Artículos de diciembre
1. Palestina milenaria… por su reconocimiento
por la ONU.
2. “Teletontos”… por complicidad con
atropellos a DD.HH.
3. Nueva era… que nos llama a una
metamorfosis completa.
4. “Érase una vez…” para entender la primera
Navidad.
1. PALESTINA MILENARIA, Pedro
Pierre
Después de 65 años la ONU comienza a reparar la
tremenda injusticia que cometió en 1947 contra los Palestinos: 138 reconocen el
Estado Palestino invadido y
constantemente bombardeado por Israel desde esa fecha.
Cuando Jesús nació en Palestina hace 2,000 años
encontró a su compatriotas marginados por la religión judía y colonizados por
los romano. Para sacarlos de esta doble esclavitud, Jesús creó el movimiento
del Reino, conforme al proyecto de Dios dibujado en el Antiguo Testamento. Esto
le costó la vida en la cruz. Muchos de sus compatriotas dejaron de seguir la
religión judía y se hicieron cristianos.
En cuanto a la dominación romana, por las
constantes rebeliones, 4 legiones romanas tomaron la capital, Jerusalén, y
luego la quemaron destruyéndola totalmente. A partir de esa fecha, 135,
Palestina dejó de ser una región independiente y pasó a ser una provincia de
Siria. Muchos palestinos tanto judíos como cristianos salieron a otros países.
Luego por el siglo 7º, llegó a “Palestina” la invasión
musulmana, liderada por los seguidores de Mahoma. Después vinieron las
cruzadas, o sea, los ejércitos cristianos mandados por los papas en los siglos
12º y 13º, que se adueñaron de las ciudades dónde había vivido Jesús, en
particular Jerusalén.
En el siglo pasado los Ingleses ocuparon
“Palestina” donde convivían creyentes judíos, cristianos y musulmanes. Cuando
los ingleses salieron de Palestina en 1947, pactaron un acuerdo con un grupo de
judíos de extrema derecha denominado el “sionismo” El objetivo era
doble: que estos y otros Judíos regresaran en Palestina y para que Inglaterra y Estados unidos conservaran
el control del Medio Oriente. En 1947 la ONU decidió la partición en 2 de
Palestina para dar la mitad a un nuevo estado que reconocieron en seguida:
Israel. Y así fue, sin consultar a los Palestinos, sin reconocerlos como Estado
y en contra de parecer de los demás países árabes de la región. Cabe mencionar
que, para instalarse, Israel desalojó militarmente a 700,000 palestinos que
huyeron a otras regiones de Palestina o conformaron campos de refugiados en
países vecinos. Desde entonces Israel no dejó de conquistar nuevos territorios
palestinos, implantar urbanizaciones en el sector palestino, construir un muro
y hacer de Palestina el más grande centro de exterminio del planeta.
Bien se puede aplicar a los Palestinos lo que dice
el profeta Isaías: “Te tengo grabado en la palma de mi mano”, porque Dios es
siempre el defensor de los maltratados.
2. “TELETONTOS”, Pedro Pierre.
En estos días, ¡cuántas alabanzas y celebraciones
ha habido por el Día Internacional de los Derechos Humanos! ¿No será que cuánto
más hablamos de lo mismo es porque más lo olvidamos? Porque:
Es atropello a los derechos de las personas
especiales la teletón organizada recientemente en Guayaquil por el municipio,
porque sus derechos no se resuelven con limosnas ni obras de caridad.
Es atropello a los derechos humanos el arresto y
encarcelamiento, sin boleta de captura ni de allanamiento, de “los 10 de
Luluncoto”, porque se debe respetar los pasos legales: ¿no será que los policías
pasan a ser los delincuentes?
Es atropello a los derechos humanos el procesamiento
como terroristas para más de 200 dirigentes indígenas porque defienden sus
derechos contra los proyectos de muerte de la minería.
Es atropello a los derechos humanos querer erigir
en el malecón de Guayaquil un monumento a León Febrés Cordero, por la falta de
respeto a los muertos y desaparecidos por él durante su gobierno.
Es atropello a los derechos humanos tantas
propagandas navideñas que nos hace creer, comprar y asumir mentiras que nos
destruyen personal y colectivamente.
Es atropello a los derechos humanos querer
gobernar con la Biblia en la mano a la manera sin salida de los Estados
islamistas del Medio Oriente.
Es atropello a los derechos humanos y vergüenza
cínica otorgar el premio Nobel de la paz a la Unión Europea que desde décadas
bombardea países pobres y ahora reduce al hambre y a la miseria hasta la cuarta
parte de su propia población.
Es atropello a los derechos humanos mantener
cautivos, desde ya 6 meses por parte de Inglaterra, a Julián Assange en la
embajada de Ecuador en Londres porque nos les gusta a los Estados terroristas
que se denuncie sus fechorías mediante sus mismos escritos.
Es atropellos a los derechos humanos las
colonizaciones israelíes en los territorios palestinos y jordanos que siguen
con cinismo mortal a pesar de 64 condenaciones de la ONU.
Es atropello a los derechos humanos que 5 países
controlen e impidan las decisiones de la ONU que contradicen sus intereses
hegemónicos, y que se llenan la boca de palabras de paz cuando son los mayores
vendedores de armas del planeta. Etc. Etc.
Tenía razón Jesús cuando denunciaba: “Los que se
consideran jefes de las naciones actúan como dictadores y los mismos que las
oprimen se hacen llamar bienhechores”.
Despertemos porque “¡se equivoca el pez que cree
que el pescador viene a alimentarlo!”. No seamos “teletontos”…
- NUEVA ERA, Pedro Pierre.
Los sacerdotes mayas nos dicen que el 21 de diciembre será “un tiempo
favorable para el reordenamiento de la vida en el planeta”. ¡Buena noticia,
entonces! ¿Quién no ve que los tiempos están cambiando? ¿Y por qué el universo
no podría darnos una mano para vivir y convivir mejor si toda la creación somos
una sola unidad?
“El mundo está cambiando”. Nunca como antes hemos descubierto que
minerales, plantas, animales y seres humanos somos una sola, diversa y
progresiva expresión de la vida. Ahora proclamamos: “la Madre Tierra es sujeto
de dignidad y de derechos”. “Otro mundo es posible, necesario y urgente”. El
Pueblo de los Pobres no acepta más ser dominado, explotado, engañado,
asesinado.
Se está terminando la era agrícola después de unos 7,000 años de
desarrollo, sustituida por una era de tecnologías de punta, comunicaciones
ultra-rápidas y conocimientos que se desarrollan aceleradamente. Con el fin de
esta era agrícola se termina también la cultura a la que había dado forma.
Las religiones y las iglesias también han entrado en este torbellino y nos
logran responder a los nuevos desafíos. La mayoría de ellas piensa que es mejor
regresar al pasado y mantenerlo a toda costa. El resultado es desastroso: se
vacían de sus fieles; están en un proceso de desaparición o de minoría
inconsistentes. Las religiones y las iglesias desaparecen porque se
construyeron desde la cultura, los mitos, los símbolos, el arte, agrarios que
ya no hablan a las nuevas generaciones: son ruinas del pasado que no van a
revivir.
Al mismo tiempo, si lo viejo agoniza, lo nuevo está irrumpiendo. Si las religiones
y las iglesias desaparecen, la espiritualidad busca nuevas expresiones, nuevos
símbolos y nuevos ritos acordes a los tiempos de hoy. La Iglesia de los Pobres
abre nuevos caminos al cristianismo, las religiones indígenas menos
institucionalizadas ofrecen nuevas oportunidades: es la hora del pluralismo
religioso que nos permite discernir y enriquecernos para encontrar las nuevas
formas y expresiones que va a tomar la espiritualidad para los tiempos de hoy.
Como en tiempos del apóstol Pablo, cuando el acontecimiento de Jesús de
Nazaret marcaba el comienzo de nuevos tiempos para Europa, podemos repetir: “la
creación gime y sufre dolores de parto”.
Abrámonos esperanzadamente a la metamorfosis de nuestro mundo -el agrario-,
ayudándonos en comunidades vivas, a discernir e inventar nuevas y válidas
expresiones de la gran espiritualidad escondida en cada una y cada uno de
nosotros.
- ÉRASE UNA VEZ… Pedro Pierre
Erase una vez una campesina que
todas las mañanas llevaba dos baldes de agua para dar de beber a tres borregos
y dos chivas. Uno de los baldes era viejito y perdía parte del agua que
transportaba. Por este motivo el balde roto se sentía triste y desanimado. Un
día decidió confiarse a su dueña. Le dijo: “Desde meses me estás utilizando y
sabes que no estoy guardando el agua como debería ser. Me siento mal porque no
respondo a la obligación que es la mía”. Tranquila la campesina le respondió:
“No te preocupes. Más bien te agradezco. ¿No te has fijado que, por tu lado, el
borde del camino que recorremos cada mañana está lleno de flores justamente por
el agua que dejas perder? Cada día las estás regando: ¡mira cómo están
bellas!”.
El balde roto somos nosotros, los
que pensamos que somos llenos de fallas e incapaces de cumplir a cabalidad los
servicios a los que hemos sido llamados por el mero hecho de existir. Tal vez
soñamos que tenemos que ser grandes personajes que realicen obras maravillosas.
Mirémonos con realismo: no somos grandes personajes ni nunca vamos a realizar
obras maravillosas. Pero si sabemos prestar pequeños servicios: de esta manera,
sin darnos cuenta, estamos sembrando vida y alegría en el camino que nos ha
tocado transitar.
Navidad nos da un gran mensaje de
esperanza que confirma la grandeza de las pequeñas cosas. En Jesús, Dios no
vino en triunfador, todo lo contrario: ¿quién es más débil que un recién
nacido? Dios no vino omnipotente ni todopoderoso: en Jesús nació en una
pesebrera en una gruta del campo de Belén sin más testigos que unos pastores
sorprendidos. El mensaje navideño de esperanza es que Dios se hizo el más
pequeño para que nadie se sienta marginado e incapaz de participar de la
construcción del Reino.
San Pablo lo captó muy bien al
escribir a los Corintios: “Dios eligió lo que el mundo considera inútil para
avergonzar a los sabios y ha tomado lo que es débil para confundir lo que es
fuerte. Dios ha elegido lo que es común y despreciado en este mundo, lo que es
nada para reducir a la nada lo que es”.
Olvidémonos de los regalos, de
las cenas navideñas, de los árboles llenos de miles de luces. Olvidémonos del
papanoel gordote y metiche que sustituye al niño de la pesebrera. Entendamos el
verdadero sentido de la Navidad: Dios vivo en los fracasos de los pequeños.
Muchas cosas en nuestro mundo caminan patas arriba y a veces nos pasa anosotros.
Pero Dios se ha hecho niño, se hecho pesebre, se ha hecho pueblo llano.