! BASTA DE VIOLENCIA
CONTRA LA MUJER ¡
“ ¡ N I U N A
M E N O S ! ”
Guayaquil, PR. 2016.
CONTENIDO
1.
Motivación
y Objetivos
2.
Guía
para reunión
3.
Comentarios
̵
Es
violencia todo tipo de maltrato
̵
Jesús
defendió y valoró a la mujer
̵
Superar
y enfrentar la violencia contra la mujer
Conclusión
Motivación: Cada año, por el 25 de noviembre, celebramos el Día Internacional de la no-violencia con la
mujer. Vamos aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre las
violencias que sufren casi continuamente las mujeres.
Objetivo: Nos proponemos
en esta reunión, descubrir 3 cosas:
-
Primero,
que tomemos conciencia de la violencia en la que está sumergida toda mujer.
-
Luego,
que califiquemos esta situación anormal de pecado personal, familiar y social.
-
En
fin, que tomemos caminos para cambiar esta realidad y vivir con más igualdad.
1a Parte: GUÍA PARA LA REUNIÓN.
Bienvenida: Acogida. Canto: Invocación a María.
Diálogo inicial: Las violencias que miramos y causamos.
- ¿Qué situaciones calificamos como violencia contra la mujer? Digamos por qué razones.
- Como mujeres, ¿cuándo nos hemos sentido maltratada?
Palabra de Dios. Juan 8,1-11: La mujer adultera y las actitudes
de los diferentes personajes.
- ¿Cómo calificamos las diversas actitudes: la de los varones, la de la mujer, la de Jesús?
- ¿Por qué motivos nos llama la atención la actitud de Jesús?
Hoy nosotros: Reconocer nuestro machismo de varón y nuestra
dignidad de mujer.
- ¿Qué enseña esta lectura, primero a los varones, y luego a las mujeres?
- Para mejorar en nuestras actitudes, ¿qué vamos a hacer personalmente, como varón, como mujer?
Oración comunitaria. Padrenuestro, Dios te salve. Canto y Bendición
final.
2ª parte: Comentarios. ENFRENTAR LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.
A. PARA QUE LO
SEPAMOS: ES VIOLENCIA TODO TIPO DE
MALTRATO CONTRA LA MUJER.
Ejemplos, entre otros:
- Violencia física: te da empujones, cachetadas, jalones de pelo, mordiscos, torceduras de brazo, golpes, patadas, quemaduras, cuchilladas, machetazos, disparos, y... la muerte.
- Esclavitud doméstica: te trata como esclava o te obliga a estar pendiente de sus caprichos. No comparte las tareas de la casa, ni el cuidado de las y los niños.
- Intimidación: te atemoriza con la mirada, con romper cosas delante de ti, con gestos, con gritos, con acciones violentas, o destruyendo tus cosas.
- Violencia sexual: contra tu voluntad te toca o te obliga a realizar actos sexuales. Usa tu cuerpo solo para satisfacer sus deseos sin tomar en cuenta los tuyos. Te daña física y emocionalmente durante el acto sexual
- Abuso económico: te obliga a pedir dinero para cada cosa. Te acusa de malgastar o robar, a sabiendas de lo que te da, no es suficiente para los gastos. No te deja trabajar fuera de la casa.
- Amenazas.: grita si haces algo que no le gusta, peor si dices que piensas en irte. Amenaza con golpearte, herirte o maltratarte si lo haces, que te quitará los hijos o las cosas de mayor necesidad o las más queridas por ti. Te dice que se va a matar si te vas.
- Aislamiento: siempre te está preguntando: ¿A quién ves? ¿Con quién hablas? ¿A dónde vas? ¿Qué has hecho? Te impide ver a tus amistades y familiares o no quiere que te visiten. Esconde tus cosas, escucha tus pláticas, no te deja salir sola, te prohíbe participar en reuniones de barrio, de solidaridad, de tu religión.
- Violencia emocional y sicológica: Te hace sentir que no vales, que estás loca, que no haces nada bien, que tus ideas no sirven. Te hecha la culpa de todo lo malo. Se burla de ti, te contradice sin razón, te ridiculiza o te humilla ante familiares, amistades o extraños.
Conclusión: Busquemos
que: - La próxima vez que se levanten la voz a la mujer, sea para
felicitarla.
- La próxima
vez que levanten la mano a la mujer, sea para saludarla.
B. REFLEXIÓN: NO A LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.
Imitemos a Jesús y a la mujer adúltera.
La mujer sufre muchos tipos de
violencia, a tal punto que muchas veces, ni se da cuenta cuantos son los
maltratos que la golpean. Por esta razón es muy necesario enumerar todas las
formas de maltrato que existen contra ella en la casa cuando era niña y
soltera, fuera de la casa y por parte de su pareja. Expresar todo este
irrespeto es muy importante para desalojarlo de su persona y poder enfrentar
los retos que se presentan en ella.
- Hablar es muy importante.
Los maltratos - de la falta de
cariño hasta la violación - sufridos en la niñez dejan siempre un trauma
grande. Hay que romper el silencio que, muchas veces, una misma se ha impuesto.
Será una liberación que permitirá enfrentar y superar los maltratos que no faltan
contra la mujer adulta. ¡Ojalá se pueda crear en el grupo un ambiente de
suficiente confianza para que las que han guardado escondidos estos atropellos,
los puedan comunicar: ¡así se comienza a vencerlos!
- Violencias fuera de la casa.
Los obispos, reunidos en Puebla, dijeron que
"la mujer de los sectores pobres es doblemente oprimida y marginada"
(nota del # 1134). Quieren decir que la mujer sufre una doble violencia,
primero, por ser pobre, luego, por ser mujer.
a) La pobreza es una violencia permanente.
Es primero la mujer que debe enfrentar la pobreza
diaria para dar de comer a la familia, enfrentar las enfermedades, mantener los
hijos en la escuela, sufrir la falta de agua, las malas condiciones de vida, la
ausencia de calles asfaltadas...
La ayuda mutua, la solidaridad y la organización,
entre mujeres especialmente, son los principales caminos para salir adelante
sin dejarse arrollar por esta pobreza injusta y deshumanizante.
b) Violencia en la calle, la escuela, el trabajo.
Por ser mujer, va a sufrir la violencia diaria de
la calle. En los transportes, caminando, comprando... ¡Cuántas molestias va a
tener que aguantar! Por ser mujer, ¡cuántas cosas se le va a prohibir... o ella
misma se va a prohibir! Los medios de comunicación van a usar y abusar de ella,
distorsionando la imagen de su cuerpo y de su ser de mujer. En la escuela, el
trabajo, no faltará el acoso sexual... Y la prostitución puede llegar a ser una
trampa fatal.
c) Violencia por parte de su pareja.
Para el varón, es tan fácil ser violento en contra
de su compañera: es más fuerte físicamente y el machismo anida en su corazón;
además, se le enseñó a dominar, decidir sólo, hacerse obedecer... Este orgullo
no lo ayuda ni a ser sencillo, humilde y cariñoso, ni a dialogar de igual a
igual, ni a reconocer sus errores... El alcohol es su peor enemigo y le hace
cometer las peores barbaridades, comenzando por su pareja.
Para hacer frente, la mujer, desde un principio,
no debe permitir que se le alce ni la voz ni la mano. La paciencia, la firmeza
y la astucia positiva son su fuerza. En última instancia, la violencia y la
separación pueden ser la solución, como mal menor y derecho a la
autoprotección.
Además, para defender y proteger a sus hijos, debe
conocer y usar las leyes que la amparan: existen y están a su alcance, sin
esperar que la situación se vuelva insoportable. Muchas asociaciones ayudan en
todos los casos de violencia.
C. JESÚS VALORÓ Y DEFENDIÓ LA DIGNIDAD DE LA
MUJER.
Primero, por identificarse con
nosotros y particularmente con los pobres, quiso Jesús "nacer de una
mujer" (Gálatas 4,4) y vivir en una familia pobre. Durante su ministerio,
lo inauguró a solicitud de su madre, en Caná (Juan 12,1-12) y estaba acompañado
por mujeres que lo ayudaban (Lucas 8,1-8). Atendió y sanó a varias; resucitó al
hijo de una viuda (Lucas 7,13), defendió a la mujer adultera (Juan 8,3-11),
consoló a las que lo seguían en el camino a la cruz (Lucas 23,28), resucitado
apareció, primero, a una mujer, María Magdalena y le confió la misión de
comunicar esta buena nueva a sus apóstoles (Juan 20,16).
En el caso de la mujer adultera
(Juan 8,3-11), veamos las actitudes de los diferentes personajes:
- La actitud hipócrita de los varones en la persona de los fariseos y saduceos.
Ellos eran los conocedores de la Biblia y los
encargados de guiar al Pueblo en el camino de Dios. Pero, en el caso de la
mujer adúltera, se muestran muy machistas:
-
Actuaron
sobre una denuncia con algo de morbosidad: ‘Han sorprendido a esta mujer en
pleno adulterio’.
-
Humillaban
a la mujer, no temiendo en hacer público su pecado y poniéndola a la vista y
‘en medio’ de todos.
-
La
discriminaron por no traer al varón que estaba con ella.
-
Usaron
palabras despreciativas diciendo: ‘mujeres como esta’.
-
Sin
conversar con ella ni buscar salvarla, y en nombre de la ley, pidieron su
ejecución por apedreamiento.
-
Usaron
del chantaje público y colectivo en contra de la mujer y, acallando así a los
demás, presionaban a Jesús para que la condenara.
-
Demostraron
cobardía y huyeron cuando Jesús les contestó.
- La actitud digna de la mujer.
-
No
huyó ni protestó por lo que le estaba pasando: asumió su responsabilidad.
-
Se
mantuvo de pie del principio hasta el final.
-
No se
retiró cuando todos se habían ido.
-
Supo
esperar el juicio de Jesús.
-
Respondió
a la pregunta de Jesús sobre sus acusadores, sin buscar excusa.
-
Llamó
a Jesús ‘Señor’, reconociendo su autoridad y grandeza.
- La actitud dignificadora de Jesús.
-
Por
su silencio, manifestó su disconformidad con las actitudes, las palabras y los
pensamientos de los varones.
-
Al
ponerse a escribir en el suelo, no se sumó a las miradas despectivas de los
presentes.
-
Protegió
a la mujer, haciendo reflexionar a cada uno sobres u propia vida.
-
Cuestionando
la actitud de condena a muerte de los fariseos y saduceos en nombre de una ley
discriminatoria, dando a entender que la persona es más importante que la ley,
y la ley está para salvar y no perder.
-
Para
hablar con ella, le dio el título respetuoso de ‘mujer’.
-
Comenzó
por prestar atención a la mujer, dialogando con ella, sin juzgarla, y
preguntándole no sobre ella primero, sino sobre sus acusadores.
-
No
hizo ningún reproche a la mujer, más bien le dijo que tampoco la condenaba.
-
Terminó
con una invitación esperanzadora de emprender una vida nueva.
Notemos, además, que San Pedro, que
era casado (Marcos 1,30) como muchos de los apóstoles, escribió a las mujeres
para que no cayeran en el consumismo y la extravagancia que, sí, distorsionan
su belleza física. Las invitó a no dejar nunca de exteriorizar la fuerza de su
belleza interior (1 Pedro 3,3-4).
D. SUGERENCIAS DE POSIBLES COMPROMISOS.
- Personalmente.
Como varones:
-
Retomar
las distintas actitudes negativas de los fariseos y saduceos y mirar como se
aplican a nosotros.
-
Ir
corrigiendo nuestras actitudes, palabras, miradas, gestos discriminatorios en
contra de las mujeres.
-
Interesarnos
y actuar individualmente por la dignificación y el respeto de toda mujer
Como mujeres:
-
Meditar
las actitudes de la mujer adúltera para interiorizar e imitar su valor.
-
En
las dificultades y errores, conservar siempre dignidad y esperanza.
-
Denunciar
todo trato discriminatorio en las personas, las leyes, instituciones, y la
misma Iglesia.
- Colectivamente:
-
Pedir
perdón personal y colectivamente, especialmente de parte de los varones hacia
las mujeres.
-
Corregirse
mutuamente entre varones por nuestras actitudes, palabras, miradas, gestos y
tratos despreciativos.
-
Entre
mujeres, ayudarse a sentirse mujeres de verdad, con toda la grandeza y la
misión que ello encierra para su propia felicidad, para el bien de todos, el
crecimiento de la Iglesia y la alegría de Dios.
-
Promover
la organización de grupos de mujeres, especialmente entre las madres
abandonadas.
-
Dar a
conocer los grupos y asociaciones que ayudan a las mujeres maltratadas y
acompañarlas en sus reclamos.
-
Participar
de las actividades locales, nacionales e internacionales a favor de la mujer (8
de marzo, 25 de octubre, 10 y 12 de diciembre, día de la madre,...).
-
Preparar,
para reuniones y la celebración dominical, sociodramas, mural, mensaje,
oraciones,... para que otros tomen conciencia de lo que hemos descubierto y
hemos decido realizar personalmente y colectivamente.
E.
ALTERNATIVAS O CAMINOS DE
SUPERACIÓN ENTRE PAREJA
Aquí, se sugiere 8 alternativas a los 8 tipos de violencias presentadas en
este tema.
Volvamos sobre las situaciones de
violencia, más particularmente en la casa: de hombres hacia las mujeres, de
personas adultas hacia jóvenes, de hermanos y hermanas mayores hacia niñas y
niños más pequeños. Para comenzar a cambiar estas situaciones, hay que
reconocer las violencias como tales y llamar las cosas por su nombre. A partir
de ahí, podemos buscar otra forma de relacionarse con las demás personas y
construir una nueva vida para todos.
He aquí unas ideas sobre cómo se
puede vivir con más igualdad y respeto mutuo, comenzando con las relaciones
familiares. La violencia no es natural: se puede superar. No es fácil, pero con
tenacidad, sí, es posible lograrlo. Vale la pena intentarlo, sin no se logrará
avanzar en este camino.
Notemos que estas 8 propuestas son
una respuesta a las 8 violencias evocadas anteriormente.
- Ser un padre o una madre responsable. Compartir las responsabilidades de tener y criar los niños y las niñas. Ser un ejemplo positivo y no violento para las hijas y los hijos.
- Comportamiento sin amenazas. Hablar y comportarse de tal forma que la otra persona se sienta en libertad de expresarse. Que no se sienta con miedo o incomodidad, sino con igual derecho a opinar, aunque su opinión sea diferente o equivocada.
- Compartir responsabilidades. Acordar una distribución justa e igualitaria del trabajo doméstico entre todos los miembros del hogar. Tomar conjuntamente las decisiones familiares y evaluarlas juntos.
- Honestidad y sinceridad. Reconocer cuando uno comete errores y asumir las responsabilidades por sus acciones, sobre todo cuando se ejerció violencia. Ser humilde y admitir que toda persona puede equivocarse. Comunicarse de una forma honesta, sincera y abierta.
- Respeto mutuo. Escuchar sin juzgar. Tratar de entenderse y apoyarse mutuamente. Darle valor a las opiniones de cada cual. No despreciar ni descalificar a nadie. No imponer a la otra persona nuestra manera propia de ver y actuar.
- Confianza y apoyo. Confiar en la palabra del otro. Apoyar los planes y aspiraciones de todos y todas, y fortalecer su derecho a tener sus propios sentimientos, opciones, amistades y actividades, aunque pensemos distinto.
- Negociaciones y justicia. Buscar soluciones satisfactorias y de mutuo acuerdo. Aceptar que no hay una sola "verdad" ni una sola alternativa de solución: ‘la mía’. Tener la disposición de escuchar y aceptar otras opciones que la suya propia.
- Beneficios económicos comunes. Partir de la realidad que todo el dinero es de los dos. Tomar conjuntamente las decisiones sobre cómo se va a utilizar el dinero y los bienes comunes. Decidir de común acuerdo cómo se va a cubrir los distintos gastos familiares. Comunicarse los gastos personales.
CONCLUSIÓN
El compromiso del matrimonio es: ‘servirse el uno al otro’. Debemos saber
también que la felicidad del uno pasa por la felicidad del otro y de los otros.
Las mujeres, en este sentido, tienen mucho que enseñar a los varones. ¡Suerte
en esta larga lucha que trae grandes alegrías¡
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