martes, 1 de enero de 2013

Artículos míos de diciembre en El Telégrafo



Artículos de diciembre
1.      Palestina milenaria… por su reconocimiento por la ONU.
2.      “Teletontos”… por complicidad con atropellos a DD.HH.
3.      Nueva era… que nos llama a una metamorfosis completa.
4.      “Érase una vez…” para entender la primera Navidad.


1. PALESTINA MILENARIA, Pedro Pierre

Después de 65 años la ONU comienza a reparar la tremenda injusticia que cometió en 1947 contra los Palestinos: 138 reconocen el Estado Palestino invadido y  constantemente bombardeado por Israel desde esa fecha.
Cuando Jesús nació en Palestina hace 2,000 años encontró a su compatriotas marginados por la religión judía y colonizados por los romano. Para sacarlos de esta doble esclavitud, Jesús creó el movimiento del Reino, conforme al proyecto de Dios dibujado en el Antiguo Testamento. Esto le costó la vida en la cruz. Muchos de sus compatriotas dejaron de seguir la religión judía y se hicieron cristianos.
En cuanto a la dominación romana, por las constantes rebeliones, 4 legiones romanas tomaron la capital, Jerusalén, y luego la quemaron destruyéndola totalmente. A partir de esa fecha, 135, Palestina dejó de ser una región independiente y pasó a ser una provincia de Siria. Muchos palestinos tanto judíos como cristianos salieron a otros países.
Luego por el siglo 7º, llegó a “Palestina” la invasión musulmana, liderada por los seguidores de Mahoma. Después vinieron las cruzadas, o sea, los ejércitos cristianos mandados por los papas en los siglos 12º y 13º, que se adueñaron de las ciudades dónde había vivido Jesús, en particular Jerusalén.
En el siglo pasado los Ingleses ocuparon “Palestina” donde convivían creyentes judíos, cristianos y musulmanes. Cuando los ingleses salieron de Palestina en 1947, pactaron un acuerdo con un grupo de judíos  de extrema derecha  denominado el “sionismo” El objetivo era doble: que estos y otros Judíos regresaran en Palestina y para  que Inglaterra y Estados unidos conservaran el control del Medio Oriente. En 1947 la ONU decidió la partición en 2 de Palestina para dar la mitad a un nuevo estado que reconocieron en seguida: Israel. Y así fue, sin consultar a los Palestinos, sin reconocerlos como Estado y en contra de parecer de los demás países árabes de la región. Cabe mencionar que, para instalarse, Israel desalojó militarmente a 700,000 palestinos que huyeron a otras regiones de Palestina o conformaron campos de refugiados en países vecinos. Desde entonces Israel no dejó de conquistar nuevos territorios palestinos, implantar urbanizaciones en el sector palestino, construir un muro y hacer de Palestina el más grande centro de exterminio del planeta.
Bien se puede aplicar a los Palestinos lo que dice el profeta Isaías: “Te tengo grabado en la palma de mi mano”, porque Dios es siempre el defensor de los maltratados.


2. “TELETONTOS”, Pedro Pierre.

En estos días, ¡cuántas alabanzas y celebraciones ha habido por el Día Internacional de los Derechos Humanos! ¿No será que cuánto más hablamos de lo mismo es porque más lo olvidamos? Porque:
Es atropello a los derechos de las personas especiales la teletón organizada recientemente en Guayaquil por el municipio, porque sus derechos no se resuelven con limosnas ni obras de caridad.
Es atropello a los derechos humanos el arresto y encarcelamiento, sin boleta de captura ni de allanamiento, de “los 10 de Luluncoto”, porque se debe respetar los pasos legales: ¿no será que los policías pasan a ser los delincuentes?
Es atropello a los derechos humanos el procesamiento como terroristas para más de 200 dirigentes indígenas porque defienden sus derechos contra los proyectos de muerte de la minería.
Es atropello a los derechos humanos querer erigir en el malecón de Guayaquil un monumento a León Febrés Cordero, por la falta de respeto a los muertos y desaparecidos por él durante su gobierno.
Es atropello a los derechos humanos tantas propagandas navideñas que nos hace creer, comprar y asumir mentiras que nos destruyen personal y colectivamente.
Es atropello a los derechos humanos querer gobernar con la Biblia en la mano a la manera sin salida de los Estados islamistas del Medio Oriente.
Es atropello a los derechos humanos y vergüenza cínica otorgar el premio Nobel de la paz a la Unión Europea que desde décadas bombardea países pobres y ahora reduce al hambre y a la miseria hasta la cuarta parte de su propia población.
Es atropello a los derechos humanos mantener cautivos, desde ya 6 meses por parte de Inglaterra, a Julián Assange en la embajada de Ecuador en Londres porque nos les gusta a los Estados terroristas que se denuncie sus fechorías mediante sus mismos escritos.
Es atropellos a los derechos humanos las colonizaciones israelíes en los territorios palestinos y jordanos que siguen con cinismo mortal a pesar de 64 condenaciones de la ONU.
Es atropello a los derechos humanos que 5 países controlen e impidan las decisiones de la ONU que contradicen sus intereses hegemónicos, y que se llenan la boca de palabras de paz cuando son los mayores vendedores de armas del planeta. Etc. Etc.
Tenía razón Jesús cuando denunciaba: “Los que se consideran jefes de las naciones actúan como dictadores y los mismos que las oprimen se hacen llamar bienhechores”.
Despertemos porque “¡se equivoca el pez que cree que el pescador viene a alimentarlo!”. No seamos “teletontos”…


  1. NUEVA  ERA,  Pedro  Pierre.

Los sacerdotes mayas nos dicen que el 21 de diciembre será “un tiempo favorable para el reordenamiento de la vida en el planeta”. ¡Buena noticia, entonces! ¿Quién no ve que los tiempos están cambiando? ¿Y por qué el universo no podría darnos una mano para vivir y convivir mejor si toda la creación somos una sola unidad?
“El mundo está cambiando”. Nunca como antes hemos descubierto que minerales, plantas, animales y seres humanos somos una sola, diversa y progresiva expresión de la vida. Ahora proclamamos: “la Madre Tierra es sujeto de dignidad y de derechos”. “Otro mundo es posible, necesario y urgente”. El Pueblo de los Pobres no acepta más ser dominado, explotado, engañado, asesinado.
Se está terminando la era agrícola después de unos 7,000 años de desarrollo, sustituida por una era de tecnologías de punta, comunicaciones ultra-rápidas y conocimientos que se desarrollan aceleradamente. Con el fin de esta era agrícola se termina también la cultura a la que había dado forma.
Las religiones y las iglesias también han entrado en este torbellino y nos logran responder a los nuevos desafíos. La mayoría de ellas piensa que es mejor regresar al pasado y mantenerlo a toda costa. El resultado es desastroso: se vacían de sus fieles; están en un proceso de desaparición o de minoría inconsistentes. Las religiones y las iglesias desaparecen porque se construyeron desde la cultura, los mitos, los símbolos, el arte, agrarios que ya no hablan a las nuevas generaciones: son ruinas del pasado que no van a revivir.
Al mismo tiempo, si lo viejo agoniza, lo nuevo está irrumpiendo. Si las religiones y las iglesias desaparecen, la espiritualidad busca nuevas expresiones, nuevos símbolos y nuevos ritos acordes a los tiempos de hoy. La Iglesia de los Pobres abre nuevos caminos al cristianismo, las religiones indígenas menos institucionalizadas ofrecen nuevas oportunidades: es la hora del pluralismo religioso que nos permite discernir y enriquecernos para encontrar las nuevas formas y expresiones que va a tomar la espiritualidad para los tiempos de hoy.
Como en tiempos del apóstol Pablo, cuando el acontecimiento de Jesús de Nazaret marcaba el comienzo de nuevos tiempos para Europa, podemos repetir: “la creación gime y sufre dolores de parto”.
Abrámonos esperanzadamente a la metamorfosis de nuestro mundo -el agrario-, ayudándonos en comunidades vivas, a discernir e inventar nuevas y válidas expresiones de la gran espiritualidad escondida en cada una y cada uno de nosotros.


  1. ÉRASE UNA VEZ… Pedro Pierre

Erase una vez una campesina que todas las mañanas llevaba dos baldes de agua para dar de beber a tres borregos y dos chivas. Uno de los baldes era viejito y perdía parte del agua que transportaba. Por este motivo el balde roto se sentía triste y desanimado. Un día decidió confiarse a su dueña. Le dijo: “Desde meses me estás utilizando y sabes que no estoy guardando el agua como debería ser. Me siento mal porque no respondo a la obligación que es la mía”. Tranquila la campesina le respondió: “No te preocupes. Más bien te agradezco. ¿No te has fijado que, por tu lado, el borde del camino que recorremos cada mañana está lleno de flores justamente por el agua que dejas perder? Cada día las estás regando: ¡mira cómo están bellas!”.
El balde roto somos nosotros, los que pensamos que somos llenos de fallas e incapaces de cumplir a cabalidad los servicios a los que hemos sido llamados por el mero hecho de existir. Tal vez soñamos que tenemos que ser grandes personajes que realicen obras maravillosas. Mirémonos con realismo: no somos grandes personajes ni nunca vamos a realizar obras maravillosas. Pero si sabemos prestar pequeños servicios: de esta manera, sin darnos cuenta, estamos sembrando vida y alegría en el camino que nos ha tocado transitar.
Navidad nos da un gran mensaje de esperanza que confirma la grandeza de las pequeñas cosas. En Jesús, Dios no vino en triunfador, todo lo contrario: ¿quién es más débil que un recién nacido? Dios no vino omnipotente ni todopoderoso: en Jesús nació en una pesebrera en una gruta del campo de Belén sin más testigos que unos pastores sorprendidos. El mensaje navideño de esperanza es que Dios se hizo el más pequeño para que nadie se sienta marginado e incapaz de participar de la construcción del Reino.
San Pablo lo captó muy bien al escribir a los Corintios: “Dios eligió lo que el mundo considera inútil para avergonzar a los sabios y ha tomado lo que es débil para confundir lo que es fuerte. Dios ha elegido lo que es común y despreciado en este mundo, lo que es nada para reducir a la nada lo que es”.
Olvidémonos de los regalos, de las cenas navideñas, de los árboles llenos de miles de luces. Olvidémonos del papanoel gordote y metiche que sustituye al niño de la pesebrera. Entendamos el verdadero sentido de la Navidad: Dios vivo en los fracasos de los pequeños. Muchas cosas en nuestro mundo caminan patas arriba y a veces nos pasa anosotros. Pero Dios se ha hecho niño, se hecho pesebre, se ha hecho pueblo llano.