lunes, 4 de noviembre de 2024

Artículos de septiembre de 2024

 

ARTÍCULOS DE Sept., Pedro Pierre

 

-        Dar razón de nuestra esperanza… para confirmarnos y animar a otros.

-        Francisco en Oceanía: Fe, fraternidad y compasión… desde los pobres y las culturas.

-        La fuerza primera de los Movimientos Populares… porque, organizados, todo lo podemos.

-        El declive de la era capitalista… cuya globalización neoliberal no funciona.

 

 

1.      DAR RAZÓN DE NUESTRA ESPERANZA, Pedro Pierre

Siempre me llamó la atención esta frase bíblica del Sirácide que hace el elogio de los antepasados: “Otros desaparecieron como si no hubieran existido”. Existimos para dejar huellas y huellas esperanzadoras, porque llevamos en nosotros la misión de aportar nuestro granito de arena a la creación permanente del universo en el lugar donde vivimos. Nos damos cuenta que la vida, el amor y la espiritualidad que nos habitan son mayores que nosotros y nos llaman a hacerlos crecer. Por este motivo, san Pedro, el primer papa, escribía: “Estén siempre dispuestos a dar razón de su esperanza”. Esto, todos lo hacemos por nuestra manera de vivir, siendo testigos de la esperanza que nos hace vivir.

Una de las razones de la crisis actual, -personal, social, espiritual-, es la pérdida del sentido de la existencia: ¿por qué y para qué existo? porque si hemos nacido es para aportar un suplemento de vida, amor y espiritualidad. La flor sirve para ser bella, los árboles para purificar el aire, las plantas para satisfacer el hambre y curar nuestra salud, el aire para respirar, el agua para que haya vida, etc. En definitiva, todo lo que existe es para más y mejor vida. Sólo los humanos podemos preguntárnoslo, conversarlo, desarrollarlo y destruirlo. 

Personalmente he llegado a la conclusión que existimos para fomentar la hermandad universal, la armonía con la naturaleza y la comunión con el universo, o sea, con la vida, el amor, la inteligencia, la espiritualidad que lo habitan. Me parece que deberían enseñar eso los centros llamados de ‘educación’ y las religiones: Ayudarnos a ser plenamente humanos y hermanos con todos y con todo. Esa es mi esperanza y mi razón de vivir y batallar para lograrlo cada día un poquito más.

San Pablo dijo de Abraham que “esperó contra toda esperanza” cuando se lanzó en su proyecto de una vida personal, social y religiosa diferente. Por eso comenzó dejando “su tierra, su gente y la familia de su padre” para ir en búsqueda de una tierra nueva, unas gentes nuevas y una familia nueva. Así comenzó la historia del Pueblo de Jesús de Nazaret de la cual somos herederos, los judíos, los musulmanes y los cristianos. En esta experiencia, Abraham y Sara y sus descendientes descubrieron a un Dios cercano, amigo y solidario de los pobres que deciden salir de su miseria y de los que optan -optamos- por las causas de los pobres. Eso es la historia de la Biblia. Jesús confirmó y purificó este camino. Por su manera de vivir, hablar y morir llevó a su máximo -junto a otros personajes mundialmente relevantes- la vocación del ser humano. Somos llamados a superarnos mediante la fraternidad sin frontera, la armonía con la naturaleza y la comunión con el Misterio de la vida y del amor, que llamamos Dios, la Energía absoluta, la Fuerza creativa…

Todas las grandes religiones nos acercan a este proyecto de plenitud humana individual y colectiva. Debemos conocer el mensaje, el proyecto que aportan las distintas religiones porque ninguna puede abarcar la totalidad de este Misterio: Cada una se acerca a él según un aspecto particular que debe enriquecer lo que llamamos la fe, la esperanza y el amor. Jesús de Nazaret nos enseñó que el camino para llegar a esta plenitud -hermandad, armonía universal y comunión con el Misterio- pasa por una vida sencilla, servicial y solidaria hasta el don de la propia vida. Su proyecto de vida que llamó ‘el Reino de Dios’ se logra mediante la puesta en marcha de comunidades de pobres que deciden vivir la amistad, el compartir y la justicia entre sí en nombre del Dios de la vida y del amor.

Definamos de qué ‘pobres’ se trata. San Lucas y san Mateo nos comunicaron qué clases de pobres según Jesús de Nazaret alcanzan esta plenitud que es ‘felicidad’: “¡Felices los pobres y los que tienen el espíritu de los pobres, porque de ellos es el Reino de Dios!” Notemos que se habla no de ‘pobres’ individualmente, sino de un colectivo: ‘los pobres’. Solamente juntos y mediante la pobreza -no la miseria-, vamos a lograr la plenitud y la felicidad. De esta pobreza hecha de sencillez y fraternidad, acaba de hablar el papa Francisco en su viaje por Asia.

 ¿Quiénes son y quiénes somos los pobres? Después de muchos años de caminata con los pobres he llegado a esta conclusión: “Somos pobres cuando nos unimos para compartir y no explotar a nadie”. El mismo Jesús de Nazaret nos advirtió de 3 caminos que nos alejan definitivamente de la plenitud y de la felicidad en el episodio de ‘las tentaciones’ cuando decidió hacer un retiro de un mes de ayuno y meditación para decidir del camino de su vida. Resulta que estos 3 caminos equivocados son la riqueza, o sea la acumulación de bienes y dinero, la fama, es decir la notoriedad por encima de los demás, y el poder como dominio y opresión y no como servicio.

Eso es el proyecto que anima mi esperanza, mis ganas de vivir y luchar. Con estas reflexiones busco cumplir con la recomendación del apóstol mi tocayo ‘Simón Pedro’ que nos invita a ‘dar razón de nuestra esperanza’. Que estas líneas les ayuden a fortalecer su esperanza y lograr más plenitud y felicidad.

 

2.      FRANCISCO EN ASIA Y OCEANÍA: ‘FE, FRATERNIDAD Y COMPASIÓN’, Pedro Pierre

El papa Francisco acaba de hacer un viaje pastoral de 12 días en Asia y Oceanía. Como siempre sus mensajes para los cristianos y hombres y mujeres de buena voluntad de América Latina. Este continente -Oceanía- es bastante desconocido de nosotros. Oceanía es el continente más pequeño y menos poblado de la tierra, ubicado en los océanos Pacífico e Índico cerca de Asia. Tiene 8 millones y medio kilómetros cuadrados y 42 millones de habitantes. Está conformado con 15 países, siendo Australia el más grande (26 millones de habitantes) y los demás son islas pequeñas, más de 10,000. El inglés es el idioma más hablado. También se habla español, francés y unos 700 idiomas más.

El papa llegó primero en Timor, una pequeña isla de 1.2 millones de habitantes, con mayoría de cristianos (unos 90%). Unos 600,000 lo esperaban para una misa a la orilla del mar donde se paseaban… ¡cocodrilos! En su mensaje hizo alusiones a estos animales: “¡Estén atentos a los cocodrilos que tienen la mordida muy fuerte… y a los que quieren cambiarles la cultura, que quieren cambiarles la historia!".

Después fue a Yakarta, capital de Indonesia, donde un niño de 11 años le hizo llegar una carta por la muerte violenta de su hermano Mateo, asesinado unos días anteriores. El papa quiso encontrar a ese niño a quien regaló una camiseta de futbol con su firma y dio a la madre un rosario que bendijo. Indonesia es el país con la mayor comunidad de musulmanes del mundo con el 87% de la población y sólo 3% de católicos. Allí se dio el encuentro con el gran imán de la mezquita Istiqlal. Con él firmó una declaración que insta a los representantes de las religiones a ayudar a resolver los conflictos y actuar frente a la destrucción medioambiental. El momento más emocionante fue el abrazo que se dieron los 2 representantes de las más grandes religiones del planeta. Durante su encuentro con las autoridades y la sociedad civil el papa, saliéndose de su discurso escrito, lamentó que haya familias que prefieren "tener un gato o un perrito antes que un hijo", denunciando también la existencia de "leyes de muerte" que, en ciertos países, limitan los nacimientos. Luego el papa visitó un centro donde las hermanas de la Asociación de Instituciones Misioneras Laicas atienden a niños discapacitados y gravemente enfermos. Se conmovió hasta las lágrimas frente a niñas y niños especiales. Allí dio abrazos conmovedores a 'los niños rotos' de Dili.

De allí, el papa fue a Vánimo, un lugar alejado de todo, en Papúa Nueva Guinea. Uno de los residentes exclamó de alegría: "La gente siempre ha escuchado hablar del Papa, del Vicario de Cristo y del sucesor de san Pedro, pero verlo con sus propios hijos y saberse querido por él, que les haya venido a visitar a ellos, esto no tiene palabras". En esa misma Papúa el papa presidió una Eucaristía precedida de cantos y bailes tribales, donde invitó que “no olvidasen ocuparse de los más desfavorecidos, también en las zonas más remotas”.

La estadía del papa terminó en la isla de Singapur con un encuentro interreligioso con jóvenes. Los exhortó, en un emotivo e improvisado discurso, a que "salgan de sus zonas de confort: Sean valientes y no tengan miedo de equivocarse"; los animó, lamentando "la dictadura del miedo". También el papa se refirió a los rascacielos de Singapur diciendo: “El edificio más hermoso, el tesoro más precioso, la inversión más rentable a los ojos de Dios somos nosotros”.

Comentó el papa Francisco que uno de los objetivos de su viaje fue “para conocer el alma de los pueblos”. “Fe, fraternidad y compasión” fue el lema de la visita a Indonesia. “Encontré la belleza de una Iglesia misionera, en salida… Papúa Nueva Guinea puede ser un “laboratorio” de este modelo de desarrollo integral, animado por el “fermento” del Evangelio, porque no hay humanidad nueva sin hombres y mujeres nuevos… En Timor Oriental destaca la fuerza de promoción humana y social del mensaje cristiano: la fe la se convierte en cultura y al mismo tiempo la ilumina, la purifica y la eleva. La fe es inculturada y las culturas se evangelizan… En Singapur los cristianos allí son una minoría, pero siguen formando una Iglesia viva, comprometida a generar armonía y fraternidad entre las diferentes etnias, culturas y religiones. En la rica Singapur existen los “pequeños”, que siguen el  Evangelio y se convierten en sal y luz, testimonios de una esperanza más grande de aquella que los beneficios económicos pueden garantizar… Que Dios bendiga a los pueblos que he encontrado y los guíe por el camino de la paz y la fraternidad.”

Que el testimonio de papa sea para nosotros un aliento para confirmarnos en “la fe, la fraternidad y la compasión” afín de hacer crecer el Reino desde “los pequeños” y las diferentes culturas.

 

3.      LA FUERZA PRIMERA DE LOS MOVIMIENTOS POPULARES, Pedro Pierre.

Acaba de darse en el Vaticano el 5° Encuentro Mundial de los Movimientos Populares. Los 1°, 3° y 4° Encuentros habían tenido lugar en 2014, 2016 y 2021 respectivamente; el 2° fue en Santa Cruz de Bolivia en 2015. Además, el papa Francisco escribió el prólogo de un libro sobre los Movimientos Populares. A los 10 años, vuelven a reunirse con el mismo lema de fondo con las

Tierra, Techo y Trabajo para Todos”

tradicionales ‘3 T’ que de hecho son 4: “Tierra, Techo y Trabajo para Todos”. En este año 2024, profundizarán más sobre “Plantando bandera sobre la deshumanización”. Acompaña estos Encuentros un departamento especial del Vaticano, el ‘Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral’ con el cardenal Michael Czerny. Eso demuestra el particular interés que el papa pone en los Movimientos Populares para un cambio de sistema sociopolítico en el mundo.

Los dirigentes de este Encuentro Mundial, junto al Dicasterio del Vaticano, son Juan Grabois, Xaro Castelló y Joao Pedro Stedile. Juan Grabois, argentino, es fundador de la ‘Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía popular y del ‘Frente Patria Grande’: Esta celebración “es una buena ocasión para reflexionar sobre el recorrido que hemos hecho en este tiempo con compañeros y compañeras de todo el mundo, plantando la bandera de la justicia social y de la paz en nuestra casa común”. Xaro Casteló, española, es la representante del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC): “Lo que en su momento era un anhelo de justicia, de derribar muros, de dignidad para todos sigue siendo un reto fundamental para la humanidad… Una de las claves radica en la importancia de adquirir estilos de vida y una organización social que sitúe a la persona en el centro de las decisiones y nos haga sentir como una gran familia global”. Joao Pedro Stedile, brasileño, es fundador del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST); él alerta sobre “prácticas fascistas promotoras de odio y violencia en la disputa política” y solicita “recobrar la democracia popular para que las personas desarrollen métodos de participación efectiva y no sean rehenes de los partidos políticos”. El cardenal Michael Czerny, por su parte, afirma: “La fiesta de hoy es un momento muy alegre, pero lo que nos espera es mucho camino porque esperamos de los Movimientos Populares soluciones reales a los graves problemas que afligen a la sociedad”.

Los discursos del papa siempre han sido claros y contundentes al respeto. El Vaticano, 2014: “Ninguna familia sin vivienda, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo”. Bolivia, 2015: “Ustedes son sembradores del cambio. El futuro de la humanidad está, en gran medida, en sus manos, en su capacidad de organizarse y promover alternativas creativas, en la búsqueda cotidiana de las “tres T”. El Vaticano, 2021:” Queridos poetas sociales: Así me gusta llamarlos, poetas sociales, porque ustedes son poetas sociales, porque tienen la capacidad y el coraje de crear esperanza allí donde sólo aparece descarte y exclusión. Poesía quiere decir creatividad, y ustedes crean esperanza; con sus manos saben forjar la dignidad de cada uno, la de sus familias y la de la sociedad toda con tierra, techo y trabajo, cuidado, comunidad. Son parte fundamental de esa humanidad que lucha por la vida frente a un sistema de muerte.”

En su último discurso de 2024 el papa Francisco clamó: “¡Ninguna persona sin esperanza! El silencio de la indiferencia que habilita el rugido del odio abre paso a la división social, la división social a la violencia verbal, la violencia verbal a la violencia física y la violencia física a la guerra de todos contra todos. La competencia ciega por tener más y más dinero es una actitud enfermiza y un camino a la perdición. Esa conducta irresponsable, inmoral e irracional está destruyendo la creación y dividiendo a los pueblos. No dejemos de denunciarla. Hoy todo entra en el juego del negocio y de la competencia donde el poderoso se come al más débil y grandes masas se ven excluidas y marginadas. Muchas veces las grandes fortunas poco tienen que ver con el mérito: son rentas o herencias, son fruto de la explotación de personas y expoliación de la naturaleza, son producto de la especulación financiera o la evasión impositiva, derivan de la corrupción o del crimen organizado. Es el momento de un salario universal para los trabajadores más humildes y sin derechos. Esfuércense para hacer sentir su voz, también en esos lugares; por favor, no se dejen encorsetar ni corromper… Esto no es comunismo, es Evangelio puro. No es el Papa, es Jesús”.

Comenta Leonardo Boff: “¿Hay algo más inhumano que el hecho de que casi la mitad de la riqueza del mundo esté en manos del 1% de la población junto a casi 800 millones de famélicos y mil millones con insuficiencia alimentaria? Son datos de la FAO (Organización para el Hambre y la Agricultura). Si los 3 mil multimillonarios pagasen solamente el 2% de sus fortunas en impuestos se generarían 250 mil millones de dólares, como sugirieron Brasil y Francia en el G20. Eso garantizaría la vida de todos los amenazados por el hambre y las enfermedades del hambre.”

Animémonos los unos a los otros para aportar nuestra parte para la llegada de un país y un mundo mejores integrando los Movimientos populares, sociales, sindicales, políticos… porque: “Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, está cambiando el mundo”.

 

 

4.      EL DECLIVE DE LA ERA CAPITALISTA, Pedro Pierre

A ver si encontramos motivos de esperanza en estos momentos en que el Ecuador pasa por uno de los peores momentos de su historia. La catástrofe que vivimos no es casual: Es el resultado programado del control de los países por parte de la hegemonía neoliberal impulsada por Estados Unidos. El actual presidente es el actor que mejor cumple con los deseos del gobierno norteamericanos. Usaron de un sinnúmero de medios para lograrlo: los préstamos del FMI (Fondo Monetario Internacional), los grandes medios de comunicación que siembra la confusión, el odio y la mentira, la colaboración con los narcotraficantes para subordinar el Estado ecuatoriano y sus instituciones, el descuido de la educación y de la salud, la persecución sistemática a los opositores, la falta de inversiones estatales, la sumisión de la justicia al proyecto arrasador de las llamadas élites nacionales… Todo eso para crear el caos en que nos encontramos afín que los mismos de siempre, nacionales y extranjeros, puedan “pescar a río revuelto” a su gusto.

De esta manera se fomentó el aumento de la pobreza, del desempleo, de la migración, de la violencia, de la delincuencia, del crimen organizado. Fomenta también el individualismo, el miedo, la desconfianza, la desorganización, la fatalidad, etc. Por eso nos sentimos indefensos, vigilados, perdidos, pasivos. Es exactamente lo que busca el sistema capitalista agónico mediante sus instancias principales de Estados Unidos y Europa.

Fue en Inglaterra, en el siglo 17, cuando empezó la industrialización de Europa, lo que fortaleció el comercio internacional. Esta dinámica que dio preeminencia al capital sobre las personas y las relaciones humanas, se generalizó rápidamente en Europa y Estados Unidos sobre todo gracias a las innumerables toneladas de oro que se sacaban de América del Sur. Las revoluciones europeas buscaron enfrentar este monstruo. Pero Napoleón logró desbancar la revolución francesa de 1789. La revolución europea de 1848, conocida como la revolución de los Pueblos, no logró estructurarse. La corta vida de la Comuna francesa logró cambios sociales significativos, pero fue aplastada en la sangre. La revolución rusa de 1918 logró establecer un socialismo en la URSS (Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas) y en luego en China en 1949. A pesar de estas alternativas, el capitalismo siguió su curso.

América Latina sacudió el jugo colonialista europeo en el siglo 19, pero sólo cambiaron los amos. Expulsando los europeos, los terratenientes y los exportadores nacionales se adueñaron de sus países y la gran mayoría de la población siguió en nuevas esclavitudes. La revolución cubana, de corte socialista, triunfó en 1959. La revolución sandinista de 1979 gobernó 11 años en Nicaragua antes de ser asfixiada por el gobierno de Estados Unidos. Para sofocar los levantamientos populares latinoamericanos los norteamericanos propiciaron las dictaduras comenzando por Brasil en 1964. En Chile la CIA (Centre de Inteligencia de Estados Unidos) en 1973 fomentó el derrocamiento de Salvador Allende, elegido democráticamente. Desde 1992 Hugo Chávez empezó a abrir una nueva era para Venezuela. Al mismo tiempo despertaban los pueblos indígenas: los Zapatistas en México, los quichuas y aymaras en Bolivia, las nacionalidades indígenas en Ecuador, etc.

El siglo 21 vio florecer gobiernos progresistas en Brasil, Argentina, México, Panamá, Bolivia, Honduras, Uruguay, Ecuador… que, al poco tiempo, fueron derrocados por los norteamericanos. Pero la necedad de los pueblos volvió a reponerlos, añadiéndose Colombia. Ahora, para detenerlos, el capitalismo norteamericano y europeo fomenta gobiernos y oposiciones fascistas en los diferentes países, que no respetan la democracia, ni la justicia, ni los derechos humanos, ni los derechos de los pueblos. En esa dinámica estamos actualmente.

Esto demuestra el declive del imperio capitalista, o sea, de América del Norte y de Europeo. Mientras estaban ocupados a destruir Túnez y Mohamed Gadafi, Iraq y Sadam Hussein, Afganistán y Osama Ben Laden, los países progresistas latinoamericanos fortalecían su integración principalmente mediante al ALBA (Alianza Bolivariana Americana) y la CELAC (Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños). Fortalecían sus relaciones con China y Rusia y formaban la Alianza de los BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Suráfrica) afín de los depender exclusivamente de la globalización capitalista del dólar.

Estamos en ‘el parto’ de un pluralismo mundial que abarque cada vez más la soberanía de los Pueblos que quieren renacer a una vida más digna, más equitativa, más soberana, más respetuosa de la naturaleza, más integrada entre los pueblos pobres… Ecuador se encuentra en este torbellino, devastado por la violencia gubernamental de un neoliberalismo fascista y de la narco-delincuencia internacional, agobiado por el empobrecimiento creciente, limitado por la desorganización social.

A pesar de estas desgracias del capitalismo decadente, no o faltan los motivos de esperanza: su deseo que continúe la década ganada de la Revolución ciudadana, sus luchas para una unificación de los sectores populares, el protagonismo de los Pueblo indígenas y negros, las luchas de las mujeres y de los jóvenes. Muchos cristianos, impulsados por el papa Francisco, apoyamos estas novedades esperanzadoras. El futuro pertenecerá a los que luchamos en estas dinámicas renovadoras. Un Ecuador nuevo se está construyendo desde abajo; un mundo nuevo se está gestando desde el protagonismo de los Pueblos… y Dios nos mira con cariño y esperanza, porque acompaña el Éxodo se está emprendiendo, porque “su Reino no se detiene”.

 

jueves, 10 de octubre de 2024

Mis artìculos semanales de agosto

 

ARTÍCULOS DE AGOSTO 2024, Pedro Pierre.

-        Sueño olímpico… que nos hace bien.

-        Juntos todos responsables… porque todos estamos relacionados con todos y con todo.

-        Más allá de sus limitaciones… Esa es la meta de los Juegos Paralímpicos.

-        Un proyecto de vida… para caminar seguros.

1.      SUEÑO OLÍMPICO, Pedro Pierre

Los juegos olímpicos en París nos dan un respiro y una luz de esperanza en medio de los múltiples problemas que estamos pasando a nivel personal, colectivo, nacional y mundial. Nos parece a veces que no vamos a salir adelante, tanto se empeñan unos pocos a hundirnos más y más en la exclusión y la miseria. La maldad existe, fuerte, organizada, implacable. En Ecuador es particularmente real por la ambición de unos pocos, el odio programado al adversario, el robo descarado del dinero público, la perversión calculada de la justicia… ¿para qué? para juntar más y más dinero con la falsa ilusión que traerá la felicidad, para ser famoso a los ojos de los demás por la moda pasajera, para subir los escalones del poder que domina, explota y destruye, sin salvar a nadie ni al que lo ostenta.

Los malos son pocos: el 1% de la población de planeta, que concentra más de la mitad de la riqueza y de los bienes mundiales destinados al bienestar de todos. Los luchadores seremos unos 30% que nos esforzamos de ser conscientes tanto de la realidad injusta que nos asedia como de las posibilidades de vivir mejor. Buscamos fraternizar, multiplicar la unión y organizarla, fomentar el compartir equitativo, ser las semillas de una hermandad sin frontera, y celebrar ya la fiesta que vendrá. El problema es el 69% de indiferentes, pasivos, amargados, derrotados por su egoísmo, pesimismo o cerrazón. Lo decía Gandhi: “Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.” Ese es nuestro desafío: resistir la desorganización, ganar a los indiferentes, abrir los ojos a los egoístas, enamorar de la vida a los amargados y despertar a los derrotados. Nada es imposible… y si no logramos las metas propuestas estaremos felices por los esfuerzos hechos para lograrlas.

Los juegos olímpicos nos confirman en la validez de la utopía de la hermandad universal. Por supuesto no hay nada puro ni nada perfecto. El costo financiero elevado llega a 50’000 millones de dólares, o sea, el presupuesto anual del Ecuador, y duran sólo 15 días. La gran vergüenza de estos juegos olímpicos de 2024 es la prohibición de participar en este evento mundial que se les hizo a los atletas rusos y bielorrusos: ¡se nota la discriminación de Occidente que sí, permite la participación de los atletas israelitas y los de los gobiernos que fomentan las guerras en África!...

Felizmente estas limitaciones e injusticias no eliminan el mensaje utópico de los juegos olímpicos: por una parte, la belleza y la fraternidad universal y, por otra, la grandeza del esfuerzo para superarse mediante las distintas formas de deporte. Por unos momentos excepcionales, se realiza el sueno de la fraternidad y la capacidad de superación personal y colectiva del ser humano, cualquier sean su país, su color, su ideología, su religión. Durante unos días, se palpa que la raza humana es una sola y llamada a la fraternidad y sororidad, más allá de todas las fronteras que hemos colocado por todas partes. Además, los juegos olímpicos son también una liturgia que celebra la grandeza de los cuerpos, la superación de los atletas, los gritos de felicidad de decenas de miles de espectadores… Es también un acontecimiento que unen a los países de todo el planeta: por ejemplo, más de 3’000 millones de personas miraron en 2020 los juegos olímpicos de Tokio, en Japón, o sea, la mitad de la población mundial. A pesar de todo, los juegos olímpicos nos dicen que la fraternidad universal es posible, que nuestra grandeza humana está en el superarnos y superarnos juntos, que esta fraternidad universal es nuestra meta común más necesaria que nunca.

El apóstol san Pablo se comparaba y nos comparaba con los atletas del estadio por su empeño en la misión: “¿No han aprendido nada en el estadio? Muchos corren, pero uno solo gana el premio. Corran, pues, de tal modo que lo consigan. En cualquier competición los atletas se someten a una preparación muy rigurosa, y todo para lograr una corona que se marchita, mientras que la nuestra no se marchita. Así que no quiero correr sin preparación, ni boxear dando golpes al aire. Castigo mi cuerpo y lo tengo bajo control, no sea que después de predicar a otros, yo me vea eliminado.”

Todo eso nos confirma que la vida es una lucha para más vida para uno mismo y para todos. Al no decidir unirnos para luchar, ya nosotros mismos nos hemos “eliminado”. ¿Para qué objetivo hacemos tantos esfuerzos y damos ‘golpes en el vacío’? Lastimosamente, a veces es por cosas vanas, inútiles, dañinas… El sueño de una vida mejor para nosotros y para los demás es la voz de Dios adentro de nosotros, es el deseo profundo de igualar en algo los grandes personajes que marcaron la historia: el Mahatma Gandhi en la India, Martín Luther King en Estados Unidos, Nelson Mandela en África, Chico Méndez en Brasil, Jesús de Nazaret… Claro que persiguieron utopías, pera gracias a ellos sus utopías poco a poco se están haciendo realidad. Ahora nos toca a nosotros soñar en grande y soñar juntos para que algo de nuestros sueños se haga realidad. Juntos nada es imposible.

2.      JUNTOS, TODOS RESPONSABLES, Pedro Pierre

Por el comienzo del milenario los Indígenas del continente decían que estaba comenzando un nuevo tiempo de la Madre Tierra, en el que la humanidad y la naturaleza estamos íntimamente ligados para una nueva vida. Muchos decimos que estamos en tiempos de crisis y crisis múltiple. Guerras de las más terribles en particular en Palestina donde domina la locura humana de un pueblo que está desapareciendo por la maldad de  otro que asesina en nombre de Dios para un proyecto de extensión desmesurado… Crisis climática porque destruimos la dinámica de la naturaleza al explotarla de manera desordenada. Crisis de convivencia internacional por relacionarnos desordenadamente entre todos los pueblos porque creamos una globalización desigual e irrespetuosa que provoca hambruna y migraciones crecientes. Crisis religiosa por entrar en una nueva cultura que deja atrás la cultura fundamentalmente agraria desde unos 7,000 años con sus ritmos, símbolos y religiones que no cuajan con las novedades culturales. Crisis de identidad personal porque nos sentimos perdidos y huérfanos de lo que se fue construyendo durante siglos y milenios. Parece que la vorágine de las ambiciones desmedidas nos lleva a una catástrofe planetaria. Al mismo tiempo y como nunca nos damos cuenta cada vez más claramente que todo depende de nosotros los humanos para bien y para mal

Ayer nos habíamos inventado, según nuestro nivel de conciencia, a un dios que supuestamente arreglaba milagrosamente nuestros problemas cuando las cosas iban mal. Poco a poco nos hemos dado cuenta que Dios, el gran Viviente que nos hace vivir y crecer, no habita fuera de nosotros, de nuestro mundo y de nuestro cosmos, sino que es la gran Energía que nos mueve. Pero eso no lo hace sin nuestro consentimiento y nunca sin nosotros ni contra nosotros. Él anima la vida si la respetamos; él fomenta la fraternidad si la construimos. Allí está la contradicción: Esta vida, tanto de nosotros como de la naturaleza, es más grande que nosotros y nosotros nos queremos adueñar de ella y decidimos que va como no da la gana a nosotros. Esta fraternidad hecha del amor que se nos ha regalado con la existencia, la rechazamos y la pisoteamos. Descubrimos que somos nosotros y nadie más -ningún dios malicioso- quienes creamos el desorden y las catástrofes que nos abruman. Nosotros, por la fuerza de la vida y del amor, somos los artesanos de las maravillas que nos rodean, al mismo tiempo que somos los artesanos- y nadie más- de las calamidades que nos destruyen: guerras, hambrunas, dominaciones, violencias de toda clase. Tal vez el orgullo por no reconocer que somos los culpables de los males que nos asechan, nos proyecta hacia más odios, muertes y destrucciones que parecen imparables… si nosotros mismos no paremos.

Por estos motivos escuchamos de todas partes los llamados a más responsabilidad personal y colectiva. Más responsabilidad con nosotros mismos individualmente, más responsabilidad con los demás, más responsabilidad con la naturaleza, más responsabilidad con la Vida y al Amor de los cuales no somos propietarios. Estos llamados nos invitan, nos suplican para que emprendamos y confirmemos unos 3 caminos para defender y fomentar la vida y la fraternidad.

Un primer camino es tomar conciencia de nuestra unidad existencial: humanos, naturaleza y cosmos somos la misma comunidad de vida y de destino. No estamos encima ni de la naturaleza ni del cosmos; más bien somos frutos de ellos e interrelacionados los unos con los otros, con la naturaleza y con el cosmos. Todo lo que pasa nos importa porque lo modelamos para bien o para mal, según nuestra manera buena o mala de actuar. Todos somos responsables de lo que nos pasa en cualquier lugar del planeta por esta identidad y relación de vida y de amor que nos hace existir y actuar. Nos ayudamos o nos destruimos según los actos individuales que producimos.

Esta responsabilidad, además de ser individual, es también colectiva, porque tenemos actividades comunitarias que involucran a varias personas, varios grupos, varios pueblos. Nos unimos que ser más fuertes, para alcanzar mejores resultados, para lograr mayor sabiduría… También nos unimos para detener, manchar y destruir la naturaleza, las personas y los proyectos comunes. Tenemos que descubrir y asumir las consecuencias, las unas buenas y las otras nocivas, de nuestras actuaciones colectivas. Muchas veces no queremos darnos cuenta que nos hacemos cómplices e encubridores de inmensas maldades que causamos tantos por nuestros actas como por nuestras omisiones, indiferencias y pasividades.

El último camino a emprender, después del individual y del colectivo, es el espiritual. Llamamos la vida y el amor ‘realidades espirituales’ porque nos sobrepasan. Realmente ‘no tenemos vida’ porque no somos propietarios de ella; la tenemos ‘prestada’ no más. No somos el amor porque es más grande que nosotros. La verdad es que la Vida se encarna en nosotros y el Amor nos dinamiza para crecer sin cesar. La Vida y el Amor pertenecen a esta entidad misteriosa que llamamos ‘Dios’. Jesús de Nazaret es uno de estos personajes en quien la Vida y el Amor lucieron a lo máximo. A eso estamos llamados todos nosotros.

Somos grandes porque todas y todos somos capaces de lo mejor. Somos torpes, malos y culpables porque también somos capaces de lo peor. Lo peor triunfa cuando dejamos de hacer bien nuestras actividades y nuestras relaciones, como también cuando dejamos que se cometa la maldad. Todos somos culpables de la maldad reinante. Al mismo tiempo, tenemos que decir que todos somos capaces del bien y de lo mejor. Seamos más responsables individual y colectivamente… Es el gran llamado, es la gran exigencia de nuestro tiempo para que cesen las hambrunas, las guerras y las destrucciones, para que vivamos un ‘tiempo nuevo’ a la altura de la Vida, del Amor, de la Madre Naturaleza, del Cosmos en creación y de Dios. Eso depende de cada uno de nosotros porque todo eso está en nuestras manos.

3.      MÁS ALLÁ DE SUS LIMITACIONES, Pedro Pierre

A partir de hoy 28 de agosto se desarrollan en París la 2ª parte de los Juegos Olímpicos, llamados Juegos Paraolímpicos, cuyos atletas serán personas con capacidades especiales que vienen de 180 Comités Paralímpicos Nacionales de todos los continentes del planeta. Tienen menos promoción en los medios de comunicación internacionales porque hay menos dinero que repartir. Esta iniciativa nació en Inglaterra en 1948 y se realiza cada 4 años. Este año competirán alrededor de 4.400 atletas.  Va a durar del 28 de agosto al 8 de septiembre, o sea, 12 días de competiciones. Mientras que en los recién concluidos Juegos Olímpicos de París 2024 se celebraron 329 pruebas, en los Paralímpicos habrá un total de 549 pruebas en 23 disciplinas diferentes. Tendrán lugar en 16 estadios o sedes como el Estadio de la Torre Eiffel (fútbol para ciegos), el Grande Palacio (esgrima en silla de ruedas y Para taekwondo) y el Palacio de Versalles (Para hípica). Participarán 14 ecuatorianos en estos Juegos Paraolímpicos. Habrá muchas sorpresas, y no sólo deportivas, para humanizarnos y hermanarnos.

Antes de este acontecimiento otra proeza que pasó desapercibida es el viaje que hicieron a bicicleta unos 80 ciegos de Lyon a Paris con una distancia de kilómetros, con el fin de participar en estos Juegos Paraolímpicos. En una bicicleta de a dos conducida por un amigo vidente recorrieron cada día un promedio de 120 kilómetros. A lo largo del camino muchas gentes se prestaron no sólo para felicitarlos y animarlos, sino también acogerlos y facilitarles la comida, la dormida, la atención médica, etc. Nos alegra ver cómo un acontecimiento de superación humana individual, colectiva y deportiva suscita respuestas de valoración y solidaridad.

Este acontecimiento mundial de los Juegos Paraolímpicos es tal vez más importante que él de los Juegos Olímpicos porque es el testimonio luminoso de personas limitadas en sus capacidades físicas y mentales que se sobrepasan y lograr superar estas sus limitaciones. En tiempos en que nos quejamos de las dificultades por las que pasamos, ahí tenemos un ejemplo a imitar. Estas personas de toda edad nos demuestran que con organización, voluntad y tenacidad se puede alcanzar grandes logros, logros en humanidad, logros en expresiones de belleza de toda clase, logros en superación personal, logros en organización colectiva, logros en solidaridad… valores que tanta nos hacen falta. El calificativo de ‘personas especiales’ para estos atletas salidos de entre nosotros es lo más adecuado para calificar las proezas que nos ofrece este acontecimiento mundial.

Si en estos días particulares de fiesta deportiva sin precedente sabemos dedicarle un poco de atención, nos vamos a sorprender. Aprenderemos a valorar las ‘personas especiales’, a valorarnos mientras descubrimos la cantidad de limitaciones que no nos decidimos a superar. Valoraremos también la fuerza de la organización y la capacidad de la solidaridad.

Todo esto es una invitación sea a comenzar una nueva vida personal y social, sea a confirmarnos en nuestros grupos, asociaciones y comunidades a continuar la construcción de personas y de sociedades más conscientes, más organizadas, más decididas y más activas. Podemos unir este testimonio de los atletas especiales con la espiritualidad que nos habita a todas y todos: Es esa fuerza que nos relaciona los unos con los otros y con la naturaleza es el cosmos. Acaba de escribirlo el teólogo chileno, Jaime Costadoat: “La espiritualidad radical, la inspiración de debernos la vida unos a otros y la coexistencia mutua nos hacen mejores, nos unen estrechamente y nos realizan como personas al nivel más profundo. Uno llega a ser alguien si reconoce su dependencia de los demás”.

  En estos tiempos difíciles, “nada es imposible” nos dicen estos atletas ‘especiales’. Sí, podemos y debemos abrir tiempos de esperanza. Ya san Francisco de Asís nos proponía hace siglos un camino de vida transformadora: "Empieza por hacer lo necesario; luego haz lo posible; y de repente estarás haciendo lo imposible". Dejemos de quejarnos, lamentarlo todo, criticar a diestra y siniestra y seguir de brazos cruzados. Las cosas, la personas y las sociedades cambian cuando nosotros comenzamos a cambiar. Los Juegos Paraolímpicos son una muestra del éxito de que juntos ‘todo es posible’ si así nos lo proponemos.

4.      UN PROYECTO DE VIDA, Pedro Pierre

Con el paso de los años, se habla, por una parte, cada vez menos de la importancia de las Iglesias y de las religiones, y, por otra, cada vez más de encontrar un sentido a la vida, a la vida personal, colectiva y espiritual. Son las nuevas generaciones que abandonan las Iglesias y las religiones. Desaparece la imagen del Dios tradicional y aparecen nuevas divinidades y nuevos ídolos que buscan sustituirlo. Entre estos nuevos ídolos está el deporte: Lo hemos visto con los Juegos Olímpicos de París que fueron la gran noticia del momento con sus repetidas propagandas e inauguración y clausura deslumbrantes. Relegaron al segundo plano las grandes noticias nacionales e internacionales.

La riqueza o acumulación de bienes y dinero es otro ídolo que orienta los estudios y la elección de una profesión para vivir egoístamente. De allí nacen el individualismo tenaz, porque la sed de riqueza hace que nos enfrentamos todos con todos y a que la acumulación de bienes se logra a costa de los demás. Otro ídolo es el libertinaje sexual: “¡Yo me como todos los platos que se presentan!” … Otro es la búsqueda del poder a conservar y aumentar sin medida en particular en todos los espacios: la familia, la profesión, los puestos gubernamentales como lo vemos en la actualidad con las carreras para presidente, vice presidente y asambleístas… y todo esto a costa de la desgracia de los demás y del país.

Todo esto y mucho más ocurre porque no damos con nuestra identidad de ser humano individual, colectivo y religioso. Nos limitamos demasiado a preocupaciones individualistas. Ya descartamos las relaciones de los unos a los otros que nos ayudarían a crecer y ser felices. En lo religioso o espiritual aparecemos con unos alfabetos inestables que cambiamos de religión sin conocer profundamente la en que hemos nacido ni en la nueva en la que entramos los ojos cerrados. Cada vez más las religiones responden a sus intereses materiales para continuar privilegios y falsas seguridades de un pasado obsoleto.

La familia y la educación escolar, en muchos casos, han dejado de ser espacios de formación e información que nos capaciten para enfrentar la vida, los problemas sociales y los interrogantes religiosos. Las universidades son escuelas de sumisión al sistema capitalista vigente que nos programan para engordar a los grandes capitalistas y las multinacionales de la deshumanización. No queremos darnos cuenta la verdadera realidad del sistema capitalista que el presidente Milei de Argentina acaba de definir muy claramente ante empresarios: "Venimos a achicar el Estado para agrandarles el bolsillo a ustedes ".

¿Cómo salir de esta crisis de identidad personal, de desorganización social y de civilización? ¿Qué es lo que nos puede inspirar? ¿Dónde encontrar nuevos guías que nos permiten desarrollar todas nuestras capacidades y anhelos de ser humano adulto, hermano y digno de los valores que nos habitan?

¿A que camino recorrer? El camino de ‘los valores tal vez sea la brújula que nos permita ubicarnos y emprender una nueva vida, “una vida que valga la pena”, que nos haga abiertos a lo que verdaderamente necesitamos. “Todo es bueno, escribió san Pablo, pero no todo es oportuno”. Ahí está el desafío: ¿Cómo discernir lo que más nos conviene para lograr un crecimiento integral, una convivencia armoniosa, una armonía con la naturaleza y una comunión con el misterio de la vida y del amor que llamamos Dios o cualquier sea su nombre?

La búsqueda de valores es ciertamente hoy una preocupación mayor. Valores humanos, valores sociales, valores religiosos, valores cristianos: ¿Cómo ubicarnos en la compleja realidad que nos rodea? Si no nos decidimos a sentarnos para pensar y escucharnos los unos a los otros, seguiremos corriendo tras los que más gritan y nos prometen ‘el oro y el moro’. Lastimosamente terminaremos en la nada y el vacío.

Para discernir el camino correcto de una vida plena, tenemos que unirnos y reunirnos para plantearnos los desafíos a enfrentar. Así desvelaremos los verdaderos valores sobre las cuales asentarnos y decidir cómo y con quiénes vivir, convivir, creer y luchar. Se trata de confirmarnos en valores. Comencemos por los valores humanos para sentirnos vivos de verdad: amistad y amor, honestidad y coherencia, sencillez y austeridad… Sigamos con los valores sociales para que no seamos ‘lobos’ los unos con los otros: respeto y tolerancia, compartir y solidaridad, organización y participación… No olvidemos lo valores religiosos para no andar cojos:  oración y contemplación, ritos y celebraciones, cantos y símbolos… De esta manera llegaremos a estar claros que, por una parte, nos salvamos juntos porque somos una solo hermandad y que, por otra, quiénes son los más acertados para este camino de salvación son los pobres conscientes, organizados y valientes. ¿Entramos en estas categorías que dan prioridad a la comunidad y a la opción por las causas de los pobres?

Qué este espíritu o espiritualidad nos guíe para no caer bajo ídolos que nos hacen pedazos.

 

domingo, 4 de agosto de 2024

Artìculos de julio, Pedro Pierre

 

ARTÍCULOS DE JULIO DE 2024, Pedro Pierre

1.      Alondra vuela alto… aunque tuvo que salir de Ecuador

2.      ¿A qué le apostamos? … para orientar y animar nuestra manera de vivir.

3.      Sanar las heridas… para vivir plenamente, personal y colectivamente

4.      Dale una oportunidad a la esperanza… que siempre quiere germinar.

1.      ALONDRA VUELA ALTO, Pedro Pierre

Una de las mejores periodistas del Ecuador, Alondra Santiago, ha salido del país para evitar ser apresada o desterrada por el gobierno neoliberal de Daniel Noboa. Tiene sólo 33 años. Su calidad profesional proviene de su formación académica y de su talento personal, además de una gran calidad humana. Estos dones los pone al servicio de la defensa de los derechos de los pobres, las mujeres y demás atropellados por el sistema perverso que se nos impone.

               Alondra ha sido acusada con gran despliegue en los medios de comunicación comerciales de ‘atentar contra la seguridad nacional’ por sus críticas frontales al gobierno y al presidente. Notemos de paso que este argumento -la seguridad nacional- es el que utiliza siempre el gobierno de Estados Unidos para invadir países y tumbar gobierno que no se someten a su dominio. Alondra vuela alto por decir la verdad sobre lo que está pasando en Ecuador y América Latina, poniendo nombres y apellidos a los responsables que programan la pobreza, la violencia y el narcotráfico que azotan nuestro país mediante los 3 últimos gobiernos.

               Alondra vuela alto porque es una mujer digna frente a la mediocridad de nuestros gobernantes y la sumisión de la mayoría de los periodistas de los grandes de comunicación. Alondra vuela alto frente a los machistas que la critican y que pedían a gritos su deportación afín de seguir tranquilos en sus falsos altares de la hipocresía y el desdén hacia las mujeres. Alondra vuela alto por desnudar las institucione civiles, políticas, culturales y religiosas que colaboran a nuestro empobrecimiento y la destrucción de nuestros derechos a la educación, la salud, la seguridad y una vida digna. Alondra vuela alto alzando su voz y compartiendo sus valores. Alondra vuela alto para confirmar a los jóvenes, a las mujeres, a los humanistas, a los cristianos, a los socialistas, a todas y todos los luchadores que buscamos dejarnos guiar por la verdad y la entrega liberadoras. Regresará a Ecuador más fuerte y más clara porque todo gobierno es efímero y la historia se encarga de castigar a los corruptos y sinvergüenza en su misma vida.

No se puede transformar la realidad si no se la conoce. No se puede cambiar un país si se desconoce el funcionamiento de sus estructuras. Periodistas como Alondra nos ayudan a ver la realidad, comprender las estructuras y comprometernos mejor ¡Larga vida, Alondra amiga y maestra nuestra! Seguiremos escuchando tu voz de aliento y esperanza más allá de los presidentes que te quieren acallar y aprisionar. Continúa volando alto.

2.      ¿A QUÉ LE APOSTAMOS? Pedro Pierre

Todos tenemos un esquema mental que nos guía en nuestra vida como una brújula; muchas veces es inconsciente. ¿Por no nos lo desvelamos? para que sea más claro, más firme y más eficaz. Sí, ¿a qué y a quiénes le apostamos en la vida?

Personalmente descubrí 3 criterios básicos que me orientan, porque así me lo he confirmado a mí mismo poco a poco. Estos son: las prioridades a los pobres, los indígenas y la comunidad. Primero, la prioridad a los pobres porque en esta clase social nací como hijo de pequeños campesinos. Luego, está la prioridad a los indígenas, es decir, para insertarme en Ecuador tenía que reconocer mis raíces occitanas del sur de Francia con su idioma propio, su música, sus tradiciones y su sabiduría propia. Hice la experiencia que, sin identidad propia, no se puede asumir otra cultura. Finalmente, la prioridad a la comunidad, porque de niño y adolescente me construí gracias a las comunidades que conforman la familia, los compañeros de la escuela, los vecinos y las amistades más cercanas.

Optar por los pobres significa elegir una pobreza digna como modo de vivir. La pobreza digna es la sencillez de vida, el satisfacerse de poco, el mantenerse en lo necesario, el no ambicionar ser más que los demás ni tener siempre más. Fue una pobreza que me aportó dignidad, libertad y valoración de los que uno es y puede alcanzar mediante los talentos que se tiene, sabiendo que con el trabajo, la constancia, la coherencia uno puede crecer y sentirse feliz.

La conciencia de nuestras raíces nos da madurez y nos permite alcanzar una madurez adulta. Este orgullo positivo de tener costumbres valiosas, tradiciones locales, sabiduría regional nos da valor para cultivar lo propio y crecer en armonía consigo mismo, con los demás, con el entorno geográfico. El idioma materno permite descubrir que nos expresamos según nuestra historia con características únicas, con expresiones que definen exactamente la realidad, con criterios que nos fortalecen, nos impiden tambalear con las primeras dificultades de la integración social y nos permiten integrar y asumir nuevos criterios, nuevos valores, nuevas sabidurías y nuevas espiritualidades.

La prioridad por la comunidad pasa ser el sostén que nos ayuda a andar recta y correctamente, comprendiendo más claramente las trampas sociales que nos quieren ajenos a nuestra identidad. Si nos dedicamos a escuchar y aprender siempre, los demás nos ayudan a discernir por dónde va el camino acertado para crecer en todos las dimensiones humanas, sociales y religiosas. Nada nos es extraño porque lo procesamos juntos; luego, con conciencia, lo asumimos o lo desechamos. La comunidad es nuestra boya de salvación y nuestro chaleco salvavida para enfrentar las tempestades, reconocer los errores y volver a recomenzar siempre, porque la dirección está trazada al compás de la comunidad.

Luego con el pasar de los años, la fe de la infancia, enraizada en el terruño de donde se ha nacido, se purifica a lo largo de las etapas de la vida. No se rechaza el pasado obsoleto; más bien pasa a ser el trampolín de nuevas conquistas y grandes horizontes. Nos olvidamos de las dimensiones religiosas infantiles y mágicas, para reinterpretarlas y volverlas liberadoras. Lo nuevo se integra a lo viejo porque es un enriquecimiento transformador: No se quita nada, más bien se lo va sumando para seguir creciendo: Dios es siempre más grande que lo que creemos y sabemos de él. Trabaja nuestra humanización progresa constantemente para insertarnos en las dimensiones sociales más amplias y en las del medio ambiente y del cosmos. En lo pequeño está lo universal. Entonces nos sentimos fuertes y seguros. “¿Quién nos puede hacer daño?”, preguntaba san Pablo, si la fuerza de vida, de amor y de fe está adentro de nosotros: ¿Qué o quién nos la puede quitar? Entonces podemos decir: ¡Bienvenidas todas las espiritualidades para crecer siempre más y abarcar algo más de Dios y de Jesús de Nazaret!

Se trata de apostar a la acción y la contemplación, porque la vida es dinámica y dinamismo permanente. Escuchar es la primera acción, porque es viendo que vamos aprendiendo más y más. Luego está el compartir lo que se tiene, lo que se piensa, lo seguro y lo incierto, lo que se guarda y lo que se desecha. Las actividades se recorren juntos, porque nunca estamos solos. Si somos el fruto de una comunidad, esta esencia no se va a perder nunca, estemos donde estemos.

En esta dinámica de la vida, nos ayuda la contemplación, o sea, adentrarnos en nosotros mismos y en todo lo que nos ocurre. Se trata de vivir los ojos abiertos y de pie. Así nos hacemos más grandes y más fuerte. Así cuando vienen los errores y las fallas nos damos cuenta que nada está totalmente perdido y que siempre podemos redimirnos. La vida se demultiplica siempre hasta el estallido final, el colmo de la vida y del amor, con el momento definitivo de participar de la Energía total, el salto decisivo en el abrazo total con Dios. ¿Quién nos pude quitar estas certezas y esta felicidad inscritas en lo más íntimo de nuestra intimidad?

Amiga y amigo lector, toma conciencia de ti, de tu valor, de tu grandeza, de tus posibilidades. Ser felices es posible: tenemos a la mano todo lo necesario para lograrlo. Esa felicidad el resultado de una lucha constante y siempre recomenzada. Escribe Leonardo Boff: “El ser humano sólo se siente plenamente humano cuando busca autosuperarse”. Mis pilares son la fuerza de los pobres, las cosmovisiones autóctonas e indígenas y las certezas de las comunidades que nos acompañan a lo largo del camino. ¿Cuáles son los tuyos? ¡Que cada una y cada uno de ustedes desvelen su propio camino mediante sus talentos! ya que nadie ha sido olvidado. ¡Ánimo y éxito! Bien lo puedes lograr.

3.      SANAR LAS HERIDAS, Pedro Pierre

La buena salud abarca todas las dimensiones de nuestra vida. Es el resultado de la armonía con nosotros mismos a los niveles corporal, mental y espiritual, armonía con los demás tanto en el círculo familiar como en lo social, y armonía con la naturaleza. La realidad es que estamos lejos de vivir esta armonía y el ambiente general nos impulsa más bien a ser individualistas, consumistas y agresivos. Los medios de comunicación, ahora con internet y el celular, nos manipulan y nos muestran en prioridad los lados negativos de las personas y de la sociedad. Son más bien una intoxicación permanente. Si no los controlamos son ellos que nos controlan a nosotros. Por eso aumenta la desorientación, el odio, la intolerancia, el desconocimiento real de lo que nos está pasando y lo que pasa en nuestro alrededor y en el mundo en general.

Actualmente, por el desempleo generalizado, la inseguridad campante, la migración creciente, es principalmente la familia que sufre las consecuencias de estas situaciones. Llama la atención la falta de apoyo del gobierno a la salud: los hospitales sin los profesionales necesarios, escasos de aparatos y medicinas. En la educación está la misma desatención y sabemos que la alta deserción escolar no nos prepara nada bueno. Con los gobiernos de Lenin Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa, los grandes beneficiarios han sido una minoría de familias acomodadas. El neoliberalismo nos está hundiendo en la miseria, nos priva de nuestros derechos, nos quita los medios para vivir dignamente al privatizarlo todo… y eso va para largo si no despertamos y no decidimos unirnos, organizarnos y cambiar este modelo de gobierno.

No faltan medios alternativos que nos informan de otras maneras, iniciativas cercanas que nos ayudan a entender lo que está pasando y su origen. Hay asociaciones, movimientos y comunidades que nos invitan a vivir de otra manera entre nosotros y a nuestro nivel. Pero somos una minoría. Preferimos una falsa tranquilidad, un bienestar ilusorio y unas distracciones que distorsionan la realidad y postergan nuestra verdadera vocación a ser felices y a hacernos felices juntos.

La Biblia es la historia de un pueblo pequeño que, en una época que era esclavo de un gran imperio, decidió vivir en libertad, equidad y fe. Pero, ¿cuántos somos a leer la Biblia de esta manera? La historia del pueblo de Jesús de Nazaret es la historia de una lucha permanente contra sus propios demonios interiores, contra los gobernantes explotadores y opresores, contra una clase sacerdotal que utilizaba la religión para sus beneficios personales. Bien pocos reconocemos que, en esta historia de explotación y rebeldía, Dios se hizo presente en este pueblo no como alguien que resolviera milagrosamente sus problemas, sino que los animaba, desde dentro de cada uno y dentro de esta comunidad de vida, lucha y destino, a enfrentar las dificultades, superarlas y construir otra manera de organizarse y creer.

Jesús de Nazaret vino a confirmar estas opciones: prioridad a los pobres, prioridad a la comunidad, prioridad a la fraternidad, prioridad a la conversión personal y a la entrega a un proyecto común de libertad en nombre de Dios. El Reino iniciado por Jesús busca, por una parte, la superación de todo lo que nos deshumaniza y la puesta en marcha de más equidad para vivir en la igualdad y el compartir. Por otra, nos exige una fe que descubre, sigue y celebra a un Dios presente en proceso vivificador. El pasar de los siglos hizo que el machismo, el patriarcalismo y el afán de poder de las autoridades cristianas pervirtiera el testimonio de Jesús. Ya en el siglo 4 se dio la unión de la mayoría de estas autoridades con la cúpula del imperio romano… que había condenado a la cruz al mismo Jesús de Nazaret.

Esta traición a los ideales de Jesús de Nazaret continúa hasta nuestros días en la mayoría de las Iglesias cristianas. En los años ’60 del siglo pasado un Concilio que reunió a unos 2000 obispos, se decidió terminar con esa unión de la Iglesia con los gobiernos de turno y volver al seguimiento del Reino a la manera de Jesús y de las primeras Comunidades cristianas. Hubo mucha resistencia entre el clero… que sigue apoyando el gobierno de turno (cuando es de derecha). El papa Francisco, desde 2015, quiso dar un paso más al servicio del Reino que, según el ejemplo de Jesús y de los primeros cristianos, se construye a partir del protagonismo de los pobres y de los laicos. Puso en marcha la sinodalidad, es decir, una Iglesia participativa y misionera.  También tiene mucha resistencia en el clero, pero ya pequeños caminos se han abierto, en particular en América Latina, con las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs). Estas fueron reconocidas en la Asamblea Eclesial Latinoamericana y Caribeña de México en 2021 como “un ejemplo de Iglesia sinodal”.

Las CEBs representan una alternativa de sociedad y otra manera de ser Iglesia más evangélica, al servicio del Reino, de los pobres y de los laicos tanto en la Iglesia como en la sociedad. Testimonian de una nueva manera de vivir personal y colectivamente. Redescubren la importancia de la salud al nivel individual y social, la importancia de la educación, el rol de los ciudadanos en la vida social y política. Otros grupos cristianos van en esta línea, como los Equipos Docentes, los movimientos de Acción Católica como la JOC (Juventud Obrera Cristiana), las Congregaciones religiosas y los Monasterios en sus inicios…

Resumiendo: Estamos llamados a “sanar las heridas” físicas, mentales, sociales, ambientales... El papa Francisco recientemente nos dio 2 orientaciones: “Tejer lazos y construir Comunidad”. Así nos iremos ‘sanando’ unos a otros. Iremos también sanando nuestra sociedad y nuestro país, privilegiando las relaciones, la organización y la construcción de una sociedad más fraterna e igualitaria… Y más cristianos estaremos al servicio de este proceso por el cual dio la vida y resucitó Jesús de Nazaret.

4.      DALE UNA OPORTUNIDAD A LA PAZ, Pedro Pierre

La actual situación catastrófica de nuestro país nos hace preguntarnos ‘¿qué es la paz?’, porque se nos está “quitando la paz”: la paz interior, la paz social, mientras sigue el genocidio del ejército israelí que extermina a los palestinos por decenas de miles. “Médicos exigen a Biden (presidente de EE.UU.) el embargo de armas a Israel y ¡calculan los muertos en más de 90.000!” en su gran mayoría civiles, niños y ancianos.

¿Dónde está el Ecuador ‘país de paz’ en el que afluían los turistas? La violencia sigue campante en las provincias de la Costa a pesar de todas las iniciativas que toma el presidente. Se combate a los jóvenes que trafican drogas, mientras los narcotraficantes, verdaderos responsables de los asesinatos, siguen en el gobierno, los puertos y aeropuertos, varios ministerios y las grandes empresas transnacionales.

Definitivamente, como da a entender el Salmo 72, ‘no hay paz porque no hay justicia ni prosperidad según la voluntad de Dios’. El ‘rey’, o sea, la autoridad máxima, es la gran encargada de esta paz, fruto de la justicia y la prosperidad. Sigue afirmando el salmista que ‘la gloria de Dios está en la justicia para los oprimidos’… ¡Gloria a Dios, gloria a Dios!, debemos gritar; sí, pero con justicia y prosperidad. Este salmo es contundente en este sentido, para entender las exigencias del Reino de Dios.

En cuanto a la paz en Venezuela, la derecha, que ha perdido las elecciones, tiene derecho a manifestar si tiene pruebas de algún fraude… La realidad es, al nivel internacional, de “¡mucho ruido y pocas nueces!” porque la derecha internacional no quiere que el presidente Nicolas Maduro siga de presidente, ni por las urnas. La agencia de noticias ‘SURySUR’ escribe: “Venezuela: Ni fraude, ni apabullante victoria opositora, ni violencia generalizada” y también “Intento de golpe con sabor a petróleo”.  En TVSur: ‘EE.UU. está fomentando una guerra civil’ para tumbar al presidente Maduro, con el apoyo de los países vasallos de la OEA (Organización de los Estados Americanos), que ellos mismos controlan, y Ecuador en particular. “Estamos en presencia del fascismo en su máxima expresión”. Los observadores internacionales presentes en Venezuela afirman que las elecciones se realizaron con normalidad. Miremos nuestro país para mejorarlo: Para ganar elecciones, ¡se mata a un candidato a la presidencia y a 9 de 10 implicados en su asesinato! Decía Jesús de Nazaret y somos campeones en esto: “¡Sabes ver la paja en el ojo de tu hermano, pero no la biga en el tuyo!”

La guerra en Ucrania está manejada por la OTAN (Organización del Tratado miliar de los países del Atlántico Norte) también es programada por EE.UU., apoyado por Europa, que quieren impedir una alianza de Rusia con China, porque el gran contrincante de EE.UU. a nivel mundial es China… Parece que Rusia es el gran triunfador y más unido con China que nunca. China no es un país guerrero que invade y destruye países, que tumba gobiernos, tiene centenar de bases militares por todo el planeta e impone bloqueo económico como les pasa a Cuba y Venezuela… Mientras tanto, el Pleno del Comité central del partido comunista de China cuenta con 364 miembro terminó su reunión quinquenal la semana pasada. Allí se acordó que la política económica debería concentrarse en lograr una nueva “revolución científica y tecnológica y transformación industrial”, al estilo chino. Decidieron que, en la próxima década, “la educación, la ciencia, la tecnología y los talentos serán el apoyo básico y estratégico para la modernización de China”.

               Regresemos a Ecuador. “¡Ecuador ama la paz!” ¡Qué bonito! Pero eso era antes. Antes que nos dejemos robar la paz cuando nos envenenaron con el odio, la mentira, la venganza, la intolerancia. Antes que aceptemos que apresen y destierren a los que no piensan como el gobierno de turno. Antes que elijamos presidentes traidores, ladrones y mentirosos. No hemos sabido cuidar la paz, la paz llamada ‘democracia’, o sea, la convivencia nacional organizada por sus mismos ciudadanos.

Hay que volver al camino de la paz y de la verdadera democracia. Esas son las tareas mayores de cada una y cada uno de nosotras y nosotros. ¡Demos una oportunidad a la paz! es decir, a una vida más fraterna, más solidaria, más organizada, más democrática. El papa Francisco nos anima a eso: "La democracia exige la participación, la exigencia de poner el propio esfuerzo, de arriesgarse a la confrontación, de aportar los propios ideales, las propias razones. Arriesgar: El riesgo es la tierra fértil en la que germina la libertad". Lo podemos lograr: el cantautor norteamericano John Lennon lo cantaba: el poder está en nuestras manos, el poder popular, el poder de cambiar desde abajo. Esa es nuestra misión: dejar el mundo un poco mejor. ¡Que más grandioso que sembrar paz en nuestro alrededor!

 

Artìculos de junio de 2024, Pedro Pierre

 

ARTÍCULOS DE MAYO DE 2024, Pedro Pierre.

Estimad@s amig@s y compañer@s de camino, buenos días.

He aquí mis artículos de mayo:

1.      ¿Por qué tenerle miedo al socialismo?... ¡Tan poco lo conocemos!

2.      Por un nuevo orden internacional… afín de no repetir el genocidio de Gaza.

3.      Aprendamos a ser humanos… contra el sistema neoliberal que nos deshumaniza.

4.      La brújula es la comunidad… porque es criterio de la verdad.

1.      ¿POR QUÉ TENERLE MIEDO AL SOCIALISMO? Pedro Pierre

¿Sabemos que, en sus orígenes, el socialismo comenzó siendo una propuesta de inspiración cristiana? Más tarde el marxismo, nacido del socialismo, se hizo anticlerical porque la gran mayoría del clero católico de Europa apoyaba a la clase dominante. El socialismo es el movimiento de los trabajadores y de los pobres en general, mientras el capitalismo es el movimiento de los patronos y de los ricos. En un mundo dominado por el capitalismo los medios de comunicación son también de ellos y colaboran por el mantenimiento y el fortalecimiento del mismo capitalismo. Para crecer el capitalismo provoca guerras como es el caso en Ucrania, genocidios como lo vemos en Palestina, hambrunas masivas como en África, desempleo y falta de educación y salud como en toda América Latina

Fue el filósofo francés Henri de Saint-Simon (1760-1825), que lanzó la primera propuesta socialista en su libro “Nuevo cristianismo” (1825). Esta se deriva de su reacción contra el derramamiento de sangre de la Revolución Francesa y el militarismo de Napoleón (1769-1821). Propugnaba la idea de que la propiedad privada sería buena en cuanto cada individuo pudiera participar de ella según su necesidad. Para él, el primer objetivo político del Estado tenía que ser el desarrollo de la producción, por lo que los gobiernos deberían estar constituidos por industriales, obreros, campesinos y propietarios. Además, propuso que los científicos ocuparan el lugar de los clérigos en el cuidado del orden social; la función de la religión sería guiar a las clases más bajas de la sociedad en su lucha para mejorar sus condiciones de vida. En cuanto a Karl Marx (1818-1883), él escribió “El manifiesto del partido comunista”, de 23 páginas, en 1848. Desvelaba las perversiones del capitalismo al poner la acumulación del dinero encima de todo y abogaba por la organización de los trabajadores para derribar este sistema de muerte: “¡Proletarios de todos los países, únanse!”

Al nivel de la Iglesia católica, fue al final del siglo 19 que el papa León 13, con su Carta encíclica “Rerum novarum” (‘De nuevos asuntos’) de 1891, denunciara los abusos del capitalismo. Esta Carta marca el comienzo de la Doctrina Social de la Iglesia que orienta a los católicos para implicarse decididamente en el compromiso político por una sociedad más justa. Luego la mayoría de los siguientes papas aportaron su contribución según la época en que se encontraban. El papa Pío 11° escribió en 1927 que “la política es la forma mayor de la caridad”. El papa Francisco retomó la afirmación y no se cansa de denunciar muy explícita y duramente las consecuencias desastrosas del capitalismo y sus causas profundas: “Este sistema mata… ¡Es terrorista!” Podemos recordar ‘sus 4 NO’: “¡No a una economía de exclusión!” porque “la economía mata y Dios dijo ‘No matarás’”- “¡No a la idolatría del dinero!” porque se trata de “la dictadura de la economía” - “¡No a un dinero que domina en lugar de servir!”, porque eso es trata “rechazo de la ética y de Dios”. “¡No a la inequidad que genera violencia!”, porque la violencia de los ricos y de un sistema injusto está al origen de la violencia de los pobres. El papa Francisco retomó también la frase del papa Benedicto 16: “La Iglesia no puede ni debe quedar al margen en la lucha por la justicia” e insta a todos los cristianos, pero también a los sacerdotes, a preocuparse por la construcción del Reino de Dios en la sociedad actual.

Los obispos latinoamericanos afirmaron en su reunión de Medellín (Colombia) en 1968 que la pobreza es el mayor problema del continente y que es un “empobrecimiento”, calificando las estructuras capitalistas de “pecado social”. En Puebla (México) en 1979 explicaron el origen de la pobreza retomando una frase del papa Juan Pablo: “La pobreza no es una etapa casual, sino el producto de situaciones y estructuras económicas, sociales y políticas que hacen a los ricos más ricos más ricos a consta de los pobres más pobres”.

Después del triunfo de la Revolución sandinista en julio de 1979, los obispos nicaragüenses, en el siguiente mes de noviembre, orientaban la participación de los cristianos en el proyecto socialista de la revolución sandinista que acababa de triunfar:

-        Si socialismo significa, como debe significar, preeminencia de los intereses de la mayoría de los nicaragüenses y un modelo de economía planificada nacionalmente solidaria y progresivamente participativa, nada tenemos que objetar.

-        Un proyecto social que garantice el destino común de los bienes y recursos del país y permita que, sobre esta base de satisfacción de las necesidades fundamentales de todos, vaya progresando la calidad humana de la vida, nos parece justo.

-        Si socialismo implica una creciente disminución de las injusticias y de las tradicionales desigualdades entre las ciudades y el campo, entre la remuneración del trabajo intelectual y del manual;

-        Si significa participación del trabajador, en los productos de su trabajo, superando la alienación económica, nada hay en el cristianismo que implique - contradicción con este proceso…

-        Si socialismo supone poder ejercido desde la perspectiva de las grandes mayorías y compartido crecientemente por el pueblo organizado, de modo que vaya hacia una verdadera transferencia del poder hacia las clases populares, de nuevo no encontrará en la fe sino motivación y apoyo.

-        Si el socialismo lleva a procesos culturales que despierten la dignidad de nuestras masas y les comunique el coraje para asumir responsabilidades y exigir sus derechos, se trata de una humanización convergente con la dignidad humana que proclama nuestra fe.

-        En cuanto a la lucha de clases sociales, pensamos que una cosa es el hecho dinámico de la lucha de clases, que debe llevar a una justa transformación de las estructuras, y otra el odio de clases que se dirige contra las personas y contradice radicalmente el deber cristiano de regirse por el amor.”

Todo eso nos exige conocer más profundamente los procesos hacia el socialismo de países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, evitando de dejarnos intoxicar por la falsa propagante de los medios de comunicación capitalistas que nos inundan de sus mentiras. Un socialismo humanitario será el resultado de la organización articulada de los Movimientos populares. En ese sentido los cristianos tenemos mucho que aportar, porque allí se materializa la construcción del Reino de Dios iniciado por Jesús de Nazaret.

2.      ¡POR UN NUEVO ORDEN INTERNACIONAL YA! Pedro Pierre

Nos duele la situación de nuestro mundo, especialmente el genocidio de Gaza que no logramos parar, pero también los muertos y la destrucción de Ucrania que Estados unidos y Europa sacrifican a sus intereses. También están la guerra en Sudán, las hambrunas en África, el saqueo de América Latina con los gobiernos neoliberales de Argentina, Perú, Ecuador, Chile, El Salvador… Y preguntamos “¿Hasta cuándo?”

En Gaza se da lo máximo de la perversidad: Ya hay más de 35,000 civiles asesinados por bombardeos dirigidos contra ellos, más de la mitad siendo son niños y mujeres, con la complicidad de Europa y el apoyo de Estados Unidos. El gobierno de Israel ha pasado a ser el campeón mundial ‘todas categorías’ del asesinado en masa, porque supera a Hitler y Pinochet y es superior al bombardeo nuclear de Hiroshima en toneladas de bombas, dejando un país en ruinas con un millón de personas que nos sabe adónde adónde ir protegerse, huyendo a los desiertos de la muerte lenta y segura.

Sentimos que nuestra impotencia se vuelve complicidad… Firmamos peticiones, comunicamos informaciones, gritamos nuestra disconformidad… pero no paran los bombardeos. La ONU (Organizaciones de las Naciones Unidas) y el Tribunal Internacional de Justicia se muestran totalmente impotentes. Poco a poco despierta la llamada “Comunidad internacional”. El papa Francisco grita su indignación y ofrece su intermedio para que las partes en guerra se sientan para hacer la paz. Las manifestaciones internacionales contra el genocidio de Gaza se multiplican, tanto en el mismo Israel como en la mayoría de los países. Las redes sociales están jugando un papel importante para comunicar la verdadera realidad que silencian los grandes medios de comunicación nacionales e internacionales. Los jóvenes están despertando, comenzando en Estados Unidos, y los siguen los de Europa, Australia y varios países más. Desde varias regoiones del mundo, se están organizando decenas ‘flotillas para la paz’, con ciudaadanos decididos a llevar a Gaza alimentos, medicinas y esperanza… clamando por un masivo levantamiento internacional y una solidaridad efectiva para Gaza. ¿Dónde nos ubicamos? Otros rezan o rezamos… pero: “¡No basta rezar! Hace falta mucho más para conseguir la paz”.

Otros abogan por un ‘nuevo orden internacional’. Cada vez más se ve la necesidad de una ‘gobernanza mundial’ con una Constitución internacional cuyo cumplimiento cabal sea confirmado por los gobiernos y países. Mas allá de la ONU y de los Tribunales internacionales, tiene que redactarse las normas básicas de una ética intercultural asumidas por todos los países. Ya han surgido propuestas analizada por la misma ONU, pero que no avanza por la oposición de Estados Unidos y Europa. Citemos dos nombres: el del pastor negro norteamericano Martóin Luther King y el del jurista italianos Luigi Ferroli que han hecho aportes aportes valiosos y fuertes llamamientos por un acuerdo universal sobre los derechos fundamentales básicos y para una ética mínima universal, junto a propuestas de muchos organismos de defensa de los Derechos Humanos, Derechos de los Pueblos, Derechos de la Naturaleza…

¿Por qué hay tan pocos avances? No basta decir que está la oposición sistemática de los mal llamados ‘países desarrollados’ del capitalismo occidental. Es que nosotros mismos, por una parte, no terminamos de despertar ni nos interesamos lo suficiente en estos asuntos y, por otra, no integramos organizaciones de Derechos Humanos. ¿Por qué los cristianos somos tan poco ‘sal, luz y fermento’ en estos organismos? Las nuevas generaciones nos pedirán y ya no piden cuenta por la clase de mundo en ruinas que les estamos heredando. En el desastre ambiental hemos entrado en la ‘autopista’ de no retorno: la sexta extinción de la vida planetaria es irreversible desde 5 años. ¿Vamos a comenzar a reaccionar cuando se mueran de calor los recién nacidos o los mayores por miles de miles? ¿O cuando nos quemen los incendios inapagables o las inundaciones imparables? Tenemos ojos para no ver y corazón para no sentir.

Las cosas no avanzan porque nosotros no avanzamos lo necesario… y los que algo hacemos, démonos cuenta que no es suficiente. Si no dejamos nuestro ‘confort’ individual y familiar, colaboramos a todos los genocidios que denunciamos. Si no cambiamos nuestra manera de vivir tan individualista, de trabajar tan poco solidaria, de organizarnos entre vecinos y amistades, de reunirnos para fortalecer alternativas en todos los campos de la vida cotidiana, ni para disminuir las consecuencias vamos a ser eficaces.

Los cristianos tenemos las propuestas del Pueblo de Jesús que comenzó a existir por la ruptura de Abraham y Sara cuando decidieron de dejar sus tierras, su país, su organización esclavista y su religión que todo lo justificaba. De un lado, rompieron con el pasado y emprendieron nuevos caminos de mayor libertad, igualdad, equidad, fraternidad y justicia… haciendo allí la experiencia de un ‘Dios con ellos’, cercano y amigo. Los cristianos somos los herederos de esta rebeldía de casi 4 milenarios. Esta herencia fue retomada por Moisés y Miriam que lograron el éxodo de la esclavitud de Egipto, que dio nacimiento a la nación hebrea y les reveló a un Dios liberador con ellos. Luego llegó la confirmación de las y los profetas y de las y los sabios. Eso mismo asumió Jesús y lo llamó el Reino de Dios, desvelando a un Dios padre y madre. ¿Cuándo seremos coherente con nuestro nombre? ¿Qué más necesitamos? Juntos, hombres y mujeres de buena voluntad, organizados y decididos, sí lo podemos lograr… antes de que mueran decenas de miles más en Gaza y muchas otras partes.

3.      APRENDAMOS A SER HUMANOS, Pedro Pierre

Cuando nacemos somos un ser inconcluso, pero con enormes capacidades en espera de desarrollarse. Nuestra existencia consistirá en desarrollar armoniosamente estas capacidades. Vivimos en un ambiente desfavorable que limite y destruye nuestras capacidades de vivir y convivir armoniosamente por el caos que caracteriza nuestro mundo, la violencia que sufre nuestro país, la agresividad que se manifiesta entre nosotros, la desesperanza por una organización social que nos explota, nos confunde y nos deshumaniza.

Esta situación nos exige preguntarnos sobre el sentido de nuestra existencia y los valores de nuestra identidad de ser humano. A lo largo de nuestra vida, aprendemos muchas cosas, menos ser humano en su totalidad. En la escuela aprendemos a leer, escribir, conocer la historia, la geografía, la física, las matemáticas, la literatura, etc. Pero bien poco aprendemos a pensar, reflexionar y discernir. En la universidad aprendemos una o varias profesiones, nos capacitamos para ser buenos profesionales, nos especializamos en lo digital, etc. Pero no aprendemos a convivir los unos con los otros y con la naturaleza. Con las religiones aprendemos a obedecer a Dios sin darnos cuenta que, muchas veces, son nuestros propios deseos y voluntades que le prestamos a Dios.

El desafío actual es rescatarnos y cultivar lo que no hemos desarrollado: aprender a ser humano como debe ser. Esta tarea se podría resumir en desarrollar tres dimensiones que hemos marginado: pensar, convivir y autocrearnos. ¿Nos va a salvar la ‘inteligencia artificial?... Por supuesto que no. La mayor capacidad del ser humano es su conciencia: nos damos cuenta que existimos, pensamos, nos equivocamos, nos destruimos… La inteligencia artificial no tiene conciencia de lo que escribe. Es sólo una memoria organizadora de elementos sobre un tema particular a partir de un esquema predeterminado… Igualmente los robots.

En América Latina tenemos en la persona del brasileño Paulo Freire uno de los mejores pedagogos del planeta. La educación escolar nos enseña principalmente a ser unos buenos capitalistas, es decir, seres humanos troncados y distorsionados: individualista, competitivo es decir aplastador de los demás, cada vez más rico a costa de la destrucción de la naturaleza, materialista es decir falto de dimensión espiritual. Paulo Freire nos enseñar primero a pensar: pensar leyendo, pensar escribiendo, pensar calculando, pensar aprendiendo todo lo que se nos quiere enseñar en las aulas, es decir, aprender a saber quiénes somos, por qué existimos, a qué servimos, cuándo se es verdaderamente feliz…

El paso siguiente para ser más humano es aprender a convivir con otros y con todos. Cuando llegamos a la universidad, hay que seguir pensando, pero darnos cuenta que uno no está sólo, no vive solo, no aprende sólo, no crece sólo. Por lo mismo, tenemos que aprender a convivir, porque ‘ser humano’ es juntos ser y hacernos felices. Nadie está feliz sólo. Sentirse bien, no es felicidad, sólo es placer, lo que no está mal, pero no es más que la sombra de la felicidad. Existimos porque otros nos dieron la vida, la gestaron, la cuidaron, la cultivaron, nos la entregaron para que la llevemos a su plenitud. Ser humano es una tarea permanente, una dinámico inconcluso que se logra con los demás. El infierno no es más que la soledad absoluta. La felicidad es el regalo de las distintas formas de comunidad: comunidad familiar, comunidad de vecinos y de amigos, comunidad de profesionales, comunidad deportiva, cultural, étnica, nacional, espiritual…

¿Y lo de autocrearnos como ser humano? La palabra ‘humano’ viene de ‘humus’ que significa ‘tierra’, tierra fértil. La tierra, o sea, la naturaleza y el cosmos, es la cuna de la vida y del amor. Olvidémonos de un Dios fuera del mundo y fuera de nosotros. Dios está y es el mundo, la tierra, la naturaleza y el cosmos porque es la vida y el amor en nosotros y todo lo que nos rodea. El cosmos, la naturaleza, la tierra y el ser humano somos una misma realidad, una misma unidad de vida, de amor y de Dios. Eso es la tercera dimensión humana después del pensamiento y del convivir: Eso es la espiritualidad. Tenemos también que olvidarnos de decir ‘tengo vida’ y ‘tengo amor’; se trata de darnos cuenta que es la vida y el amor que nos abrazan y nos hacen vivir y amar: Somos una encarnación de la vida y del amor. Lo mismo con Dios: somos una parcela de Dios, una encarnación de Dios. Tal vez lo hayamos pensado en algún momento… pero el sistema social en que vivimos nos aleja de estas realidades: nos aleja de nuestra verdadera identidad, nos confunde sobre nuestro destino, nos engaña sobre la verdadera felicidad… Nos impide ser humanos, es decir, dignos por pensar críticamente, fraternos por convivir armoniosamente y creadores juntos de nuestra común felicidad sin límite, que incluya lo espiritual.

Nunca es tarde para comenzar y llegar a ser más humanos: comenzar a pensar, comenzar a convivir y comenzar a vivir con Dios adentro de nosotros, de los demás, de la naturaleza y del cosmos. Vale la pena intentarlo antes de que sea tarde. Es tal vez lo que más nos más hace falta: simplemente ser humanos en su totalidad.

4.      LA BRÚJULA ES LA COMUNIDAD, Pedro Pierre

Cuando miramos la diferencia de criterios entre los países del norte y los del sur encontramos una característica muy particular: Europa y Estados Unidos insisten en la primacía del individuo y América Latina y África sobre la primacía de la comunidad. Los países del norte se dejaron guiar por el lema individualista de la revolución francesa de “libertad, igualdad y fraternidad” y “los derechos del hombre y del ciudadano”, mientras los países del sur conservaron su herencia ancestral preferencialmente comunitaria. Por este motivo el sistema capitalista prosperó en el Norte gracias a la libertad individual sin límite de los empresarios a costa de la explotación ilimitada de los trabajadores. Esto es lo que nos trajo la colonización europea con el saqueo indiscriminado de los recursos naturales y los millones de muertes en las minas de oro y de plata de América Latina, sin contar las decenas de millones de esclavos traídos a la fuerza desde África.

Hoy esta situación influye en nuestra manera personal de actuar y elegir. Somos llamados a vivir comunitariamente porque todo el cosmos somos una sola unidas, pero nos volvemos individualistas, indiferentes y pasivos porque asumimos, muchas veces sin darnos cuenta, los criterios de la educación, de la religión y de los medios de comunicación que nos vinieron del Norte. Paulatinamente olvidamos nuestra herencia ancestral que insiste sobre el valor primordial de la comunidad. Muchas veces cuando tomamos una decisión importante, pasa lo que reza el dicho: “No hay que pensarlo 2 veces” y nos equivocamos. Nos limitamos a nuestro propio juicio y seguimos adelante sin consultar a nadie, sin conversar con las personas cercanas, sin mirar el camino de la historia que nos habita. Poco a poco desaparecen las experiencias comunitarias… y peor ahora con el teléfono celular que está en todas las manos…

Sin darnos cuenta nos dejamos manipular por la moda del momento, el interés del día: Perdemos el sentido de la vida. Hasta perdemos nuestra capacidad de decidir porque pensamos, decimos y hacemos lo que piensa, dice y hace el montón. Perdemos nuestra identidad de ser humano y dejamos de valorar los múltiples talentos que tenemos. Estos talentos marginados dejan de ser un enriquecimiento para los demás, porque nos dejamos llevar por el pensamiento único. Nos vaciamos de nuestras riquezas interiores y de nuestras sabidurías. Sólo un volver a la dimensión comunitaria nos permitirá reconocer nuestros valores personales, nuestra identidad profunda, nuestra capacidad de decidir mejor gracias a los criterios de los demás.

Tenemos que diferenciar el grupo de la comunidad. A lo largo de nuestra vida conformamos muchos grupos que son momentáneos. La comunidad es un grupo estable que nos permite construir muestra manera de vivir, de pensar, de creer, de tomar decisiones importantes. Cada una y cada uno de nosotros somos únicos, llamados a desvelar y hacer visibles y eficaces las diversidades que nos habitan: Somos un gran arcoíris de colores que se funden las unas en las otras, pero donde cada una conserva su brillo. Somos una inmensa sinfonía de la que cada uno somos un instrumento indispensable.

Las religiones insisten en el valor insuperable de la comunidad, porque juntos descubrimos la belleza de la vida, el valor de cada uno, la grandeza de la verdad. Si nos quedamos solos, nos limitamos a nuestra pequeñez individual: La comunidad nos demultiplica sin que perdamos nuestra originalidad. En un mundo cada vez más complejo, caótico, violento y descarrilado, la comunidad nos ayuda a interpretar los acontecimientos, descubrir lo duradero entre lo pasajero, trabajar por la paz en medio de tantas guerras y tantos atropellos, reconocer donde está la verdad. La comunidad es el criterio de la verdad. Nuestra subjetividad individual, a lo largo, nos esconde el camino correcto: La comunidad nos va a ayudar a reconocer el camino correcto, la decisión precisa, la acción certera.

Tal vez lo más bonito de la comunidad sea la celebración. De vez en cuando decidimos mirar atrás y recodar el camino recorrido, no para decir que lo de ayer era lo mejor, sino para decir, proclamar, cantar, bailar lo que nos pareció bonito, amable, esperanzador de lo vivido. Celebramos el presente rico del pasado de todos y preñado de mucho futuro. Celebramos lo mejor de nosotros, en particular de los que no son nadie pero que aportan muchos. Reconocemos allí que crece el Misterio de la Vida, que se nos acerca la Fuente del Amor, nos inunde la Fuerza de la Espiritualidad. Allí están nuestros sellos de garantía como persona humana. Estamos plenamente seguros que, a pesar de los desastres, las desgracias, los fracasos y las destrucciones, este Misterio, esta Fuente y esta Fuerza siguen avanzando y creciendo en nosotros, pero mucho más si vivimos en comunidad.

¡Felices nosotros si no dejamos nunca la comunidad porque es nuestra salvación, nuestra felicidad y nuestro destino definitivo! Seremos uno en todos y todos en uno… Eso es el desafío a comenzar a vivir cada día y cada momento.