miércoles, 2 de noviembre de 2022

Artículos de octubre

 ARTÍCULOS DE OCTUBRE

Estimad@s amig@s y compañer@s de camino, buenos días.

 

HE AQUÍ MIS ARTÍCULOS DEL MES DE OCTUBRE:

-        Crímenes de Estado y Estado fallido… o la corrupción fomentada por nuestras máximas autoridades.

-        “Sólo hay 2 absolutos: Dios y los pobres” … Si olvidamos a los pobres fortalecemos el caos actual.

-        Se encendió la campaña electoral… con las guerras de los carteles y de las redes sociales,

-        1 contra 99… Es la realidad nacional: el 1% de los ricos empobrecen el resto de la población.

-        Satanás o Diablo… ¡no tan malo!... si miramos a Job y a Jesús.

 

COMO DOCUMENTO COMPLEMENTARIO, les envío unas reflexiones sobre cómo funciona la “Organización de un país”, aplicando a Ecuador. He aquí el Índice:

 Introducción: Organización social con la imagen del Árbol del Reino.

1ª parte: Presentación detallada de los 4 aspectos de la organización social

1.     La organización económica de nuestro país.

2.     La organización política de nuestro país.

3.     La organización ideológica de nuestro país.

4.     La organización ecológica de nuestro país.

2ª parte: Textos bíblicos que iluminan la organización económica, política, ideológica y ecológica.

3ª parte: Textos del papa Francisco sobre la economía, la política, la ideología y la ecología.

4ª parte: Experiencias de una nueva organización económica, política, ideológica y ecológica.

Conclusión: La Sinodalidad.

Anexo: Análisis de la realidad nacional en lo económico, político, socio-cultural, ecológico y eclesial.

 

Que esto les ayude para analizar las próximas elecciones nacionales...

¡Buena lectura!

Abrazo fraterno,

Pedro.

 

----------------------------------------------------

1.      CRÍMENES DE ESTADO Y ESTADO FALLIDO, Pedro Pierre

Tales son, lastimosamente, los calificativos de los títulos de la prensa internacional sobre el Ecuador. La cadena televisiva norteamericana CNN, especializada en las mentiras, se mofa del presidente Lasso, invitándolo a ‘poner orden en casa antes de pedir ayuda internacional’. Estos medios internacionales denuncian los depósitos fiscales de nuestras mayores autoridades nacionales mientras tanto en nuestro país no pasa nada, más bien van tapando tales noticias o se hacen de la vista gorda. En 5 años hemos retrocedido a 30 años atrás: somos campeones en el aumento de la pobreza, el desempleo, la violencia callejera, la corrupción, el saqueo del país con la colaboración eficaces de las mal llamadas élites nacionales que se hacen cómplices indolentes del neoliberalismo internacional que arrasa con nuestro país.

Ya van a ser 2 semanas que Ecuador es noticia nacional e internacional por el asesinato en manos de un teniente policial responsable de la mayor Escuela de Formación de la Policía del país, asesino de su misma esposa con la complicidad de los demás oficiales y cadetes. Recién se ha encontrado el cadáver mutilado de María Belén Bernal, mientras él está prófugo gracias a la ausencia de pronunciamiento de las autoridades judiciales. En Guayaquil se asesina diariamente, al modo sicariato, fiscales, jueces y gentes de a pie involucradas en el tráfico de droga, mientras tanto se denuncia a 3 policías de Quevedo entrando armas y municiones en la cárcel para entregarlas a los delincuentes presos.

Hoy, 28 de septiembre, se cumple un año del asesinato de un centenar de presos en la Penitencería del Litoral de Guayaquil con la complicidad de la policía. Al nivel nacional, en un año llegan a 500 los presos asesinados en las cárceles del país: ¡Otro récord Guinness al nivel internacional!  Los familiares de este centenar de presos, en un sentido acto religioso, recordaban el funeste aniversario en el cementerio del suburbio donde están enterrados, porque eran sus hijos y sus nietos, sus compañeros o esposos, sus hermanos… todos jóvenes cruzando los 20 años. “Si algún día visitas mi tumba, no llores: Imagina que estoy durmiendo y que te visitaré con el alma. Te abrazaré con el viento, te besaré con la lluvia, cantaré para ti en silencio. Nunca pienses que me he ido.”

¡Cómo nos recordar otros crímenes de Estado en manos de la policía como el de la maestra Consuelo Benavides, socióloga y defensora de los derechos humanos, en 1985, y el de los hermanos Restrepo Pedro y Carlos en 1988, cuyos cadáveres siguen desaparecidos desde los años mortales del socialcristiano León Febrés Cordero!

Claro, para disculparse, echan la culpa para tapar sus propios crímenes, como es de moda desde 5 años, al gobierno de la Revolución Ciudadana que habría generalizado el negocio de la droga. Desde 5 años este mismo sistema neoliberal necesita, para mantenerse y fortalecerse, que la droga se reparta por todas partes, en particular en los colegios, para destruir a los jóvenes y hacer que se maten entre sí, gracias a la corrupción de la policía. Desde 5 años se lamenta la muerte de jóvenes, se decomisa toneladas de drogas, pero siguen tranquilos los grandes proveedores de frogas y los traficantes nacionales que son partes de la misma mal llamada élite nacional. Desde 5 años se desbarata, primero con el ex presidente Moreno, el Estado nacional para, ahora, saquear sus recursos y esconderlos en paraísos fiscales. Por eso, desde 5 años, los hospitales están sin medicamentos ni aparatos especializados ni suficiente médicos; las escuelas, colegios y universidades están sin presupuesto ni el personal necesario; hasta se quiere desaparecer las Institutos superiores de investigación y las becas estudiantiles para que los pobres no puedan demostrar que son tan inteligentes y valiosos como los hijos de los ricos… siguiendo echando maliciosamente la culpa a Rafael Correa que llenó el país de centros de educación y de salud, y de carreteras de primer orden… Eso se llama un ‘Estado fallido’, vergüenza internacional cuando, hace 5 años, éramos reconocidos como un país pujante, orgullosos de ser ecuatorianos, felices de ver regresar a los migrantes. Hoy los ecuatorianos vuelven a salir en masa del país: ¡Faltan pasaportes!... porque el desempleo llega al 70% ¡Campeones, nuevamente!

En este país desierto de esperanza y de posibilidades, son pocos los colectivos que luchan para derribar este sistema de inequidad y de muerte. Están los Indígenas, con la CONAIE (Confederación de la Nacionalidades Indígenas del Ecuador) que se busca desprestigiar de mil maneras tanto en el gobierno como en los grandes medios de comunicación. Están los grupos de mujeres que, a imagen de Elizabet Otavalo, madre de la asesinada Ana Belén Bernal, alzan la voz y el puño para que no muera “ni una más” y que se respete sus derechos. Están los grupos de Derechos Humanos que necesitan de los organismos internacionales para que se repercute su voz y la verdad de sus denuncias. Están los grupos de solidaridad que dan de su tiempo, de su vida y de su dinero para que haya más compartir y fraternidad en nuestro bello país. Estamos también todas y todos los que buscamos aportar nuestro granito de arena para reconstruir un país en la dignidad y la equidad, donde se pueda vivir y convivir más armoniosamente, participar y crear conciencia, donde los niños y los adolescentes puedan reír y sonreír frente un futuro esperanzado.

¡Entonces se habrá enterrado el hambre y la desesperanza, hijas las dos de la avaricia!

 

2.      “SÓLO HAY DOS ABSOLUTOS: DIOS Y LOS POBRES”, Pedro Pierre

La expresión es de monseñor Pedro Casaldáliga, de Brasil. Es el legado que conservo de mi gran amigo Alfredo que acaba de fallecer la semana pasada. Los creyentes tenemos que caminar una mano con Dios y la otra con los pobres, porque los dos, Dios y los pobres, van siempre juntos. Eso es el testimonio de Jesús de Nazaret, de las primeras Comunidades cristianas, los innumerables mártires latinoamericanos y de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs). Es también el hilo conductor de toda la Biblia: Dios es el Dios de todos, pero más prioritariamente el Dios de los pobres. Su proyecto de una Humanidad reconciliada parte de los pobres, encargados por él de hacer realidad su Reino. Eso fue la misión de Jesús: por una parte, revelarnos a un Dios amigo, compañero, padre y madre, y por otra, hacer realidad su Reino con los pobres y con los que se solidarizan con ellos.

Hoy esa es la gran tarea de las Iglesias: Hacer acontecer el Reino de Dios a partir de los pobres. Si hay una gran crisis en nuestra Iglesia es porque un gran número de católicos, la gran mayoría de los sacerdotes y obispos se han olvidado de esta su misión. Las grandes intuiciones del Concilio Vaticano 2° no han sido aplicadas debidamente. El papa Juan 23, al convocarlo en 1961, marcaba el camino a seguir: “La Iglesia es y debe ser la Iglesia de todos, pero más especialmente la Iglesia de los Pobres”. En eso insistía el cardenal Carlos Martini: “Los pobres son el gran tema del Concilio”. Por esa misma razón los obispos de América Latina sellaron el final del Concilio con el Pacto de las Catacumbas: Se comprometían a vivir pobremente y a trabajar por la liberación de los pobres.

Actualmente es la gran opción del papa Francisco, tal como lo dijo el primer día de su elección como papa: “Quiero una Iglesia pobre para los pobres”. Se dio cuenta el papa Francisco que el Concilio no se había aplicado con suficiente realidad en la Iglesia católica. Por esta razón lanzó la propuesta de empeñarse todas y todos en todos los niveles para ser una Iglesia sinodal, es decir dedicada a la construcción del Reino de Dios mediante un renovado ardor por parte de todos los bautizados. Los sacerdotes y los obispos tienen que dejar de un lado el clericalismo, o sea, el acaparamiento de todos poderes en la Iglesia, y el patriarcalismo, o sea, todo el poder sólo en manos de los varones. Es la conversión exigida en esto tiempos dónde los escándalos de pedofilia se han multiplicado, las iglesias se están vaciando, las nuevas generaciones se desinteresan de la fe cristiana y los pobres son abandonados a su suerte.

Pero el papa Francisco va más lejos: No limita la sinodalidad a la Iglesia. “Una Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las naciones para el redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de servicio de la autoridad podrán ayudar a la sociedad civil a edificarse en la justicia y la fraternidad, generando un mundo más bello y más digno del hombre para las generaciones que vendrán después de nosotros.” El papa no deja de condenar el sistema neoliberal que “nos mata” por poner en primer lugar la acumulación ilimitada de la riqueza en manos de unos pocos “ricos que se hacen más ricos a costa de los pobres que se hacen más pobres”. El actual fracaso del Ecuador está en el olvido y el empobrecimiento creciente de los pobres. Mientras no valoraremos a los pobres, mientras no descubriremos que tienen que ser los protagonistas, junto a otros, de un cambio de sistema, seguiremos la inequidad, el desempleo, la plaga de las drogas, la violencia, las injusticias y un sinfín de perversidades que nos hunden cada vez más en la desgracia, el odio y el enfrentamiento.

Este sistema neoliberal es de un puño de ricos que lo mantienen a toda costa para su exclusivo beneficio gracias al apoyo de los medios de comunicación manipuladores, la complicidad de las Iglesias y el consentimiento de la mayoría de los ciudadanos que permiten lo que está pasando en nuestro país. Los únicos que promueven un sistema alternativo son las pobres organizados, en particular los Indígenas de la CONAIE (Confederación de las Nacionalidad de los Indígenas del Ecuador), las mujeres condenadas a la marginación y al asesinato, los Comités de Derechos Humanos, los trabajadores sindicalizados, los grupos de orientaciones sexuales particulares, las Asociaciones estudiantiles, los Negros secularmente marginados…

Es imposible un Ecuador diferente que empeora cada día sin el protagonismo de los pobres organizados. Los cristianos debemos ser los primeros impulsores de las iniciativas y alternativas económicas, políticas y ecológicas de las citadas organizaciones populares para que no quedemos como traidores al proyecto del Reino inaugurado por Jesús de Nazaret. El corazón del Evangelio está en la Bienaventuranzas: “¡Felices los pobres!”, nos dice san Mateo y “¡Felices los que tienen el espíritu de los pobres… porque de ellos es el Reino de Dios!”. Eso fue la opción de Jesús por los pobres: Esa tiene que ser también nuestra opción tanto como cristianos como simples ciudadano. Es más que tiempo de darnos cuenta de esta verdad si queremos un país diferente y mejor… sino pisoteamos el mensaje de Jesús, somos infieles a las primeras Comunidades cristianas y atropelladores de los mártires latinoamericanos, nos hacemos cómplices de la muerte de los pobres y colaboradores de nuestra propia destrucción: No somos ni humanos ni cristianos.

¡Gracias, amigo Alfredo, por recordarnos esta gran verdad y darnos el ejemplo inquebrantable de tu vida profundamente humana y cristiana gracias a tu fe en Dios unida a tu solidaridad con los pobres!

 

3.      SE ENCENDIÓ LA CAMPAÑA ELECTORAL, Pedro Pierre

Generalmente se utiliza esta expresión de manera simbólica. Pero, hoy, las circunstancias nos hacen pensar que dicha expresión es más bien real. Miramos en las calles fuertes preguntas cuestionadoras dirigidas a la alcaldesa de Guayaquil sobre el tan pregonado ‘éxito’ de los 30 años de la gestión municipal por el partido social cristiano. Las redes sociales están llenas de información y desinformación sobre la misma campaña electoral, sobre la fuga del asesino de María Belén Bernal Otavalo, sobre la guerra de las mafias de las drogas, sobre el asesinato en la cárcel de Latacunga del ‘Patrón Norero’… Al escuchar los noticieros de las televisiones, radios y periódicos, nos perdemos en la cuenta de los asesinados en las cárceles, las calles, las casas y los UPC (Unidad de Policía Comunitaria). Las conversaciones familiares y de vecinos están llenas de miedo, inseguridad, zozobra: “Nadie nos protege de la delincuencia y ahora… ¡ni de la policía!”. El señor presidente acumula informaciones equivocadas. Están los vaivenes de una Asamblea legislativa que funciona según la cantidad de dólares que se les expande a muchos legisladores. Todos nos preguntamos adónde va a para todo esto, adónde va a parar el país, adónde vamos a parar nosotros mismos…

Desde 6 años estamos en un sistema neoliberal que ha desbaratado al Estado reduciéndolo a su mínima expresión, es decir, inútil para enfrentar y resolver los problemas, poque el mismo es el causante y el propiciador de los mismos. Nos sentimos más indefensos y desprotegidos que cuando la fase mas aguda de la pandemia…

En esta situación, ¿cuáles van a ser los discursos de los candidatos a las elecciones locales? ¿Quién va a creer en sus promesas, si estamos hartos de promesas incumplidas? ¿Quién los va a escuchar repetir lo que dijeron en campañas anteriores?... ¿Será mejor mirar a los candidatos nuevos, en el sentido que es la primera vez que se presentan? Pero ¿cuál es el partido que los presenta? ¿Tienen algún plan de gobierno? Y los independientes, ¿de quién son independientes cuando rige el cambio de camiseta y se busca beneficios personales?

En cuanto a la consulta popular, parece una farsa más del gobierno. Sobre las preguntas, se las califica a varias de anticonstitucionales… ¿Y qué? También se dijo que la anterior consulta del presidente Moreno -la del 7 veces sí- era inconstitucional, ¡pero no se pronunció la Corte! Y vemos a qué desastre nos ha llevado. La consulta actual “no sirve para nada”, afirma Leonidas Iza, presidente de la CONAIE. Sus preguntas actuales van fortaleciendo el sistema neoliberal y el autoritarismo del presidente de la República. Lastimosamente la gran mayoría de los ciudadanos siguen premiando a sus verdugos para luego lamentarlo o no cuidan que no les roben sus votos en fraudes bien ocultados.

¿Dónde encontrar un poco de luz y de esperanza? Las Iglesias han acallado su voz profética, apoyando el sistema capitalista y ahora más descaradamente las Iglesias evangélicas. Los movimientos sociales tratan de ganar más gente y de articularse entre sí; los más claros buscan la manera de integrar partidos políticos progresistas para influir en ellos desde dentro. Las organizaciones feministas ganan protagonismo, hacen escuchar su voz sobre todo con ocasión del asesinato de María Belén y cuántas mujeres más. Los sindicatos se encuentran cada vez con menos miembros: “¡90% de obreros no sindicalizados contra 100% de patronos unidos en sus Cámaras de Comercio, de Industria, de Turismo, Marítima, Etc.! Los grupos de Derechos Humanos continúan su labor humanitaria a pesar de sus pocos miembros. Los Movimientos Indígenas están divididos o vendidos a sus explotadores de siempre o se dejan engañar en mesas de diálogos interminables sin compromisos serios de parte del gobierno. Grupos juveniles de música y teatro nos abren a nuevas expresiones de denuncias y anuncios llenos de valores y esperanzas.

¿Y ahora? "Si luchas, puedes perder. Si no luchas, pierdes siempre". Conclusión: La lucha es el camino. Es hora de preguntarnos: ¿Cómo queremos vivir? ¿Cómo volver a lo esencial? Es hora de decidirnos a luchar por lo que nos engrandece. nos hermana con los demás, fortalece nuestra armonía con la naturaleza y nos hace sentir en comunión con Dios. Para confirmarnos por estos senderos necesitamos andar colectivamente tanto en la familia y con las amistades como en grupos sociales y eclesiales que han optado por una vida digna, justa y fraterna. Estas comunidades nos ayudan a entender la realidad, a discernir la mejor opción de vida y mantenernos firmes en la dirección elegida. Tenemos que renovar nuestra fe en nosotros mismos porque somos habitados por el amor que nos hace capaces de apostar por la dignidad, la justicia y la fraternidad. Fe en los pobres organizados porque son los que más luchan por alternativas de una vida mejor y una sociedad más incluyente. Tenemos que profundizar la cosmovisión indígena que porta en sí misma la capacidad secular de resistencia e innovación para la organización social del “Bien vivir y convivir”. Profundizar también en la sabiduría negra que revela sus riquezas cuando nos adentramos a ella con respeto y escucha. Los cristianos, tenemos que reencontrarnos con el Dios amigo de Abraham y Sara, el Dios liberador de Moisés y Miriam, el Dios defensor de los pobres de las y los Profetas, el Dios de la fortaleza y de la esperanza de las y los Sabios, el Dios padre y madre de Jesús de Nazaret, el Dios vencedor la mentira, del odio y de la muerte de las primeras Comunidades cristianas que nos quieren enamorar de su proyecto de vida, de comunidad, de justicia, de liberación. Decidámonos por un camino de vida y nos de muerte, camino de lucha y de felicidad… ¡Encendamos la llama de una transformación profunda que obligue a todos los candidatos!

 

4.      99 CONTRA 1, Pedro Pierre

Eso es la realidad del Ecuador en este momento: 1% de ricos contra 99% de ciudadanos que se empobrecen. De hecho, un grupo de 15 familias, las más ricas del país, controla gracias al actual presidente del gobierno, más de la tercera cuarta parte de las riquezas nacionales y gobierna sólo para ellas mismas. Esas familias, apoyadas por la policía, el ejército y los grandes medios de comunicación, representan globalmente el 1% de la población ecuatoriana y los otros 99% pasamos por actual situación de empobrecimiento creciente y trágico.

Referente a esta situación, el gobierno del ex presidente Rafael Correa representó una ruptura histórica. No se trata, como nos lo quieren hacer creer los grandes medios de comunicación, de un paso hacia el comunismo. El gobierno de la Revolución ciudadana, como lo dijo el mismo Correa, no salió del capitalismo, sino que buscó aprovechar el capitalismo para darle cierta orientación social y una mayor repartición e inversión de las riquezas del país. La gran ruptura fue que estas 15 familias y sus cómplices dejaron de controlar el Estado ecuatoriano por primera vez en 180 años de vida republicana. Las tropas navales norteamericanas tuvieron que dejar la base de Manta después de 10 años de control de la soberanía militar del país. La educación y el cuidado de la salud volvieron a ser gratuita, y los maestros y profesores como también el personal médico tuvo que dedicarse a dar un servicio profesional serio y de alto rendimiento en particular con los 3 institutos de investigación superior. El país se llenó de escuelas primarias y segundarias renovadas o nuevas; igual pasó con los centros de salud y hospitales. Muchos estudiantes lograron becas para ir a estudiar en universidades extranjeras. El seguro social pasó a ser universal en el sentido que las empresas debieron afiliar a sus empleados y pagar la cuota correspondiente al IESS (Instituto de Seguridad Social). Las personas informales pudieron afiliarse personalmente al Seguro social, pagando una cuota mensual mínima. Las grandes empresas tuvieron que pagar impuestos al SRI (Servicio de Renta Interna). Las personas con discapacidades fueron censadas y apoyadas con atención medical gratuita. Los bonos mensuales beneficiaron a las madres abandonadas. Por todas partes se construyó carreteras de primera orden, como también represas y centrales eléctricas que terminaron con los constantes apagones anuales. Se multiplicaron los lugares turísticos que atrajeron un sinnúmero de turistas extranjeros. Ecuador pasó a ser un país reconocido y valorado en el mundo entero.

Pero eso no fue del gusto de las 15 familias más ricas del país que, durante el gobierno correísta, no pudieron lucrar y robar como siempre la habían hecho. Con la ayuda de la embajada norteamericana, lograron la traición del ex presidente Lenin Moreno y de unos 40 asambleístas. Entonces, nuevamente en la sombra del poder, estas 15 familias decidieron, por una parte, satanizar, calumniar y destruir mediante el odio y la mentira a Rafael Correa y, por otra, a aprisionar a Jorge Glas que no se prestó a semejante perversión. También emprendieron la persecución sistemática de los representantes de la Revolución ciudadana que tuvieron que aislarse en embajadas o exiliarse. Inventaron procesos fantasmas y juicios amañados contra ellos sin mayores pruebas. Sí, hubo corrupción durante el gobierno de Correa, pero para él las pruebas que presentaron al nivel internacional para apresarlo no fueron reconocidas válidas por la Interpol, o sea, la Unión Internacional de Policías, que las calificó por 3 veces seguidas de persecución política.

Las organizaciones sociales no progresaron ni maduraron en tiempos de Rafael Correa; tampoco se formaron políticamente ni se organizaron. El mismo no supo trabajar con ellas ni a partir de ellas. El partido de la Revolución Ciudadana no fortaleció el poder popular mediante la organización, la formación política, la organización independiente. Frente a las próximas elecciones locales se presenta como una fuerza electoralista que busca lograr espacios de poder sin apoyarse sobre una base sólida de militantes convencidos ni aliarse con organizaciones sociales como el movimiento indígena, ni las organizaciones de mujeres, de Derechos Humanos, de jóvenes, de ciudadanos más conscientes, etc. El panorama político aparece desfavorable a los sectores populares que no saben con quiénes aliarse para encontrar salidas, esperanza y compromiso.

Todavía no hemos descubierto que sin los pobres organizados y peor contra ellos, no vamos poder cambiar nunca este nuestro país. Los cambios vienen desde abajo, desde los pobres y desde los jóvenes. Ninguno de estos supuestos iluminados que grita desde su partido político nos va a salvar: sólo un pueblo consciente, organizado, valiente y decidido puede abrir caminos y construir alternativas de país. En su viaje a Bolivia, después de visitar a Ecuador, el papa Francisco fue muy claro sobre el protagonismo de los pobres organizados: “Quisiera decirles nuevamente: el futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes dirigentes, las grandes potencias y las elites. Está fundamentalmente en manos de los pueblos, en su capacidad de organizarse y también en sus manos que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio.”

¿A quiénes acompañamos nosotros? ¿A quiénes hacemos protagonistas de su destino y del cambio nacional? ¿Cómo colaboramos a la organización y el fortalecimiento del poder popular de los pobres organizados? ... afín de revertir la actual situación, tal como pasó en la lucha desigual del pequeño David contra el gigante Goliat.

 

SATANÁS O EL DIABLO… ¡NO TAN MALO! Pedro Pierre

Conocemos la canción: “¡El mundo está cambiando y cambiará más!” Es la realidad de nuestros tiempos. Eso nos trae confusión y desestabilidad, tal vez desánimo y algo de pasividad. También aumenta el miedo y muchos aprovechan de él para fortalecer el odio y la agresividad… Se satanizan personas e instituciones. Por estos motivos el conocido teólogo brasileño de la liberación, Leonardo Boff, escribió recientemente una breve ‘historia sobre el diablo’ para reubicar el origen de la maldad. He aquí un comentario personal de sus reflexiones.

El Génesis, primer libro de la Biblia, nos presenta poéticamente el relato de la creación del mundo y de la humanidad, con un refrán que se repite: “Y vio Dios que todo cuanto había hecho era bueno” y hasta “muy buena”. Luego vinieron la tentación hacia el mal con la aparición de una serpiente tentadora y la caída en la desobediencia por querer hacerse Adam y Eva como Dios, o sea, decididor sin él de lo que es bien y mal. Los comentaristas bíblicos ven allí la presencia de Satanás o Diablo… que muy poco aparece en toda la Biblia.

Lo encontramos en el libro de Job, donde está presentado como él que va a probar, con el permiso de Dios, la fe de Job. Éste pierde sucesivamente sus bienes y sus propiedades, su familia y su buena salud. Pero Job no reniega de Dios. Más bien nos sorprende con unas afirmaciones relevantes para la época: “¡Sé que mi defensor vive y que, de pie en mi piel, mis ojos verán a Dios!” Aquí Satanás es presentado como una criatura de Dios, por lo mismo ‘buena’ en sí, que tiene la tarea de probar la fe de Job mediante varios ‘castigos’… pero no la muerte.

En el exilio en Babilonia unos 500 años antes de Cristo, los judíos estuvieron en medio de una religión presentaba el mundo como un lugar de batalla entre el bien y el mal, donde, a diferencia del Génesis, el mundo es bueno y malo. Aparece también un contrincante de Dios que busca convertir en seguidores suyos a los creyentes en Dios. Unos escritos no bíblicos lo van identificando con Satanás que sería un ángel rebelde contra Dios, acompañado de otros ángeles caídos. Para explicar dónde ‘viven’ estos rebeldes a Dios, se inventa el infierno como lugar de castigo con sus ‘llamas eternas’… imagen que aparece en unos escritos del Nuevo Testamento.

Con Jesús, reaparece la imagen de Satanás según la presentación del libro de Job, para ‘probarlo’. Es el episodio imaginario de las 3 tentaciones… o sea, los caminos que no conducen el Reino de Dios, sino que más bien lo destruyen: el dinero, el poder y la fama… Dicho de paso, son también nuestras tentaciones y, en la oración del padrenuestro pedimos que Dios no nos deje “caer en la tentación” de renegar de nuestra misión por el Reino.

Luego, en el siglo 4, san Agustín escribe su libro “La Ciudad de Dios” en oposición a ‘la ciudad de Satanás’. Después, en el siglo 13, inspirándose de san Agustín, el famoso poeta y escritor italiano, Dante Alighieri, en su famosa obra “La Divina Comedia”, nos describe el infierno con innumerables detalles e imágenes… que quedan identificando a Satanás y el infierno tales como los conocemos hoy. Desapareció la imagen bíblica del ‘probador de los seguidores de Dios’, para convertirse en el enemigo declarado de Dios y de los seguidores de Jesús, dueño de un infierno terrible… que nos asusta.

Esa presentación fue retomada para la conversión de los indígenas de América Latina durante la conquista y la colonización europea: miedo, descalificación, castigos, muerte e infierno con Satanás y sus innumerables demonios. Lastimosamente esta misma práctica sigue vigente hoy en muchas prédicas católicas y sobre todo evangélicas. ¿Por qué no hemos alejado tanto de la Biblia y de Jesús?... que reconocemos como ‘Palabras de Dios’.

Digamos que siempre se ha buscado el origen del mal en el mundo, la naturaleza y el ser humano. En esta búsqueda de ayer y hoy, no queremos reconocer que los humanos somos los autores y ‘creadores’ del mal en nosotros, entre nosotros y en el mundo en general. Buscamos y encontramos mil razones y disculpas para no responsabilizarnos de la maldad que cometemos y de la que nos hacemos cómplices y encubridores. Retomamos la respuesta de Adam cuando Dios les preguntó por qué había comido la fruta prohibida: “¡Es la mujer que me la dio!”: Siempre el otro o los otros tienen la culpa de nuestra maldad. Repetimos su mentira de Adam, su cobardía, su irresponsabilidad, su maldad contra Eva y contra él mismo, o sea, la incapacidad de reconocerse malo.

Luego, por no asumir nuestra responsabilidad de seres frágiles, limitados y malos a veces, confirmamos la realidad física del infierno, de Satanás y sus demonios. Otro y otros son los culpables del mal que vamos cometiendo. Los padres continúan inculcando el miedo y el error en sus hijos cuando dicen: “¡Cuidado!: el Diablo te va a llevar.” “Hay que bautizar al niño para quitarle el Diablo” … Seguimos apelando a Satanás cuando creamos y utilizamos el miedo, el odio, la descalificación del otro y de los otros que no piensan como nosotros; justificamos la muerte de los adversarios y de los que son diferentes de nosotros. Los consideramos como nuestros enemigos que hay que eliminar… ¡Cuán lejos estamos del mensaje bíblico del Génesis y de Job, como también de la práctica y del mensaje de Jesús! Nos aferramos, contrarios a la Palabra de Dios, a un Diablo y un infierno inventados, para esconder nuestra maldad y sustraernos a nuestras responsabilidades de cambiar esta maldad personal, colectiva y estructural que hemos construido con nuestras acciones, omisiones y complicidades. El Papa Francisco lo dijo claramente: “No existe condenación eterna; ella es sólo para este mundo”.

Nos falta valentía. Sí, “¡El mundo están cambiando y cambiará más!” … ¿Por qué no nos decidimos, también nosotros, a cambiar, aunque sea poco, en particular sobre Satanás, el infierno y nuestra cobardía?

 


Artículos de septiembre

 ARTÍCULOS DE SEPTIEMBRE

Estimad@s amigig@s y compañer@s de camino, buenos días, esperando estén bien.

He aquí mis artículos del mes de septiembre:

1.     Leonidas Proaño: El Patriarca de la solidaridad… ¡‘sin fronteras’!

2.     Leonidas Proaño: El Apóstol de la sinodalidad… 50 años antes del proyecto sinodal lanzado ahora por el papa Francisco.

3.     Unir lo individual a lo colectivo y lo espiritual… para vivir más plenamente.

4.     ¡El pueblo desorganizado será castigado!... y no lo quiere entender.

5.     Somos seres de relaciones… La convivialidad es nuestra naturaleza humana.

 

-------------------------------------------------------------------------------------

1.      LEONIDAS PROAÑO: EL PATRIARCA DE LA SOLIDARIDAD, Pedro Pierre

Al final de este mes de agosto, en las Américas del Sur, del Centro y del Norte como también en Europa se va a celebrar los 34 años de la pascua de monseñor Leonidas Proaño, ex obispo de la diócesis de Chimborazo. Se hará memoria del inmenso legado que nos ha dejado a lo largo de su ministerio pastoral, el cual nos marca el camino a seguir. Felizmente él queda como una figura luminosa para la Iglesia, los Pueblos indígenas de América Latina y para la sociedad en general.

Una de las mayores virtudes de monseñor Leonidas Proaño fue la solidaridad. Su testimonio de vida está marcado por sus incansables luchas por la solidaridad. Se lo identifica al nivel internacional con uno de sus poemas hecho canción sobre esa misma temática: “¡Solidaridad, solidaridad, solidaridad!” - “Sentir como propio el sufrimiento del hermano de aquí y del de allá, hacer propias las angustias de los pobres…”

En Ecuador es reconocido como ‘el obispo de los Indios’. El mismo, siendo mestizo, era orgulloso de sus raíces indígenas: “¡Amo lo que tengo de Indio!” Las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) tienen en él su fundador, en los años 1970. Fue también el gran defensor de la naturaleza por su cosmovisión indígena: “Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde, antes que la ambición y codicia de unos pocos conviertan a nuestro planeta en una luna muerta, en un cementerio del espacio”.

A nivel de América Latina fue el promotor de la teología de la liberación gracias a los innumerables encuentros que promovía en la Casa de Retiro de Santa Cruz, cerca de Riobamba, donde vivía de una manera muy sencilla. Hizo de la solidaridad su bandera de lucha tanto con los Pueblos indígenas del Ecuador y del continente, como también con los Pueblos en rebeldía por sus derechos pisoteados, en particular con los de Centro América. Sus numerosos escritos e intervenciones han sido inscritos en el patrimonio nacional del Ecuador y es nombrado como el “Padre de la Iglesia de los Pobres” de América Latina.

Monseñor Proaño encontró su motivación por la solidaridad en la educación que le proporcionaron sus padres, en el testimonio de Jesús de Nazaret y de los primeros cristianos, en la valentía de los mártires latinoamericanos contemporáneos de él y en su pasión para desterrar las injusticias. “Tenemos los cristianos la capacidad de transformar este mundo de odios y de muerte en un mundo de amor, en un mundo de entrega de los unos hacia los otros; esa es la capacidad enorme que podemos conquistar si somos consecuentes con nuestra fe.”

Hoy monseñor Proaño sigue siendo el emblema nacional e internacional de las luchas por la solidaridad. Siendo monseñor Proaño el artífice de la unión de los Pueblos indígenas del Ecuador, estos lo nombran en todos sus levantamientos. Gracias a su solidaridad con ellos, los Pueblos indígenas buscan erradicar la marginación por la que siguen víctimas por más de 5 siglos, en particular por la explotación económica. En las 3 últimas décadas han logrado ser reconocidos como los protagonistas de una nueva sociedad internacional que destierre el capitalismo sustituyéndolo por la “Cosmovisión del Bien Vivir”. Esta cosmovisión está basada en la comunidad, el compartir equitativo, la participación mediante el consenso, la complementariedad y la comunión con la naturaleza.

Al nivel continental, siguen vivas y ejemplares las luchas indígenas por el Bien Vivir a nivel tanto personal como colectivo. Allí están el testimonio vivo de los Zapatistas en México y la plurinacionalidad en la organización socio-política de Bolivia. Están demostrado el valor de sus culturas ancestrales frente a las desgracias traídas por la colonización europea. Su cosmovisión es una alternativa social, económica, política y espiritual al nivel mundial para sustituir la globalización neoliberal que destruye las personas, los pueblos y la naturaleza, llevando el planeta a su colapso. “Busco en todas partes luchadores de la paz y de la vida.”

Al nivel internacional son innumerables las asociaciones y grupos que se reclaman de la espiritualidad de monseñor Leonidas Proaño: Luchan a favor del medio ambiente, de una sociedad nueva y de una Iglesia sinodal. Al nivel eclesial, la espiritualidad indígena es asumida como sabiduría universal que anima las personas y los pueblos a despertar una nueva conciencia, transformar las religiones encerradas en estructuras obsoletas, revitalizar el cristianismo mediante la interculturalidad.

Actualmente el papa Francisco llama a los cristianos de a pie a construir la sinodalidad, es decir, colaborar decididamente en la puesta en marcha de una Iglesia en manos de los bautizados que destierre el clericalismo autoritario y patriarcal. Monseñor Proaño puso los cimientos para la creación de una Iglesia indígena que conserve sus valores tradicionales y expresa mediante su cultura el mensaje de Jesús de Nazaret.

En estos tiempos cuando crecen indetenibles la pobreza, la miseria y la violencia por las imposiciones del sistema neoliberal, que la fuerza firme y apacible de monseñor Leonidas Proaño habite nuestras luchas solidarias por una sociedad justa e inclusiva y por una Iglesia sinodal al servicio del Reino. En su voz de “maestro de la solidaridad” escuchemos la voz de la Tierra: “Hijo, si como yo fecundo quieres ser en la vida, sé como yo, tierra y nada más que tierra, sin vanas pretensiones, sin quejas, sin envidias.”

 

2.      MONSEÑOR LEONIDAS PROAÑO, APÓSTOL DE LA SINODALIDAD, Pedro Pierre.

¡Más pasa el tiempo, más grande aparece monseñor Leonidas Proaño! Es parte ahora de esta generación de obispos llamados “Padres de la Iglesia de los Pobres de América Latina”. Desde el Concilio Vaticano 2 en los años ’60 del siglo pasado, monseñor Proaño estaba viviendo la sinodalidad que acaba de lanzar el papa Francisco, o sea, una Iglesia en manos de los seglares.

Monseñor Proaño habitó en la Casa de Retiro de Santa Cruz, cerca de Riobamba, donde vivía como uno más de los que nos hospedábamos allí. Llamaba la atención cuando se llegaba en esta Casa lo que estaba escrito en la pared con el dibujo del volcán Chimborazo: “Somos una Iglesia al servicio del Reino”. En la capilla cuyos asientos eran troncos de madera de eucaliptos, el santísimo era una choza indígena, como para decirnos que Jesucristo se encarna hoy en el Pueblo indígena.

La sencillez de monseñor Proaño era su característica mayor. Vestía como uno más. En el comedor había la pintura, sobre un largo papel periódica, de una comida típica tendida sobre los ponchos juntados en el suelo, con la frase emblemática del compartir: “Comenzando ya la fiesta que vendrá…” En dicho comedor monseñor comía con los que se encontraban de paso o en alguna reunión que él organizaba con los grandes teólogos de la liberación de América Latina. Como todos los demás ponía la vajilla en la mesa, iba a buscar los platos de comida, recogía la vajilla y la lavaba junto a nosotros. Le gustaba caminar con todos, los más sencillos especialmente, preguntando y escuchando.

Su pasión era los Indígenas y los pobres: Vivió la opción radical por las causas de ellos. No tenía miedo en decir de sí mismo: “¡Amo lo que tengo de indio!” El Concilio Vaticano 2° y de la reunión de la Conferencia Episcopal Latinoamericana celebrada en Medellín, Colombia, en 1968, lo habían confirmado en esta opción. Había participado en el Concilio convocado por el papa Juan 23 que decía: “La Iglesia es de todos, pero más particularmente es la Iglesia de los pobres”. Allá en Roma, al final del Concilio, monseñor había firmado “El Pacto de las Catacumbas” por el cual los obispos latinoamericanos se comprometían a hacer realidad las orientaciones del Concilio: seguir a Jesucristo y las primeras Comunidades cristianas, construir el Reino en prioridad, vivir pobremente y al servicio de los pobres. En la reunión de Medellín, junto a otros obispos, había presentado, al comienzo de la reunión, una ponencia titulada “La Evangelización liberadora”.

En su diócesis aplicaba lo que el papa Pablo 6° proclamó en 1975: “El Reino es lo único absoluto” y “la Iglesia tiene el deber de anunciar la liberación de millones de seres humanos, el deber de ayudar que nazca esta liberación, de dar testimonio de la misma, de hacer que sea total”. Monseñor quería una Iglesia en manos de los Indígenas, con ministros y sacerdotes indígenas, que anunciaran la Buena Nueva de Jesús en su idioma, con sus costumbres, desde su cultura y sus símbolos. Por eso, entre los Indígenas organizó ‘las Iglesias vivas’ y en 1975, en la ciudad de Riobamba, las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs). En 1979, en la Conferencia Episcopal Latinoamericana de Puebla, México, fue el promotor de las CEBs y de la opción por los pobres, haciendo notar que se trataba de ‘hacer nuestras las causas de los pobres, asumir la pobreza digna y luchar contra la miseria junto a los mismos empobrecidos’.

Sabemos que monseñor trabajó incansablemente a la organización de los Indígenas quichuas de la Sierra ecuatoriana en la ECUARUNARI en 1972, que se unirían luego con los Indígenas de la Amazonía y de la Costa en 1986 para formar la CONAIE (Confederación de la Nacionalidades del Ecuador). Su solidaridad no se limitó al Ecuador sino que se extendió a los Pueblos centroamericanos que luchaban por más dignidad, justicia y participación. En esa época monseñor Oscar Romero, que era su amigo, lo invitó para que dé un retiro a los sacerdotes de ese pequeño país para profundizar sobre el compromiso político de la fe y porque ‘los guerrilleros también necesitan de capellanes’.

En su casa de Santa Cruz de Riobamba, se formaron miles y miles de sacerdotes, religiosas y seglares que llegaban del sur, centro y norte del continente, como también de Europa. Monseñor Proaño tiene una estatura intercontinental. Hay que volver a leer ‘El Pacto de las Catacumbas’ y su autobiografía que el mismo escribió ‘Creo en el hombre y en la comunidad’ para descubrir su origen campesina de San Antonio de Ibarra, su infancia laboriosa como tejedor de sombreros, su sacerdocio dedicado a los jóvenes trabajadores que reunía en la Juventud Obrera Católica (JOC). Nos enteraremos de los innumerables conflictos con lo gamonales de la provincia de Chimborazo, de la oposición de los obispos tradicionalistas, de su apresamiento junto a una treintena de obispos latinoamericanos por la dictadura militar en 1976, de la visita de un fiscalizador del Vaticano que concluyó con la frase del papa Pablo 6°: “¡Como voy a condenar a un obispo tan cercano al Evangelio!”, etc.

Podemos decir que la Casa de Retiro del Santa Cruz de Riobamba hace parte de estos grandes lugares sagrados de América Latina porque Dios ha querido que trabaje allí aquel que ahora se llama el “Obispo de los Indios”, el “Profeta de la Liberación”, el “Padre de la Iglesia de los Pobres”, el “Patriarca de la Solidaridad”, el “Apóstol de la Sinodalidad” … Gracias a él, tenemos trazada una hoja de ruta para nuestros compromisos tanto eclesiales como sociales e interculturales.

 

3.      UNIR LO INDIVIDUAL A LO COLECTIVO Y LO ESPIRITUAL, Pedro Pierre

Los ‘chats’ tienen sus perlas en medio de mucha basura. Otra debilidad es que se limitan en su gran mayoría a los aspectos individuales de las personas.  El último que acabo de leer insiste sobre el aprovechamiento del momento presente porque es lo único que poseemos: el pasado ya pasó y no lo podemos cambiar, y el futuro tampoco lo tenemos. Lastimosamente llenamos el momento presente de mucho individualismo y consumismo que eliminamos lo sabroso que podría ser mediante más fraternidad y más espiritualidad, porque he aquí las tres componentes para una vida más feliz: Juntar lo individual al colectivo y a lo espiritual.

Eso es el proyecto de mi amigo Claudio en un pequeño lugar del sur de Francia. Lo conocí con ocasión de una reunión en Paris. Tuvo la gentileza de prestarme varias veces un cuartito en su departamento durante unos 15 días. Y nos hicimos amigos. Él es jubilado, un poco mayor que yo, y trabajaba con varias asociaciones para la animación de barrios parisinos. Además, eran un grupo de amigos que trabajaban juntos para llevar adelante una mejor vida colectiva. Un día, entre una docena de personas, decidieron poner en marcha un proyecto de habitación comunitaria para ellos mismos en un mismo terreno. Eran familias, viudos, solteros, con niños y jóvenes. Empezaron a vender sus departamentos parisinos para comprar dicho terreno…

Descubrieron que eran, al nivel del país en esa época, a lo menos una docena de grupos con esta misma opción de vida comunitaria, algunos de los cuales ya lo estaban viviendo. Conocieron en una comuna del sur de Francia a un alcalde que quería hacer urbanizaciones con esa característica más comunitaria. Optaron por comprar un terreno en su comuna para trabajar juntos. Comenzaron el proyecto hace 2 años.

Al mismo tiempo mi amigo Claudio con 2 compañeros más se inscribieron a un taller de Taoísmo con reuniones mensuales virtuales y presenciales, para entender la dimensión espiritual de la vida y conocer las espiritualidades de las grandes religiones. Me escribe que es para unificar mejor las tres dimensiones de la vida: lo individual, lo comunitario y lo espiritual… ¡Menuda iniciativa en este mudo tan convulsionado y violento!

Hace unas pocas semanas, mi amigo Claudio me escribe muy contento, diciéndome que tiene en sus manos las llaves de su casa muy sencilla y la de un edificio colectivo donde están la cocina, la biblioteca, las salas de reuniones, de recreaciones, con unos cuartos para acoger las amistades… En cuanto al proyecto municipal de urbanización, este avanza y los futuros propietarios se están reuniendo para preparar con el alcalde y este grupo de innovadores esta nueva manera de vivir más comunitariamente.

A nosotros nos queda el ejemplo y la lección: juntar en nuestras vidas lo individual con lo comunitario y lo espiritual. ¿A eso estamos trabajando? ¿O nos dejamos llevar por el ambiente individualista, consumista y materialista? Al nivel individual, nuestra opción de vida depende de cada uno de nosotros, porque nadie nos obliga a vivir insatisfecho, agresivo, solitario, perdido o amargado. Claro, esto significa que no decidimos sin pensar cual va a ser la profesión que mejor nos convenga, el estilo de vida matrimonio que vamos a llevar, el lugar donde vamos a habitar, los valores que queremos promover, la fe que seguimos… Pero muchos prefieren dejase llevar por el ambiente individualista que nos rodea, porque nunca toman el tiempo en pensar cómo orientar su vida personal. Prefieren los vicios, los malos amigos y el dinero fácil y mal habido… Así descartamos las oportunidades de dejar los malos rumbos, de optar por más fraternidad y sencillez de vida, de elegir amistades que nos hacen bien, de continuar hacia una fe más madura y comprometida…

Al nivel colectivo, estamos bastante mal en nuestro país porque hemos dejado el individualismo nos domine. Solos no podemos enfrentar los desafíos de una vida más feliz. A pesar de todo, siempre podemos encontrar gente decidida a avanzar en una vida más comunitaria para lograr enfrentar y resolver los problemas que nos ahogan. En todos nosotros están sembrados los valores y las capacidades que nos permitan salir adelante… pero siempre será juntos y gracias a otros que lo lograremos. Nada es imposible si decidimos unirnos para “ganar la partida” y no “perder la vida en el intento” individual.

En lo espiritual, el papa Francisco pasó a ser el gran líder de una humanidad diferentes. A los cristianos y ‘los hombres y mujeres de buena voluntad’, nos propone un humanismo y una espiritualidad para nuestro tiempo. Condena incansablemente el sistema capitalista de organización social “que hace a los ricos más ricos a costa de los pobres más pobres”, que fomenta el hambre, la violencia, la migración. Nos invita repetidamente a vivir “la fraternidad sin frontera, la amistad social, el amor político y una espiritualidad liberadora”. De esta manera, nos dice, podremos llevar adelante una transformación estructural de la Iglesia católica, poner en marcha la ‘sinodalidad’ para que las y los cristianos nos empoderen de nuestro bautismo, siendo “profetas, sacerdotes y reyes-pastore”, es decir, ser responsables juntos de nuestra manera a seguir a Jesús de Nazaret y construir en este mundo la fraternidad y la justicia, o sea, el Reino de Dios.

Nuestro tiempo, como todos los tiempos, tiene las 2 caras de una misma moneda: los aspectos desastrosos y las oportunidades para vivir bien. Se trata de ayudarnos a emprender el camino de la fraternidad contra el individualismo mortal, de la coherencia contra la facilidad engañosa, de la espiritualidad contra el vacío de una vida desordenada. Siempre hay oportunidades para ser felices si juntamos lo individual con lo colectivo y lo espiritual.

 

4.      ¡EL PUEBLO DESORGANIZADO SERÁ CASTIGADO! Pedro Pierre

Es lo que está pasando en este momento: La mayoría de los ecuatorianos están castigados por su desorganización. Nunca han sido tan grandes la violencia del sicariato, el desempleo, las desigualdades, el caos de la salud y la educación, la desesperanza de los jóvenes, las mentiras de los medios de comunicación, la ineptitud del gobierno, la corrupción de la justicia, las sinvergüencerías de la Asamblea legislativa, las ganancias de las grandes empresas y mayores bancos, las mentiras de los medios de comunicación, la destrucción de la naturaleza… Pero estas entidades no son las causas primeras del actual descalabro del país, sino la misma indiferencia, inconsciencia, pasividad y desorganización de los ciudadanos. Todo eso sucede porque nosotros dejamos y permitimos que suceda. Mientras seguimos así, esperando a algún salvador milagroso o a un Dios que resolviera los problemas en lugar nuestro, vamos de ir de mal en peor. Un país cambia cuando sus gentes quieren que cambie y toman las medidas correspondientes para eso, tal como pasó o está pasando en Colombia, Chile, Bolivia, México, Venezuela, Cuba.

En los últimos 5 años hemos dejado que el ex presidente Moreno haga y deshaga lo que le dio la gana para entregar el país en manos de los empresarios y banqueros y no hemos sido capaces de defenestrarlo. Más bien hemos confirmado sus andancias con “los 7 veces SÍ” a una consulta popular amañada y anticonstitucional. Hemos aprobado la perversa y mal llamada “ley humanitaria” que suprimía las leyes en defensa de los trabajadores. Luego hemos confirmado ese desastre eligiendo al banquero que era la mano derecha de Lenin Moreno: No hemos querido reconocer que Lasso iba a profundizar lo que había comenzado a realizar Moreno… Por eso estamos como estamos.

Después de haber sido un país conocido y reconocido internacionalmente, alabado por sus niveles de disminución de la pobreza, reconstrucción de las vías de comunicación, destino turístico privilegiado, servicios de salud y educación premiados por la ONU y otras entidades internacionales, seguro social universalizado, atención particular a las personas especiales, las madres abandonadas, los adultos mayores… hemos retrocedido en 5 años a lo menos a 20 años atrás. Por eso la gran mayoría de los ecuatorianos está nuevamente saliendo del país, como pasó en el feriado bancario. La casualidad es que hemos elegido como presidente al responsable del feriado bancario y la dolarización de hace 20 años. No puede ir mejor a los grandes empresarios, los banqueros, los socialcristianos… porque nosotros mismos les hemos servido la mesa en bandeja de plata…, porque nunca hemos sido tan desorganizados, insolidarios y cobardes que ahora.

Al origen de esta situación de desastre generalizado, hay grupos que tienen más responsabilidades que otros. Están los que, en las últimas elecciones de 2017, votaron nulo por “opción ideológica” como decían, facilitando así la victoria de Guillermo Lasso. Su ceguera y su odio nos han preparado la autodestrucción nacional en la que nos encontramos. Está también la CONAIE (Confederación de la Nacionalidades Indígenas del Ecuador) que, en la última década del siglo pasado y la primera de este, era la punta de lanza de una Ecuador renovado y orgulloso de sus raíces. El dinero fácil ha logrado romper su resistencia de 500 años contra un sistema de dominación y explotación. El dinero de las ONG capitalista y de la CIA (Central de Inteligencia de EE.UU.) ha corrompido muchos de sus dirigentes, en particular los de Pachakutik, que siguen arrodillándose delante del imperio y festejando las prebendas del actual gobierno. Están igualmente las Iglesias, en particular las evangélicas, que optan por alianzas con el poder del dinero y de los privilegios y que guardan silencio frente a tanto dolor y desesperación. Han desaparecido por completo los obispos profetas que despertaron la fe de los pobres y devolvieron al Evangelio sus cartas de nobleza y liberación. ¡Cuán lejos está el llamado del papa Pablo 6° en el decimo aniversario del Concilio Vaticano 2°! “La Iglesia tiene el deber de anunciar la liberación de millones de seres humanos, el deber de ayudar que nazca esta liberación, de dar testimonio de la misma, de hacer que sea total.”

Consciente que está situación desastrosa sigue en muchos países, el papa Francisco no se cansa de mostrarnos del dedo el responsable de esta situación: el sistema neoliberal que califica de “monstruoso y terrorista”. Es particularmente concreto con nuestro continente: “América Latina debe liberarse de imperialismos explotadores”. El papa quiere despertar y animar no sólo a los ciudadanos de a pie sino también, mediante la sinodalidad, a todos los cristianos para que tomen en serio su bautismo, conformándose en ‘Iglesia sinodal” en manos de los seglares: “Una Iglesia sinodal es como un emblema levantado entre las naciones para el redescubrimiento de la dignidad inviolable de los pueblos y de la función de servicio de la autoridad.”

Como en cualquier época de nuestra historia, los ecuatorianos tenemos la posibilidad y la capacidad de construir un Ecuador mejor. Nuevos grupos sociales, ciudadanos, culturales, juveniles nacen y trabajan con este propósito. Corresponde a ‘los mirones’ dejar de criticar, encerrados en su individualismo consumista, para permitir a la inconformidad y la valentía expresarse mediante la unión, la fraternidad y la decisión de cambiar este país rico de tantos valores y ejemplos de grandes virtudes ciudadanas. Eso comienza con el compromiso de cada uno y cada uno de nosotros de organizarnos… porque la inmensa mayoría la estamos pasando muy mal.

 

5.      SOMOS SERES DE RELACIONES

Frente a la crisis generalizada que atraviesa nuestro país, debemos regresar a criterios fundamentales para asentarnos en bases sólidas que nos permitan encauzar la convivencia ciudadana hacia rumbos satisfactorios. La ola de violencia que nos azota la venimos permitiendo desde decenios, al dejar que la droga se riegue por todas partes… Tenemos que descubrir que la causa principal proviene del sistema de organización social que no logramos ni controlar ni desterrar: el sistema capitalista que se nos impone desde fuera con la complicidad maliciosa de las mal llamadas élites nacionales que sólo buscan sus beneficios personales y financieros. Tenemos que darnos cuenta que no vamos a salir de la actual situación sin un común despertar nacional que nos conduzca a refundar la patria.

La redacción, hace 15 años, de una nueva Constitución fue un paso acertado, porque se movilizaron y participaron las fuerzas vivas de todo el país: 1,500 grupos dieron sus aportes y se logró una Constitución muy avanzada. Pero la perversidad de los grandes medios de comunicación cuyos propietarios son los mismos que utilizan el país en beneficio propio, archivaron estas propuestas constitucionales para hacernos regresar al Ecuador del siglo pasado. Ahora, gentes de esa misma clase social nos dicen que las últimas elecciones presidenciales fueron fraudulentes. Se burla descaradamente las opiniones y opciones de la gran mayoría de los ecuatorianos. El cansancio, la pobreza y el desempleo constantes y crecientes nos han llevado a la situación en que nos encontramos.

Las protestas sectoriales son insuficientes. La policía y las fuerzas armadas usan una violencia desmedida contra los manifestantes, mayoritariamente pacíficos, que reclaman derechos elementales. ¡Que 7 personas adultas sobre 10 no tienen empleo asalariado es un escándalo mayúsculo que nos arrastra a la autodestrucción! Hemos perdido el sentido esencial del ser humanos: somos seres de relaciones y sólo mediante relaciones sólidas y duraderas podremos salir del atolladero en que nos quieren mantener encerrados. Pero todavía estamos lejos de esta conciencia y decisión.

El gobierno ha colapsado: los últimos acontecimientos lo demuestran. La policía que debe proteger a los ciudadanos,  se hace cómplice de un asesinato en su mayor institución, de la desaparición del cadáver y de la fuga del autor… La corrupción policial ha llegado al tope con un ministro que busca encubrir los hechos y desviar la atención… Mientras tanto otros policías buscaban ingresar armamento en el centro carcelario de Latacunga para la preparación de otra matanza entre presos… Allí tenemos la respuesta al preguntarnos quién organiza la actual situación infernal de nuestro país. Nos quedamos con la inquietud en boca de una vecina: “¿Cuándo nos va a desaparecer la policía?”

El camino seguro comienza por cada una y cada uno de nosotros: volver a multiplicar las buenas relaciones entre nosotros para construir comunidades fraternas allí donde viviremos en paz. Si no nos convencemos de esta necesidad, vamos a ir de mal en peor: ¿Cuándo la próxima asesinada desaparecida? ¿Cuándo la próxima desaparecida? ¿Cuándo el próximo muerto por sicarios? ¿Cuándo el próximo suicidio de un joven desesperado? Esta decisión individual de convivialidad es indispensable para comenzar un nuevo futuro.

La familia tiene que ser el primer lugar de aprendizaje de las buenas relaciones. Todos nacemos de una relación que suponemos amorosa. Luego hacemos un recorrido de 9 meses en el seno de nuestra madre que nos va tejiendo gracias la relación interior más íntima. Después vienen muchos años de relaciones constantes que nos permiten comer, caminar, expresarnos, ser independientes. La educación formal ocupa caso 10 años de relaciones de compañerismo y de compartir de experiencias y saberes… Las religiones que buscan humanizarnos y hermanarnos, se han vuelto un gran negocio con Dios y sus representantes.  La contradicción mortal es que, cuando llegamos a ser profesionales, nos volvemos individualistas, indiferentes, agresivos, competidores, egoístas… Entramos en el infierno de las relaciones negativas y destructoras. La primera víctima de esta situación somos cada uno de nosotros y nosotras… porque sufrimos la violencia fomentamos, acaparamos cosas y bienes que no dejan insatisfechos, creamos nuestra propia soledad al marginar a los que son más débiles que nosotros, los explotamos y oprimimos: Asi preparamos inconscientemente a los corruptos y a los asesinos… que hoy han tomado, los unos, las instituciones estatales y, los otros, las calles y los barrios para hacer de nuestras ciudades un gran cementerio de dolor y de muerte.

Los y las que no nos organizamos en grupos de vecinos, en asociaciones de amigos, en comunidades de creyentes, nos hacemos cómplices y encubridores de la situación de violencia que estamos padeciendo. “No hagas a otro el mal que no quieres que te hagan a ti mismo” o “Amarás a tu prójimo como a ti mismos”, nos dicen todas las grandes religiones… Es decir: ‘Construirás relaciones de convivialidad, de amistad, de amor, de fe, de alegría, de compartir, de participación…’ De eso está hecha la vida digna… pero parece que muchos no queremos ni eso… porque no estamos convencidos que ‘la vida se acrecienta dándola y se debilita en la comodidad y el aislamiento’. ¡Ayudémonos a ser personas constructoras de verdaderas relaciones humanas!