HE AQUÍ MIS ARTÍCULOS DEL MES DE DICIEMBRE
Saludos desde Guayaquil, Ecuador.
Pedro Pierre, sacerdote ‘sin frontera’.
¡Buena lectura!
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¡Viva el Mundial! ¡Qué cloaca!... por la corrupción generalizada.
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Luces en mucha sombra… eso es la Navidad.
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¡Me quitaron tanto… que me quitaron el miedo!”
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Grandes retos al terminar 2022… lo que auguro un mal año 2023.
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Testamento de 2022… ¡Prohibido olvidar!
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1.
¡VIVA EL
MUNDIAL! ¡QUÉ CLOACA!
Qatar es un pequeño país árabe
del Medio Oriente, en el Golfo Pérsico, donde abunda el gas natural. Su
superficie es de 11,430 kilómetros cuadrados, más pequeña que la provincia del
Guayas que tiene 15,430 km². Su población es de 3 millones de habitantes,
pero sólo 250,000 son catarís, los demás son residentes extranjeros. Su
gobierno es ‘monárquico’, es decir, dictatorial porque una familia hereda el
poder de padres a hijos y tiene una fortuna evaluada a 350’000 millones de
dólares, mientras el resto de la población vive en la miseria. Organizaciones
de Derechos Humanos denuncian que la familia real de Qatar ha financiado
facciones terroristas en Siria, Irak, Afganistán y Libia donde habrían
asesinado al líder Muamar el Gadafi en octubre de 2011. El 98% de la población
es de religión musulmana, donde las mujeres no tienen derechos. El actual jefe
de Estado es el jeque Al Thani tiene 3 esposas. Además del gas, el turismo es
otra gran entrada de dinero. Hay que decir también que el jeque Al Thani es un
ferviente amigo del gobierno norteamericano…
En el año 2010, al jeque Al
Thani se le ocurrió ‘comprar’ el actual mundial de futbol. ‘Comprar’ es la
palabra exacta por los escándalos y los juicios por corrupción a gran escala
que ocasionó la elección de Qatar. Eso es mal antecedente porque “lo que comienza
mal termina mal”. Claro, los grandes medios de comunicación, poco interesados
en los derechos humanos porque se benefician de grandes ganancias, nos siguen
“vendiendo” el mundial como “la gran fiesta del futbol”. Pero por todas partes,
en particular en las Organizaciones de Defensa de los Derechos Humanos y del
Medio Ambiente, han surgido muchas críticas, muchas denuncias y muchos llamados
al boicot del Mundial 2022.
Se tuvo que construir 8
estadios inmensos y espectaculares en un país poco aficionado del futbol en un
restringido perímetro que hace que el estadio más distante está a 50 km de su
vecino. Además, ¡6 de ellos están con aire acondicionado! por las altas
temperaturas que pueden llegar a un promedio de 42 grados. ¡Uno de ellos es
desmontable! Para la construcción de los estadios, autopistas, aeropuertos,
hoteles para residencia de los jugadores, centrales eléctricas, centros
comerciales… se contrató mano de obra de inmigrantes, varones y mujeres,
principalmente asiáticos. Estas y estos trabajan en condiciones de esclavitud,
exigencias laborales inhumanas, hacinamiento, horarios de hasta 18 horas de
trabajo diario, salarios de miseria… ¡después de haberles quitado su
pasaporte!... ¡Organizaciones de Derechos Humanos denunciaron la muerte de hasta
9,000 trabajadores en estos 12 años de preparación del mundial! Eso hace mucha
sangre regada debajo del césped de las 8 canchas de futbol. En los ‘palcos’, o
sea, los espacios privados con asientos reservados para mirar los partidos de
futbol, un asiento cuesta hasta S/. 22,450 dólares por partido! Bueno, una
propaganda ecuatoriana en medios de comunicación ofrecía un bono de S/. 20,000
dólares para participar en el mundial…
Por eso se puede ver, leer y
oír comentarios y títulos periodísticos como “El mundial de la vergüenza”, “El
negocio multimillonario del futbol”, “El infierno de los estadios”, “Un
‘religión’ perversa”, “El derroche mortal”, “Juegos podridos de la corrupción”,
“El cementerio de fraternidad” … y tal vez en el próximo mundial las mujeres
futbolistas van a tener su espacio “estelar”.
“El dinero y la fama todo lo
corrompen” … porque si miramos también a los mejores futbolistas del mundo,
¡qué acumulación de escándalos y de corrupción tanto en su vida privada como
deportiva y social! ¿Dónde están las antiguas -o tal vez no tan antiguas-
calificaciones? “¡El deporte es salud!”, “¡El modelo deportista!”, “¡El juego
de la fraternidad!”, “¡El cielo en la cancha!”, “El ídolo de mis sueños!” … y
unas cuantas más. El mundial ha pasado a ser el arte del engaño y de la muerte,
sin castigo y decenas de millones lo siguen mirando. ¿Adónde se ha ido la
dignidad? ¡Qué cloaca!... maldita televisión, maldito sistema neoliberal,
malditos financistas.
Sería mejor no mirar la
celebración de clausura, porque el precio pagado en sufrimientos, atropellos y
muertes es demasiado grande. No nos ensuciemos los ojos, la mente y el corazón.
Trabajemos por deportes humanos.
2. LUCES
EN MUCHA SOMBRA, Pedro Pierre
En este tiempo de Navidad,
¡cuántas luces en muchas casas, cuantas luces en las calles, cuántas luces en
los almacenes! Todo un mundo de belleza y de sueño. Lastimosamente, en estas
luces, en esta belleza, en estos sueños hay mucha fantasía, mucho engaño, mucho
vacío, mucho robo, mucha tristeza, mucha desesperanza. ¿No será que nos estamos
equivocando y que nos están engañando?
Hace poco hemos salido de la
pandemia que ha sido como una masacre en muchos lugares nacionales. Mientras
morían decenas de miles de víctimas, otros se enriquecían descaradamente,
creando más pobreza y desigualdades en nuestro país. Los cuatro años del
morenismo ha sido la destrucción de las instituciones de la nación, provocando
desempleo nunca visto antes. El actual gobierno se dedica principalmente a la
acumulación de riqueza de unos pocos, la evasión y la mentira a costa del
empobrecimiento creciente de la mayoría de las familias ecuatoriana. En este
fin de año hemos llegado a un nivel de violencia poco común: femicidios,
asaltos, robos, extorsiones, sicariatos… a pesar del toque de queda, de más
policías y militares patrullando en las calles de nuestras ciudades. Las
protestas y los levantamientos se soldaron por una docena de muertos entre los
indígenas y centenares de heridos y presos. Las negociaciones terminaron en una
gran farsa y mucha rabia acumulada. La migración se dispara y no cesa. En estos
6 últimos años, por una consulta mañosas y aprobaciones de leyes desfavorables
a los sectores medios y pobres, muchísimas personas fueron desalojas de su
trabajo. Para sobrevivir el sistema neoliberal imperante las obligó a robar, a
vender droga, a extorsionar, a matar: Allí están las causas de tanta violencia
y desgracia. Así llegamos a un nueva Navidad con muchas luces artificiales que
esconden una desesperanza real.
La actual situación se parece
en muchos aspectos a la de la época de la primera Navidad de hace 2,000 años.
Los campesinos y los artesanos vivían en la extrema pobreza por la explotación
de los terratenientes, las deudas impagables, los impuestos de las autoridades
y la extorsión implacable del imperio romano invasor del país. La situación era
tan catastrófica que un tal Jesús tuvo que nacer en una provincia aledaña de la
de sus padres y en una gruta para animales del campo. Además, a los pocos días
de nacido en la pequeña ciudad de Belén, sus padres tuvieron que salir
corriendo del país para escapar a una matanza de niños de la ciudad, yéndose a
Egipto… Los pastores de Belén se quedaron con la sorpresa de una noticia sorprendente
en medio de la oscuridad: ¡Les había nacido un salvador! “¡Gloria a Dios en el
cielo y paz en la tierra!”
Dentro de unos pocos días
vamos a volver a cantar la misma proclama que hace 2,000 años: “¡Gloria Dios en
el cielo y paz en la tierra!” ¿No será más que una mentira piadosa y una
ilusión desesperada para la gran mayoría de nosotras y nosotros? ¿Nos aportarán
la novena de Navidad y las posadas con sus alegres villancicos verdadera
alegría y esperanza certera? Eso depende de nosotros y nosotras poque Dios no
deja de visitarnos, encender pequeñas luces, enviarnos señales de esperanza y
abrirnos nuevos caminos.
Se trata de repetir entre
nosotros las actitudes y vivencias que realizaron los que descubrieron en Jesús
un salvador que los enrumbó hacia una nueva manera de vivir, esperar y
construir una realidad que los hizo hermanos felices. María de Nazaret supo
entrar en la dinámica del proyecto de Dios que decidió cumplir sus promesas de
renacimiento de un pueblo nuevo y una humanidad reconciliada. Segura de ella
misma y del Dios de sus antepasados, María decidió compartir esa buena noticia
con su prima Elizabet: Las dos, embarazadas, explotan de alegría por la
encarnación en sus hijos del proyecto de Dios. El carpintero José, compañero de
vida y de fe de María, decide también colaborar en esa empresa con su esposa y
el niño que va a nacer.
Hoy: ¿tenemos nosotros las
mismas decisiones y actitudes que María, José, Elizabet, Juan Bautista, los
pastores y Jesús? Si, contrariamente al caso de María, no creemos que Dios
continúa de nacer entre nosotros, porque estamos ocupados y ocupadas en cosas
más importantes, no va a pasar nada relevante en nuestra vida. Si,
contrariamente a José, no colaboramos con quienes buscan y trabajan para una
vida mejor para ellos y para los demás, Navidad seguirá siendo una fiesta
pagana por su consumismo desenfrenado. Si, contrariamente a Elizabet, no
sabemos abrir nuestra casa y reunirnos entre familiares para hablar de Dios y
reconocer su presencia entre nosotros, seguiremos de indiferentes e
individualistas que han perdido el rumbo de una vida verdaderamente feliz. Si,
contrariamente a Juan Bautista que saltó de alegría en el vientre de su madre,
no nos sacudimos en el ‘vientre’ de esta nuestra sociedad materialista, nunca
tendremos el valor de entender la realidad de un mundo perdido ni el valor de
hablar de conversión y esperanza. Si, contrariamente a los pastores que aceptan
como salvador a un recién nacido en medio de mucha pobreza, nos somos capaces
de reconocer en los pobres de hoy el camino hacia Dios, seguiremos perdido en
un mundo de fantasía, derroches, cómplices de la explotación de los demás. Si,
contrariamente a Jesús que nace en la incomodidad de una gruta de pastores
pobres, dejaremos que la comodidad, el egoísmo y la indiferencia sigan
fortaleciendo un sistema que nos deshumaniza y nos destruye.
Navidad no es un simple
recuerdo emocionante, ni una historia inventada para sorprender a los niños con
regalos engañosos. Navidad es una opción de vida. Navidad es la decisión de
construirnos según el sueño de Dios que se hace vida en María, Elizabet, José,
Juan Bautista, Jesús y miles más: otra vida es posible, otra sociedad es
necesaria y otro mundo es urgente. ¡Que esta Navidad sea la oportunidad de
emprender caminos de fe, compartir, fraternidad y lucha para una vida mejor
para nosotros y los demás… contra todos los Herodes que siguen matando toda
esperanza y cambio!
3. “¡ME
QUITARON TANTO…!” Pedro Pierre
La frase completa es “¡Me
quitaron tanto que me quitaron el miedo!” Escribo esto pensando en Palestina
porque año tras año desde 1948 Israel le quita su territorio. Estoy pensando en
Irán donde las mujeres, a pesar de la represión de la más cruel, siguen
protestando y levantando todo un país contra su gobierno. Estoy pensando en
Perú donde las protestas se han generalizado para exigir el regreso del
presidente Castillo, elecciones y nueva Constitución. Estoy pensando en Ecuador
donde el miedo nos paraliza frente a la arremetido del gobierno que quiere
repetir la misma Consulta engañosa y nefasta del gobierno anterior, para
mantenernos sumisos y arrodillados, mientras nos regalan pollos y gorras para
cerrarnos la boca y marrarnos las manos.
Navidad es el comienzo de una
nueva vida, de una nueva fe, de una nueva sociedad. Nos quieren engañar al
sustituir al niño Jesús por un papanoel bufón y consumista, que ya ha entrado
en grande en muchas de nuestras casas, de nuestras parroquias y hasta de
nuestras iglesias. Quieren desaparecer el proyecto de Belén que es el arranque
de una nueva humanidad desde los pobres. Este proyecto no es sólo religioso
sino también económico y político tal como lo era el proyecto de Abraham y Sara
retomado por Moisés y Mirian, confirmado por los profetas y los sabios, y
asumido por Jesús.
“¡Gloria Dios y paz a los
hombres!” Tal es el lema que sigue resonando año tras año con la Navidad. Pero
“la gloria de Dios es que el pobre viva” y viva digna y organizadamente, decía
monseñor Oscar Romero de El Salvador. La Biblia dice en el libro de Isaías y el
papa Francisco no cesa de repetirlo que “la paz es fruto de la justicia”. El
salmista sueña: “¡Haré derivar hacia Jerusalén como un río la paz!” y que se
extienda a todas las naciones.
¿Cómo vamos a celebrar la Navidad? Con cantos piadosos,
luces multicolores, chocolate caliente, pavo hornado… Con regalos a unos niños
hambrientos, que no quitarán la tristeza de sus ojos. Con abrazos de
conveniencia y un sonriente “¡Felices pascuas!” que no cambian nada y nos
hunden un poco más en la indiferencia y el individualismo.
“¡Nos quitaron tanto…!” Es
cierto, pero no “nos quitaron el miedo”. El miedo a ver la realidad tal cual
es: ¡terrible y mortal para millones de ecuatorianos! El miedo a descifrar las
causas de la miseria que asecha a 40% de la población nacional, miseria y
causas que no queremos ver y que enterramos por el aislamiento, el
quemimportismo y la falta de solidaridad. El miedo que nos hace creer en un
Jesús niño que no creció nunca en nuestra mente ni en nuestra vida. El miedo
por no aceptar que Jesús es ‘Emanuel’, es decir ‘Dios con nosotros los pobres’,
ni tampoco lo que significa su primer nombre: ‘salvador’, o sea, liberador de
todo lo que nos destruye y destruye a los demás. Miedo a ser adulto, es decir,
varón de verdad y mujer digna, juntos y en pie de lucha para no dejarnos ganar
por la vida fácil que crece a costa de los demás. Miedo a mirarnos a los ojos
los unos con los otros… y que nos impide decidir tener de una vez por todas una
vida plena, o sea, solidaria, “al servicio de la fraternidad sin frontera, la
amistad social y el amor político” tal como lo pregona el papa Francisco en su
Carta “Todos somos hermanos y hermana”, urgiendo una “hermandad universal” y
una comunión armoniosa con la madre Naturaleza. Miedo a mirar la vida y la
muerte de frente poque preferimos cuidarnos, cuidar a nuestros hijos. No nos
hemos convertido a Jesucristo que nos dijo: “¡Quien quiere ganarse la vida, la
pierde; y quién la pierde por mi y por los demás, la gana!”
Eso es el sentido de la
Navidad: un Dios que viene a perder la vida por nosotros, débil como un niño,
pobre como un recién nacido, rodeado de gentes sin importancia, ni nombre ni
fama. Un Dios que nos provoca, que nos interpela, que nos mueve el piso para
que caigamos en cuenta que la vida y la felicidad se alcanzan mediante la
sencillez, el compartir, la valentía, la entrega por un proyecto de fe y de
sociedad que nos haga hermanos, dignos, justos, solidarios de las causas de los
pobres… hasta que nos cueste la vida… porque seguir al Jesús de Belén es para
los valientes y no para los tibios, para los entusiastas y no los acomodados,
para los que generosos y no para los egoístas, para los valientes y no los
cobardes, para los creyentes de lo imposible y no los agachados y
superficiales.
La Navidad nos desafía: ¿A qué y a quién apuestas tu
vida?... sin miedo, sin mirar atrás. Definitivamente la Navidad es para los
emprendedores y los atrevidos.
Hace
un mes, en su visita al Medio Oriente, el papa Francisco decía: "Sean
sembradores de fraternidad y serán cosechadores de futuro… Que no les pase ser
“turistas de la vida”, que sólo la miran desde fuera, superficialmente… Todos
ustedes son un tesoro, un tesoro único y valioso… ¡No pierdan nunca la valentía
de soñar y de vivir en grande! … Sean sembradores de fraternidad y serán
cosechadores de futuro, porque el mundo sólo tendrá futuro en la
fraternidad".
¡Feliz
Navidad! ... para avanzar en esta clase de vida y de humanidad.
4. GRANDES
RETOS AL TERMINAR EL AÑO 2022, Pedro Pierre
No hace falta ser un experto
en análisis sociológica para calificar el año 2022 de los más desastroso para
la inmensa mayoría de los ecuatorianos. Terminamos el año bastante desanimados
y desesperanzados. El desgobierno es un desastre nacional, la Asamblea
legislativa una sala de componendas malsanas y las entidades nacionales un nido
de corrupción, igual que la policía y el ejército. ¡Ojalá con ‘la quema del
viejo’ se nos vaya quemando maldades, pesimismo e indiferencia para enfrentar
mejor los retos que se nos presenta!
Al
nivel del ejecutivo nos encontramos frente a un gobierno que se limita a
trabajar a favor de la clase bancaria, los grandes empresarios, los intereses
del gobierno de Estados Unidos y de las grandes multinacionales, dejando en el
abandono al resto de la población. No hay obras públicas. La salud, la
educación, la construcción de viviendas populares tienen un presupuesto
minúsculo.
El
presidente no se preocupa que las y los ecuatorianos tengan un empleo, por eso
que llegamos a la catastrófica situación que 7 ecuatorianos en edad de trabaja
sobe 10 no tiene un empleo asalariado. Esta situación favorece el tráfico y la
venta de drogas mediante bandas organizadas a todos los niveles del país. Los
Estados Unidos acaban de llaman la atención del gobierno ecuatoriano sobre
supuestos ‘narcos generales’. Los vendedores de drogas, cada vez más numerosos,
se disputan los territorios, eliminan los competidores o quienes ‘no juegan
limpio’ y empiezan a extorsionar los negocios y los mismos ciudadanos. Esta
violencia se ha vuelto incontrolable.
Para
lograr ganancias ilimitadas y no tener instituciones que lo fiscalicen, el
gobierno compra a los Asambleístas e impone las distintas autoridades de
control y de la justicia. Los medios de comunicación en manos de los grandes
empresarios ocultan las informaciones y manipulan a sus oyentes.
En
cuanto a la Asamblea Nacional, enseguida de su elección, un número
significativo de Asambleístas de casi todos partidos se sumaron al partido
minoritario del gobierno. Aprueban leyes al gusto del presidente y no fiscalizan
ni el presidente denunciado por evasor, ni las instituciones ni las autoridades
que hacen de la corrupción su modo de vivir. En cuanto a las próximas
elecciones locales, el Consejo Nacional Electoral no controla los gastos de
campaña electoral que ha comenzado meses antes de la fecha rectora. No
investiga los gastos millonarios que utilizan los partidos de derecha a vista y
paciencia de toda la ciudadanía.
Nos
encontramos frente a una dictadura de hecho que roba, miente, corrompe, reprime
y persigue a sus opositores y a quienes denuncian sus fechorías. La populación
está en una situación de total indefensa de parte de las instituciones que
deberían protegerla. Pensemos en la matanza de más de 400 presos en las
cárceles del país.
La
realidad política que acabamos de presentar es asombrosa. Por esta razón los
derechos humanos están pisoteados por todas partes y los organismos
internacionales han llamado la atención al gobierno sobre esta situación.
¿Quiénes sufren particularmente atropellos a sus derechos? La respuesta general
es la gente en situación de miseria y de vulnerabilidad que representa a lo
menos el 35% de la población. Los femicidios son numerosos: más de 700 mujeres
han sido asesinadas este año. Eso representa un promedio de 2 mujeres muertas
por día.
Los
indígenas y los negros conforman la población más empobrecida del país. Sus
hijos e hijas sufren de desnutrición constante, lo que los limita para tener
una buena salud y una buena educación. La represión muy violenta de las
protestas pacíficas de los indígenas ha dejado una decena de muertos y
centenares de heridos: El gobierno no ha prestado ayuda a las familias de estos
muertos y heridos. Las y los jóvenes son los más afectados por esta situación
nacional desastrosa, en particular en los centros educativos y la falta de
empleo cuando terminan sus estudios. Por eso la migración va aumentado
crecientemente.
Las
distintas Organización de Derechos Humanos, tanto locales como nacionales, no
encuentran abasto para receptar les innumerables denuncias de la ciudadanía.
Además, no son bien vistos y son denigrados por las autoridades locales y
nacionales.
Frente
a esta situación deplorable, llama la atención que muy poca gente la toma en
cuenta y se organiza para enfrentarlo y superarla. Una educación de bajo nivel,
las mentiras de los medios de comunicación, la adicción al celular y la poca
preocupación de las Iglesias han hecho que la gran mayoría de los ecuatorianos
se han vuelto indiferentes, individualistas e insolidarios. Por eso que nuestras
autoridades hacen lo que les da la gana.
Un
primer reto sería de hacer más visibles la situación del país ayudando a
reconocer las causas estructurales del sistema neoliberal que la produce. Un
segundo reto sería despertar la conciencia que todos estamos relacionados:
nadie es una isla. Más bien dependemos los unos de los otros y debemos trabajar
a nuestro mutuo crecimiento y nuestro conjunto bienestar. Al no considerarnos
hermanos, pasamos rápidamente a ser competidores y enemigos que hay que pisotear
y eliminar. Un tercer reto sería fomentar la organización a todos los niveles
comenzando por la familia y la vecindad. Juntos somos más y más fuertes,
especialmente cuando se trata de enfrentar estructuras que nos oprimen y nos
matan. Un cuarto reto sería de analizar en grupos las próximas elecciones para
entender, por una parte, los desafíos que representan, porque elegiremos las
autoridades que nos gobiernan localmente y, por otra, descubrir la mañosería de
una consulta que, si es aprobada, no hundirá más en la pobreza y la
explotación.
Felizmente
vemos pequeños signos de una nueva manera de vivir, compartir, fraternizar,
organizarse y enfrentar el monstruo que nos domine. Esos son los caminos que
hay que transitar en este nuevo año para poder vivir un poco mejor.
5. ‘TESTAMENTO’
AL VIEJO 2022, Pedro Pierre
Amigos, hermanos, compañeros,
familia… ya voy terminando mi caminata en medio de alegrías y tristezas. Para
que se realicen sueños necesarios voy dejando mis pertenencias. Tal vez sirvan
a alguien.
Al señor presidente le dejó un
par de botas rojas para que vaya conociendo a los pobres de su país.
Al ministro de Economía le
regalo mis lentes transparentes para que miré más allá del Valle de los Chillos
y de Samborondón.
A la alcaldesa le regaló un
boleto sin retorno en la aerovía Guayaquil-Durán.
A los ‘social-cristianos’ les
regalo mi borrador para que cambien su nombre mentiroso.
A UNES les regalo mi brújula
para que no pierdan el Sur.
A muchos Asambleístas le
regalo una pisca de valentía para que diferencien democracia y corrupción.
A Jairala Jimmy le regalo mi
segundo nombre ‘Antonio’.
A los militares les regalo mi
lupa para que extirpen las drogas de su institución.
A los policías les regalo
pistolas que disparen flores incorruptas contra los manifestantes pacíficos.
A los votantes les regalo mi
memoria para que no repitan la burda del 7 veces ‘SÍ’.
A las mujeres les regalo mi
alegría por las grandes luchas que llevaron adelante en este difícil año de
desgracias para ellas.
A los banqueros les regalo mi calculadora
para que multipliquen el compartir y resten el saqueo generalizado.
A los jóvenes les regalo mi
colección de canciones de protestas y esperanza de Pablo Milanés.
Al clero católico les regalo
camisas multicolores para que se olviden del color negro.
A Ecuavisa le regalo un
micrófono que no transmite falsedades.
A mis hermanos peruanos les
regalo a un “presidente del encuentro”.
A Petro y Francia les regalo
un apretón de mano solidario.
A Rafael Correa le regalo mi
pasaporte sin frontera para que regrese libremente a Ecuador.
Al equipo de futbol francés le
regalo jugadores blancos… como los argentinos.
Al papa Francisco le regalo un
año más de vida y a muchos cardenales y obispos un año menos.
A los partidos que se creen de
izquierda les regalo un aterrizaje de lleno en las organizaciones populares.
A los pobres les regalo mi
dignidad para que crean en ellos como poder popular.
A Pachakutik le regaló mi
diccionario para que no se olviden del quichua.
A Yaku le regaló mi chaleco
salvavida para que no se ahogue en algún río del Azuay.
Al compañero Leonidas le
regalo mi último saludo agradecido y esperanzado.
A todos les regalo mi
espiritualidad sin frontera para construir la interculturalidad.
A mis lectores les regalo mi
amistad fiel y mi gratitud sin fin. Adiós. ¡Ah Dios!
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