sábado, 22 de abril de 2023

Mis artículos de marzo de 2023

 ARTÍCULOS DE MARZO

1.      Lo hicieron ceniza… a Eduardo Mendúa, indígena cofán defensor de la Amazonía.

2.      Caminos de esperanza… a fortalecer.

3.      Papa Francisco: 10 años de primavera eclesial… por la transformación eclesial y social.

4.      ‘Ubuntu’: Es ser yo a través de los demás… porque nos construimos juntos.

5.      ‘El neoliberalismo nos mata’… porque vive de la corrupción y de la violencia.

1.      LO HICIERON CENIZA… Pedro Pierre

               Quiero hablar del asesinato de Eduardo Mendúa, ocurrido este pasado domingo 26 de febrero en la parroquia Dureno de la provincia de Sucumbíos. Era jefe y chamán de la nacionalidad cofán, de la Amazonía ecuatoriana. Regresaba de su chacra cuando 2 hombre encapuchados le dispararon en varias ocasiones dejándolo muerto en el instante. Los días anteriores había participado en una reunión de la dirigencia de la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador) en Quito. Era miembro del Frente de Defensa de la Amazonía y también líder y luchador social, dirigente de las relaciones internacionales de las CONAIE, defensor de los territorios ancestrales y de la naturaleza, al frente de la Defensa Territorial junto a la guardia indígena comunitaria en medio del conflicto con la empresa PetroEcuador.

               Los Cofanes son una de las 5 nacionalidades indígenas de la provincia amazónica de Sucumbíos. Son invadidos y destruidos por los mestizos de otras provincias ecuatorianas que van a colonizar la Amazonía o a trabajar en las empresas mineras, petroleras, madereras y turísticas, donde desarrollan actividades altamente contaminantes y destructoras de la naturaleza y de los Pueblos amazónicos. Los Cofanes están establecidos también en Colombia. Se calcula que, en Ecuador, sobreviven unas 3,000 personas.

               En la reunión de Quito Eduardo Mendúa reconoció que había recibido amenazas de muerte por defender a su gente. Allí denunció la destrucción de la naturaleza, la contaminación ambiental, las enfermedades ocasionadas por los derrames de petróleo, el robo de las riquezas naturales, la destrucción de la organización y la vida de las comunidades cofanes. Ya uno de sus hermanos ha sido asesinado por las mismas razones. Por todo el país, de Tulcán a Loja y de la Costa a la Amazonía, los indígenas denuncian las consecuencias desastrosas de la explotación minera promovida por los gobiernos, la mayoría sin el consentimiento de la Comunidades invadidas, pero sí, protegida por policías y militares. “El gobierno prefiere defender a las mineras y petroleras saqueadoras de nuestras riquezas y destructoras de nuestros pueblos en vez de proteger a los ecuatorianos”, decía Eduardo Mendúa en Quito hace pocos días.

               ¿Cuántos daños y asesinatos serán necesarios para parar la maldición del petróleo y otras empresas asesinas? Las condenas del asesinado de Eduardo provienen de todas partes al nivel nacional e internacional: grupos de Derechos Humanos, Nacionalidades Indígenas de Abya Yala, defensores del Medio Ambientes, grupos cristianos comprometidos con los Indígenas, asociaciones de solidaridad con los pueblos amazónicos… Su asesinato es un ataque vergonzoso a los Indígenas La CONAIE acaba de mostrar del dedo la empresa PetroEcuador y el actual gobierno que promueven tales políticas petroleras altamente destructoras. Más, asesinaron a un chamán: no respetaron el carácter sagrado de su función. Buscan destruir la resistencia indígena con el irrespeto de sus derechos, su religión y su cosmovisión. Buscan también desvirtuar la lucha de todos los hombres y mujeres valientes que defendemos los derechos de la naturaleza y de los pueblos indígenas. ¿Sabremos algún día, a pesar de la actual justicia corrupta que tenemos, quién o quiénes son los que pagaron a los 2 sicarios? ¿Sabremos algún día quienes fueron los autores intelectuales de este horrible crimen que grita al cielo?

               Es larga la lista de los indígenas asesinados por nuestros gobiernos desde Lázaro Condo y Cristóbal Pajuña en 1974 en el páramo de Toctezinín de la provincia de Chimborazo hasta las dos decenas de muertos por los levantamientos indígenas de los últimos años. El asesinato de Eduardo Mendúa se asemeja al que ocurrió en contra de monseñor Oscar Romero en El Salvador en 1980 cuando defendía a su pueblo contra las matanzas indiscriminadas del ejército nacional. Continúa impune la perversidad del sistema neoliberal y de los que lo promueven en nuestro país, que no dudan en asesinar para aumentar sus ganancias y su corrupción.

               A Eduardo Mendúa “lo hicieron ceniza”, tal como pasó con un tal Jesús de Nazaret que defendía a los pobres de su tiempo contra las autoridades corruptos y los invasores romanos. En este tiempo de Cuaresma, los católicos nos preparamos a conmemorar la pasión y la muerte de Jesús, crucificado por ambición desenfrenada de poder, dinero y prestigio. ¿Sabremos reconocer en Eduardo un mártir más de los poderosos y sus cómplices de los tiempos actuales? Buscamos ‘santos’ que nos protejan… ¿Sabremos invocar a san Eduardo de los Cofanes para que nos proteja de los dueños del capital y de la maldad organizada? “No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos”: la frase de Jesús se aplica a Eduardo Mendúa en toda su dimensión humana y espiritual.

               Otra frase de Jesús también se aplica a él y a nosotros: “Si el grano de trigo no cae en tierra y no muere, no produce frutos”. Eduardo es ese grano de trigo o de maíz muerto y enterrado cuya sangre purifica y fecunda la tierra ecuatoriana. Nosotros debemos ser los frutos de este ejemplo y sacrificio. Homenajear a Eduardo Mendúa es comprometernos a continuar su lucha para que él resucite en nosotros y en el pueblo ecuatoriano, preñado de días mejor para todas y todos sus hijos.

               ¡Vives para siempre, Eduardo Mendúa: nos inclinamos, reverentes, ante ti por tu luminoso testimonio! Danos valor para de seguir tu ejemplo singular lleno de valentía y dignidad.

2.      CAMINOS DE ESPERANZA, Pedro Pierre

               Luego de la traición del ex presidente Moreno, apoyado por 29 asambleístas, y de la pandemia neoliberal organizada por el FMI (Fondo Monetario Internacional), vino la pandemia del COVID que sembró decenas de miles de muertes entre la población indefensa, la indolencia culpable del gobierno y la corrupción campante en la adquisición y la venta de las vacunas. Esta situación fue prolongada por el gobierno de Guillermo Lasso con la complicidad de los grandes medios de comunicación comerciales.

               Pero el resultado de las últimas elecciones fue como un terremoto: El gobierno perdió la consulta con una goleada de 8 a 0. Los partidos progresistas del la Revolución Ciudadana y de Pachakutik lograron un sinnúmero de prefecturas y alcaldías, como también la elección de la mayoría de los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) que la derecha quería eliminar. El panorama político cambió, poniéndose en contra de las políticas neoliberales y de la corrupción y manipulación del gobierno y de sus instituciones. Para darse un baño de buena conducta, de un lado, la embajada norteamericana permitió las denuncias de corrupción del actual gobierno y de su entorno cercana. Por otro lado, la fiscalía del Estado sorpresivamente anunció, 5 años después de las denuncias, que aceptaba el enjuiciamiento del gobierno de Lenin Morena y de su círculo familia por corrupción generalizada. En fin, los asambleístas, masivamente con 104 votos, dan paso a la admisibilidad del juicio político del presidente Lasso.

               De estas maneras, la votación del 5 de febrero abre nuevos caminos de esperanza se están abriendo para un cambio de rumbo en la política nacional, al gran dan de los medios de comunicación neoliberales que callan o distorsionan estas novedades. ¿Qué pasó y qué va a pasar?

               La mayoría de los ecuatorianos no olvidamos que “antes estábamos mejor” y que se nos robó y descartó la decisión de continuar con un gobierno progresista y su década ganada. Tampoco se asumió la incesante compaña de mentiras y de odio. No se creyó en las ilusorias promesas de una nueva consulta mañosa y se optó para exigir un cambio de rumbo y el emprendimiento de caminos nuevas para el país. Los militantes de la Revolución Ciudadana y de Pachakutik hicieron una campaña de despertar, haciendo conciencia que ‘sí, podemos cambiar’ e influir en la orientación de las políticas catastróficas de la derecha. Dejamos ‘en la lona’ un gobierno inepto, los partidos que lo apoyan y se benefician de sus favores, como también los grandes medios de comunicación con sus falacias constantes.

               En esta última campaña electoral, los movimientos sociales demostraron que no eran muertos ni habían desaparecido, sino que trabajaron para explicar y motivar a los ciudadanos que “podemos cambiar”: “En el voto esta nuestra fuerza y nuestro derecho a ser escuchados” – “¡Podemos ganar!”. Decenas de miles de ciudadanos utilizaron las redes sociales para explicar el engaño de la consulta y la necesidad de volver a ser un ‘País Soberano’ en el camino del ‘Bien Vivir y Convivir’: “¡Otro Ecuador es posible, urgente y necesario!”

               Las últimas elecciones implican sobre todo la necesidad de confirmar en la práctica la dirección indicada, sin esperar que otros hagan el trabajo en vez nuestra. La dirección correcta se emprenderá y se fortalecerá en la medida en que seguiremos controlándola y fomentándola. Son nuestra organización y nuestras voces que exigirán que se cumpla lo que hemos expresado en las urnas. El camino de esperanza no se torcerá ni se desvirtuará si seguimos vigilantes y participativos, porque “somos los mandantes”.

               La gran novedad de estas elecciones es que se eligió gente joven entre la cual hay muchas mujeres, pero sobre todo se demostró que los cambios tienen que venir de las bases y no de las cúpulas: “El cambio somos nosotros”, y también “el poder somos nosotros” … Los partidos políticos y sus líderes no van primeros, sino los ciudadanos organizados en movimientos sociales y organizaciones populares: los partidos son las manos que obedecen a las cabezas ciudadanas más conscientes y unidas en sus múltiples colectivos vivos, pensantes, claros y esperanzados.

               Para los cristianos, el libro del Apocalipsis es el libro de la esperanza. Mediante imágenes simbólicas, este libro nos habla de 2 bestias terribles que terminan derrotadas. La primera bestia lleva el número 666 que a la vez escondía y revelaba, para los cristianos de ese tiempo, el nombre del emperador Nerón. Este no quería que ganaran espacio las Comunidades cristianas decididas a vivir la fraternidad y el compartir equitativo en nombre del Dios de Jesús de Nazaret. En cuanto a la segunda bestia, ésta era la ideología que llevaba adelante el emperador romano: “Yo soy el hijo de dios y la encarnación de la divinidad: Mis órdenes son órdenes divinas”.

               Hoy siguen vivas estas 2 bestias con la economía de mercado, divinizada por su ideología neoliberal. Hemos herido de muerte estas 2 bestias, pero su agonía va a perdurar si nos descuidamos y no nos constituimos en protagonistas del país que queremos y hemos comenzado a construir. “La esperanza es nuestra gestación”: Está por nacer y crecer desde nuestras luchas y organizaciones. Como ayer y anteayer, Dios apoya esta esperanza certera.

3.      PAPA FRANCISCO: 10 AÑOS DE PRIMAVERA ECLESIAL, Pedro Pierre

               El 13 de marzo pasado se cumplió 10 años del papa Francisco a la cabeza de la Iglesia católica. Después de más de 30 años de invierno eclesial con los 2 papas anteriores, amaneció una nueva primavera de la Iglesia. El papa Francisco, para los europeos “venido del otro lado del mundo”, traja la frescura y la novedad de las Iglesias latinoamericanas. Desde su primera aparición en la ventana de la basílica san Pedro del Vaticano, aparecieron 3 novedades. Empezó saludando a la gente que había acudido a la gran plaza para felicitarlo. Simplemente dijo: “¡Buenas noches!”, sorprendiendo a varias decenas de miles de oyentes que, por primera vez, los ovacionaron por estas palabras de cercanía. Luego explicó el papa para qué sentía que había sido nombrado papa: “Quiero una Iglesia pobre para los pobres”. Era la voz de la Iglesia latinoamericana que se hacía escuchar y que hacía escuchar la voz de Jesús y la Buena Nueva del Evangelio. Finalmente terminó diciendo: “Recen por mí”, palabras que no cesará de repetir. Así manifestaba que todas y todos en la Iglesia estamos unidos en la sencillez y la claridad mediante la oración para cumplir con la misión de nuestro bautismo: hacer acontecer el Reino de Dios. Ya había comenzado una nueva manera de ser papa y de ser Iglesia.

               También llamó la atención el nombre que eligió como papa: ‘Francisco’… recordando a san Francisco de Asís, del siglo 13, que, por su opción por la pobreza, la fraternidad y la cercanía a la naturaleza, transformó la Iglesia de su tiempo. Dicen que fue un cardenal brasileño quien le dijo al momento de ser elegido papa: “¡No te olvides de los pobres!” Para no ‘olvidarse’ de ellos, el cardenal argentino Jorge Bergoglio tomó el nombre de Francisco.

               Para confirmar esta opción por los pobres, poco después hizo su primer viaje fuera del Vaticano a Lampedusa, la isla del sur de Italia, la más cerca de África a 1.111 kilómetros. Es ‘la Puerta de Europa’ para los miles de migrantes que no naufragan en el cementerio del mar Mediterráneo cuando vienen de Libia en África. “Lampedusa es la voz de Dios para el mundo” … para derribar “la cultura de la indiferencia y la insolidaridad”. De esta manera, el papa Francisco marcaba su decidida ‘opción por los pobres’ a la manera de Jesús, opción que es la marca de su pontificado.

               En sus palabras y en sus actitudes, el papa Francisco no ha dejado de denunciar, como ningún papa anterior, la perversidad del sistema neoliberal vigente al nivel mundial que ‘hace a los ricos y a los países ricos más ricos a costa de los pobres y los países pobres que se vuelven más empobrecidos’, origen mayor de las migraciones. Al mismo tiempo, llama a los cristianos y a los hombres y mujeres de buena voluntad a implicarse en la política para transformar las estructuras y los gobiernos neoliberales: “Frente a una economía de muerte, construyamos una economía samaritana”. Su carta encíclica “Todos somos hermanos y hermanos” nos interpela para construir ‘la civilización del compartir equitativo’ con mira a ‘la hermandad universal mediante la fraternidad sin frontera, la amistad social y el amor político, inspirándonos en la espiritualidad de la parábola del Buen Samaritano’.

               El papa Francisco ha pasado a ser un referente mundial, también por su defensa del medio ambiente y sus denuncias el saqueo de la naturaleza en particular en África. En su recién viaje al Congo denunció el 'colonialismo económico' de los países más ricos: "No toquen la República Democrática del Congo, no toquen el África. Dejen de asfixiarla". En otra oportunidad lanzó: “América Latina debe liberarse de imperialismos explotadores”. Además, el papa Francisco se ha hecho el heraldo de la paz en Ucrania, denunciando “los ladridos de la OTAN (Organización militar del Tratado del Atlántico Norte) a las puertas de Rusia… ¡No hay ninguna guerra justa! … Detrás de las guerras está la industria armamentística, esto es diabólico”.

               Al nivel interno de la Iglesia católica, el papa Francisco busca una transformación radical, en particular por la plaga de la criminal pedofilia entre el clero católico: “El fracaso de la Iglesia no es producto del secularismo, sino de su alejamiento del Pueblo de Dios como respuesta al secularismo. Una Iglesia abusiva es una Iglesia elitista y clericalista, incapaz de estar cerca del pueblo de Dios”. Por eso promueve una reforma estructural de la Curia Vaticana y al nivel de todas las Iglesias: la ‘sinodalidad’, es decir, más democracia, más igualdad y mayor responsabilidad de todos los bautizados. Los católicos alemanes son los más decididos para promover cambios eclesiales: "Las estructuras de poder monárquicas, el clericalismo masculino, el celibato obligatorio, la rígida moral sexual y numerosas fijaciones dogmáticas no forman parte del mensaje bíblico de salvación, sino que, como reliquias del ‘congelador’ de la historia de la Iglesia, bloquean el camino al Evangelio para innumerables personas" El papa insiste: “La sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”. También es muy claro con sus opositores: "El tradicionalismo es la fe muerta de los vivos".

               Recientemente ha expresado sus “3 sueños actuales para la Iglesia, los gobiernos y la humanidad: fraternidad, llanto, sonrisa... Fraternidad humana, porque todos somos hermanos. Aprendamos a llorar y sonreír: cuando una persona no tiene miedo de llorar y sonreír, es una persona que tiene los pies en el suelo y la mirada en el horizonte del futuro. Si uno se olvida de llorar, algo va mal. Y si uno se olvida de sonreír, es aún peor”.

               Para terminar, quedémonos con su mensaje de Cuaresma: "Un tiempo para volver a lo esencial: El tiempo favorable para reavivar nuestras relaciones con Dios y con los demás, para abrirnos en el silencio a la oración y a salir del baluarte de nuestro yo cerrado, para romper las cadenas del individualismo y redescubrir, por el encuentro y la escucha, quién es el que camina a nuestro lado cada día, y volver a aprender a amarlo como hermano o hermana".  

4.      ‘UBUNTU’ ES SER YO A TRAVÉS DE LOS DEMÁS, Pedro Pierre

               Nos morimos por el individualismo, la indiferencia, la soledad, el peso de los días. Eso es la cultura o más bien la anticultura del occidente capitalista que lleva a la competencia, la división, la violencia y la corrupción. Es un modelo que permea toda la sociedad. Por eso las clases medias se olvidan de la clase pobre de dónde provienen. Y muchos pobres sueñan con ser ricos… Hemos perdido el sentido de la dignidad por el individualismo perverso que se aprende en la familia, la educación escolar, las Iglesias, la profesión, la TV, el celular. Y nos morimos en vida. Vivimos como zombis, sin saber quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos.

               Estamos en el descalabro mundial de las desigualdades, el saqueo, las imposiciones económicas y políticas, las guerras, la destrucción de la vida humana y del planeta. Por eso las nuevas generaciones desconfían de un sistema capitalista que no les da ni seguridad, ni esperanza, ni empleo. Buscan y emprenden otros caminos. Por eso el papa Francisco interpela a los jóvenes: “¡Haga líos en la Iglesia y la sociedad! … No pierdan nunca la valentía de soñar y de vivir en grande… Sean sembradores de fraternidad y serán cosechadores de futuro, porque el mundo sólo tendrá futuro en la fraternidad".

               Las culturas indígenas son en este momento alternativas de sociedad. Ya la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador) lo proclamaron en 1994, cuando presentaron su primer proyecto de sociedad nacional basado en la cosmovisión del Bien Vivir y Convivir. La gran diferencia con el Occidente capitalista es el sentido de Comunidad, primera sobre las personas y a su servicio. La revolución francesa que marca el comienzo de los tiempos modernos para Europa y Estados Unidos, se basó en el individualismo de su lema: “Libertad, igualdad y fraternidad”. De allí nacieron los derechos individualistas del hombre y del ciudadano, que inspiran la actual declaración occidental de “los derechos del hombre” de la ONU (Organización de las Naciones Unidas). El camino a los derechos humanos son los deberes esenciales que proclaman los Indígenas: “No mentir, no ser ocioso y no robar”. En caso contrario se destruye la Comunidad. El individualismo. el racismo y el complejo de superioridad del hombre blanco no impiden ir a lo esencial de nuestras raíces: la Comunidad es primera y al servicio de todos.

               De los pueblos pobres de África donde hemos nacido hace unos 350.000 años, nos viene más o menos el mismo mensaje. Se trata del principio llamado “Ubuntu” que puede traducirse como: “Soy quien soy a través de los otros”. La relación comunitaria es esencial para desarrollarnos como seres verdaderamente humanos. De no ser así volvemos a nuestras raíces de animal violento y sanguinario, al punto que podemos decir de muchos: “El hombre es un lobo para el hombre”.

               Recién leí un lindo artículo sobre este principio africano: “Ubuntu: el alma solidaria de África”. ¡Que calificación tan bonita! Contaba la historia de un europeo que quiso regalar un canasto lleno de alimentos a un grupo de niños africanos: Lo había puesto a cierta distancia para aquel que llegara primero adónde él. Sorpresivamente, los niños se dieron la mano y llegaron juntos adónde el canasto. Eso fue la vergüenza y la lección para el hombre blanco: “Comemos todos juntos, porque todos ganamos la carrera y juntos disfrutamos los alimentos del canasto”.

               Desenterremos nuestras raíces africanas, indígenas y humanas. Nos damos cuenta ahora hasta dónde llega la podredumbre del actual gobierno neoliberal y de aquel que lo precedió cuyos parientes están enjuiciados con él. Ya ha pasado el tiempo de los gobernantes salvadores de la patria, tal cómo se escribió hace unos años: “Álvaro, ¡sálvanos!” Las últimas elecciones nos demuestran que, organizados y valientes, podemos decir a nuestros gobernantes, legisladores, jueces y demás corruptela capitalista: “¡Ya basta!” Se trata ahora de profundizar en esta capacidad colectiva de orientar y decidir nuestro destino: Las organizaciones populares, sociales, sindicales son los mandantes de los partidos y movimientos políticos. Esa es la gran lección de las últimas elecciones. Juntos hacemos mejor las cosas. Hemos retomado el camino del alma humana: la Comunidad es primera, nos hacemos humanos a través de los demás, somos los artesanos del Bien Vivir y Convivir nacional que necesitamos.

               ¡Ahora, lo sabemos! El desafío es seguir poniéndolo en práctica juntos. Hemos comenzado, hay que continuar… con acciones cotidianas, tal como lo dice la poetisa chilena Gabriela Mistral: "Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú. Sé tú el que aparta la piedra del camino". De esta manera nos estamos constituyendo mejores seres humanos y por lo mismo mejor ciudadanos, porque “el poder está en nuestras manos” … Así lo quiso Dios, que nos ha hecho a ‘su imagen y semejanza’.

               ¡Que los jóvenes, apoyados por nosotros los adultos, se sientan capacitados para esta tarea!: Renovar radicalmente la sociedad, porque es su tarea ineludible inscrita en su ADN. La joven sueca Greta Thunberg, activista climática, es un ejemplo vivo de esto. Acaba de ser galardonada como Doctora ‘Honoris Causa’ por la facultad de Teología de la capital de Finlandia, Helsinki, que resalta "su trabajo inflexible y coherente por el futuro de nuestro planeta" en defensa de la casa común.

5.      EL NEOLIBERALISMO NO MATA, Pedro Pierre

               No se cansa de repetirlo el papa Francisco: “Este sistema nos mata… porque es terrorista.  Detrás de las guerras está la industria armamentística, esto es diabólico. Que las grandes potencias dejen de ahogar y saquear a África. El mundo está dirigido por el supuesto determinismo de una economía sin ética, sin Dios, sin dignidad humana …” El papa pone el dedo en la llaga de nuestras desgracias y tocar los privilegios de los poderosos y la ceguera de los que buscan sólo su bienestar individualista. Por eso cada vez menos los grandes medios de comunicación no dan al papa el lugar que se merece al nivel internacional. Lo mismo pasa en nuestra Iglesia católica: Es silenciado, criticado y calumniado por los tradicionalistas de siempre y los menos tradicionalistas que buscan en su poder clerical privilegios y tranquilidad.

               La conocida y respetada organización internacional de defensa de los Derechos Humanos, Amnisty Internacional, con sede en Inglaterra, acaba de publicar su informe anual sobre la situación de estos derechos al nivel internacional. Sigue la situación de 153 países sobre 191 que cuenta nuestro planeta. Denuncia la destrucción de Ucrania y la falta de decisión de parte de los gobiernos de Estados Unidos y Europa para lograr la paz. Señala “el doble rasero de los Estados occidentales que se han levantado contra la ofensiva rusa mientras hacen la vista gorda ante graves violaciones de derechos humanos en otros lugares del mundo, o incluso han sido cómplices”. Nombra en particular al Estado de Israel resaltando que “2022 fue el año más mortífero desde 2006: En lugar de exigir el fin del sistema de apartheid vigente en Israel, muchos gobiernos occidentales han preferido atacar a quienes lo denuncian".

               Frente a la catástrofe de las migraciones masivas hacia Europa, Amnisty Internacional reconoce el esfuerzo hecho para acoger a los ucranianos que huyen de su país. Pero lamenta que no pase lo mismo con los que provienen de Medio Oriente y de África, en particular de Libia, Siria o Afganistán que se mueren por centenas ahogados en el mar Mediterráneo, negándoles poder acostar en algún puerto de Europa. “Los Estados no pueden criticar estas violaciones un día y al siguiente tolerar actos similares en otros países sólo porque sus intereses están en juego”.

               Por otra parte, Amnisty Internacional denuncia las violencias sistemáticas y excesivas de la policía y el ejército contra los manifestantes de 85 países del planeta que reclaman pacíficamente por sus derechos: Perú es uno de ellos. Estos últimos días hemos visto estas violencias por parte de policías franceses… La organización lamenta el abandono de Haití a su triste suerte de miseria y violencia generalizadas mientras no se sabe si existe un gobierno constituido…

               Esta violencia generalizada de los gobiernos contra su población nos demuestra que estos defienden un sistema perverso que la gran mayoría de los ciudadanos del mundo rechaza porque los empobrece, los condena al desempleo, les niegan la salud y la educación y por encima los mata cuando protestan legítimamente. Es ahora evidente que el sistema neoliberal es de lo más perverso: lo vemos en Perú, en Ecuador y en Guatemala contra los Indígenas cuya población es mayoritaria en ese país. Lo hemos visto en Brasil con Bolsonaro, en Honduras, en Colombia. Y Chile no cesa de perseguir y marginar a los Mapuches.

               El sistema neoliberal no va más… pero preferimos nuestro pequeño bienestar individual y material que nos aporta. Nos hace cómplices de este sistema que destruye mental y socialmente. Cerramos los ojos sobre la corrupción y participamos de ella, sin darnos cuenta que el neoliberalismo sobrevive y crece por nuestra indiferencia y nuestra insolidaridad. El sistema neoliberal se beneficia del comercio de la droga y de la violencia que genera. Los bancos se enriquecen extraordinariamente del dinero del negocio de las drogas, la trata de personas, la corrupción, las cuevas de ladrones que son los paraísos fiscales y la venta de armas.

               En vano nos aconseja la Biblia: “No te hagas amigo de uno más fuerte y más rico que tú. Juntarías un cántaro de arcilla y una olla de fierro. El uno golpearía a la otra y la quebraría”, dice el libro de Sirácides. O “El pan que mendigan es la vida de los pobres; el que se lo quita es un asesino. Mata a su prójimo el que le quita los medios para sobrevivir; retener el salario de un trabajador es lo mismo que derramar su sangre.” San Pablo escribe a su amigo Timoteo: “El origen de todos los males es la codicia del dinero”. Y Jesús nos orienta sabiamente al decirnos como utilizar correctamente nuestro dinero: “Con ese maldito dinero, háganse amigos”… ¡Cuánto tiempo más tendremos de sufrir y lamentarnos para entender estas cosas y decidirnos a cambiar: cambiarnos y cambiar este maldito sistema neoliberal! … porque ‘no es el pan que hace falta, sino la voluntad de compartirlo juntos’.