JUNTOS, Pedro Pierre

Frente a los desafíos actuales hay dos opciones que nos permiten enfrentarlos y empezar a superarlos: Es la resistencia y la sustitución de los mismos. Estas dos opciones serán ya efectivas a corto plazo si las realizamos juntos. El compromiso tiene que empezar siendo individual, pero debe apoyar en acciones colectivas, ya que los problemas son a la vez individuales y colectivos.

En la actualidad, el mayor desafío es la inseguridad por la violencia que se ha generalizado a partir del narcotráfico que lo quiere controlar todo para actuar a sus anchas al nivel nacional. Esta situación de narcodelincuencia organizada se da en un contexto de campaña electoral. Nos sentimos bastantes impotentes porque el mismo gobierno y muchas instancias estatales han pactado con el narcotráfico internacional y los grupos nacionales de delincuencia. Eso vuelve la tarea más compleja y difícil de superar rápidamente.

Tenemos que reconocer que el gran beneficiario del narcotráfico es el sistema capitalista que, de esta manera, aumenta las ganancias de los más ricos, de las grandes multinacionales y de sus bancos. Ya san Pablo en su carta a los Efesios nos advertía: “No nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba”. Podríamos resumir diciendo: ‘Nos enfrentamos al imperio del mal de los de arriba’. Este imperio del sistema capitalista neoliberal nos domina, nos atemoriza y nos despoja hasta de nuestros derechos… gracias todas sus complicidades estatales nacionales y locales, incluyendo nosotros mismos. La lucha, además de ser individual, tiene que ser colectiva, organizada y valiente. Incluye necesariamente la dimensión política porque se trata de rescatar y promover los ‘bienes comunes’ que permiten vivir y convivir humanamente.

Relacionando esta realidad con las elecciones nacionales, tenemos que ir reconociendo que los mayores responsables de la desgracia actual son los dos últimos gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso. Para elegir correctamente, tratemos de discernir, por una parte, cuáles son los partidos que promueven el sistema capitalista (y son la mayoría) y, por otra, cuáles son los candidatos que han sido parte de estos gobiernos, porque van a seguir la misma política desastrosa.

Frente a esta situación, nuestro compromiso es doble: resistir las mentiras y complicidades y sustituirlas por actitudes y cambios alternativos que construyan una nueva realidad al nivel personal, familiar, social y político. Si no entramos consciente y decididamente en estas dos dinámicas vamos a ir de mal en peor. Juntemos entonces las resistencias y las alternativas, dejando de lado la indiferencia, el individualismo y la pasividad. Si no nos dedicamos a luchar, ya hemos perdido todas las batallas. La mística, la fe y la solidaridad nos hacen más fuertes, más humanos y más hermanos, y nos abren caminos de verdadera convivencia.

‘Resistir’ es la primera actitud. En años recientes nos ha encantado y animado la canción “Resistiré”, que nos invitaba no solamente a gritar nuestra disconformidad sino a cambiar modos de vivir personales, colectivos y nacionales. Principalmente tenemos que resistir al individualismo y al consumismo que fomentan la pasividad. Los medios de comunicación y las instituciones educativas y religiosas nos llevan lastimosamente al individualismo porque porque promueven a competencia a toda costa. Nos hacen creer que ser primero en contra y a costa de los demás es la meta absoluto, en vez de enseñarnos a aprender juntos, a hermanarnos entre todos, a convivir armoniosamente, a ayudar al más débil, a ser una comunidad viva.

En cuanto al consumismo, se nos hace creer que la felicidad está en la acumulación de bienes. Esta acumulación nos da la ilusión que vamos a ser felices. A la larga más bien terminamos más esclavos de las cosas que tenemos. Ademas esta acumulación de cosas nos aísla de los demás y nos encierra en el individualismo. Erróneamente nos creemos superiores a los demás: Volvemos a la competencia ridícula y dañina para todos y todas. Vencer estas limitaciones nos exige no solamente resistirlas sino sobre todo sustituirlas. Es la segunda exigencia.

Las malas situaciones no cambian si no las sustituimos. De diversas manera todas y todos estamos empeñados en eso: Sustituir lo que nos limita e impide nuestra crecimiento individual y colectivo. Ahí nos topamos a la resistencia de la organización social que es obra de la política capitalista, con nuestra aprobación de las autoridades y legisladores que elegimos. Nuestras resistencias deben llagar a la sustitución. Entramos necesariamente en al nivel político, que es precisamente la organización de la convivencia armoniosa. La dificultades provienen del hecho que, muchas veces, somos novatos y desconfiados, porque la mayoría de los políticos buscan su interés individual y se nos ha repetido que la política es sucia y que los cristianos no debemos meternos. Felizmente, esta equivocación empieza a retrocedes por el hecho de darnos cuenta que todos estamos involucrados en ella, consciente o inconscientemente: la buena política es fundamentalmente incidir positivamente en nuestra organización social. Mejoremos entonces nuestra capacidad de influir de buena manera en nuestra organización social.

Por otra parte no basta cambiar lo que sería algunos defectos del sistema capitalista que nos organiza, sino ir a la raíz. El sistema capitalista es esencialmente perverso porque pone a las personas al servicio del enriquecimiento de una minoría que termina viviendo y creciendo a expensas de los demás. Ayudémonos a resistir y sustituir, individual, colectivamente y poco a poco, todo lo que nos limita y destruye: Esta construcción de la fraternidad nos hará verdaderamente feliz. ¡A resistir y sustituir!

2. ¡BRAVO, PORQUE ESTÁS HACIENDO CRECER LA VIDA!, Pedro Pierre

Esa es la frase que escuché al final de una conversación entre un animador de organizaciones sociales y un ingeniero en construcción. Hablaban de sus actividades, de las dificultades que encontraban, del entusiasmo que ponían en sus respectivos trabajos. El ingeniero terminó felicitando al animador social: “¡Bravo, porque estás haciendo crecer la vida!” Pensé entre mí: ¿No será esta la tarea y la misión de cada ser humano? Hacer crecer la vida en todo lo que hagamos con entusiasmo en medio de las dificultades. Muchas veces asumimos un sinnúmero de actividades, limitándonos a un crecimiento material o profesional, sin saber bien a qué sirve ni a quién, preguntándonos por qué existimos y para qué vivimos. Allí está la respuesta: ¡Hacer crecer la vida, toda vida, juntos, sencillamente y sin desmayar!

En estos tiempos de elecciones es bueno preguntarnos cómo hacer crecer la vida en la situación actual de nuestro país. Con los gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso hemos experimentado un proyecto de muerte, de traición, corrupción descarada, destrucción de la naturaleza e empobrecimiento creciente de la mayoría de los ecuatorianos. Con la decisión de disolver la Asamblea legislativa por el presidente Lasso, estamos en una situación parecida a la de un partido de futbol catastrófico detenido por el árbitro en el medio del segundo tiempo. El primer tiempo era dirigido por el técnico Lenin Moreno asesorado por Guillermo Lasso y el segundo tiempo por el mismo Lasso. Nos damos cuenta que se trata no sólo de detener un partido, sino de cambiar las reglas del juego para salir del desastre de un juego descabellado y peligroso para los jugadores. Lastimosamente en esta campaña electoral todos los candidatos, menos el binomio de la Revolución Ciudadana, están por la continuidad de la reglas que benefician una minoría de ciudadanos ricos a costa del empobrecimiento de los demás. Es tiempo de votar por un cambio porque esta mayoría de candidatos sin partidos políticos ni programa alternativo no va a traer ningún cambio sino la continuidad de un modelo económico agotado. O seguimos con una economía capitalista que nos empobrece o buscamos progresar hacia hacia un compartir más equitativos de las riquezas nacionales como ya lo hemos experimentado durante los 10 años anteriores al presidente Moreno.

Con esta campaña electoral repetimos lo que pasó en Brasil con el presidente Bolsonaro el año pasado que quería asegurar la continuidad de un régimen opresor de los pueblos y destructor de la naturaleza. ¡Ojalá elijamos a un presidente parecido a Ignacio Lula da Silva! Cuando tenía lugar la campaña electoral brasileña, un grupo significativo de obispos escribió una carta iluminadora que orientaba el voto consciente y acertado. Comenzaban denunciando ‘una economía que mata’ y destruye la naturaleza, en particular en la Amazonía. Denunciaron que “vivimos durante cuatro años bajo el reinado de la mentira, el secretismo y la información falsa. Las fake news (noticias falsas) se han convertido en la forma ‘oficial’ de comunicación entre el Gobierno y el pueblo”… “Hay 2 proyectos para Brasil: uno democrático y otro autoritario; uno comprometido con la defensa de la vida, a partir de los empobrecidos, el otro comprometido con ‘la economía que mata’; uno que cuida la educación, la salud, el trabajo, la alimentación, la cultura, otro que menosprecia las políticas públicas, porque desprecia a los pobres”… “La Iglesia no tiene partido, ni lo tendrá nunca, pero tiene un lado y lo tendrá siempre: el lado de la justicia y la paz, de la verdad y la solidaridad, del amor y la igualdad, de la libertad religiosa y del Estado laico, de inclusión social y buen vivir para todos”… “Los ministros de la Iglesia no pueden dejar de tomar posición cuando se trata de defender la vida de los seres humanos y la naturaleza”… “No hay lugar para la neutralidad cuando se trata de decidir sobre dos proyectos para Brasil”… Nosotros en Ecuador bien podemos aplicar estas orientaciones al caso ecuatoriano y votar por un proyecto de vida contra un proyecto de muerte.

En cuanto a las elecciones de legisladores, debemos dar al nuevo binomio presidencial una mayoría legislativa que le permita lograr cambios significativos para empezar un cambio radical de la organización estatal y nacional. No podemos confirmar a legisladores que sólo buscan privilegios personales y se oponen a mejorar las condiciones de vida en la que nos encontramos la inmensa mayoría de los ecuatorianos.

La pregunta sobre la prohibición de la extracción petrolero en la zona amazónica del Yasuní es muy importante. Nos damos cuenta cada vez más que el cambio climático por la destrucción de la naturaleza nos está trayendo consecuencias desastrosas. Proteger la naturaleza y defenderla es un deber impostergable. No se puede seguir destruyendo la Amazonía y sus pueblos en el territorio ecuatoriano. Por eso el ‘SÍ’ favorecerá la protección de la Amazonía y de sus pueblos, abrirá un futuro mejor para las generaciones venideras y obligará al gobierno implementar la creación de energías alternativas al petróleo, porque sí, hay energías alternativas al petróleo.

Nuestro país necesita un resurgimiento de gentes con buena voluntad decididas a colaborar por una vida mejor para todos. Es nuestra tarea de ciudadanos conscientes y organizados. Hagamos crecer la vida allí donde Dios nos ha sembrado. No desperdiciemos nuestro voto. Seamos en estas elecciones “sal, luz y fermento” del Ecuador que soñamos.

3. VOTAR SIN ‘BOTAR’ SU VOTO, Pedro Pierre

Desde 1979, al final de la dictadura militar, hemos elegido a los presidentes mediante nuestro voto ciudadano. Lo hemos hecho sea bien informados o mal informados, sea conscientes o manipulados. Elegimos votar o no votar, o preferimos el voto blanco o el nulo. Así hemos tenido a los presidentes que votamos mayoritariamente… pero cada vez con insatisfacción porque favorecían los intereses del grupo de los adinerados. >Primero se eligió a Jaime Roldós por nacionalista: ‘Primero Ecuador y sin los norteamericanos’. Esto no fue del gusto del ‘grupo adinerado’ ecuatoriano ni de la CIA (Central de Inteligencia norteAmericana) que lo eliminaron en un accidente aéreo que provocaron. Fueron muy satisfechos con Osvaldo Hurtado que firmó la primera “Carta de intención”, es decir, de sumisión, con el FMI (Fondo Monetario Internacional) para que los capitales nacionales e internacionales dirigieran las políticas gubernamentales. Luego creímos en las promesas ilusorias de Léon Febrés Cordero que ofrecía ‘Pan, Techo y Empelo”: Terminó llenando de muertos al Ecuador. Pensamos después que la Izquierda Democrática con Rodrigo Borja tuviera un gobierno más favorable a la mayoría de los ecuatorianos, pero fue todo lo contrario. El regreso de los ‘grupos adinerados’ con Sixto Durán Ballén preparó el populismo de Abdalá Bucaram que fue defenestrado por estos mismos grupos. Después elegimos a los supuestos ‘independientes’ cuya mayoría fue sacada del poder mediante sendas manifestaciones callejeras… porque no respondían a nuestras necesidades básicas “Tierra, Trabajo y Techo”, tal como las resume el papa Francisco. Y apareció Rafael Correa, nacionalista y anti imperialista como Roldós, que se eligió y reeligió durante 10 años porque buscaba un Estado ecuatoriano al servicio de las mayorías ecuatorianas. La elección de Lenin Moreno terminó en la traición al adoptar el ‘programa neoliberal de Guillermo Lasso’, según las palabras del mismo Lasso… que ganó fraudulentamente las últimas elecciones presidenciales según el parecer de muchos analistas y gracias al voto nulo de los ‘enfermos anticorreístas’ envenenados por los grandes medios de comunicación nacionales. Para manifestar nuestra voluntad de un gobierno favorables a las mayoría votamos mayoritariamente por la Revolución Ciudadana en las últimas elecciones de febrero pasado.

Ese breve recorrido histórico nos demuestra que, mediante nuestro voto, marcamos un camino a seguir para los presidentes que nos mal gobiernan: Queremos un Estado nacionalista, antiimperialista y anticapitalista, contra las ambiciones de los ‘grupos económicos’ que quieren gobernar solo para sus intereses y los de Estados Unidos. Al asesinar al candidato presidencial Villavicencio, estos grupos económicos acaban de demostrar su decisión de lograr nuevamente la elección de un nuevo presidente capaz de desplazar la actual candidata de la Revolución Ciudadana cuando las encuestas de opinión muestran que puede ganar en primera vuelta. Habiendo demasiados candidatos del signo de ellos, eligieron eliminar a uno, para confundir a los electores y orientarlos a votar nuevamente a alguno de ellos. Para encontrar pistas para reconocer a quién mandó a matar a Villavicencio, tal vez sería bueno descubrir cuál es el grupo político, con la complicidad de la embajada norteamericana, que destila más odio anticorreísta, presenta soluciones falsas y hace promesas ilusorias. ¿Sabremos en estas próximas elecciones no dejarnos engañar ni permitir que haga fraude para cambiar los resultados a su favor? Las votaciones del próximo 20 de agosto nos lo dirán.

… Porque no hay más que 2 proyectos: El de la Revolución Ciudadana y el de los ‘grupos adinerados’ de siempre. Lastimosamente y como en la anterior elección presidencial, los que no votan, los que votan nulo o blanco y los que, como borregos, siguen las orientaciones de los grandes medios de comunicación, irán favoreciendo los propósitos de estos grupos adinerados de siempre. Son ellos los que fomentan la inseguridad y la violencia, la pobreza creciente y la migración masiva, los asesinatos de políticos y los muertos a diario, porque pactan con los narcotraficantes y los jefes de las bandas delictivas que se han tomado el gobierno, el Estado, las fuerzas armadas y policiales, y el país entero.

Por estas y otras razones, votar por un proyecto que toma en cuenta la solución de las necesidades mayores de los ecuatorianos es una necesidad si queremos salir del atolladero al que nos llevaron los ‘grupos adinerados’ de siempre. Por otra parte, votar por la Revolución Ciudadana y por el ‘SÍ’ a la pregunta que deje intocado al parque Yasuní, nos exige también votar por las y los asambleístas que presenta la Revolución Ciudadana afín que se restablezca el Estado de Derecho, la promoción del Bien Común y el respeto de la naturaleza. El resto es “botar nuestro voto” al tacho de la basura de los que nos empobrecen, nos persiguen y nos asesinan con sus proyectos de muerte. Votemos por un proyecto de vida que iremos promoviendo individual y colectivamente, porque votar es comprometernos a construir el proyecto que apoyamos con nuestro sufragio. Sepamos reconocer “los lobos disfrazados de ovejas” y “el árbol malo que produce malos frutos”. No tengamos dudas: “¡Con el diablo no se dialoga porque las hemos de perder!”, nos advierte el papa Francisco. ¡Feliz sufragio este próximo domingo!

4. RESULTADOS ELECTORALES, PERSPECTIVAS Y DESAFÍOS, Pedro Pierre

Siempre las elecciones traen novedades porque proyectamos en los demás lo que pensamos y queremos. La conclusión que podemos sacar es que las dos terceras partes de los ecuatorianos no quieren cambiar la organización política y económica del país. Es bastante sorprendente cuando se califica la gestión del actual presidente como calamitosa. Estas dos terceras partes de los ecuatorianos piensan que los ricos nos van a salvar, o sea, no se dan cuenta que la colonización comenzada por los españoles continúa con los gobiernos de los ricos blancos, nuevos amos del país. Ni los indígenas escapan a esta realidad. Un luz en medio de esta fuerte neblina: la confirmación por 60% de los votantes de dejar el parque Yasuní fuera de la explotación petrolera.

Veamos las cifras de los resultados electorales. El correismo con la Revolución Ciudadana, lista 5, logra el primer puesto con Luisa González y Andrés Araúz el 33% de los sufragios y el 40% de los asambleístas. La unión contra el correísmo es casi 2 veces más fuerte ya que los demás binomios presidenciales se unificaron contra él. La doble sorpresa es, por una parte, la victoria para disputar la segunda vuelta del binomio de ADN (Acción Democrática Nacional). Alianza de las listas 4 y 35 (24% de los sufragios), con Daniel Noboa y Verónica Abad, que representan a la clase empresarial ecuatoriana, y, por otra parte, la elección de unos 30 asambleístas que conforman la segundo fuerza en el poder legislativo, del Movimiento Construye (MC 25) del asesinado candidato Fernando Villavicencio, María Paula Romo y Lenin Moreno. Este Movimiento Construye representa la extrema derecha fascista del Ecuador en la línea de Bolsonaro de Brasil, Uribe-Santos de Colombia y Pinochet de Chile.

En cuanto a los indígenas, la situación electoral es bastante desastrosa por las divisiones internas en la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y en su brazo político ‘Pachakutik’, lista 18, que no presentaron candidatos a la presidencia… debido a los pactos hechos con el gobierno de Guillermo Lasso tanto de los anteriores legisladores como del partido de Carlo Yaku Pérez (4% de votación nacional). El Movimiento Pachakutik sólo alcanzó unos 5 legisladores. El gran perdedor es Otto Sonnenholzner con 7% de los sufragios. El Partido Social Cristiano, lista 5 de Jaime Nebot que apoyó a Jan Topic (15% de votación), alcanzó sólo unos 5 legisladores. Hay que señalar las fallas de la votación electrónica que perjudicó a los migrantes residentes en el extranjero: Según las evaluaciones, sólo unos 10% votaron, lo que detiene el avance de la Revolución Ciudadana y los limita a tener sólo 3 legisladores en vez de 6...

La primera conclusión es que, con esas votaciones, estamos bastante lejos de un cambio para el país. El asesinato de Villavicencio logró que se detuviera el avance de la Revolución Ciudadana, prosperara la extrema derecha con Maria Paula Romo y la derecha empresarial del grupo Noboa que acumula la mayor riqueza del país gracias a salarios de miseria, pésimas condiciones de trabajo, contratación de menores de edad y deuda elevada con el SRI (Servicio de Renta Interna, o sea, impuestos). Esta desalentadora realidad se debe a las preferencias de los jóvenes que no tienen formación política, a los indígenas que siguen apoyando a sus seculares victimarios, a las mujeres que no se identificaron con Luisa González, a las y los que votaron nulos para favorecir la elección de Guillermo Lasso, y a los machistas que no quieren a una mujer como presidenta.

Lo menos que se puede decir es la situación crítica en la que se encuentra la Revolución Ciudadana frente a la segunda vuelta del próximo 15 de octubre: ¿Dónde encontrará los 17% de voto para hacer frente a las alianzas de la derecha (¡todos contra uno!), desafiar las mentiras y manipulaciones de la prensa y la televisión corruptas y ganar la presidencia? Los comentarios latinoamericanos lamentan el poco apoyo a la Revolución Ciudadana, recalcan el retroceso de una línea progresista y la profundización del espectro derechista en el país, anuncian tiempos difíciles para los sectores populares ya bastante golpeados desde unos 6 años, auguran el crecimiento de la privatizaciones (del Seguro Social en particular), el aumento de la migración, las pocas posibilidades de empleo para los jóvenes, un monto mayor para el IVA (Impuesto al Valor Agregado) y el alza de los combustibles, y consecuentemente la continuidad de la violencia e inseguridad.

Sigue vigente la comparación de la jaula dorada de la que los pájaros nacidos en ella no quieren salir a pesar de las puertas abiertas. El sistema neoliberal ha apresado a la gran mayoría de los ecuatorianos, convenciéndolos que necesitan de sus amos, para que asuman que fuera de ellos no hay alternativas, despreciando así las posibilidades de abrir caminos de libertad, progreso y felicidad. Las Iglesias aceptaron los privilegios que les regalan los gobiernos de turno y se acomodaron a la tranquilidad y la insolidaridad con los pobres cada vez más numerosos.

Inspirándonos en Leonardo Boff, pondremos una nota final esperanzadora frente a la pregunta: ¿Por qué tantos pobres votan por quienes se prometen hacerlos más pobres? ‘Del caos surgirá un orden nuevo. Así fue la historia de la humanidad. De sus varias extinciones se produjo un salto cualitativo y un orden superior. Lo que es caótico y dejado de lado es reelaborado hasta formar un orden nuevo…” ¡Que seamos capaces los ecuatorianos de hacer surgir pronto del caos actual un futuro mejor!

¡ AY, NICARAGUA, NICARAGÜITA ! Pedro Pierre

¡Cómo no sentirnos profundamente dolidos quiénes amamos a Nicaragua desde la guerrilla del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) por lo que está pasando en Nicaragua! No se trata de sustituir a los nicaragüenses ni de darles lecciones para resolver sus problemas. Se trata de compartir el dolor que se sufre, gritar la disconformidad y buscar juntos desde los nicaragüenses caminos de esperanza frente a actitudes que aparecen claramente dictatoriales de parte de la pareja Ortega… en particular lo que está pasando con la UCA de Managua. ¿Quiénes en la institución católica han sido más solidarios que muchos sacerdotes jesuitas con los procesos revolucionarios de América Central?

Desde el principio los sandinistas han sido capaces de levantar la bandera de la libertad, del humanismo y hasta del cristianismo para forjar un futuro diferente para Nicaragua, siendo faro para la luchas latinoamericanas por una segunda independencia. Muchos cristianos nicaragüenses han sido partícipes de esta gesta histórica hasta dar la vida por el éxito de este proceso, con el apoyo de valientes obispos nicaragüenses.. Lastimosamente unas actitudes poco cristianas del papa Juan Pablo 2° no han colaborado con un final feliz de la revolución sandinista. Los nombramientos del cardenal y de muchos obispos claramente antisandinistas han facilitado el aborto de caminos que hubieran sido de vida, fraternidad y esperanza para Nicaragua, América Latina y más allá. ¡Ya la historia los está juzgando!

Se puede entender las actitudes antiimperialistas del actual gobierno y su ideología guerrillera. Los mismos obispos nicaragüenses supieron decir en su tiempo que, por una parte, era justificado el levantamiento en armas de un pueblo sumiso en una larga dictadura somocista implacable. Por otra parte, supieron reconocer la legitimidad de una opción socialista del gobierno sandinista que fomente la participación popular, el reparto equitativo de las riquezas nacionales, la expresión liberadora de la fe cristiana… Los tiempos son nuevos a pesar de la constante dominación imperialista del gobierno norteamericanos y las continuas trabas del conservadurismo católico.

Estos tiempos actuales exigen, de un lado, nuevas respuestas de los nicaragüenses y del partido sandinista como también, por otro lado, nuevas opciones cristianas para apoyar salidas políticas más conformes a las soluciones de las necesidades de las mayorías pobres y perseguidas de Nicaragua. Esta labor encontrará nuevas solidaridades de los gobiernos, pueblos, Iglesias y cristianos latinoamericanos. El presente y el futuro se construyen mejor si nos juntamos en el respeto del camino que se busque abrir desde el suelo nicaragüenses. Estos nicaragüenses de a pie unidos a quienes asumen su opciones libertarios y revolucionarias en su propio país pueden contar con la solidaridad latinoamericana e transcontinental.

“América Latina es el continente de la esperanza” tanto en lo político como en la espiritual. Somos actualmente la reserva humanista y espiritual más pujante del planeta. ¡Cuántos países están experimentando, como en ningún otro continente, alternativas al sistema neoliberal imperante! El testimonio del papa Francisco salido de este ‘otro lado del mundo’ y el de las Comunidades Eclesiales de Bases y grupos afines muestran que son posibles otras maneras de ser Iglesias, de seguir a Jesucristo, experimentar nuevas espiritualidades, de crear humanismos esperanzadores que responden a las necesidades de las nuevas generaciones al nivel local y mundial.

Nicaragua está en este parto de una nueva manera de vivir en sociedad. La historia de nuestros países y de nuestro planeta nos demuestra que siempre hay salidas posibles y que del caos sale un nuevo y mejor orden. Nicaragua nos lo ha demostrado en los primeros 10 años de la Revolución sandinista. Personalmente pienso que los Ortega deben dar un paso al costado para dejar espacio a una nueva generación de nicaraguenses que lleve más allá el proyecto sandinsita para el bien del país y de América Latina. Sabrá encontrar esta nueva generación nuevas oportunidades tanto en lo civil como en lo religioso porque estamos creciendo desde las revoluciones cubana, sandinista y venezolana, el siempre vivo levantamiento zapatista, los gobiernos indígenas de Bolivia, las propuestas del Bien vivir y convivir de los Pueblos ancestrales, y desde las teologías de la liberación de las grandes religiones. Los cristianos no quedaremos atrás porque sobemos que el Reino se construye mediante la solidaridad que es ‘la ternura de los Pueblos’.

¡Ay, Nicaragua, Nicaragüita: Adelante siempre! Estamos en un salto cualitativo tanto en lo político como en la espiritual.


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