lunes, 9 de noviembre de 2015

Mis artículos de octubre escritos en El Telégrafo



1.   NADIE ES EXTRANJERO EN LA TIERRA, Pedro Pierre.
Los medios de comunicación nos informan de están llagando a Europa, desde el comienzo de este año, unos quince mil migrantes cada mes. Provienen de África y del Medio Oriente y atraviesan el mar Mediterráneo, donde miles de ellos encuentran allí su cementerio. En Ecuador, son bien pocas las familias que no hayan tenido familiares que hayan viajado a Estados Unidos o Europa y muchas de ellas no saben el destino de los que, desde diez, veinte años o más, ya no les dieron ninguna noticia de su paradero. Ahora que las olas migratorias llegan a Europa en nombre cada vez más grande, recién se empieza a investigar las causas de tales migraciones.
En América Latina, hay cada vez menos gente que decide emigrar. Por una parte Estados Unidos y Europa están pasando por la misma crisis que sufrimos al final del siglo pasado. La situación económica se vuelve allá más problemática. Además, felizmente, la mayoría de los países latinoamericanos están teniendo gobiernos que se preocupan por su población más vulnerable y facilitan ayudas para los que deciden regresar a su país.
Los gobiernos europeos, después de declaraciones a favor de la acogida de los migrantes africanos y árabes, están cerrando sus fronteras y reciben grupos cada vez más limitados entre los que se abultan en las fronteras. En países del Medio Oriente como Turquía, Líbano y Jordania son millones los árabes que están parqueados en campamentos huyendo de las guerras provocadas por la misma Europa y Estados Unidos. Lo mismo pasa en África del norte en países como Libia, Túnez, Argelia y Marruecos.
Los europeos recién se dan cuenta de la validez del refrán: “Quien siembra vientos cosecha tempestad”. Lastimosamente, en vez de escuchar tambores de paz, llueven más y más bombas de destrucción masiva. Entre las y los que mueren hay mucho más civiles que militares. En América Latina nos alegramos de que el proceso de paz entre el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) vaya por buen camino: hasta se piensa que en los meses venideros se pueda firmar un acuerdo definitivo. En su viaje a Cuba, el papa Francisco abogó por el feliz éxito de estas conversaciones de paz.
En Ecuador también existen las migraciones entre las diferentes regiones de nuestro país: los campos se van vaciando de su población más joven: mestizos, negros e indígenas. Van llenando las grandes ciudades buscando con dificultad algún empleo digno y adecuadamente renumerado. El lema de las asociaciones y organizaciones de solidaridad es para todos nosotros y nosotras: “¡Nadie es extranjero en nuestra tierra!” y cuanto más son de nuestro mismo país. También es para nosotros y nosotras la proclama de Jesús: “He tenido hambre y sed, estaba enfermo y desnudo, fui extranjero y encarcela y me has ayudado -o no me has ayudado-, porque cada vez que los hiciste -o no lo hiciste- con algunos de estos, conmigo lo hiciste -o no lo hiciste”. Recapacitemos si todavía nos asedian tentaciones de racismo, indiferencia y rechazo: “Cada persona es nuestra misma carne y nuestra misma sangre”.

2.   SOMOS TODOS AFRODESCENDIENTES, Pedro Pierre
El próximo 31 de octubre los negros del Ecuador, en particular los que son originarios de Esmeraldas, van a celebrar uno de sus mayores héroes en la persona de Alonso de Illescas. Él se puso a la cabeza de los negros que venían de España para ser vendidos como esclavos en Perú o Chile, cuando su barco embancó en las costas ecuatorianas en 1543. Entonces, sin haber vivido la esclavitud sino el exilio por haber sido arrancados a la fuerza de su continente africano -leí que venían del Benín- este grupos de negras y negros se adentraron en la selva tropical de esta región y convivieron con los indígenas del lugar. Hasta hoy supieron conservar su cultura y su sabiduría; tienen mucho que aportarnos para nuestro desarrollo personal, social y religioso.
Una primera afirmación que nos sorprende cuando la escuchamos por primera vez, es que ‘todos los humanos somos afrodescendientes’… por la razón que, según el consenso de los científicos, la raza humana nació en África. Nuestras y nuestros tatarabuelos fueron africanos: nuestra sangre, toda sangre humana es originalmente africana. ¡Qué mayor razón para sentirnos hermanos y hermanas de las y los negros, y desterrar de una vez todo racismo! Otra consecuencia es que, siendo una sola raza humana nacida en África, quienes hemos cambiado de color de piel, quiénes nos hemos ‘descolorado’, somos los que tenemos más blanca la piel…
No vamos a insistir sobre los grandes valores de la cultura negra; basta decir que la música internacional tiene su mayor influencia en la música negra; en América Latina citaremos solamente la cumbia y el reguetón… y ni hablemos de bailes al ritmo de la marimba con sus vestidos multicolores.
Y ¿nos habla la Biblia de las y los negros? Lastimosamente en nuestras representaciones europeas, no he visto de tez negra ni a Adán ni a Eva, y bien pocos ángeles negros…; recién aparecen nacimientos negros. San Francisco de Asís, el autor de los nacimientos, ya había puesto un mago negro. En Egipto podemos decir que las civilizaciones dirigidas por los faraones eran negras. Sabemos que los descendientes de Abraham vivieron unos tres siglos en ese país. La esclavitud fue condenada por san Pablo en la carta a su amigo Filemón. En el camino a la cruz Jesús fue ayudado por un negro en la persona de Simón de Cirene, originario de Cirenaica, hoy Libia. En los Hechos de los Apóstoles se nos cuenta el bautismo de un etíope, del sur de Egipto, por el diácono Felipe. En el Antiguo Testamento la reina de Sabá que visitó a Salomón era negra, originaria de Etiopía, país del que nos habla el profeta Isaías: “el pueblo de gente alta y negra, ese Pueblo siempre respetado, una nación vigorosa cuyo territorio está surcado por ríos”.
Las y los negros nos revelan el color negro del rostro de Dios, tal como nos lo recuerda el canto conocido: “¿De qué color es la piel de Dios? ¡Blanca, roja, amarilla y negra es!”. Nos revelan también la fraternidad sin frontera.
¡Feliz día, felicidades y agradecimientos a nuestras y nuestros hermanos negros!

3.   PALESTINOS, ¡ADELANTE!, Pedro Pierre.
¿Hasta cuándo? Ya van a ser 70 años que la tierra de Palestina está esta atropellada por unos judíos invasores y arrasadores. Los palestinos mantienen una valiosa resistencia de siete décadas para poder seguir viviendo en paz en su tierra y la de sus antepasados.
Hagamos un poco de historia. Por los años 70 de nuestra era, el imperio romano tenía ocupada la Palestina mientras la resistencia era cada vez más fuerte. Las legiones romanas terminaron destruyendo totalmente la capital Jerusalén; Palestina pasó a ser una provincia del vecino país, Siria. Frente a esta situación, unos judíos decidieron quedarse y otros eligieron ir a vivir en otros países. Así siguió 18 siglos. De los palestinos que se quedaron, unos siguieron con la religión judía del Antiguo Testamento y otros se hicieron cristianos. Luego de la aparición de la religión musulmana, unos se convirtieron al islam. Estos tres grupos lograron convivir en paz hasta mediados del siglo 20 hasta que unos judíos que vivían en otros países decidieron volver a Palestina. Apoyados principalmente por Francia, Inglaterra y Estados Unidos, regresaron violentamente sin avisar ni consultar a los palestinos judíos, cristianos y musulmanes que siempre había vivido allí. Se llamaron Israel y lograron ser reconocidos por la ONU. De esta manera comenzó por parte de Israel una guerra de invasión con fusiles, tanques y bombardeos para ocupar cada vez más espacios. La ONU se hizo cómplice de este genocidio y hasta hoy no hace respetar las decisiones que se toman para detener las masacres de palestinos.
¿Hasta cuándo? Lastimosamente Israel pasa a ser conocido como el  país internamente fascista y exteriormente terrorista. Lo decía el mismo Jesús: “Los jefes de la naciones se consideran como sus dueños y los poderosos los dominan. Entre ustedes no será así”. ¿Cómo detener este genocidio y sacar de este mal algún bien? Los grandes medios de comunicación se hacen cómplices de esta vergüenza internacional, porque se mezclan intereses petroleros y de control de los países árabes de la región.
¿Hasta cuándo? La propuesta de solución va en dos direcciones. Por una parte la llamada ‘Comunidad Internacional’ tiene que entender la realidad palestina que siempre se ha tergiversado y defender los derechos de los palestinos a ocupar la tierra donde siempre han estado. Por otra parte, nosotras y nosotros somos esta ‘Comunidad Internacional’: tenemos que presionar, como ya lo hacen muchos grupos y países, a nuestros gobiernos, a Israel y a la ONU para que el gobierno israelita cumpla con los acuerdos de mesas de diálogos tal como ya las ha habido. A eso nos invitan también las orientaciones del Vaticano y del papa Francisco que invitó a Roma los jefes de gobierno tanto de Palestina como de Israel: juntos sembraron un árbol de la paz en los jardines del Vaticano… Infelizmente, siguen los atropellos de Israel a los palestinos y los números muertos de parte de estos.
Adelante ¡palestinos! Nuestras voces y nuestra solidaridad se están haciendo cada vez más fuertes para que logren vivir en paz en su país.


4.   UNA IGLESIA DE PUERTAS ABIERTAS, Pedro Pierre.
Esa es la conclusión positive que se puede sacar del Sínodo sobre la familia en el Vaticano, o sea, de la reunión de unos 265 participantes de los distintos países del planeta junto al papa Francisco. Este sínodo comenzó a prepararse, a la demanda del papa, hace año y medio con los aportes de todos los católicos que lo deseaban. Después de una primera sesión hace un año se volvió a trabajar el documento de conclusión. Al final de este 2ª sesión de 3 semanas los obispos se pusieron de acuerdo, en una votación aprobatoria de la 2/3ª partes, en entregar al papa sus puntos de vistas sobre la familia para que él “profundice aún más en el tema de la familia según la perspectiva que él quiera dar”.
Lo que llama la atención es que no hay prohibiciones, un milagro ya que un grupo significativo hizo presiones, cartas, publicaciones. Pero la doctrina tradicional sobre la familia no ha cambiado muchos como si los tiempos siguieran iguales. Las noticias dicen que “un tercio de los obispos del mundo reman en contra” del papa Francisco. Al final se dio apertura a las nuevas situaciones familiares, en particular a las parejas divorciadas que vuelven a contraer un nuevo compromiso. Un asunto que no se tocó en profundidad fue el de las relaciones homosexuales por realidades muy distintas según los continentes. Sin embargo el futuro queda abierto para dejar despejados horizontes de esperanza para todas y todos las y los que puedan sentirse condenados y descartados: no hay que construir muros sino puentes; no hay que poner semáforos rojos sino flechas verdes. El matrimonio es el espacio de amor y comunión en el cual se manifiestan el amor de Dios, la capacidad divina de crear nuevos seres humanos y la sacralidad de la vida, de toda vida.
En su discurso de despedida el papa Francisco confirmó la importancia de la familia y del matrimonio como base fundamental de la sociedad y de la vida humana. Afirmó el respeto a las culturas para que la inculturación sea el resultado de un aporte mutuo entre los valores culturales y los valores evangélicos. Invitó a los defensores de la doctrina a insistir más en el espíritu de las leyes que en su letra, más en las personas que en las ideas, más en la gratuidad del amor y perdón que en las fórmulas, pues Jesús mismo proclamó que las leyes y los mandamientos han sido hechos para el hombre y no lo contrario. Proclamó que la Iglesia es Iglesia de los pobres de espíritu y de los pecadores en busca de perdón y no sólo de los justos y de los santos, o mejor dicho, de los justos y de los santos cuando se sienten pobres y pecadores. Declaró que la Iglesia debe ser una Iglesia ‘sinodal’, es decir, más democrática donde nos escuchemos entre todos: pueblo cristiano, colegio episcopal y pastor universal. Concluyó diciendo que hay que emprender un caminar juntos para llevar a todas las partes del mundo, a cada diócesis, a cada comunidad y a cada situación la luz del Evangelio, el abrazo de la Iglesia y el amparo de la misericordia de Dios.


martes, 26 de mayo de 2015

Mis artículos de mayo en El Telégrafo



 REALIDAD NACIONAL Y LATINOAMERICANA.

Guayaquil, mayo 26 de 2015.

Estimadas/os amigas/os y compañeras/os de camino, buenos días.
Esperando que estén bien.

He aquí mis artículos de mayo en el Telégrafo.
-        Neoliberalismo trastornador de todo… porque todo lo pone a su servicio.
-        Mensaje episcopal alentador… del cardenal arzobispo de Montevideo, Uruguay
-        Vivir sanamente… en el campo: testimonio llamativo.
-        San Romero de América nos confirma el camino… de la Iglesia de los Pobres.


¡Buena lectura!

Fraternalmente.
Pedro.

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1.   NEOLIBERALISMO TRASTORNADOR DE TODO, Pedro Pierre
Mucha gente se puso a caminar en este 1° de mayo, fiesta de los trabajadores en memoria de todas y todos los que dieron su vida para que se respete la dignidad y los derechos de todo trabajador. Lastimosamente los partidos políticos están haciendo de esta marcha una manifestación política partidista, desviándola de su originalidad. Ese día las y los trabajadores se toman las calles de su ciudad para decir que son ellos la fuente principal de la riqueza y del desarrollo de un país: sin las y los trabajadores no hay producción de alimentos y bienes, no hay comercio, ni transformación, ni producción de dinero.
Por eso ese día se denuncia todo lo que atropella la dignidad y los derechos de las y los trabajadores. También se señala cual es el verdadero enemigo de los trabajadores, es decir, el capitalismo y todos los que se hacen sus promotores y cómplices. Por eso sonaban a verdad las pancartas que decían: “Todos contra el imperialismo” – “Con la derecha ni a la esquina”… Igualmente se tiene que denunciar las tendencias capitalistas que puedan aparecer en las acciones y actitudes del actual gobierno, sabiendo que nadie es libre de culpa. Todos tenemos un pequeño capitalista agazapado adentro de nosotros que nos hace individualistas, prepotentes, acumuladores, corruptos, abusadores, violentos…
Tenemos que denunciar las perversiones de este capitalismo que se ha hecho planetario. En los decenios del siglo pasado decíamos que ha logrado poner la política a su servicio. Ahora este capitalismo perverso ha dado un paso más: no sólo ha impuesto el mercado como ley suprema sino también el control de los medios de comunicación. Los golpes de Estado eran intervenciones militares; luego fueron imposiciones económicas con el FMI; luego pasaron a ser patrañas de la CIA o ‘Inteligencia’ norteamericana con las derechas parlamentarias nacionales como en los casos de Honduras y Paraguay. Ahora son las mentiras mediáticas internacionales para desprestigiar gobiernos, como los de Venezuela, Argentina y Ecuador, con la complicidad de los medios privados de comunicación nacionales.
La valentía de los pueblos latinoamericanos ha relegado a las derechas en el cementerio de la historia y unos grandes gobernantes progresistas han puesto en marcha una integración antiimperialista. Por eso en este momento América Latina conserva cierta independencia frente al neoliberalismo. Pero, este, como el camaleón, se disfraza de nuevos colores para hacernos creer que ha cambiado. Es el mismo monstruo de siempre -el lobo disfrazado de oveja- que se llama multinacionales, extractivismo a cielo abierto, tecnología de última generación, derecha moderada… para seguir controlándonos, saqueándonos, distrayéndonos y engañándonos.
Con el papa Francisco tenemos que decir “No a una economía de la exclusión” – No a la nueva idolatría del dinero” – “No a un dinero que gobierna en vez de servir” – “No a la inequidad que genera violencia”. Se confirma la palabra de Jesús: “No se puede servir a Dios y el dinero”.


2.   MENSAJE EPISCOPAL ALENTADOR, Pedro Pierre
La próxima visita a Ecuador está despertando en nuestro país varios aportes para beneficio de todo el pueblo ecuatoriano. El intercambio de informaciones nos permite compartir reflexiones que nos animan en ser un pueblo protagonista de nuestro destino, en especial para los católicos.
Comienza sencillamente: “Queridos hermanos: ‘Fijos los ojos en Jesús’… quisiera compartirles algunas intuiciones fundamentales… que alienten nuestra marcha en este momento hermoso y desafiante de la historia que el Señor nos regala vivir”. ¿Cuáles son estas mayores intuiciones?
“Una Iglesia evangélica y transparente que busca el encuentro personal y comunitario con Jesús resucitado… Procuramos entonces ser constructores de puentes, y no de murallas… Estamos llamados a ser transparencia de Jesús…Ser como la luna que no tiene luz propia, sino que refleja la luz del sol….Se trata de vivir el ‘sí y el no’ del evangelio sin agregados, sin confusiones, sin turbiedades.”
“Una Iglesia ‘anunciadora’, que da testimonio de Jesús Resucitado, de la alegría de ser cristianos, inquieta, que salga a buscar a los bautizados que se han alejado de la fe… Es una alegría que asume también el dolor y las dificultades del camino.”
“Una Iglesia que vive la comunión y la diversidad con cariño, donde haya una coherencia pastoral sin pretensiones de uniformidad… La comunión no es uniformidad, es amor en la diversidad… Partamos de la base de que estamos para lo mismo: anunciar a Jesús, servir al Reino, hacer Iglesia en comunión.”
“Una Iglesia participativa donde presbíteros, diáconos, consagrados y laicos encuentren su lugar y donde los organismos de participación sean efectivos y fecundos, instrumentos para la nueva evangelización… Seamos audaces en la comunión… queremos ser un nuevo impulso al anuncio decidido y audaz del Reino.”
“Una Iglesia servidora que se pone del lado de los últimos… La caridad no puede ser neutra, indiferente, tibia o imparcial… Cuando nos manifestamos como Iglesia nuestros aportes no pueden estar condicionados, desde una opción política determinada, sino fijando los ojos en Jesús, poniéndonos del lado de aquellos con los que Él se identifica.”
“Una Iglesia ubicada en la sociedad plural en la que vivimos, que diga su palabra sin pretensiones hegemónicas, capaz de escucha y diálogo, pero sí anunciando a Jesucristo y las implicancias éticas de su seguimiento, con humildad y sin complejos… Abogamos por una laicidad positiva… (la cual) supone que todos los actores de una sociedad plural y democrática estamos llamados a colaborar procurando el bien común de la sociedad.”
“Una Iglesia capaz de hablar en un lenguaje comprensible… Si nos quedamos solamente en los elementos tradicionales y no buscamos en las nuevas tecnologías cómo hacer vivo y llamativo hoy el anuncio de Jesús, estamos perdiéndonos una oportunidad preciosa.”
“El Papa Francisco, con su cercanía, nos invita a no quedarnos aletargados, sino a despertarnos, salir, anunciar.”
Agradecemos al cardenal arzobispo Daniel Sturla, de Montevideo, por este mensaje de alegría, esperanza y ánimo.


3.   VIVIR SANAMENTE, Pedro Pierre

No son una moda los temas ambientalista: desde varios años nuestro planeta tierra no logra reponerse de los daños que le hacemos. De allí provienen los desequilibrios que comenzamos a sufrir: calentamiento, cambio climático, deshielos, lluvias torrenciales, calores extremos, sequías, terremotos, tsumanís, huracanes, contaminaciones, etc. ¿Nos esforzamos a imitarlos por la cantidad de basura, de desechos y de contaminantes que botamos en la naturaleza: en la tierra, los ríos, el aire, los bosques…? Varios esfuerzos e iniciativas, pequeños todavía, están apareciendo por muchas partes que nos invitan a unirnos a este esfuerzo para vivir sanamente, cultivar la tierra amablemente, dejar de utilizar plásticos, químicos… para nuestra propia salud y para la sobrevivencia de las generaciones venideras.
La Constitución del Ecuador declara nuestro país libre de transgénicos: eso debe ser respetado, ya que la tecnología para modificar variedades genéticas está relacionada con intereses de la industria de agrotóxicos dominadas por seis grandes transnacionales, entre ellas, la Mosanto, Bayer y Singenta. A finales de abril el presidente Rafael Correa participó de la Conferencia "Proteger la Tierra y dignificar al ser humano", organizado por la ONU y el Vaticano. A principio del mes integrantes de La Vía Campesina de Brasil enviaron una carta al presidente ecuatoriano, explicando por qué los cultivos transgénicos son una amenaza para los agricultores, la soberanía alimentaria, a la salud y la biodiversidad del planeta. El mismo papa Francisco está preparando una carta encíclica sobre la Ecología y el respeto de la creación. Después de su visita a Ecuador en julio próximo participará en Bolivia en un Encuentro Mundial de los Movimientos Populares cuyo tema es: "Tierra, Trabajo y Vivienda". Debatirán sobre los impactos y amenazas de los transgénicos y pesticidas a la vida y la biodiversidad en América Latina.
En días pasados tuve la suerte de participar de una reunión en una finca ambientalista de Manabí, cerca de Canoa. Desde más de 30 años una pareja campesina y sus hijos viven con sencillez y felicidad, en armonía con la naturaleza inspirándose de 2 lemas: el los 4 “R”: “Reciclar, Reducir, Reutilizar y Rechazar” y este otro: “Cuidar la tierra, cuidar la gente y regalar el excedente”. ¡Qué experiencia exitosa! De casi desierto que era la finca de 11 hectáreas hace 30 años, se volvió una isla de vida y fraternidad con un bosque lleno de árboles y arbustos muy diversos, donde la fauna y la flora abundan. Crían gallinas y cerdos y cultivan muchas variedades de hortalizas. Son orgullosos de decir que “es una tierra libre de plásticos, químicos, basura, alcohol, tabaco y… celulares”. Han abierto una escuela ambientalista para los niños de la zona. Reciben visitas de personas y grupos de todos los continentes para dar formación sobre lo que hacen…
Todo esto nos hace palpar que “otro mundo es posible”. “Los cielos nuevos y la tierra nueva” que nos describe el Apocalipsis vienen a ser el comienzo de una realidad actual si así los queremos.


SAN ROMERO DE AMÉRICA NOS CONFIRMA EL CAMINO A SEGUIR, Pedro Pierre

Los numerosos comentarios sobre la beatificación de monseñor Oscar Romero -el domingo pasado 24 de mayo- iban en 2 direcciones bastantes opuestas. Por una parte, la jerarquía salvadoreña eligió el lema de “Monseñor Romero, mártir por amor” mientras el Vaticano decía “mártir por odio a la fe”. Por otra parte las Comunidades Eclesiales de Base de El Salvador y los grupos cristianos que se identifican como Iglesia de la Pobres en la línea de la teología de la liberación lo calificaban como “mártir por el Reino”. La breve carta enviada por el papa Francisco al arzobispo de San Salvador en vísperas de la beatificación de monseñor Romero nos aclara definitivamente su sentido. He aquí unos extractos.
“Monseñor Romero, que construyó la paz con la fuerza del amor, dio testimonio de la fe con su vida entregada hasta el extremo… Igual que un día eligió a Moisés para que, en su nombre, guiara a su pueblo, sigue suscitando pastores según su corazón, que apacienten con ciencia y prudencia su rebaño (cf. Jer 3, 15)…
El Señor concedió a su Iglesia un Obispo celoso que, amando a Dios y sirviendo a los hermanos, se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor. En tiempos de difícil convivencia, Monseñor Romero supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia. Su ministerio se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados…
Damos gracias a Dios porque concedió al Obispo mártir la capacidad de ver y oír el sufrimiento de su pueblo, y fue moldeando su corazón para que, en su nombre, lo orientara e iluminara, hasta hacer de su obrar un ejercicio pleno de caridad cristiana…
La fe en Jesucristo, cuando se entiende bien y se asume hasta sus últimas consecuencias, genera comunidades artífices de paz y de solidaridad. A esto es a lo que está llamada hoy la Iglesia en El Salvador, en América y en el mundo entero: a ser rica en misericordia, a convertirse en levadura de reconciliación para la sociedad.
Quienes tengan a Monseñor Romero como amigo en la fe, quienes lo invoquen como protector e intercesor, quienes admiren su figura, encuentren en él fuerza y ánimo para construir el Reino de Dios, para comprometerse por un orden social más equitativo y digno…”
Los cristianos nos sentimos confirmados a continuar el legado de monseñor Romero en la línea de las Comunidades Eclesiales de Base, la Iglesia de los Pobres, la teología de la liberación, los Documentos de las Conferencias Episcopales Latinoamericanas y el trabajo pastoral de monseñor Leonidas Proaño. ¿Quiere ser de verdad el clero y la jerarquía católica ecuatoriana “una Iglesia pobres y de los pobres” según las palabras del mismo papa Francisco? La preparación de la visita papal nos ayudará a responder.
Quiénes estamos decididos a enfrentar estos dos desafíos, hasta que nos cueste la vida, podremos invocar a monseñor Romero como santo, sin relegarlo en los archivos de la historia y las lujosas sacristías de nuestras iglesias, ni dejar que lo asesinen otra vez.

sábado, 4 de abril de 2015

San Romero de las Américas por Adolfo Pérez Esquivel



SAN  ROMERO  DE  AMÉRICA,  Adolfo  Pérez  Esquivel.

Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.
Marzo de 2015

Los mártires son semillas de vida que siembran la esperanza y fortalecen los caminos de la fe. Ellos han fecundado el continente de la Tierra Fecunda - “Abya Yala”- por la fuerza de la palabra profética y el testimonio de vida de quienes tuvieron el coraje y la fe de caminar junto a la Iglesia Pueblo de Dios. Sus voces se alzaron en todo el continente y el mundo. Asi fue en el país hermano de El Salvador, sometido a la violencia con más de 70 mil muertos, exiliados y perseguidos. De ese dolor surgió una voz que fue guía y esperanza, denunciando la violencia y reclamando el respeto a la vida y dignidad del pueblo sometido a la guerra civil y la dictadura militar.
Fue la voz de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, quien vive la conversión del corazón y abraza el camino de la Cruz como señala San Pablo: “para algunos es locura, para otros es vida y redención.”
Romero soportó muchas incomprensiones dentro de la misma iglesia, su voz, sus reclamos y denuncias no quisieron ser oídas en el Vaticano; hubo corrientes ideológicas y mala información sobre lo que ocurría en El Salvador. El simplismo conceptual y político redujo todo a la polarización Este-Oeste, entre el capitalismo y el comunismo, basado en la Doctrina de la Seguridad Nacional imperante. Se olvidaron de miles de hermanos y hermanas víctimas de la violencia. Romero trató que el Vaticano lo escuche y ayude, pero salió angustiado y regresó a su país con el dolor en el alma.
Algunos campesinos que lo conocieron recuerdan que seguían las homilías de Monseñor Romero, sentían necesidad de oír su palabra y cuando viajaban no necesitaban de la radio ya que todos los vecinos las tenían encendidas y podían seguir la palabra del obispo en el camino.
Monseñor sabía de las amenazas que era objeto, pero la fuerza del Evangelio y su compromiso con el pueblo eran parte de su propia vida; buscaba en la oración y en el silencio escuchar el silencio de Dios, que le decía a su corazón, a su mente y espíritu.
Cuentan que unos periodistas en marzo de 1980 decían que el obispo estaba en la raya, en el límite en la mira de los militares y él presintiendo les contestó: “Sí, he sido frecuentemente amenazado de muerte, pero debo decirles que como cristiano no creo en la muerte sin resurrección. Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño. Se lo digo sin ninguna jactancia, con la más grande humildad. Ojalá, sí, se convencieran de que perderán su tiempo. Un obispo morirá, pero la iglesia de Dios, que es el pueblo, no perecerá jamás”
Ese 23 de marzo en la Catedral, Monseñor Romero habló de un comité de ayuda humanitaria. Criticó “el Estado de Sitio y la desinformación a la que nos tienen sometidos” y señaló las muertes de la semana: 140 asesinatos… “Lo menos que se puede decir es que el país está viviendo una etapa pre-revolucionaria”. Seguidamente tomó impulso en su homilía y dijo:…”Yo quisiera hacer un llamamiento de manera especial a los hombres del ejército, y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la Policía, de los cuarteles: “Hermanos son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanos campesinos! Y ante una orden de matar que dé un hombre debe prevalecer la ley de Dios que dice “¡No matar!”…Ningún soldado está obligado a obedecer una ord en contra la ley de Dios. Una ley inmoral nadie tiene que cumplirla. Ya es tiempo que recuperen su conciencia y obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La iglesia defensora de los derechos de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación. Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas, si van teñidas de tanta sangre…
“En nombre de Dios, y en nombre de éste sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios:

¡Cese la represión!”
La voz de Monseñor Romero se hizo escuchar con claridad a pesar de todos los inconvenientes e interferencia radial y en los equipos: “La iglesia predica la liberación”… “La catedral estalló en aplausos, el pueblo emocionado sentía el clamor de sus corazones”. -así lo relatan Jacinto Bustillo y Felipe Pick-.
Necesitaba profundamente del silencio y la oración, de buscar en su interior la palabra de Dios para que lo ayude a acompañar y escuchar a su pueblo, sufriente y esperanzado.
Muchos mártires sembraron sus vidas en tierra salvadoreña, entre ellos hay sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos en las comunidades de base, en reclamar el derecho de vivir sin violencia y alcanzar la Paz.
Han pasado muchos años y el Santo de América, Oscar Romero ilumina el caminar de la Iglesia, su palabra y testimonio de vida es luz del Espíritu, como dice en la Noche Buena de 1979: “El país está pariendo una nueva edad y por eso hay dolor y angustia, hay sangre y sufrimiento. Pero como en el parto, dice Jesús, a la mujer le llega la hora de sufrir, pero cuando ha nacido el nuevo hombre, ya se olvidó de todos los dolores.
Pasarán estos sufrimientos. La alegría que nos quedará será que en ésta hora de parto fuimos cristianos, vivimos aferrados a la fe en Cristo, y eso no nos dejó sucumbir en el pesimismo. Lo que ahora parece insoluble, callejón sin salida, ya Dios lo está marcando con una esperanza. Esta noche es para vivir el optimismo de que no sabemos por dónde, pero Dios sacará a flote a nuestra patria y en la nueva hora siempre estará brillando la gran noticia de Cristo”.
El Papa Francisco buscó con justicia reparar del olvido al mártir y profeta y restablecer el testimonio de Monseñor Romero, luz de la Iglesia latinoamericana Pueblo de Dios que reconoce a sus profetas que inspiran y muestran el camino de la fe y la esperanza.

Así se va pariendo el espíritu de vida del Hombre Nuevo.
Vienen a mi memoria, hermanos de caminada en el continente de la Tierra Fecunda que están presentes en la vida de los pueblos, son las voces proféticas de la Iglesia de nuestro tiempo, en Ecuador la voz de Monseñor Leonidas Proaño, Obispo de Riobamba; en Chiapas y Cuernavaca , en México, las voces de los obispos Samuel Ruiz y Sergio Méndez Arceo, en Brasil voces proféticas como las de Don Helder Cámara , Arzobispo de Olida y Recife; el Cardenal de Sao Paulo, Don Pablo Evaristo Arns; Don Pedro Casaldáliga de Sao Felix de Araguaya, Tomás Balduino de Goias, Antonio Fragoso de Crateus, teólogos como Leonardo Boff y Fray Betto; en Nicaragua Ernesto Cardenal, en Chile, el Cardenal Silva Enriquez y en Bolivia, Jorge Manrique en la Paz. En Argentina la voz del mártir de los llanos riojanos, Monseñor Enriq ue Angelelli, y sus sacerdotes Carlos Murias y Gabriel Longeville; los obispos Jaime de Nevares de Neuquén, Jorge Novak de Quilmes y Miguel Hesayne de Viedma, sacerdotes, religiosas y laicos comprometidos desde la fe con el pueblo, el martirologio de las hermanas misioneras francesas y los Palotinos, y tantos otros que son como los ríos subterráneos que emergen con fuerza a la superficie y cambian la realidad iluminando la vida y la esperanza.
Otros hermanos y hermanas marcaron el mismo caminar en la fe desde la diversidad, de otras vertientes religiosas como la Iglesia Evangélica Metodista, con los obispos Federico Pagura, Carlos Gattinoni y Aldo Etchegoyen y sus mártires, la Iglesia Luterana con su compromiso con los más necesitados. El rabino Marshall Mayer, en defensa de los derechos humanos.
Necesitamos seguir las huellas de quienes nos precedieron en los caminos de esperanza, de luchas desde la fe en el reencuentro de la gran familia humana.
Varios de los hermanos mencionados fueron firmantes del Pacto de las Catacumbas en Roma en 1965 al finalizar Vaticano II donde fueron convocados por Dom Helder Cámara, y renovaron su compromiso de vivir el Evangelio junto a los pobres.
El Espíritu del Señor está presente en la vida y memoria, San Romero de América camina junto a los pueblos de nuestro continente.

Publicado por Carismatico Ec para IGLESIA DE A PIE - Ecuador por la paz y la reivindicación el 3/25/2015 12:30:00 a. m.