miércoles, 23 de enero de 2019

Artículos de diciembre de 2018


Artículos de diciembre de 2018.

Guayaquil, diciembre 26 de 2018.

Estimadas/os amigas/os y compañeras/os de camino, buenos días.
Esperando que estén bien.

Como es costumbre al final de cada mes, he aquí mis artículos de diciembre.
-          Francia se viste de amarillo… para rechazar el sistema neoliberal.
-          Ecuador es también amarillo… por la traición al pueblo y a la Revolución Ciudadana.
-          ¡Feliz Navidad!... con los pobres.
-          Testamento para 2019… ¿mejor que 2018?

Les invito a visitar mi blog donde acabo de poner documentos en los distintos portales: http://padrepedropierre.blogspot.com
Buena lectura… para comenzar el año con más esperanza.

Fraternalmente.
Pedro.

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1.  FRANCIA SE VISTE DE AMARILLO, Pedro Pierre
El sábado 7 de diciembre se movilizaron nada menos que 89,000 policías por toda Francia contra decenas de miles de manifestantes vestidos de chalecos amarillos ocupando las capitales provinciales de todo el país. Es el signo de un descontento generalizado contra políticas neoliberales que aumentan regularmente los impuestos. Por ejemplo en Francia, un litro de gasolina cuesta más que un galón de la misma en Ecuador, o sea, ¡casi 5 veces más! Como en nuestro país, allá también los pobres financian a los ricos cada vez más ricos. Los manifestantes se visten de un chaleco amarillo para identificarse de una manera llamativa -dicen que el amarillo es el color que más atrae la vista. Los jóvenes participan numerosos porque, como en todas partes, son los más afectados por un sistema que los margina: tienen que ir a buscar empleo en cualquier continente del planeta en una vida loca por enfrentar las dificultades de la vida.
Ya son 3 semanas que duran estas protestas, cada vez más numerosas. Piden la dimisión del presidente y la disolución de la asamblea legislativa. Critican las instituciones y desconfían de todos los partidos políticos, de los que no son parte: ¡los de izquierda han hecho en los gobiernos anteriores una política de derecha! En cuanto a los sindicatos, estos son bastantes débiles. En estas manifestaciones salen líderes espontáneos… Estas manifestaciones recuerdan las de mayo de 1968 que abarcaron a toda Europa y lograron 2 cambios significativos: el salario mínimo equiparado a la canasta básica e igual entre varones y mujeres haciendo el mismo trabajo. Se ve consignas parecidas como por ejemplo: “¡A ver si lo cambiamos todo!”
A los manifestantes de mayo de 1968 les faltaba organización, formación política e incidencias en los poderes del Estado. Las viejas instituciones capitalistas resistieron y todo volvió poco a poco a su cauce ‘normal’: la explotación inmisericorde de los trabajadores y la destrucción sistemática de la naturaleza. En 50 años bien poco se ha avanzado. Y no parece que se va a avanzar mucho. Las revoluciones se hacen después de años de luchas, de organización disciplinada y de formación política, con un pueblo decidido a jugarse la vida por un cambio, ahora ecológico-socialista. No se trata sólo de crear problemas al sistema neoliberal. Se trata, por una parte, de vivir mayoritariamente de otra manera, personal y colectiva: menos consumista, utilitarista, mercantilista y más compartida, más organizada, más favorable a la promoción del bien común. Por otra, se trata de sustituir el sistema neoliberal comenzando por uno mismo, la familia, la vecindad, la ciudad para llegar poco a poco a un Estado nacional con instituciones diferentes.
En Ecuador estamos lejos de un cambio significativo a pesar de las desgracias en las que estamos. ¿Cuántos deseamos un cambio de sistema? La inmensa mayoría de la gente está preocupada por consumir más y siempre más. Lo estamos viendo en cada Navidad: por todas partes un papanoel capitalista desaparece a un niño Jesús naciendo en un pesebre, que desde su estilo de vida sencillo va a construir una comunidad de discípulos decididos a continuar el proyecto del Reino, es decir, una sociedad fraterna, equitativa e universal. Mientras seguiremos honrando a un Niño divino que nos prometo un Reino de los cielos para no se sabe cuándo, seguiremos apoyando un sistema que nos explota, nos engaña y nos embrutece.
¡Que esta Navidad sea un paso más hacia una vida personal sencilla y fraterna, una convivencia igualitaria y equitativa, la defensa de nuestros derechos y de los de la naturaleza! En eso no ayude el niño Jesús, pues para eso vino.

2.  ECUADOR ES TAMBIÉN AMARILLO… Pedro Pierre
Los especialistas nos dicen que el amarillo es un color ambiguo. Representa a la vez la potencia y la gloria como en los casos del ‘rey sol’, del chaleco ganador de carrera ciclística… y también la enfermedad y la traición como en el caso de la fiebre amarilla y la calificación negativa que se da, por ejemplo, a los sindicalistas que traicionan a sus compañeros. Vemos el amarillo combativo en Francia con la actual gran protesta nacional de los “chalecos amarillos” y en el Ecuador el amarillo vergonzoso con la cascada de traiciones que estamos presenciando en las esferas gubernamentales.
En Ecuador brilla el amarillo luminoso de nuestra bandera que refleja la grandeza del sol, padre de la vida, y las riquezas del maíz, el arroz, el oro que nos regalan la Costa y la Sierra. Está también el amarillo del popular club deportivo guayaquileño, con su lema: “ídolo del Ecuador”.
Lastimosamente está campante el amarillo de las traiciones políticas: un presidente elegido para continuar la revolución ciudadana que pacta con la derecha hasta el punto que podemos leer en redes sociales y manifestaciones: “Moreno no existe”… o “Moreno es Nebot”… Traicionaron también al pueblo y a la revolución ciudadana los 44 asambleístas de Alianza PAIS que trocaron su camiseta por seguir favorecidos según sus intereses personales. Igualmente las despedidas de 2 vice presidentes huelen a traición: primero con Jorge Glas para enviarlo a la cárcel sin juicio certero y luego con María Alejandra Vicuña que aparece como trampolín afín de que entre alguien favorable al neoliberalismo, en la persona de Otto Sonnenholzner el más promocionado por el mismo gobierno, la derecha recalcitrante, los grandes empresarios… Ni hablar del Consejo transitorio de Participación Ciudadana que se cree y actúa por encima de las leyes, la Constitución y la ética personal y social. El amarillo negativo nos está envolviendo de fiebre adormecedora para que “los grandes ‘pescadores’ de siempre puedan acumular dinero y poder en este río revuelto que es nuestro país” en este momento.
Al fin del año está la costumbre de vestirse de amarillo para que el amor llene los corazones. ¿Por qué no compramos una camiseta amarilla, por una parte, como signo de protesta contra los atropellos que sufrimos y otros que se preparan y, por otra, como signo de esperanza porque el mismo sol, padre de la vida, amanece cada mañana para que nazca un nuevo día en nuestros corazones rejuvenecidos? Ecuador será lo que lo estamos haciendo.
El próximo aniversario del nacimiento de Jesús renueva nuestro compromiso para construir, a base de justicia y verdad, la paz en nuestro país. Esa es la profecía de Isaías: “El pueblo que caminaba en la noche divisó una gran luz; los que habitaban el oscuro país de la muerte fueron iluminados… Un niño nos ha nacido… para afianzar el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre”. Hoy somos nosotras y nosotros los llamados a ser realidad el sueño del profeta.

3.  ¡ FELIZ  NAVIDAD ! Pedro Pierre
Este tiempo de Navidad y fin de año, se mesclan religión y política: lo vemos por todas partes, la Navidad religiosa ha sido suplantada por la navidad económico. Eso es un hecho político, porque una Navidad pobre, un Niño Jesús amigo y liberador de los pobres, una religión que, como su fundador, promueve y defiende a los pobres… molestan a los poderes políticos al servicio del poder económico.
En nuestro país las derechas políticas no serían lo que son: en pleno auge a costa del empobrecimiento de millones de ecuatorianos, si el nuncio, los obispos, los sacerdotes, los religiosos y las religiosas optaran como Jesús para promover y defender a los pobres. El silencio, la complicidad y muchas veces el apoyo directo de la mayoría de los cristianos hace que los ricos pueden actuar impunemente mediante el sistema capitalista que produce, según el papa Juan Pablo II “ricos más ricos a costa de pobres más pobres”.
Hace solamente un poco más de un siglo que la política ha sido declarada independiente de la religión, con el gobierno del presidente Eloy Alfaro. Antes gobernaba la religión con el apoyo de los ricos, o sea, los políticos. El cambio ha sido que ahora gobiernan los políticos, o sea, los ricos, con el apoyo de la religión. Y los pobres siguen más pobres y más numerosos, engañados, sometidos, explotados inmisericordemente. Por eso cuando dejan de ser pobres dejan también de pertenecer a las Iglesias.
El Concilio Vaticano II decidió revertir esta situación: “Ser la Iglesia de los pobres”, pero pronto los mismos poderes religiosos archivaron el Concilio. En América Latina los obispos, con los grandes profetas de esa época, se reunieron en Medellín en 1968 para “aplicar el Concilio a América Latina” y lograron dar orientaciones claras y decisivas para que la Iglesia Latinoamericana sea “la Iglesia de los Pobres” que deseaba el papa Juan XXIII, el mismo Concilio, sellado en el “Pacto de las Catacumbas”. Pero las reacciones de los jerarcas católicos más conservadores y los poderes imperiales de Estados Unidos desataron la persecución y el asesinato de más de una decena de obispos, centenares de sacerdotes y religiosas, miles de cristianos de a pie para que fracase una Iglesia continuadora del Reino inaugurado por Jesús, defensora y promotora de los pobres.
Ahora estamos con el papa Francisco que retoma con valentía y sin rodeo los caminos del Concilio, de Medellín y de Jesús. Pero, ¿cuántos lo siguen entre los obispos? ¿Cuántos clérigos quieren que nada cambie? ¿Cuántos decenas de miles de cristianos callan, sordos y ciegos al clamor de los pobres y al grito de Dios en ellos? Y ¿cuántos centenares de miles de jóvenes se van de nuestras Iglesia sin saber que el mensaje de Jesús es muy diferente de lo que allí se predica y vive?
¡Feliz año nuevo, amigas/os y compañeras/os de camino! ¡Feliz año nuevo, papa Francisco! ¡Feliz año nuevo, Iglesia de los pobres! ¡Feliz año nuevo para todas y todos los que luchamos para una fe viva y una sociedad organizada desde los pobres, a la manera de un tal Jesús!

TESTAMENTO PARA 2019, Pedro Pierre
A los jóvenes de hoy, les regalo mis prendas amarillas para que sean tan valientes como los actuales jóvenes franceses y europeos, protestando con sus distintivos ‘chalecos amarillos’.
A los estudiantes, les regalo mi espíritu para que aprendan a ser humanos en plenitud.
Al gobierno, le regaló un cuarto vicepresidente que tenga el valor de lo imposible: trabajar por el bien común del país.
A los que traicionaron la voluntad popular en las elecciones y ‘se cambiaron de camioneta’, les regalo un año de vergüenza.
A los de las izquierdas, les regalo un despertador para que se levanten con el pie izquierdo.
A los jerarcas de toda índole, les regalo unos lentes transparentes para que vean cómo es la realidad de la mayoría de la nación.
A los ‘salvadores de siempre’, les regalo mi último suspiro para que se queden en silencio para siempre.
A la Comisión Transitoria de Participación Ciudadana, le regalo mi certificado de defunción para que me acompañen lo más pronto posible.
A Trump, le regalo mi voz feneciente para que, por fin, la suya se extinga.
A mis hermanos de Venezuela, les regalo mi inquebrantable resistencia al imperio del norte para que, junto a ellos, crezcamos como Patria grande, digna y soberana.
A los rebeldes, les regalo mi reloj para que vayan al compás de las organizaciones populares cuyos líderes no se venden al mejor postor.
A los pobres, les regalo mis manos para que estrechen sus manos y mis pies para que caminen juntos.
A los obreros y los trabajadores, les regalo mi inteligencia para que logren trabajar y gobernarse sin necesidad de un patrón.
A los líderes populares, les regalo mis ojos para que desvelen los lobos disfrazados de mansas ovejas.
A los indígenas, les regalo mis raíces serranas para que sigan siendo indígenas.
A las mujeres, les regalo mi gran corazón para que el suyo late al unísono de los tiempos nuevos y junto a los varones vayan pariendo la humanidad nueva.
A los obispos, les regalo mi bastón para que caminen con los empobrecidos y los atropellados a la manera de un tal Jesús.
A los padrecitos, les regalo mis armadores para guarden sus sotanas en sus roperos.
Al papa Francisco, le regalo las últimas fuerzas que me quedan para que no se desanime en hacer la Iglesia más fiel al proyecto del Reino inaugurado por Jesús de Nazaret.
A mis panas los cristianos comprometidos con la liberación, les regalo mi sueño que está en marcha esta Iglesia de los Pobres que soñamos.
A los niños, les regalo mi sonrisa para que no dejen de reírse para que los adultos los escuchen y respeten.
A mi compadre Rafael, le regalo mi solidaridad para con los que luchamos por un Ecuador que camine derecho.
A los atrevidos, criticones e indiferentes, les regalo mi espejo para que vean lo tonto que son.
A quiénes quieran, les regalo mi dignidad para que no gobiernen los que perdieron muchas elecciones ni quienes les negamos el gobierno.
A mis paisanos, les regalo mi espíritu crítico para que elijan gentes decentes.
A ti mi nieto y nieta, les regalo mi celular para que construyan con otros la justicia y la fraternidad.
A ti mi hijo e hija, les regalo mis ñeques porque “la lucha es el camino”.