jueves, 31 de agosto de 2023

 

ARTÍCULOS DE JULIO

Con un saludo muy fraterno a todas y todos: Pedro Pierre.

  1. Organizar la ignorancia… es el gran trabajo del sistema neoliberal.

  2. Elecciones: El papa Francisco y la política… para sorprendernos positivamente.

  3. ¡Nos venden humo!… y lo comemos como pan caliente.

  4. El problema somos nosotros y nosotras… y la solución también.

  1. ORGANIZAR LA IGNORANCIA, Pedro Pierre.

He aquí otra característica del sistema neoliberal que nos organiza, o más bien, que nos desorganiza. Una de sus mayores perversidades es justamente ‘organizar la ignorancia’. Lo hemos visto con el gobierno de Lenin Moreno. Lo primero que hizo en ese sentido fue cuando pidió la asesoría del FMI (Fondo Monetario Internacional): reducir drásticamente el presupuesto de la educación, dejar de pagar a los maestros y profesores sin contrato permanente, reducir el presupuesto del desayuno escolar, quitar las ayudas para los arreglos de los edificios escolares, suspender la formación de maestros y profesores, detener el nombramiento de nuevos educadores, permitir el cobro de matrículas y otros gastos más…

Así hemos llegado al desastre educativo actual: la deserción escolar porque los padres no pueden pagar los gastos escolares, cierre de escuelas o la suspensión de materias o por la no renovación del material necesario, atraso en la entrega de diploma por falta de personal o cobros indebidos, aumento del número de estudiantes de los sectores populares que pueden entrar a la universidad o tienen que suspender sus estudios por supresión de becas, por otra parte desempleo de maestros y profesores que hacen de taxistas en carros alquilados… La conclusión nos la da Simón Bolívar: “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”.

El sistema neoliberal multiplica la ganancia a costa de la marginación y explotación de los pobres debidas al bajo nivel escolar. No quiere gentes preparadas intelectual y profesionalmente que reclamen sus derechos, que emprendan actividades profesionales, que investiguen caminos alternativos de economía solidaria. No le importa a un gobierno neoliberal que los pobres no puedan salir de la pobreza por falta de educación. Prefiere que se hundan en la violencia que el mismo sistema permite y fomenta.

Por este motivo decía Helder Cámara, gran obispo de Brasil y mentor de la Iglesia de los Pobres en América Latina, habló sobre las protestas violentas y los levantamientos de los pobres que no encuentro caminos para educarse ni alimentarse: “Hay tres tipos de violencia. La primera, madre de todas las demás, es la violencia institucional, esa que aplasta y humilla a millones de hombres, violencia con ruedas silenciosas y bien engrasadas. La segunda es la violencia revolucionaria que surge del deseo de abolir la primera. La tercera es la violencia represiva, que se convierte en auxiliar y cómplice de la primera violencia, la que engendra todas las demás. No hay peor hipocresía que llamar violencia sólo a la segunda, pretendiendo olvidar la primera que la engendró y la tercera que la niega.” Martín Luther King, el líder de los negros norteamericanos, decía en el mismo sentido: “La protesta es el lenguaje de los que no se quiere escuchar”. Por eso el papa Francisco clamó recientemente: “No dejemos robar a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro mejor". La educación es para humanizarnos y hermanarnos.

Todo esto nos ayuda a evaluar los candidatos del proceso electoral que está en marcha: ¿Qué dicen sobre la educación? ¿Qué proyecto tienen para aumentar el presupuesto del ministerio de educación? Nos marean con soluciones ilusorias para eliminar la violencia, pero no señalan las causas. Una de las causas de la actual violencia es la falta de oportunidades para crecer en educación intelectual y profesional.

En días recientes, se nos comunicaba unos 10 caminos para crecer en educación y sabiduría. Estos son los siguientes: 1. Aprender a crecer con la sabiduría y los procesos de los pueblos. 2. Dejarnos mover por la utopía: generar alternativas y ser personas alternativas. 3. “Sin visiones nos perdemos”: mover y renovar nuestra mirada. 4. Creer en lo pequeño y crear con lo pequeño. 5. La sabiduría ancestral nos guía hacia el convivir armonioso. 6. Los conocimientos nos guían hacia el desarrollo humano integral. 7. La educación escolar nos abre al grito de los pobres, al susurro de las mujeres y a la voz de la Madre Tierra. 8. Las capacitaciones hace fluir la verdad y la bondad en un contexto de mentira y maledicencia. 9. La profesionalidad nos da la auténtica autoridad que es cercanía, servicio y coherencia de vida. 10. Los estudios nos abren a los nuevos lenguajes de la comunicación virtual y la inteligencia artificial.

Conozcamos las cosmovisiones indígenas que nos abren a los nuevos horizontes del Bien vivir personalmente, el Bien actuar colectivamente, la Vida buena de las utopías de nuestro continente de “la Tierra sin Mal”, porque las utopías son la motivación de una vida con sentido y felicidad. Exijamos educación gratuita ya que la Constitución señala el mínimo del presupuesto para la educación y que no se respeta, porque para eso pagamos impuestos. Denunciemos la perversidad de un sistema que nos quita el derecho a la educación gratuita desde la escuela primaria hasta los institutos de investigación. Es hora de luchar y luchar juntos por nuestra verdadera dignidad.

  1. ELECCIONES: EL PAPA FRANCISCO Y LA POLÍTICA, Pedro Pierre. Julio 12.

En este tiempo de elecciones, es bueno para los cristianos recordar unas orientaciones del papa Francisco que nos ayuda a regresar a las fuentes de nuestra fe, es decir, el testimonio de Jesús y la práctica de las primeras Comunidades cristianas. Su primera carta encíclica de 2013, “La alegría del Evangelio” tiene, por un parte, fuertes condenas a sistema neoliberal que nos organiza y, por otra, hace llamados a los cristianos a sustituirlo. Podemos recordar ‘los 4 NO’ del papa: “¡No a una economía de exclusión!” porque “la economía mata y Dios dijo ‘No matarás’”; “¡No a la idolatría del dinero!” porque se trata de “la dictadura de la economía”; “¡No a un dinero que domina en lugar de servir!”, porque se trata de un “rechazo de la ética y el rechazo a Dios”; “¡No a la inequidad que genera violencia!”, porque la violencia de los ricos y de un sistema injusto está al origen de la violencia de los pobres. Luego el papa retoma una frase del papa Benedicto 16: “la Iglesia ni puede ni debe quedar al margen en la lucha por la justicia” e insta a todos los cristianos, pero también a los sacerdotes, a preocuparse por la construcción de un mundo mejor.

Otra de las intervenciones del papa Francisco que llama la atención es su ‘Mensaje por la paz’ del 1 de enero de 2019, donde nos habla de la importancia del compromiso político. El tema era: “La buena política al servicio de la paz”. El papa afirma que “la política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”. Creo que en Ecuador hemos llegado a esta “opresión, marginación e incluso de destrucción”.

¿Qué remedios nos propone el papa Francisco? Primero nos habla de la importancia de la política y de la necesidad de implicarnos en ella: “Dice Jesús: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Como subrayaba el Papa san Pablo VI, «tomar en serio la política en sus diversos niveles -local, regional, nacional y mundial- es afirmar el deber de cada persona, de toda persona, de conocer cuál es el contenido y el valor de la opción que se le presenta y según la cual se busca realizar colectivamente el bien de la ciudad, de la nación, de la humanidad». En efecto, la función y la responsabilidad política constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo. La política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad.”

La política, según el papa, es “el compromiso por el bien común… Es un programa con el que pueden estar de acuerdo todos los políticos, de cualquier procedencia cultural o religiosa, que deseen trabajar juntos por el bien de la familia humana, practicando aquellas virtudes humanas que son la base de una buena acción política: la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad… A este respecto, merece la pena recordar las ‘bienaventuranzas del político’: Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel. Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad. Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés. Bienaventurado el político que permanece fielmente coherente. Bienaventurado el político que realiza la unidad. Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical. Bienaventurado el político que sabe escuchar. Bienaventurado el político que no tiene miedo.”

Después de enumera los vicios de la mala política, el papa habla también de “la buena política (que) promueve la participación de los jóvenes y la confianza en el otro. Cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro… Cada uno puede aportar su propia piedra para la construcción de la casa común. La auténtica vida política, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales.”

Termina el papa su mensaje con la invitación a “recurrir siempre al espíritu del Magníficat que María canta en nombre de todos los hombres: «El Todopoderoso hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes».”

Sobre este compromiso político de la fe, también podemos recordar el mensaje del papa en Bolivia, en 2015, cuando se encontró con las Organizaciones populares: “Hablamos de la necesidad de un cambio, un cambio de estructuras, para que la vida sea digna… La política está fundamentalmente en manos de los pueblos… Las «3-T»: Tierra, Techo y Trabajo para todos son un proyecto-puente de los pueblos. ¡Rebélense contra la tiranía del dinero! ¡Sean solidarios! ¡Revitalicen la democracia! ¡Sean austeros! ¡Huyan de la corrupción!”. El papa retoma esta misma temática en 2016, cuando califica al sistema capitalista de “terrorista” … que debe ser “cambiado”.

Las palabras del papa son un desafío para los cristianos y para ‘los hombres y mujeres de buena voluntad’. ¡Sepamos, en estas elecciones, escuchar esta voz del papa y aportar nuestro granito de arena para un Ecuador mejor!

3. “¡NOS VENDEN HUMO!”, Pedro Pierre

Es lo que pasa en todas las campañas electorales: hacer promesas que, en muchos casos, no se cumplirán. “¡No venden humo!” porque estas promesas, en la mayor+ia de los casos no se pueden cumplir. El desafío es discernir ‘cuándo nos venden humo y cuando no’. El caso del actual gobierno es patente. Nunca se había visto hasta ahora un gobierno que, sistemáticamente, no haga obras sociales: Ni se utiliza el presupuesto asignado porque el ministro de economía no lo entrega. ¿Por qué motivo se da esto? Es muy sencillo: En nuestro país, se está aplicando estrictamente el sistema neoliberal y para eso el gobierno obedece a las orientaciones del FMI (Fondo Monetario Internacional). El FMI hace o ha hecho préstamos y exige que se pagan sin ningún retraso. Entonces se guarda el dinero en reserva para que se pague a tiempo los intereses de las deudas contraídas.

Pero el gobierno, apoyado irrestrictamente por los grandes medios de comunicación y por la represión policial y militar, no es el único culpable. Mucha gente está creyendo ciegamente que ‘la política es sucia’ y que no tenemos que meternos en ella… Es justamente lo que quieren el gobierno y los partidos políticos que lo apoyan o que quieren alcanzar el poder y continuar con el sistema neoliberal. Así nos van engañando, nos van manipulan, nos van ‘vendiendo humo’ … para seguir gobernándonos para el beneficio de ellos y a costa nuestra.

‘Nos venden humo’ todos los candidatos que apoyan el sistema neoliberal porque es un sistema construido por los grandes ricos para conservar su capacidad de acumular riquezas sin límite. Por eso también quieren que no nos interesemos en la política afín que ellos sigan sin problemas siendo cada vez más ricos. Tradicionalmente la jerarquía católica y el clero en general han estado ligados a los ricos y a sus gobiernos, y han utilizado la religión y el púlpito para machacar que ‘los cristianos no se deben meter en política’ … aunque sin nunca explicar por qué motivos, explicándonos que Jesús y la fe en él son exclusivamente relacionados a lo espiritual, al cielo y a la salvación después de la muerte.

En la Iglesia católica, las cosas han comenzado a cambiar con el Concilio Vaticano 2°, esta reunión de unos 1,400 obispos de todo el planeta, convocado por el papa Juan 23 en 1961 para actualizar el pensamiento y la misión de la Iglesia. Esta reunión tuvo 4 sesiones en los años 1962 a 1965. La gran novedad fue la invitación a regresar a la persona de Jesús, su vida, su mensaje y su misión al servicio del Reino. La Iglesia debe ser un testimonio colectivo de la vida, del mensaje y de la misión de Jesús…. Dijo el Concilio que la primera misión de la Iglesia era la de Jesús, es decir, la construcción del Reino, o sea de la fraternidad y que no hay fraternidad sin igualdad. ¡Menudo compromiso que todavía no ha sida captado por un número significativo de obispos, sacerdotes y laicos! En el Concilio lo obispos dijeron que la Iglesia era ‘Pueblo de Dios’ y no solo jerarquía o clero. Además afirmaron que el Pueblo de Dios en su conjunto tenían un ‘sentido correcto de la fe’ que debía ser escuchado y asumido por la jerarquía.

Resumiéndolo, diremos que su mensaje principal fue: “Seamos una Iglesia pobre y servidora a la manera de Jesús”. Reapareció la importancia de todos los bautizados para reconocer lo que nos decía Dios y Jesús en los tiempos actuales para hacer presentes el Reino de Dios en la vida cotidiana, social, económica y política. El Concilio, que es la máxima autoridad en la Iglesia católica, proclamó que la Iglesia en general estaba al servicio del Reino, o sea, de la humanización de las personas y de la fraternidad universal. Eso era su primer servicio, imitando a Jesús.

La novedad de estos tiempos es el testimonio del papa Francisco que nos invita a volver al Concilio Vaticano 2°, continuar sus orientaciones y actualizar sus intuiciones: Ser servidores del Reino y conformarnos en una pobreza que es solidaridad con los pobreza y eliminación de la miseria. Por eso ha lanzado en gran proyecto de la ‘sinodalidad’. La sinodalidad quiere ser un regreso a las fuentes del cristianismo, un volver a Jesús y a su misión del Reino, un seguimiento de las prácticas de las primeras Comunidades cristianas. El bautismo es el gran motivador de estas opciones porque nos hace a todos iguales e igualmente responsables, porque hemos sido marcado por la unción del crisma que nos hace a todos ‘profetas, sacerdotes y reyes-pastores’.

Esta renovación eclesial nos plantea enfrentar el compromiso político de nuestra fe. Si la política es fundamentalmente el servicio de bien común para el bienestar de todas y todos, es también el compromoso de todos los ciudadanos, en particular de los cristianos que son, según la palabra de Jesús, “sal, luz y fermento” de un mundo nuevo conforme a los valores del Reino: la hermandad universal.

En nuestro Ecuador mayoritariamente cristiano, si seguimos la manera de vivir de Jesús, su mensaje y su misión al servicio del Reino, como también el testimonio de las primeras Comunidades cristianas, estaríamos mucho más empeñados a comprometernos por la fraternidad sin frontera, la superación de la miseria, la lucha contra las desigualdades, la defensa de los derechos humanos… Todos estos compromisos son íntimamente relacionados con una política al servicio del bienestar de todos… De esta manera, los gobiernos neoliberales y los malos políticos no se dedicarían a “vendernos humo” con tanta facilidad.

4. EL PROBLEMA SOMOS NOSOTROS Y LA SOLUCIÓN TAMBIÉN, Pedro Pierre

La situación del Ecuador es de las más catastróficas. La falsa solución es, por un parte, echar la culpa a los demás y, por otra, esperar que la solución venga de algún salvador. Ahora es una evidencia, “¡con Correa estábamos mejor y mucho mejor!”. Pero ahora ni Correa ni la Revolución Ciudadana nos van a salvar inmediatamente del caos actual. Eso no se podrá hacer sin la participación activa y organizada de todos nosotros y nosotras. La razón de esto es sencilla: Somos nosotros que hemos permitido estar cómo estamos. Claro, Lenin Moreno nos ha traicionado, pero no solo lo hemos dejado continuar traicionándonos, sino que, al aprobar la consulta popular del ‘7 veces SÍ’, lo hemos confirmado en su traición. Luego hemos repetido el mismo error con Guillermo Lasso al votar por él o al votar nulo. Después de su elección, que califico de fraudulenta, hemos aceptado que siga de presidente. También hemos dejado que venga y siga el FMI (Fondo Monetario Internacional) para imponernos el neoliberalismo que descuida la salud y la educación, se despreocupa de arreglar las carreteras, privatiza la mayoría de las grandes empresas nacionales y termina fomentando y entregando el país a las multinacionales (¡ya es realidad para las Islas Galápagos!), a las mafias internacionales del narcotráfico y a la delincuencia organizada (miremos las cácele). De todo esto, por nuestra indiferencia, pasividad y complicidad, somos responsables por omitir de impedirlo. Nosotros somos el problema del Ecuador tal como está. Pero también somos la solución si así lo queremos, en particular con las próximas elecciones si votamos por quienes son capaces de reconstruir el país con nuestra colaboración decidida.

Los cristianos tenemos a nuestra disposición unas 3 opciones para aportar nuestra colaboración para otro Ecuador posible y urgente, porque Jesús de Nazaret ha venido para una salvación y una liberación que comienza en esta tierra y en nuestro país gracias a nosotras y nosotros.

La primera alternativa es la conocida ‘opción por los pobres’ que es triple compromiso: opción por las causas de los pobres, opción por la pobreza digna y opción contra la miseria. Se trata de seguir el ejemplo de Jesús de Nazaret que ‘siendo rico se hizo pobre’ y asumió las causas de los pobres para jacer retroceder la miseria e implantar una pobreza digna. La pobreza digna es una opción de vida sencilla, solidaria e igualitaria. En este asunto el problema no es la pobreza, sino la riqueza que es la acumulación de bienes a costa del empobrecimiento de los demás: la riqueza es el resultado del despojo de otros, porque les quita lo les pertenece por derecho. Somos pobres dignos cuando vivimos sencillamente, es decir, con lo necesario, cuando compartimos y cuando no explotamos a nadie. Somos ricos y condenados por Jesús cuando acumulamos bienes innecesarios, cuando no compartimos y cuando explotamos a los demás. Las desigualdades son creadas por la acumulación de bienes: Traen pobreza, o sea miseria, desempleo, robo, delincuencia, migración y corrupción. En consecuencia tenemos que ubicarnos y calificarnos para saber reconocernos cuando somos pobres dignos y cuando somos ricos despojadores de los demás. De esta manera podremos corregirnos y desterrar la mucha violencia que nos destruye a diario.

La segundo alternativa es la construcción del Reino de Dios en la tierra, aquí y ahora. El Reino no es primero del cielo o para el cielo, sino para nuestra tierra, nuestro país, nuestro lugar de vida, nuestra familia y nuestra misma vida personal. En su Carta pastoral “Todos somos hermanos y hermanas”, el papa Francisco lo califica de “fraternidad sin frontera, amistad social, amor político y fe liberadora”. El Reino es la organización de esta ‘fraternidad, amistad, amor y fe’ en nuestra vida diaria, personal, profesional, social y políticamente. En consecuencia tenemos que ubicarnos y calificarnos para reconocer cuánto estamos construyendo el Reino, o sea, la fraternidad y la paz social, y cuánto las estamos destruyendo. De esta manera podremos corregirnos y desterrar la mucha desorganización que nos destruye a diario.

La tercera alternativa es la vida en comunidad. Estamos hechos para vivir en comunidad. El individualismo, la indiferencia y la pasividad colaboran para nuestra autodestrucción y nuestra desgracia. Felizmente nuestras raíces ancestrales valoran mucho nuestra dimensión comunitaria: Somos humanos cuando somos hermanos solidarios. Eso es nuestra identidad de personas y de pueblo latinoamericano. Si no, nos degradamos, nos destruimos personal y colectivamente. Colaboramos al caos y a la catástrofe en la que nos hundimos irremediablemente. En consecuencia tenemos que ubicarnos y calificarnos para reconocer cuánto estamos viviendo comunitariamente o cuánto colaboramos con el individualismo destructor. De esta manera podremos corregirnos y desterrar la mucha desorganización que nos deshumaniza a diario.

La solución de los problemas sociales y personales están en nuestras manos y a nuestro alcance. Depende de nuestra decisión personal, de nuestra voluntad individual: pobreza digna, hermandad universal y dimensión comunitaria. Este proyecto colectivo comienza con el compromiso de cada uno. ¿Estará en el programa de algunos candidatos del actual proceso electoral? Si no está, ¿qué esperamos para incidir en las promesas de campaña?… pero todo comienza por nosotros y nosotras, porque ‘nosotros somos la solución’, desde nuestra pobreza digna, nuestra fraternidad alegre y nuestra organización creciente. Si queremos un Ecuador mejor comencemos dando un primer paso. Así empezará a hacerse realidad. El éxito está en empezar.


Artículos de agosto

 

A R T Í C U L O S    D E     A G O S T O

Amig@s y compañer@s de camino: Buenos días, esperando que estén bien.

He aquí mis artículos de agosto.

  • Resistir y sustituir, pero juntos… son los 2 caminos del verdadero cambio.

  • ¡Bravo, porque estás haciendo crecer la vida!… Esa es la misión de todo ser humano.

  • Votar sin ‘botar’ su voto… apoyando un proyecto de vida con la Revolución Ciudadana.

  • Resultados electorales: perspectivas y desafíos… en medio de un grand caos.

  • ¡Ay, Nicaragua, Nicaragüita!

  1. RESISTIR Y SUSTITUIR, PERO JUNTOS, Pedro Pierre

Frente a los desafíos actuales hay dos opciones que nos permiten enfrentarlos y empezar a superarlos: Es la resistencia y la sustitución de los mismos. Estas dos opciones serán ya efectivas a corto plazo si las realizamos juntos. El compromiso tiene que empezar siendo individual, pero debe apoyar en acciones colectivas, ya que los problemas son a la vez individuales y colectivos.

En la actualidad, el mayor desafío es la inseguridad por la violencia que se ha generalizado a partir del narcotráfico que lo quiere controlar todo para actuar a sus anchas al nivel nacional. Esta situación de narcodelincuencia organizada se da en un contexto de campaña electoral. Nos sentimos bastantes impotentes porque el mismo gobierno y muchas instancias estatales han pactado con el narcotráfico internacional y los grupos nacionales de delincuencia. Eso vuelve la tarea más compleja y difícil de superar rápidamente.

Tenemos que reconocer que el gran beneficiario del narcotráfico es el sistema capitalista que, de esta manera, aumenta las ganancias de los más ricos, de las grandes multinacionales y de sus bancos. Ya san Pablo en su carta a los Efesios nos advertía: “No nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba”. Podríamos resumir diciendo: ‘Nos enfrentamos al imperio del mal de los de arriba’. Este imperio del sistema capitalista neoliberal nos domina, nos atemoriza y nos despoja hasta de nuestros derechos… gracias todas sus complicidades estatales nacionales y locales, incluyendo nosotros mismos. La lucha, además de ser individual, tiene que ser colectiva, organizada y valiente. Incluye necesariamente la dimensión política porque se trata de rescatar y promover los ‘bienes comunes’ que permiten vivir y convivir humanamente.

Relacionando esta realidad con las elecciones nacionales, tenemos que ir reconociendo que los mayores responsables de la desgracia actual son los dos últimos gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso. Para elegir correctamente, tratemos de discernir, por una parte, cuáles son los partidos que promueven el sistema capitalista (y son la mayoría) y, por otra, cuáles son los candidatos que han sido parte de estos gobiernos, porque van a seguir la misma política desastrosa.

Frente a esta situación, nuestro compromiso es doble: resistir las mentiras y complicidades y sustituirlas por actitudes y cambios alternativos que construyan una nueva realidad al nivel personal, familiar, social y político. Si no entramos consciente y decididamente en estas dos dinámicas vamos a ir de mal en peor. Juntemos entonces las resistencias y las alternativas, dejando de lado la indiferencia, el individualismo y la pasividad. Si no nos dedicamos a luchar, ya hemos perdido todas las batallas. La mística, la fe y la solidaridad nos hacen más fuertes, más humanos y más hermanos, y nos abren caminos de verdadera convivencia.

‘Resistir’ es la primera actitud. En años recientes nos ha encantado y animado la canción “Resistiré”, que nos invitaba no solamente a gritar nuestra disconformidad sino a cambiar modos de vivir personales, colectivos y nacionales. Principalmente tenemos que resistir al individualismo y al consumismo que fomentan la pasividad. Los medios de comunicación y las instituciones educativas y religiosas nos llevan lastimosamente al individualismo porque porque promueven a competencia a toda costa. Nos hacen creer que ser primero en contra y a costa de los demás es la meta absoluto, en vez de enseñarnos a aprender juntos, a hermanarnos entre todos, a convivir armoniosamente, a ayudar al más débil, a ser una comunidad viva.

En cuanto al consumismo, se nos hace creer que la felicidad está en la acumulación de bienes. Esta acumulación nos da la ilusión que vamos a ser felices. A la larga más bien terminamos más esclavos de las cosas que tenemos. Ademas esta acumulación de cosas nos aísla de los demás y nos encierra en el individualismo. Erróneamente nos creemos superiores a los demás: Volvemos a la competencia ridícula y dañina para todos y todas. Vencer estas limitaciones nos exige no solamente resistirlas sino sobre todo sustituirlas. Es la segunda exigencia.

Las malas situaciones no cambian si no las sustituimos. De diversas manera todas y todos estamos empeñados en eso: Sustituir lo que nos limita e impide nuestra crecimiento individual y colectivo. Ahí nos topamos a la resistencia de la organización social que es obra de la política capitalista, con nuestra aprobación de las autoridades y legisladores que elegimos. Nuestras resistencias deben llagar a la sustitución. Entramos necesariamente en al nivel político, que es precisamente la organización de la convivencia armoniosa. La dificultades provienen del hecho que, muchas veces, somos novatos y desconfiados, porque la mayoría de los políticos buscan su interés individual y se nos ha repetido que la política es sucia y que los cristianos no debemos meternos. Felizmente, esta equivocación empieza a retrocedes por el hecho de darnos cuenta que todos estamos involucrados en ella, consciente o inconscientemente: la buena política es fundamentalmente incidir positivamente en nuestra organización social. Mejoremos entonces nuestra capacidad de influir de buena manera en nuestra organización social.

Por otra parte no basta cambiar lo que sería algunos defectos del sistema capitalista que nos organiza, sino ir a la raíz. El sistema capitalista es esencialmente perverso porque pone a las personas al servicio del enriquecimiento de una minoría que termina viviendo y creciendo a expensas de los demás. Ayudémonos a resistir y sustituir, individual, colectivamente y poco a poco, todo lo que nos limita y destruye: Esta construcción de la fraternidad nos hará verdaderamente feliz. ¡A resistir y sustituir!

2. ¡BRAVO, PORQUE ESTÁS HACIENDO CRECER LA VIDA!, Pedro Pierre

Esa es la frase que escuché al final de una conversación entre un animador de organizaciones sociales y un ingeniero en construcción. Hablaban de sus actividades, de las dificultades que encontraban, del entusiasmo que ponían en sus respectivos trabajos. El ingeniero terminó felicitando al animador social: “¡Bravo, porque estás haciendo crecer la vida!” Pensé entre mí: ¿No será esta la tarea y la misión de cada ser humano? Hacer crecer la vida en todo lo que hagamos con entusiasmo en medio de las dificultades. Muchas veces asumimos un sinnúmero de actividades, limitándonos a un crecimiento material o profesional, sin saber bien a qué sirve ni a quién, preguntándonos por qué existimos y para qué vivimos. Allí está la respuesta: ¡Hacer crecer la vida, toda vida, juntos, sencillamente y sin desmayar!

En estos tiempos de elecciones es bueno preguntarnos cómo hacer crecer la vida en la situación actual de nuestro país. Con los gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso hemos experimentado un proyecto de muerte, de traición, corrupción descarada, destrucción de la naturaleza e empobrecimiento creciente de la mayoría de los ecuatorianos. Con la decisión de disolver la Asamblea legislativa por el presidente Lasso, estamos en una situación parecida a la de un partido de futbol catastrófico detenido por el árbitro en el medio del segundo tiempo. El primer tiempo era dirigido por el técnico Lenin Moreno asesorado por Guillermo Lasso y el segundo tiempo por el mismo Lasso. Nos damos cuenta que se trata no sólo de detener un partido, sino de cambiar las reglas del juego para salir del desastre de un juego descabellado y peligroso para los jugadores. Lastimosamente en esta campaña electoral todos los candidatos, menos el binomio de la Revolución Ciudadana, están por la continuidad de la reglas que benefician una minoría de ciudadanos ricos a costa del empobrecimiento de los demás. Es tiempo de votar por un cambio porque esta mayoría de candidatos sin partidos políticos ni programa alternativo no va a traer ningún cambio sino la continuidad de un modelo económico agotado. O seguimos con una economía capitalista que nos empobrece o buscamos progresar hacia hacia un compartir más equitativos de las riquezas nacionales como ya lo hemos experimentado durante los 10 años anteriores al presidente Moreno.

Con esta campaña electoral repetimos lo que pasó en Brasil con el presidente Bolsonaro el año pasado que quería asegurar la continuidad de un régimen opresor de los pueblos y destructor de la naturaleza. ¡Ojalá elijamos a un presidente parecido a Ignacio Lula da Silva! Cuando tenía lugar la campaña electoral brasileña, un grupo significativo de obispos escribió una carta iluminadora que orientaba el voto consciente y acertado. Comenzaban denunciando ‘una economía que mata’ y destruye la naturaleza, en particular en la Amazonía. Denunciaron que “vivimos durante cuatro años bajo el reinado de la mentira, el secretismo y la información falsa. Las fake news (noticias falsas) se han convertido en la forma ‘oficial’ de comunicación entre el Gobierno y el pueblo”… “Hay 2 proyectos para Brasil: uno democrático y otro autoritario; uno comprometido con la defensa de la vida, a partir de los empobrecidos, el otro comprometido con ‘la economía que mata’; uno que cuida la educación, la salud, el trabajo, la alimentación, la cultura, otro que menosprecia las políticas públicas, porque desprecia a los pobres”… “La Iglesia no tiene partido, ni lo tendrá nunca, pero tiene un lado y lo tendrá siempre: el lado de la justicia y la paz, de la verdad y la solidaridad, del amor y la igualdad, de la libertad religiosa y del Estado laico, de inclusión social y buen vivir para todos”… “Los ministros de la Iglesia no pueden dejar de tomar posición cuando se trata de defender la vida de los seres humanos y la naturaleza”… “No hay lugar para la neutralidad cuando se trata de decidir sobre dos proyectos para Brasil”… Nosotros en Ecuador bien podemos aplicar estas orientaciones al caso ecuatoriano y votar por un proyecto de vida contra un proyecto de muerte.

En cuanto a las elecciones de legisladores, debemos dar al nuevo binomio presidencial una mayoría legislativa que le permita lograr cambios significativos para empezar un cambio radical de la organización estatal y nacional. No podemos confirmar a legisladores que sólo buscan privilegios personales y se oponen a mejorar las condiciones de vida en la que nos encontramos la inmensa mayoría de los ecuatorianos.

La pregunta sobre la prohibición de la extracción petrolero en la zona amazónica del Yasuní es muy importante. Nos damos cuenta cada vez más que el cambio climático por la destrucción de la naturaleza nos está trayendo consecuencias desastrosas. Proteger la naturaleza y defenderla es un deber impostergable. No se puede seguir destruyendo la Amazonía y sus pueblos en el territorio ecuatoriano. Por eso el ‘SÍ’ favorecerá la protección de la Amazonía y de sus pueblos, abrirá un futuro mejor para las generaciones venideras y obligará al gobierno implementar la creación de energías alternativas al petróleo, porque sí, hay energías alternativas al petróleo.

Nuestro país necesita un resurgimiento de gentes con buena voluntad decididas a colaborar por una vida mejor para todos. Es nuestra tarea de ciudadanos conscientes y organizados. Hagamos crecer la vida allí donde Dios nos ha sembrado. No desperdiciemos nuestro voto. Seamos en estas elecciones “sal, luz y fermento” del Ecuador que soñamos.

3. VOTAR SIN ‘BOTAR’ SU VOTO, Pedro Pierre

Desde 1979, al final de la dictadura militar, hemos elegido a los presidentes mediante nuestro voto ciudadano. Lo hemos hecho sea bien informados o mal informados, sea conscientes o manipulados. Elegimos votar o no votar, o preferimos el voto blanco o el nulo. Así hemos tenido a los presidentes que votamos mayoritariamente… pero cada vez con insatisfacción porque favorecían los intereses del grupo de los adinerados. >Primero se eligió a Jaime Roldós por nacionalista: ‘Primero Ecuador y sin los norteamericanos’. Esto no fue del gusto del ‘grupo adinerado’ ecuatoriano ni de la CIA (Central de Inteligencia norteAmericana) que lo eliminaron en un accidente aéreo que provocaron. Fueron muy satisfechos con Osvaldo Hurtado que firmó la primera “Carta de intención”, es decir, de sumisión, con el FMI (Fondo Monetario Internacional) para que los capitales nacionales e internacionales dirigieran las políticas gubernamentales. Luego creímos en las promesas ilusorias de Léon Febrés Cordero que ofrecía ‘Pan, Techo y Empelo”: Terminó llenando de muertos al Ecuador. Pensamos después que la Izquierda Democrática con Rodrigo Borja tuviera un gobierno más favorable a la mayoría de los ecuatorianos, pero fue todo lo contrario. El regreso de los ‘grupos adinerados’ con Sixto Durán Ballén preparó el populismo de Abdalá Bucaram que fue defenestrado por estos mismos grupos. Después elegimos a los supuestos ‘independientes’ cuya mayoría fue sacada del poder mediante sendas manifestaciones callejeras… porque no respondían a nuestras necesidades básicas “Tierra, Trabajo y Techo”, tal como las resume el papa Francisco. Y apareció Rafael Correa, nacionalista y anti imperialista como Roldós, que se eligió y reeligió durante 10 años porque buscaba un Estado ecuatoriano al servicio de las mayorías ecuatorianas. La elección de Lenin Moreno terminó en la traición al adoptar el ‘programa neoliberal de Guillermo Lasso’, según las palabras del mismo Lasso… que ganó fraudulentamente las últimas elecciones presidenciales según el parecer de muchos analistas y gracias al voto nulo de los ‘enfermos anticorreístas’ envenenados por los grandes medios de comunicación nacionales. Para manifestar nuestra voluntad de un gobierno favorables a las mayoría votamos mayoritariamente por la Revolución Ciudadana en las últimas elecciones de febrero pasado.

Ese breve recorrido histórico nos demuestra que, mediante nuestro voto, marcamos un camino a seguir para los presidentes que nos mal gobiernan: Queremos un Estado nacionalista, antiimperialista y anticapitalista, contra las ambiciones de los ‘grupos económicos’ que quieren gobernar solo para sus intereses y los de Estados Unidos. Al asesinar al candidato presidencial Villavicencio, estos grupos económicos acaban de demostrar su decisión de lograr nuevamente la elección de un nuevo presidente capaz de desplazar la actual candidata de la Revolución Ciudadana cuando las encuestas de opinión muestran que puede ganar en primera vuelta. Habiendo demasiados candidatos del signo de ellos, eligieron eliminar a uno, para confundir a los electores y orientarlos a votar nuevamente a alguno de ellos. Para encontrar pistas para reconocer a quién mandó a matar a Villavicencio, tal vez sería bueno descubrir cuál es el grupo político, con la complicidad de la embajada norteamericana, que destila más odio anticorreísta, presenta soluciones falsas y hace promesas ilusorias. ¿Sabremos en estas próximas elecciones no dejarnos engañar ni permitir que haga fraude para cambiar los resultados a su favor? Las votaciones del próximo 20 de agosto nos lo dirán.

… Porque no hay más que 2 proyectos: El de la Revolución Ciudadana y el de los ‘grupos adinerados’ de siempre. Lastimosamente y como en la anterior elección presidencial, los que no votan, los que votan nulo o blanco y los que, como borregos, siguen las orientaciones de los grandes medios de comunicación, irán favoreciendo los propósitos de estos grupos adinerados de siempre. Son ellos los que fomentan la inseguridad y la violencia, la pobreza creciente y la migración masiva, los asesinatos de políticos y los muertos a diario, porque pactan con los narcotraficantes y los jefes de las bandas delictivas que se han tomado el gobierno, el Estado, las fuerzas armadas y policiales, y el país entero.

Por estas y otras razones, votar por un proyecto que toma en cuenta la solución de las necesidades mayores de los ecuatorianos es una necesidad si queremos salir del atolladero al que nos llevaron los ‘grupos adinerados’ de siempre. Por otra parte, votar por la Revolución Ciudadana y por el ‘SÍ’ a la pregunta que deje intocado al parque Yasuní, nos exige también votar por las y los asambleístas que presenta la Revolución Ciudadana afín que se restablezca el Estado de Derecho, la promoción del Bien Común y el respeto de la naturaleza. El resto es “botar nuestro voto” al tacho de la basura de los que nos empobrecen, nos persiguen y nos asesinan con sus proyectos de muerte. Votemos por un proyecto de vida que iremos promoviendo individual y colectivamente, porque votar es comprometernos a construir el proyecto que apoyamos con nuestro sufragio. Sepamos reconocer “los lobos disfrazados de ovejas” y “el árbol malo que produce malos frutos”. No tengamos dudas: “¡Con el diablo no se dialoga porque las hemos de perder!”, nos advierte el papa Francisco. ¡Feliz sufragio este próximo domingo!

4. RESULTADOS ELECTORALES, PERSPECTIVAS Y DESAFÍOS, Pedro Pierre

Siempre las elecciones traen novedades porque proyectamos en los demás lo que pensamos y queremos. La conclusión que podemos sacar es que las dos terceras partes de los ecuatorianos no quieren cambiar la organización política y económica del país. Es bastante sorprendente cuando se califica la gestión del actual presidente como calamitosa. Estas dos terceras partes de los ecuatorianos piensan que los ricos nos van a salvar, o sea, no se dan cuenta que la colonización comenzada por los españoles continúa con los gobiernos de los ricos blancos, nuevos amos del país. Ni los indígenas escapan a esta realidad. Un luz en medio de esta fuerte neblina: la confirmación por 60% de los votantes de dejar el parque Yasuní fuera de la explotación petrolera.

Veamos las cifras de los resultados electorales. El correismo con la Revolución Ciudadana, lista 5, logra el primer puesto con Luisa González y Andrés Araúz el 33% de los sufragios y el 40% de los asambleístas. La unión contra el correísmo es casi 2 veces más fuerte ya que los demás binomios presidenciales se unificaron contra él. La doble sorpresa es, por una parte, la victoria para disputar la segunda vuelta del binomio de ADN (Acción Democrática Nacional). Alianza de las listas 4 y 35 (24% de los sufragios), con Daniel Noboa y Verónica Abad, que representan a la clase empresarial ecuatoriana, y, por otra parte, la elección de unos 30 asambleístas que conforman la segundo fuerza en el poder legislativo, del Movimiento Construye (MC 25) del asesinado candidato Fernando Villavicencio, María Paula Romo y Lenin Moreno. Este Movimiento Construye representa la extrema derecha fascista del Ecuador en la línea de Bolsonaro de Brasil, Uribe-Santos de Colombia y Pinochet de Chile.

En cuanto a los indígenas, la situación electoral es bastante desastrosa por las divisiones internas en la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y en su brazo político ‘Pachakutik’, lista 18, que no presentaron candidatos a la presidencia… debido a los pactos hechos con el gobierno de Guillermo Lasso tanto de los anteriores legisladores como del partido de Carlo Yaku Pérez (4% de votación nacional). El Movimiento Pachakutik sólo alcanzó unos 5 legisladores. El gran perdedor es Otto Sonnenholzner con 7% de los sufragios. El Partido Social Cristiano, lista 5 de Jaime Nebot que apoyó a Jan Topic (15% de votación), alcanzó sólo unos 5 legisladores. Hay que señalar las fallas de la votación electrónica que perjudicó a los migrantes residentes en el extranjero: Según las evaluaciones, sólo unos 10% votaron, lo que detiene el avance de la Revolución Ciudadana y los limita a tener sólo 3 legisladores en vez de 6...

La primera conclusión es que, con esas votaciones, estamos bastante lejos de un cambio para el país. El asesinato de Villavicencio logró que se detuviera el avance de la Revolución Ciudadana, prosperara la extrema derecha con Maria Paula Romo y la derecha empresarial del grupo Noboa que acumula la mayor riqueza del país gracias a salarios de miseria, pésimas condiciones de trabajo, contratación de menores de edad y deuda elevada con el SRI (Servicio de Renta Interna, o sea, impuestos). Esta desalentadora realidad se debe a las preferencias de los jóvenes que no tienen formación política, a los indígenas que siguen apoyando a sus seculares victimarios, a las mujeres que no se identificaron con Luisa González, a las y los que votaron nulos para favorecir la elección de Guillermo Lasso, y a los machistas que no quieren a una mujer como presidenta.

Lo menos que se puede decir es la situación crítica en la que se encuentra la Revolución Ciudadana frente a la segunda vuelta del próximo 15 de octubre: ¿Dónde encontrará los 17% de voto para hacer frente a las alianzas de la derecha (¡todos contra uno!), desafiar las mentiras y manipulaciones de la prensa y la televisión corruptas y ganar la presidencia? Los comentarios latinoamericanos lamentan el poco apoyo a la Revolución Ciudadana, recalcan el retroceso de una línea progresista y la profundización del espectro derechista en el país, anuncian tiempos difíciles para los sectores populares ya bastante golpeados desde unos 6 años, auguran el crecimiento de la privatizaciones (del Seguro Social en particular), el aumento de la migración, las pocas posibilidades de empleo para los jóvenes, un monto mayor para el IVA (Impuesto al Valor Agregado) y el alza de los combustibles, y consecuentemente la continuidad de la violencia e inseguridad.

Sigue vigente la comparación de la jaula dorada de la que los pájaros nacidos en ella no quieren salir a pesar de las puertas abiertas. El sistema neoliberal ha apresado a la gran mayoría de los ecuatorianos, convenciéndolos que necesitan de sus amos, para que asuman que fuera de ellos no hay alternativas, despreciando así las posibilidades de abrir caminos de libertad, progreso y felicidad. Las Iglesias aceptaron los privilegios que les regalan los gobiernos de turno y se acomodaron a la tranquilidad y la insolidaridad con los pobres cada vez más numerosos.

Inspirándonos en Leonardo Boff, pondremos una nota final esperanzadora frente a la pregunta: ¿Por qué tantos pobres votan por quienes se prometen hacerlos más pobres? ‘Del caos surgirá un orden nuevo. Así fue la historia de la humanidad. De sus varias extinciones se produjo un salto cualitativo y un orden superior. Lo que es caótico y dejado de lado es reelaborado hasta formar un orden nuevo…” ¡Que seamos capaces los ecuatorianos de hacer surgir pronto del caos actual un futuro mejor!

¡ AY, NICARAGUA, NICARAGÜITA ! Pedro Pierre

¡Cómo no sentirnos profundamente dolidos quiénes amamos a Nicaragua desde la guerrilla del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) por lo que está pasando en Nicaragua! No se trata de sustituir a los nicaragüenses ni de darles lecciones para resolver sus problemas. Se trata de compartir el dolor que se sufre, gritar la disconformidad y buscar juntos desde los nicaragüenses caminos de esperanza frente a actitudes que aparecen claramente dictatoriales de parte de la pareja Ortega… en particular lo que está pasando con la UCA de Managua. ¿Quiénes en la institución católica han sido más solidarios que muchos sacerdotes jesuitas con los procesos revolucionarios de América Central?

Desde el principio los sandinistas han sido capaces de levantar la bandera de la libertad, del humanismo y hasta del cristianismo para forjar un futuro diferente para Nicaragua, siendo faro para la luchas latinoamericanas por una segunda independencia. Muchos cristianos nicaragüenses han sido partícipes de esta gesta histórica hasta dar la vida por el éxito de este proceso, con el apoyo de valientes obispos nicaragüenses.. Lastimosamente unas actitudes poco cristianas del papa Juan Pablo 2° no han colaborado con un final feliz de la revolución sandinista. Los nombramientos del cardenal y de muchos obispos claramente antisandinistas han facilitado el aborto de caminos que hubieran sido de vida, fraternidad y esperanza para Nicaragua, América Latina y más allá. ¡Ya la historia los está juzgando!

Se puede entender las actitudes antiimperialistas del actual gobierno y su ideología guerrillera. Los mismos obispos nicaragüenses supieron decir en su tiempo que, por una parte, era justificado el levantamiento en armas de un pueblo sumiso en una larga dictadura somocista implacable. Por otra parte, supieron reconocer la legitimidad de una opción socialista del gobierno sandinista que fomente la participación popular, el reparto equitativo de las riquezas nacionales, la expresión liberadora de la fe cristiana… Los tiempos son nuevos a pesar de la constante dominación imperialista del gobierno norteamericanos y las continuas trabas del conservadurismo católico.

Estos tiempos actuales exigen, de un lado, nuevas respuestas de los nicaragüenses y del partido sandinista como también, por otro lado, nuevas opciones cristianas para apoyar salidas políticas más conformes a las soluciones de las necesidades de las mayorías pobres y perseguidas de Nicaragua. Esta labor encontrará nuevas solidaridades de los gobiernos, pueblos, Iglesias y cristianos latinoamericanos. El presente y el futuro se construyen mejor si nos juntamos en el respeto del camino que se busque abrir desde el suelo nicaragüenses. Estos nicaragüenses de a pie unidos a quienes asumen su opciones libertarios y revolucionarias en su propio país pueden contar con la solidaridad latinoamericana e transcontinental.

“América Latina es el continente de la esperanza” tanto en lo político como en la espiritual. Somos actualmente la reserva humanista y espiritual más pujante del planeta. ¡Cuántos países están experimentando, como en ningún otro continente, alternativas al sistema neoliberal imperante! El testimonio del papa Francisco salido de este ‘otro lado del mundo’ y el de las Comunidades Eclesiales de Bases y grupos afines muestran que son posibles otras maneras de ser Iglesias, de seguir a Jesucristo, experimentar nuevas espiritualidades, de crear humanismos esperanzadores que responden a las necesidades de las nuevas generaciones al nivel local y mundial.

Nicaragua está en este parto de una nueva manera de vivir en sociedad. La historia de nuestros países y de nuestro planeta nos demuestra que siempre hay salidas posibles y que del caos sale un nuevo y mejor orden. Nicaragua nos lo ha demostrado en los primeros 10 años de la Revolución sandinista. Personalmente pienso que los Ortega deben dar un paso al costado para dejar espacio a una nueva generación de nicaraguenses que lleve más allá el proyecto sandinsita para el bien del país y de América Latina. Sabrá encontrar esta nueva generación nuevas oportunidades tanto en lo civil como en lo religioso porque estamos creciendo desde las revoluciones cubana, sandinista y venezolana, el siempre vivo levantamiento zapatista, los gobiernos indígenas de Bolivia, las propuestas del Bien vivir y convivir de los Pueblos ancestrales, y desde las teologías de la liberación de las grandes religiones. Los cristianos no quedaremos atrás porque sobemos que el Reino se construye mediante la solidaridad que es ‘la ternura de los Pueblos’.

¡Ay, Nicaragua, Nicaragüita: Adelante siempre! Estamos en un salto cualitativo tanto en lo político como en la espiritual.


miércoles, 31 de mayo de 2023

Artúclos de mayo

 

ARTÍCULOS DE MAYO

Con un saludo muy fraterno a todas y todos: Pedro Pierre.

1.      Planeta Tierra: ¡Alerta roja!... para preservar lo que va a resistir los cambios drásticos de clima desfavorable.

2.      Verdades reales y parciales… para crecer juntos en humanismo y espiritualidad.

3.      ¿A quién escuchar?... ¿A los pobres?... ¿De verdad?

4.      “¡No teman, hombres de poca fe!” … porque soy “el camino…”.

5.      Consulta sobre el Yasuní: ¡Detengamos el colapso!... antes de que sea tarde.

1.      PLANETA TIERRA: ¡ALERTA ROJA! Pedro Pierre

               El 22 de abril pasado hemos conmemorado el Día Mundial de la Tierra. Las redes sociales y las actividades y los escritos de muchos defensores del Medio Ambiente nos han informado y alertado sobre el suicidio colectivo al que nos encaminamos, ya que muy poco hacemos para respetar la Tierra y revertir la actual destrucción acelerada de la naturaleza. Una conferencia reciente del teólogo de la liberación y ecologista brasileño, Leonardo Boff, me ha llamado particularmente la atención por las alarmas ecológicas que lanza desde años: “Si no cambiamos vamos a desaparecer dentro de pocos años”. Dijo en esta charla reciente: “En 2027 los calores serán insoportables para los humanos en la mayor parte del planeta y muchas plantas y animales no podrán soportarlos porque necesitan tiempos para adaptarse”. Estamos a sólo 4 años de este desastre de la vida y la mayoría de los gobiernos, las empresas contaminantes y las multinacionales agroindustriales y mineras nos cambian radicalmente sus prácticas destructoras… lo que nos confirma “una muerte anunciada” de innumerables seres vivos.

               Ya en el año 1987, hace 36 años, un informe de las Naciones Unidas nos informaba de las consecuencias de la destrucción de la naturaleza y del mal uso de sus recursos: "La Tierra es una, pero el mundo no lo es. Todos dependemos de una sola biosfera para el sustento de nuestras vidas. Algunos utilizan los recursos de la Tierra a un ritmo tal que dejarían poco para las futuras generaciones. Otros, en proporción aún mayor, consumen demasiado poco y viven con un panorama de hambre, miseria, enfermedad y muerte prematura”.

               En el año 2,000, hace 23 años, un grupo de científicos y de personas conocidas, entre otras Leonardo Boff, el ex presidente de la Unión Soviética-URSS Mijaíl Gorbachov, la conocida cantante argentina Mercedes Soza, lanzaban un grito de alerta con la “Carta de la Tierra”. Esta afirma que la protección medioambiental, los derechos humanos, el desarrollo igualitario y la paz son interdependientes e indivisibles. He aquí las primeras y últimas líneas: “Nos encontramos en un momento crítico en la historia de la Tierra, un momento en el que la humanidad debe elegir su futuro. Somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común”.

               En 2015, el papa Francisca nos daba su carta encíclica “Laudato si - Alabado seas” sobre el cuidado de la casa común por su destrucción acelerada. El papa Francisco realizó una «crítica mordaz del consumismo y el desarrollo irresponsable» con un alegato en favor de una acción mundial rápida y unificada «para combatir la degradación ambiental y el cambio climático».

               No hemos tomado en serio estos llamados apremiantes: Bien poco hemos hecho personal y colectivamente para detener la destrucción sistemática de nuestro planeta, al punto que ahora estamos en una situación irreversible. Tenemos que prepararnos a soportar pronto situaciones extremas de supervivencia frente a un clima hostil y numerosos virus nuevos cada vez más destructores. Así de sencillo y fatal.

               Leonardo Boff nos explica que 3 son los mayores problemas que nos afectan profundamente. Primero está la degeneración progresiva de la Tierra porque, mediante la contaminación, destruimos las bases de la renovación de la vida terrestre. El segundo es el consumo exagerado de sus recursos que utilizamos irresponsablemente sus recursos limitados y no le damos el tiempo necesario para reponerlo: la empobrecemos sin pensar a la escasez que estamos produciendo para las futuras generaciones. El tercero es calentamiento global: Aumenta el calor de las piedras que provocan innumerables incendios que no se pueden combatir eficazmente, desertificando inmensas regiones.

               Para limitar el desastre ambiental, Leonardo Boff nos sugiere una doble conversión. La Tierra es un ser vivo como nosotros y nosotros somos no aparte de ella sino parte viva y amorosa de ella. Para lograrlo debemos conformar Comunidades Ecológicas en las que nos ayudemos a cambiar la mente y el corazón. La conversión mental consiste en desterrar miestra visión destructora de la Tierra porque pensamos que la podemos utilizar como nos place sin respetar sus limitaciones y sus derechos. La segunda conversión es afectiva, o sea, del corazón. Como seres humanos hemos desarrollado, gracias a la fuerza de la vida recibida de la misma Tierra, la capacidad de amar. Tenemos sentimientos, alegrías, dolores y amor como todos los seres vivos. La diferencia está en la consciencia que tenemos de aquello. Tenemos que enterrar esta visión o complejo de superioridad que nos hace considerarnos falsamente ‘dueños y señores’ de la naturaleza, sin descubrir que todo, todas y todos dependemos unos de otros. Nos destruimos cuando la destruimos. Eso es la doble conversión ecológica que necesitamos urgentemente si no queremos desaparecer.

               Leonardo Boff nos invita a conformar grandes regiones de vida saludable y de convivir armonioso para resistir los cambios irreversibles que se nos vienen, a imagen de las Comunidades indígenas que viven la complementariedad social y la armonía con la naturaleza. Se trata de aprender su “Bien vivir y convivir”. Actualmente en el planeta hay 111 ‘regiones ecológicas’ que viven de esta manera. Tenemos que comenzar y fortalecer esta nueva manera de vivir y convivir individualmente, en familia, en pequeñas Comunidades articuladas e integradas las unas con las otras. Así desterraremos definitivamente la actual organización capitalista perversamente destructora del ser humano y de la naturaleza. Dijo el papa Francisco: “¡O nos salvamos juntos o nos perdemos todos!”

               Seamos los incansables artesanos de esta utopía esperanzadora que ha comenzado o continúa a ser realidad. Dios no quiere nuestra perdición sino nuestra salvación: Allí está el camino del Reino inaugurado por Jesús de Nazaret.

2.      VERDADES REALES Y PARCIALES, Pedro Pierre

               Podríamos calificar nuestra época a la vez como muy violenta y algo esperanzadora: Eso nos exige una vida más consciente y mejores relaciones humanas. Al nivel social la violencia es cada vez mayor como también el individualismo. Por otra parte, no logramos zafarnos del sistema neoliberal que se beneficia a costa nuestra y provoca más violencia y más individualismo. En esta realidad las Iglesias son bien poco proféticas: No logran solidarizarse con las víctimas. Eso es el caso de muchas Iglesia evangélicas que optan por defender los promotores del neoliberalismo. Las instituciones católicas más tradicionalistas hacen lo mismo, como fue el caso recién del opus y de Schoenstatt en Chile. Con todo esto, crece la confusión personal, social y eclesial. Surge entonces la tendencia de hacer cada uno nuestra propia ley, nuestros propios criterios sobre lo que está bien y lo que está mal.

               Toda esta realidad nos lleva a una impresión de indefensa, descomposición social y desorientación. Mientras tanto aumentan los problemas diarios de inseguridad, soledad, relativismo, desempleo, migración. Crece también el desinterés por crear condiciones de vida agradables hechas de confianza de los unos en los otros, de organizaciones fraternas y de ambientes abiertos a la espiritualidad necesaria.

               Al mismo tiempo aumentan las personas y los grupos que construyen espacios más humanos, más vivenciales y más satisfactorios: Son muy activos y buscan articularse. Son espacios de esperanza, de humanidad, de felicidad. Es la lucha tenaz de lo pequeño contra lo gigante, pero que tiene la fuerza de la verdad y del amor: Eso va en el dinamismo de nuestro mundo, de nuestro universo y de lo divino que nos aporta satisfacción y felicidad. La Biblia nos confirma que el pequeño David sigue venciendo al gigante Goliat.

               En su carta a los Efesios, Pablo nos dice que “no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras”. Los gobiernos se vuelven cada vez más fascistas, las fuerzas policiales y armadas cada vez más asesinas, las empresas cada vez más explotadoras, los grandes medios de comunicación cada vez más sofisticados para manipularnos, las redes sociales nos inundan de un sinnúmero de información y capacitación que no son más que engaños. Además, no faltan ‘salvadores’ que nos prometen “el oro y el morro” en lo personal, lo profesional, lo social y lo religioso. Quienes sufren más por estas situaciones son los pobres, los jóvenes, las mujeres, los indígenas, los negros… y los ‘analfabetos religiosos’ que conforman las grandes mayorías de nuestros países. ¿Dónde estará la verdad, si la buscamos?

               Primero tenemos que preguntarnos si creemos que, por una parte, podemos salir adelante hacia una vida mejor y, por otra, si estamos decididos a tomar los medios para lograrlo. Todo comienza por una toma de conciencia personal y la decisión de emprender nuevos caminos… o seguimos con la mediocridad, la fatalidad, la desilusión y el quemimportismo. El primer paso es personal. El segundo es colectivo.

               Tenemos que entender que esta apuesta por una vida mejor no lo vamos a lograr individualmente, sino apoyándonos los unos a los otros. Allí vienen el humanismo y la espiritualidad que son caminos colectivos. Cada vez más el humanismo encuentra nuevos adeptos. Se trata de descubrir como humanos que nuestra característica es darnos cuenta de lo que nos está pasando y encontrarle un sentido, una dirección y una meta. Muchos jóvenes estén en este camino: Esa es la gran novedad de nuestra época. Cada vez más las actuales propuestas políticas resultan insuficientes y las religiones tienen menos importancia y menos adeptos, por ser obsoletas. El cambio de época exige cambios radicales a todos los niveles: personal, familiar, profesional, social, cultural y religioso. Eso es el gran desafío del momento… Si no lo enfrentamos, vamos a quedar varados en la vereda del camino, mientras la vida, el mundo y la felicidad van por otros caminos que no transitamos. El humanismo es la nueva exigencia.

               Además del humanismo transformador está la espiritualidad. Todos los seres humanos tenemos una dimensión espiritual que anida en cada cultura. De allí surgen las diferentes cosmovisiones que promueven, de un lado, unas sabidurías, es decir un arte de vivir y convivir, y, por otro, expresiones espirituales que se concretaron en las religiones. Actualmente al cambiar las culturas, muchas expresiones culturales y religiosos perdieron su significado. Pero no se perdió la dimensión espiritual que exige nuevas expresiones. Por este motivo surgen las místicas que tienen un componente más humanista, y nuevas espiritualidades que responden al momento presente. Estamos llamados a entrar en esta dinámica: nuevas motivaciones humanistas y nuevas expresiones religiosas. El problema es que lo tradicional que poco sirve ‘no acaba de morir’ y lo nuevo que necesitamos ‘no acaba de nacer’.

               Abracemos estos nuevos humanismos y estas nuevas espiritualidades que están en marcha y son una construcción colectiva. Se trata de “discernir los signos de los tiempos”: Entre todo lo que nace, ¿qué es lo que se va a quedar porque tiene futuro por la fuerza de la vida y del amor? Vida, amor y comunidad que son las ‘esencias’ de nuestro universo. Este discernimiento, además de ser individual, tiene que ser colectivo. No podemos escapar a la gran unidad del universo: todo está interconectado, todos estamos interdependientes, todos avanzamos juntos o nos perdemos. Es la gran invitación de nuestra época. Nuestras verdades individuales son reales, al mismo tiempo que son parciales. Sólo juntos las vamos a reconocer como tales para no andar sin rumbo, desaprovechar la vida … porque sólo tenemos una, con sus inmensas capacidades y felicidades.

3.      ¿A QUIÉN ESCUCHAMOS?, Pedro Pierre

               Acabamos de celebrar el día de la Madre. Nuestras mamás nos aman plenamente a todas y todos: a nadie nos falta amor materno; pero van a dar más amor a aquel que más lo necesita por frágil, enfermo o especial. Ella es para nosotros el ‘rostro materno’ de Dios. Dios ama a todas y a todos sus hijos con un amor materno entero, pero prefiere a los pobres. Esa preferencia no le quita amor a nadie, pero va a amar de manera preferencial al que más necesita de su amor, en particular a las y los que son víctimas inocentes de la injusticia y la maldad… porque Dios nos mira en la verdad de los hechos y del corazón.

               Esto nos lo demuestra Dios con la encarnación de su hijo Jesús en Palestina: lo quiso para todas y todos, pero lo quiso pobre, amante de los pobres, para construir su Reino desde ellos y con ellos. Por eso Dios eligió a una familia pobre en María y José, en un pequeño pueblo desconocido, Nazaret, de una provincia marginal y marginada, Galilea. Dios quiso que Jesús sea uno más entre los pobres, un simple carpintero de pueblo, un trabajador manual. No lo quiso de la capital ni de familia famoso o rica, ni sacerdote o de la alta clase dirigente. Podríamos decir que Dios quiso que Jesús sea “uno menos” para identificarse con los “nadie” de su tiempo y de todos los tiempos.

               Así lo describió Pablo en su carta a los Filipenses y se dirige a nosotros diciendo: “Tengan unos con otros las mismas disposiciones que estuvieron en Cristo Jesús”, o sea, pensar, mirar, sentir y actuar como pensó, miró, sintió y actuó Jesús, porque esa la manera de pensar, mirar, sentir y actuar de Dios. Esto significa que Dios nos quiere, a imagen de su hijo Jesús, sencillos, pobres con dignidad y amigos de los pobres, en particular de los más pobres, para ayudarles a salir de su situación inhumana y anticristiana, y construir con ellos una humanidad fraterna. Eso exige de nosotros una conversión permanente: Amar a todas y todos, vivir en la pobreza digna y pensar, mirar, sentir y actuar desde los pobres y con ellos a la manera de Jesús. Esa es la conversión cristiana que nos pide Dios: Ser cristianos es convertirse a Jesucristo y eso se logra convertiéndose a los pobres.

               Esta manera de ser y de vivir al ejemplo de Jesús nos ayuda a entender lo que está pasando en nuestro país y discernir cómo debemos mirar, escuchar y actuar. Hoy, la situación del país es de las más desastrosa. Las informaciones y el sentido de lo que está pasando tiene interpretaciones variadas y hasta contradictorias. ¿A quién creer, a quién escuchar, a quién seguir? La actitud de Dios y las actuaciones de Jesús nos van a ayudar a mirar, confiar y avanzar correctamente. Como Jesús, vamos actuar de 2 maneras. Primero, vamos a mirar la realidad como la miran los pobres, cómo la describen, cómo la sienten, como la califican, porque Dios se hace presente en ellos y habla a través de ellos. Por otra parte, vamos a escuchar y descubrir a los pobres que se esfuerzan personalmente y se organizan colectivamente para salir de su pobreza y de su miseria, porque el Espíritu de Jesús actúa en ellos afín de que alcancen una vida más digna, más humana, más fraterna.

               Por esas razones, nuestros obispos latinoamericanos en su reunión de Puebla, México, en 1979, nos han dicho: “Los pobres nos evangelizan… Afirmamos la necesidad de conversión de toda la Iglesia para una opción preferencia por los pobres, con miras a su liberación integral”. Nuestra solidaridad con los pobres es el camino para alcanzar personalmente una vida mejor, y construir colectivamente una sociedad más fraterna y justa. Por eso decía monseñor Oscar Romero, asesinado en San Salvador en 1980 y reconocido santo por el papa Francisco: “¡Fuera de los pobres no hay salvación!”

               Si escuchamos a los pobres en este tiempo tan duro, desconcertante y sin gran horizonte, descubriremos lo que está pasando. Si escuchamos a los pobres organizados para una vida mejor, descubriremos los caminos a seguir y a abrir para un cambio de sociedad. Si escuchamos a los pobres reunimos en Comunidades vivas, como por ejemplo en las Comunidades Eclesiales de Base, descubriremos el contenido y el compromiso correcto de nuestra fe en Dios y en Jesús de Nazaret. Por esos motivos el papa Francisco nos repite que “los pobres de las Organizaciones populares nos enseñan el camino para un cambio de sociedad”. En su Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, los obispos y los cristianos allí reunidos afirmaron que “las Comunidades Eclesiales de Base son el ejemplo de una Iglesia sinodal”, es decir una Iglesia de iguales, renovadora de la Iglesia parroquial y artesana de una nueva sociedad.

               En la opción preferencial y solidaria por los pobres está la clave de una vida feliz y una sociedad acorde al proyecto de Dios inaugurado por Jesús, que lo llamó el Reino de Dios: “Busquen primero el Reino de Dios y su justicia; lo demás vendrá por añadidura”. Si nos sentimos perdidos, agarremos la mano de los pobres. Si nos sentimos confusos, escuchemos a los pobres organizados. Si sentimos que nuestra fe tambalea, caminemos con los pobres en Comunidades. Escribió Pablo a los corintios: “Dios ha elegido lo que el mundo considera necio para avergonzar a los sabios, y ha tomado lo que es débil en este mundo para confundir lo que es fuerte. Dios ha elegido lo que es común y despreciado en este mundo, lo que es nada, para reducir a la nada lo que es… Pues las locuras de Dios tienen más sabiduría que la de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres.”

               En los pobres de hoy, Dios nos traza el camino a creer y a seguir. Tal fue la misión de Jesús: ser fiel a los pobres hasta el final para convencernos que el camino del Reino que hoy se actualiza en el camino de los pobres, es la verdad a asumir y a construir juntos y junto a ellos, si no queremos andar perdidos e inútiles.

4.      “ ¡ NO  TEMAN,  HOMBRES  DE  POCA  FE ! ”, Pedro Pierre

               El miedo se está instalando en nuestro país por la violencia que no deja de crecer. Esta realidad es el resultado de un desempleo masivo por el sistema neoliberal de gobierno que nos están imponiendo. No basta decir cobardemente:          “¡Sólo Dios nos puede salvar!” … Claro que Dios sigue con nosotros, abriendo caminos de salvación. Pero somos nosotros que tenemos que caminar estos senderos de salvación. Dios nos ilumina y nos fortalece, pero no hace ni el camino ni el trabajo que nos tocan a nosotros. ¡Así que no bata lamentar ni sólo rezar! Una mirada sobre Jesús de Nazaret puede ayudarnos a superar el miedo y enfrentar los desafíos que se nos presenta.

               Una primera actitud de Jesús fue entender la realidad de su país. Para conocer esta realidad, Jesús pasó 30 años encarnándose en ella: no vivió en un palacio ni en un templo ni en un barrio segurizado. Nazaret era un pequeño pueblo desconocido en una provincia alejada de la capital, marginal y marginada. En ese tiempo Palestina era un país invadido y saqueado por un imperio brutal que no respetaba nada ni nadie, sino que aprovechaba el poder de las armas para hacer lo que le venía en ganas.

               La situación de nuestro país es bastante parecida a la de Palestina en tiempos de Jesús. Mediante el FMI estamos invadido y saqueados por el imperio invasor de las multinacionales norteamericanas y sumisos a las órdenes de los Estados Unidos que fomentan la pasividad y la destrucción de nuestro país para tener productos alimenticios baratos y materias primas al precio que ellos les ponen. Provocan la actual violencia para amedrentarnos y mantenernos callados y muertos de miedo.

               Jesús nació en una hacienda ni en un pueblo famoso como tampoco en una familia acomodada o de renombre… “¡Qué de bueno puede salir de Nazaret!”, dijo Natanael, oriundo de un pueblo vecino. La familia de Jesús hacía parte de la gente pobre: su madre se preocupaba de los quehaceres domésticos y su padre era un carpintero de pueblo. Jesús fue uno más que, a los 15 años, continuó la profesión de su padre, lejos de la capital y de sus autoridades. Los responsables religiosos de Jerusalén eran más preocupados de sus buenas relaciones con las autoridades militares romanas afín de conservar sus privilegios y comodidades.

               La realidad ecuatoriana es bastante parecida a la de Jesús en Nazaret: Somos un pueblo lleno de pobres, de trabajadores manuales y de profesionales que no encuentran trabajo por ninguna parte. Por esta razón la migración es el gran sueño nacional que se estrella contra el racismo, la explotación y las fronteras cerradas de Estados Unidos y Europa. Nuestras autoridades religiosas parecen más preocupadas por la estabilidad de un gobierno indolente y corrupto que pacta con las bandas criminales y el narcotráfico internacional: No defiende la inmensa mayoría de los ecuatorianos que no saben adónde acudir para un poco de protección y esperanza.

               Veamos ahora cuáles fueron la práctica y el mensaje de Jesús para ayudar a su Pueblo a salir adelante, mejorar su situación, encontrar alternativas de dignidad, profundizar su fe y emprender el camino del Reino para una vida más humana y más religiosa. A los 30 años, se acercó a su primo Juan Bautista que predicaba la conversión a Dios mediante la renuncia la pecado y la vivencia de la justicia, el compartir y el respeto de las personas. Bautizaba a quiénes decidían emprender ese camino religioso y social. A Jesús le gustó esa opción y se hizo bautizar. Luego emprendió un largo retiro -se nos dice de 40 días- para discernir bien cómo iba a realizar su misión. Descartó 3 tentaciones que, en vez de ayudar a sus compatriotas, los habrían hundido en más pobreza y violencia. Para resolver los problemas rechazó la opción del dinero fácil que lo compra todo, la opción del poder como dominación y del prestigio que arrodilla a los demás.

               Hoy nosotros, ¿qué buscamos? Primero, tenemos que preguntarnos si algo buscamos, porque muchas veces nos encerramos en una mediocridad de vida que es todo menos humana y cristiana, por nuestro individualismo y nuestra indiferencia. Luego, preguntémonos a qué líderes buscamos para salvarnos, tanto en lo social como en lo religioso. Jesús hizo la opción de una vida sencilla: ¿Es también nuestro caso? ¿O pensamos que más comodidades van a resolver nuestros problemas? ¿A quiénes seguimos? ¿A los que tienen mucho dinero, a los que están en el poder, a los que son famosos y tienen prestigio?... sin darnos cuenta que esas opciones las rechazó Jesús…

               Pronto se enteró Jesús que el gobernador de Galilea, en la persona del rey Herodes, había asesinado a su primo Juan Bautista porque su palabra y actuaciones lo molestaban. Entonces decidió retomar el camino de Juan Bautista como profeta itinerante. No esperó que la gente viniera hacía él, sino que empezó a recorrer su provincia para encontrar a sus paisanos y reunirlos para vivir el compartir y la fraternizar y descubrir a un Dios padre y madre. Se rodeó de amigos fieles, de discípulos constantes, de compañeros decididos a apoyarlo, varones y mujeres. El camino del Reino estaba en marcha, es decir otra manera de vivir personal, colectiva y religiosamente.

               ¿Y nosotros? ¿Entramos en la dinámica de formar grupos, comunidades, asociaciones para vivir de otra manera, comenzar a realizar lo que soñamos, descubrir otros modos de convivencia, encontrar a un Dios vivo y liberador? Es esta clase de preguntas que tenemos que hacernos para evaluarnos, dejar de lamentarnos, esperar que Dios resuelva sólo nuestros problemas. “¡No teman, hombres de poca fe!”, nos repite Jesús de Nazaret. Así perderemos el miedo si empecemos a tener fe en nosotros y en los demás para, así, renovar nuestra fe en Dios.

5.      CONSULTA SOBRE EL YASUNÍ: ¡DETENGAMOS EL COLAPSO!

               El ‘Yasuní’ es la región más al este de Ecuador que colinda con Perú y Colombia. Hace parte de las varias áreas protegidas del país, es decir, que se la puede tocar ni invadir. Y eso por 2 razones: Allí viven desde miles de años pueblos indígenas no contactados que quieren vivir alejados de la mal llamada ‘Civilización Occidental Neoliberal’ porque no los respete y conduce la humanidad al suicidio y el planeta al colapso o extinción de la vida.

               El Yasuní es una de las regiones de todo el planeta más ricas en biodiversidad por su cantidad y diversidad de especies vegetales y animales: “En una hectárea del Yasuní hay más biodiversidad que en toda Norteamérica!” Desde unos 15 años esta área declarada protegida está invadida por 3 clases de empresas sumamente depredadoras del medio ambiente y por lo mismo de los Pueblos que la habitan. Las unas son madereras que sacan los árboles más preciados; otras son empresas turísticas por la excepcional biodiversidad que allí se puede ver y observar; las terceras son empresas petroleras que sacan petróleo de varios pozos con grandes reservas… Organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los Pueblos indígenas de la Amazonía y del medio ambiente de todo el planeta protestan por esta destrucción irremediable.

               Hace unos 15 años el ministro de los Recursos Estratégicos del gobierno de la Revolución Ciudadana, Alberto Acosta, hizo una novedosa propuesta para no explotar el petróleo del Yasuní. En 2007 el presidente Rafael Correa retomó esta propuesta en una intervención en la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Explico que el gobierno quería mantener bajo tierra los más de 840 millones de barriles de petróleos encontrados en el subsuelo amazónico del Parque Nacional Yasuní, equivalente al 20% de la producción petrolera del país. Así se evitaría la generación de 407 millones de toneladas de Oxido de Carbono, gran contaminante y causante del calentamiento atmosférico, además de todas las destrucciones ambientales por las actividades de extracción, contaminación y transporte del petróleo. Como contraparte, Ecuador pedía a la comunidad internacional una contribución financiera de $. 3.600 millones de dólares, correspondiente al 50% de los ingresos que el país dejaría de percibir por no explotar esta fuente de petróleo. Esta cantidad de dinero debía reunirse en 13 años a partir del 2007. Seis años después, en 2013, el gobierno dio por terminada la propuesta ya que ¡solo se habían reunido $. 13,3 millones de dólares!

               En ese mismo año 2013 fue cuando fue creada la Asociación “Yasunidos” a partir de un conjunto de colectivos ambientalistas, artísticos, deportivos (ciclistas urbanos, por ejemplo), así como de jóvenes. En una campaña nacional recogieron 756.291 firmas para que el Consejo Nacional Electoral organizara una consulta nacional para que los ecuatorianos decidieran si aprueban o no la extracción de crudo de los campos petroleros del Yasuní. No hubo respuesta en varios años. Pero, ¡milagro! Recién el 9 de mayo pasado la Corte Constitucional aprobó la Consulta Nacional solicitada por la Asociación Yasunidos hace… 10 años. Esta consulta va a tener lugar el próximo 20 de agosto junto a las próximas elecciones presidenciales y legislativas. ¡Más vale tarde que nunca!

               La situación ambiental mundial es catastrófica. Los científicos del mundo entero nos adviertan desde 20 años que, a partir del año 2030, es decir en 7 años, si no hemos invertido -y no sólo detenido- el calentamiento global y la contaminación ambiental, la naturaleza empezará a destruir sistemática y violentamente la vida en el planeta Tierra. No hace falta ser muy estudiados para descubrir que las olas de calor, de sequía, de inundaciones, de pandemia, de terremotos… son advertencias cada vez más fuertes para tomar en serio el colapso de la vida. El papa Francisco, desde el principio de su pontificado hace 10 años, no cesa a invitarnos a vivir, trabajar, producir, intercambiar… de nuevas maneras que respetan la vida humana y natural afín de que nuestro planeta no tenga que pasar por una extensión de la vida en su totalidad. Recientemente acaba de decir: “Escuchemos la llamada a estar al lado de las víctimas de la injusticia ambiental y climática, y a poner fin a esta insensata guerra contra la creación… Debemos decidir transformar nuestros corazones, nuestros estilos de vida y las políticas públicas que gobiernan nuestra sociedad… Un enfoque integral requiere poner en práctica el respeto ecológico en cuatro direcciones: hacia Dios, hacia nuestros semejantes de hoy y de mañana, hacia toda la naturaleza y hacia nosotros mismos". Y de criticar, el papa, “el consumismo rapaz alimentado por corazones egoístas”.

               ¿Cuándo vamos a tomar en serio esta catástrofe que ha comenzado a desarrollarse delante de nuestros ojos? No se trata de sólo pedir a Dios que resuelva los problemas que nos toca superar. Somos cómplices y por lo mismo responsables y culpables de la desregulación de la naturaleza por nuestro desorden en la manera de vivir, convivir, relacionarnos con la naturaleza y de creer falsamente en un Dios. Por una parte, vamos a votar -parece razonable y necesario- en esta consulta del 20 de agosto a favor de que no se explote el petróleo del parque Yasuní, porque sí, hay alternativa para la creación de energías más adecuadas. Por otra parte, si queremos emprender una nueva manera de vivir personal y colectivamente, tenemos que conformar grupos, asociaciones y comunidades que nos ayuden en estos propósitos.

               ¿Qué irán diciendo los candidatos a presidentes, vice presidentes y asambleístas sobre este tema? Depende de nosotros elegir personas que provengan de Organizaciones populares o que hayan militado en Asociaciones ambientales para orientarnos como país hacia una nueva manera de hacer política y organizar la economía sustentable y equitativa. Tratemos de una vez de despedir a los que apoyan el neoliberalismo que vive de la explotación humana y de la destrucción de la naturaleza. “¡O fraternizamos entre nosotros y con la naturaleza, o colaboramos a nuestra propia y pronta desaparición!” No hay más alternativas.

 

jueves, 4 de mayo de 2023

Mis artículos de abril

 

A R T Í C U L O S   D E   A B R I L

Amig@s y compañer@s de camino: Buenos días, esperando que estén bien.

He aquí mis artículos de abril.

1.      Nuestra Pascua de cada día… que surge de los escombros.

2.      El neoliberalismo nos mata… literalmente, por falta de salud y de empleo.

3.      ¡Basta de violencia y muerte!... por todas partes y a la luz del día

4.      Soñar con la armonía… porque es nuestro destino

5.      Amistad y libertad… para enfrentar mejor las dificultades.

 

1.      NUESTRA PASCUA DE CADA DÍA, Pedro Pierre

               “Pascua”… ¿significa para muchos un largo feriado, para otros el paso de un tal Jesús de Nazaret de la muerte a la resurrección o el paso de un Pueblo esclavo en Egipto a la libertad? ¿Por qué es la Pascua un proceso tan ajeno a nosotros como personas y como Pueblo? Tal vez porque nunca nos hemos sentado para escucharnos en comunidad, sea de hombres y mujeres que queremos vivir de verdad, no de rodillas sino de pie, no superficialmente sino intensamente, sea de hermanos y creyentes en ese Jesús de Nazaret que nos quiere sacar del aburrimiento, el individualismo, la sola acumulación de bienes materiales para despertar y pasar -la Pascua- a una felicidad más profunda y duradera que se enraíza en la fraternidad y la solidaridad. Ese despertar personal y esta comunión fraterna desembocan en un proceso -la Pascua, nuevamente- de vida colectiva mejor para todos, sembrado de dificultades y de sufrimientos, pero indisolublemente ligado a una experiencia de felicidad superiora. Eso es el largo y duro esfuerzo de personas que alcanzan su verdadera madurez con dimensión colectiva porque no se puede crecer ni mejorar solos. Es la larga y dura lucha de un Pueblo que deja de ser una masa sin rumbo ni perspectivas, que se encamina hacia una comunión de personas hermanadas y solidarias las unas de las otras.

               Esta historia de la Pascua comienza hace casi 4,000 años, como una llamada para nosotros a entrar en esa dinámica para llegar a ser verdaderamente humanos y felices. Es la historia de un pueblo de esclavos que deciden salir juntos de la esclavitud para emprender un camino desconocido, apoyándose en el recuerdo de sus antepasados que habían dejado la explotación de unos reyes que utilizaban la religión para justificar su dominación y explotación. Estos antepasados se llamaban Abraham y Sara, y habían descubierto en esa experiencia la presencia de un Dios diferente porque amigo de ellos y fortaleza para concretizar un sueño de fraternidad e igualdad.

               Ese pueblo de esclavos tuvo la ayuda de Moisés y de su hermana Miriam no sólo para salir de Egipto, sino de emprender la utopía de la equidad: compartirlo todo para que cada uno tenga, aunque sea poco, lo necesario para sobrevivir y proseguir el sueño de una vida juntos en comunidad. Felizmente acompañaron su éxodo de Egipto -la Pascua, más colectiva que individual- con su sentido de espiritualidad que habían sembrado en ellos Abraham y Sara: la de un Dios amigo. Este ‘éxodo’ no era solamente ‘salir’ de la esclavitud y cosechar la libertad en un desierto implacable. Era también ‘llegar’: era una Pascua. Era la construcción de un triple proyecto. Por una parte, conservar la libertad: no ser esclavos de nadie, ni entre ellos, ni de algún pueblo extranjero. Eso suponía la puesta en marcha de la fraternidad. En medio de mucha y larga escasez -40 años, dice la Biblia, es decir el tiempo de una generación entera- se convencieron que la equidad era la única manera de lograrlo. Y lo lograron porque entendieron que si unos acumulaban lo poco que se tenía, otros iban a morirse de hambre.

               Libertad, equidad y fe. Decidieron hacer una alianza con ese Dios amigo del que sentían la presencia en esta experiencia de libertad, o liberación, y equidad, o compartir fraterno. En su honor hicieron una fiesta con la mejor comida que tenían. Esa mejor comida era comer en familia un corderito, porque en el desierto era el único animal que resistía la escasez, el animal de los pobres. Eran pobres todos, pero libres, libres y fraternos. La familia era el lugar del crecimiento personal: los mayores convencían a los jóvenes y los jóvenes soñaban que era posible no solamente sobrevivir sino convivir dignamente en la equidad salvadora. Además, el Dios amigo de Abraham y Sara los seguía, compañero de camino, luz en la oscuridad y aliento en los conflictos, para no perder la brújula de la libertad, porque no hay libertad sin fraternidad, ni hay fraternidad sin compartir equitativa. Les costó 40 años, una generación entera, para comprenderlo y no asimilarlo. Descubrieron que el éxodo -la Pascua- era un proceso permanente: más libertad gracias a más fraternidad; más fraternidad gracias a más compartir. Y Dios presente con ellos en este éxodo como manera de vivir personal y colectivamente.

               Una vez llegados en Palestina, la “Tierra Prometida”, fruto sus luchas por la libertad y la equidad, continuaron viviendo la misma trilogía: libertad, equidad y fe. Se les unieron otros campesinos y pastores de ovejas. Se prometieron unos a otros y prometieron a su Dios amigo y compañero que no apartarían de este ‘éxodo permanente’, seguros que su Dios los llevaría a buen puerto y futuro feliz. La Biblia nos dice que continuaron fieles, a lo menos un pequeño resto, 1,000 años más, hasta llegar a un tal Jesús de Nazaret que retomó el proceso del ‘éxodo’ como Pascua permanente, a la vez individual y colectiva. Lo transformó en ‘Movimiento’, es decir un dinamismo colectivo organizado, que llamó el Reino de Dios, porque Dios no era ajeno a ese proceso, sino su alma y su destino. La comunión de hermanos compartiendo en equidad se transformaba en comunión con Dios, amigo, compañero, padre y madre.

               Hoy, 2,000 años más tarde, seguimos en el ‘éxodo’ comenzado por Abraham y Sara, en la Pascua permanente de Moisés y Miriam, en la alianza con un Dios liberador y compañero de camino, padre y madre incansablemente. ¿Vivimos así esta Semana santa? O ¿nos hemos dejado llevar por el consumismo individualista, la vida fácil de la corrupción tranquila, la indiferencia egoísta frente a tantas esclavitudes modernas? Tal vez la misma religión no ha adormecido mediante practicas repetidas y sin sentido. Tal vez hemos reducido el mensaje de Jesús a una cuantas oraciones y devociones sin mayor compromiso. Tal vez hemos enterrado nuestra espiritualidad confundiéndola con unos ritos vacíos de contenido. Cada Semana santa es un llamado a volver a las fuentes, a retomar el camino del primer éxodo, para que nuestra vida sea un Pascua, un paso a una vida mejor hecha de fraternidad sin frontera, de compartir equitativa, y de felicidad con un Dios-con-nosotros. ¡Felices Pascuas de resurrección!

2.      EL NEOLIBERALISMO NOS MATA, Pedro Pierre

               No se cansa de repetirlo el papa Francisco: “Este sistema nos mata… porque es terrorista.  Detrás de las guerras está la industria armamentística, esto es diabólico. Que las grandes potencias dejen de ahogar y saquear a África. El mundo está dirigido por el supuesto determinismo de una economía sin ética, sin Dios, sin dignidad humana …” El papa pone el dedo en la llaga de nuestras desgracias y tocar los privilegios de los poderosos y la ceguera de los que buscan sólo su bienestar individualista. Por eso cada vez menos los grandes medios de comunicación no dan al papa el lugar que se merece al nivel internacional. Lo mismo pasa en nuestra Iglesia católica: Es silenciado, criticado y calumniado por los tradicionalistas de siempre y los menos tradicionalistas que buscan en su poder clerical privilegios y tranquilidad.

               La conocida y respetada organización internacional de defensa de los Derechos Humanos, Amnisty Internacional, con sede en Inglaterra, acaba de publicar su informe anual sobre la situación de estos derechos al nivel internacional. Sigue la situación de 153 países sobre 191 que cuenta nuestro planeta. Denuncia la destrucción de Ucrania y la falta de decisión de parte de los gobiernos de Estados Unidos y Europa para lograr la paz. Señala “el doble rasero de los Estados occidentales que se han levantado contra la ofensiva rusa mientras hacen la vista gorda ante graves violaciones de derechos humanos en otros lugares del mundo, o incluso han sido cómplices”. Nombra en particular al Estado de Israel resaltando que “2022 fue el año más mortífero desde 2006: En lugar de exigir el fin del sistema de apartheid vigente en Israel, muchos gobiernos occidentales han preferido atacar a quienes lo denuncian".

               Frente a la catástrofe de las migraciones masivas hacia Europa, Amnisty Internacional reconoce el esfuerzo hecho para acoger a los ucranianos que huyen de su país. Pero lamenta que no pase lo mismo con los que provienen de Medio Oriente y de África, en particular de Libia, Siria o Afganistán que se mueren por centenas ahogados en el mar Mediterráneo, negándoles poder acostar en algún puerto de Europa. “Los Estados no pueden criticar estas violaciones un día y al siguiente tolerar actos similares en otros países sólo porque sus intereses están en juego”.

               Por otra parte, Amnisty Internacional denuncia las violencias sistemáticas y excesivas de la policía y el ejército contra los manifestantes de 85 países del planeta que reclaman pacíficamente por sus derechos: Perú es uno de ellos. Estos últimos días hemos visto estas violencias por parte de policías franceses… La organización lamenta el abandono de Haití a su triste suerte de miseria y violencia generalizadas mientras no se sabe si existe un gobierno constituido…

               Esta violencia generalizada de los gobiernos contra su población nos demuestra que estos defienden un sistema perverso que la gran mayoría de los ciudadanos del mundo rechaza porque los empobrece, los condena al desempleo, les niegan la salud y la educación y por encima los mata cuando protestan legítimamente. Es ahora evidente que el sistema neoliberal es de lo más perverso: lo vemos en Perú, en Ecuador y en Guatemala contra los Indígenas cuya población es mayoritaria en ese país. Lo hemos visto en Brasil con Bolsonaro, en Honduras, en Colombia. Y Chile no cesa de perseguir y marginar a los Mapuches.

               El sistema neoliberal no va más… pero preferimos nuestro pequeño bienestar individual y material que nos aporta. Nos hace cómplices de este sistema que destruye mental y socialmente. Cerramos los ojos sobre la corrupción y participamos de ella, sin darnos cuenta que el neoliberalismo sobrevive y crece por nuestra indiferencia y nuestra insolidaridad. El sistema neoliberal se beneficia del comercio de la droga y de la violencia que genera. Los bancos se enriquecen extraordinariamente del dinero del negocio de las drogas, la trata de personas, la corrupción, las cuevas de ladrones que son los paraísos fiscales y la venta de armas.

               En vano nos aconseja la Biblia: “No te hagas amigo de uno más fuerte y más rico que tú. Juntarías un cántaro de arcilla y una olla de fierro. El uno golpearía a la otra y la quebraría”, dice el libro de Sirácides. O “El pan que mendigan es la vida de los pobres; el que se lo quita es un asesino. Mata a su prójimo el que le quita los medios para sobrevivir; retener el salario de un trabajador es lo mismo que derramar su sangre.” San Pablo escribe a su amigo Timoteo: “El origen de todos los males es la codicia del dinero”. Y Jesús nos orienta sabiamente al decirnos como utilizar correctamente nuestro dinero: “Con ese maldito dinero, háganse amigos” … ¡Cuánto tiempo más tendremos de sufrir y lamentarnos para entender estas cosas y decidirnos a cambiar: cambiarnos y cambiar este maldito sistema neoliberal! … porque ‘no es el pan que hace falta, sino la voluntad de compartirlo juntos’.

3.      ¡BASTA DE VIOLENCIA Y MUERTES! Pedro Pierre

               Voy retomando aquí la carta abierta que las Comunidades Eclesiales de Base Abel Tacuri, de Guayaquil, acaban de publicar: “Denunciamos la violencia extrema y llamamos a superarla juntos, porque, como dice san Pablo: ‘La causa de nuestros males es la ambición del dinero’.

Despertemos a la realidad

               Hay una gran inseguridad generalizada… ¿Quién se atreva ahora a pasearse de noche? Hay demasiada violencia: ¡Ya no hay lugar seguro! ¿Quién va a dejar jugar a sus hijos en el parque? A diario y por todas partes se dan asaltos, robos, secuestros, extorsiones, asesinatos y sicariato a la luz del día por competencia en el tráfico de drogas; este todo con ametralladoras y bombas de todo calibre.

               La angustia es grande en las familias: Los jóvenes que no estudian ni trabajan entran en esta delincuencia organizada. Definitivamente no hay gobierno. Estamos completamente indefensos. Las mafias controlan la ciudad. El gobierno ha permitido el porte individual de armas. Va a ser el gran negocio de las armas y de la corrupción para conseguirlas.

Las causas de este desastre son múltiples

               Hay demasiado desempleo: “¡Cuando la mitad de la población no tanga trabajo, la otra mitad no va a poder dormir tranquila!” Hemos perdido los valores esenciales como el respeto a la vida y a las personas. No hay ayuda mutua, compartir, unión, organización. Nos hemos vuelto individualistas, indiferentes, quemimportistas, consumistas… Ya no nos interesa la fe. Allí está el resultado.

               Hemos permitido el tráfico de drogas, por nuestra falta de organización entre vecinos: No hemos luchado contra su comercio en los barrios ni por presionar a los gobiernos para controlarlo mejor. La policía se hace de la vista gorda… porque no les interesa o no son protegidos. También son víctimas de los delincuentes. Estos están mejor armados que los mismos policías.

               Las armas no son la solución; más bien son el problema porque estamos dejando de confiar los unos en los otros y nos vamos a enfrentar en la calle como animales sueltos. El gobierno se desinteresa de la situación catastrófica del país. No se mete porque es corrupto; ya han pactado con el narcotráfico. Los ricos y el mismo presidente esconden su dinero en los paraísos fiscales. Para ellos “¡mejor que los pobres se maten entre sí!”

               Ahora estamos en un ‘feriado bancario’ permanente, con los mismos autores del feriado bancario del año 2,000. Los bancos se benefician del dinero de la droga y del tráfico de personas. El ejército protege a las grandes empresas en vez de cuidar al pueblo. Las bandas delincuenciales se han tomado las cárceles con la complicidad de las autoridades. El gobierno de EE.UU. ha retirado visas a generales del ejército y de la policía… ¿Quién nos va a proteger de ellos ahora? Los grandes medios de comunicación sólo culpan a los pobres y a la delincuencia de la calle. No investigan ni dicen quienes son los que traen la droga por toneladas.

               Se trata de una violencia estructural promovida por el imperialismo norteamericano. No pudieron con Venezuela, ahora exportan la violencia, el tráfico de droga y el crimen organizado a los países que no pueden controlar ni robar sus materias primas con facilidad. Perú es el ejemplo patente. Es la CIA (Central de Inteligencia norteamericana) que maneja todo esto con la complicidad y el servilismo de nuestras autoridades. Son ellos que organizan este caos y esta violencia: Son responsables de los muertos y las matanzas.

               Estamos en lo que dijo el Documento de Medellín en 1968: Se trata de una “violencia institucionalizada”. En definitiva, matan a quienes se oponen a sus mandatos y a su saqueo. Los pobres, los estorbamos.

¿Cómo vivir y convivir enfrentando esta situación?

               ‘No, no basta rezar. ¡Hacen falta muchas más cosas para amar a Dios!’ porque, si vivimos todavía y si Dios nos da la vida, es para que hagamos algo. ¡Basta de lamentaciones! Al quedar de brazos cruzados nos hemos hecho cómplices de estas situaciones. Hace falta compromiso. ¡Cuidado con las iglesias llenas, pero con compromiso cero! A Jesús se lo sigue construyendo su Reino de justicia y fraternidad.

               Tenemos que vivir de verdad el compromiso de nuestro bautismo: ser profetas que denunciamos lo que destruye el Reino y anunciamos lo que lo construye, ser sacerdotes para relacionarnos comunitariamente con Dios, ser reyes-pastores que nos organizamos en Comunidades fraternas y solidarias.

               Hace falta sobre todo despertar entre vecinos, despertar las autoridades civiles y religiosas, organizándonos e integrando organizaciones que defiendan la vida y nuestros derechos. Tenemos que capacitarnos para entender la realidad, conocer sus causas y así motivarnos a actuar juntos.

               Tenemos que unificarnos y potenciarnos mutuamente: ¡Si los problemas son nuestros, también son nuestras las soluciones! ¡Nadie se salva sólo! tenemos que apoyarnos como pueblo organizado y creyente. Sólo así podremos salir adelante.

               “El momento más oscuro de la noche es también el más cercano a la aurora” … si despertamos para actuar juntos.”

4.      SOÑAR CON LA ARMONÍA, Pedro Pierre

               Casi es lo único que nos queda en ese antro de la corrupción, violencia y muertes en que se ha convertido el Ecuador. Pensábamos que con el ex presidente Moreno habíamos llegado a lo máximo. ¡Mentira! Guillermo Lasso lo supera con creces… Estamos también estupefactos por la indiferencia generalizada: “¡Mientras no me toca a mí, no pasa nada!” Creíamos que con la votación masiva del 5 de febrero pasado contra el presidente y su manejo o mejor ausencia de manejo del Estado se lo iba a desbancar… pero tampoco allí no pasa nada y el huésped de Carondelet sigue campante y amontonando más y más ganancias. Nuestra democracia no funciona porque votamos en las urnas, pero no controlamos ni hacemos respetar nuestro voto. No hay una verdadera decisión ciudadana de organizarse contra los problemas que nos afectan: Esperamos que otros lo hagan. No hemos entendido que, si el problema es nuestro, es nuestra también la solución. Preferimos esperar que los Indígenas se levantan y pongan los muertos. Tal como vamos, la violencia, el sicariato, los muertos, las extorsiones y las lágrimas van a aumentar, lastimosamente.

               Soñamos con la armonía: ¿Será verdad? ¿O seguimos soñando con el individualismo, la tranquilidad egoísta, el dinero fácil? Entones merecemos lo que nos está pasando. Existimos para un proyecto de vida y no de muerte. Mientras no descubrimos esto, la cruda realidad va a continuar y progresar en maldad: El infierno lo hacemos nosotros y lo permitimos entre nosotros. Cuando dejamos de preocuparnos los unos por los otros favorecemos su crecimiento. El mal existe: Hay que combatirlo, porque es como la mala hierba, si no, se multiplica sin límite.

               El otro problema es que hemos dejado de lado la espiritualidad y la mística: Las hemos dejado morir en nuestra propia conciencia e identidad. Vivimos como los animales y peor que los animales. El materialismo individualista, es decir limitarnos a comer, dormir y robar, nos seca el alma y hace de nosotros unos zombis que no saben qué somos, para qué vivimos ni para qué existimos. Muchas veces echamos la culpa a la religión y a un dios inventado para satisfacer nuestra nulidad.

               Hemos dejado de admirar, reconocer y escuchar los sabios de ayer y de hoy; pero sí, seguimos a los malos payasos de la TV que acarician nuestras peores desviaciones y a los de los chats, facebook, tik tok, instagram y otras virtualidades y tomamos nuestras fantasías por realidades fascinantes. Hemos dejado de pertenecernos para obedecer a nuevos demonios que quieren que prolifere la maldad por aumentar sus intereses, poderes y fama. Somos los esclavos cómplices de nuestra propia maldad y seguimos adelante en este infierno bien real.

               ¡Soñemos con la armonía!... Tengamos esa ‘locura’, poque es nuestra identidad profunda y nuestro destino común. Dejemos de interpretar la creación del mundo como un paraíso perdido: Eso es cuentos para hacer dormir a los niños. Y descubramos que no se trata de nuestro origen, sino de nuestro fin definitivo y de nuestra meta a lograr… porque estamos hecho por la armonía y para la armonía. Los satélites que recorren el universo sin fin nos transmiten sus fotos sorprendentes de belleza y de misterio. Nos permiten entender que la creación sigue en marcha y que es también nuestra tarea. Estamos en una creación permanente por la fuerza de vida y de amor que nos habita: Eso es la espiritualidad, o sea, el ‘espíritu’ que nos mueve desde dentro.

               Lastimosamente no nos gusta el silencio, la meditación ni la contemplación. Preferimos actividades rentables, materialistas, individuales y egoísta y así apagamos el fuego que nos iluminaría para salir de nuestra mediocridad humana. Porque la primera armonía es con nosotros mismos, con la sabia de vida y de amor que nos recorre de cuerpo entero. Estamos hechos para conectarnos con lo más intimo y vivo de nosotros mismos, esta potencialidad humana que nos hace vivir, afín de despertarla, cultivarla, multiplicarla para encontrar y vivir la felicidad, es decir la paz interior que nada ni nadie nos pueda quitar.

               La segunda armonía es con los demás. Todos somos humanos, todos somos iguales, todos somos la misma sangre, todos somos la misma unidad de vida y de fraternidad. Sólo así, comunicándonos, conociéndonos, respetándonos, apoyándonos, compartiendo, amándonos, vamos a lograr la comunión que necesitamos para ayudarnos a vivir felices los unos con los otros, los unos por los otros. ¿Cuándo nos decidiremos a esto? Pues, sólo depende de nosotros mismos.

               La tercera armonía es con la naturaleza, porque sin ella o contra ella no podemos vivir ni sobrevivir. Ya nos damos cuento de los desastres naturales a los que nos abocamos si no la respetamos ni la cuidamos. Verdaderamente es nuestra primera Madre, porque de ella venimos, de ella vivimos y hacia ella vamos. Mientras vivimos, tenemos que volver a conectarnos y a entrar en esta matriz universal que permite respirar, comer, sanarnos y sentirnos poseídos por la vida y el amor que con los 2 pilares de la misma naturaleza y del universo entero. “Somos polvo de estrella”, pero ‘polvo’ vivo, inmortal, eterno. ¡Qué analfabetos somos si no hemos comenzado a darnos cuenta de eso! Por eso andamos “¡perdidos como perros en procesión!”

               La cuarta armonía es nuestra relación con Dios. Muchas veces buscamos a Dios dónde no está, cuando lo queremos encontrar sólo en el cielo inventado con miles y miles de detalles maravillosos e inexistentes, o sólo en el templo como si Dios se dejaba encerrar en 4 paredes de piedras o de cemento, o sólo en la oración cuando rezamos por nuestras necesidades inútiles y dañinas… en vez de contemplar a Dios en cada persona y en nosotros mismos, de reconocerlo en los llamados de la naturaleza y de los acontecimientos, en el grito de los pobres y la belleza de los niños. Eso Dios que nos habita o más bien es en él que habitamos… y que no reconocemos por ser demasiado cercano e íntimo a nosotros mismos. Pero estamos ocupados en cosas tan importante que… nos moriremos antes de haber vivido. ¡Y tal vez lleguemos a “las 7 armonías” del prófugo Jamil Mahuad!

5.      AMISTAD Y LIBERTAD, Pedro Pierre

               El miedo nos está ganando la partida. De hecho, no faltan razones para tener miedo. Por una parte, la violencia y lo asesinatos no han cesado con el toque de queda, por la razón de que no se trabaja a suprimir las causas de la violencia actual. Tampoco es aumentando las horas y los días de toque de queda que ira solucionando mejor la actual situación. Lo sabemos, cuando estamos enfermos, se buscan las causas de la enfermedad y se trata de eliminar estas causas para suprimir los efectos. Las causas de la violencia actual se encuentran principalmente en 2 razones: las desigualdades sociales y la falta de empleos.

               Las desigualdades sociales provienen de la acumulación ilimitada de bienes y riquezas por parte de unos pocos a costa de la explotación de muchos. Las desigualdades son el resultado a un robo continuo del salario del trabajador, cuando no se paga un salario justo. Este debe cubrir mínimamente el costo de la canasta básica que llega actualmente a unos 900 dólares. Además, el trabajador tiene derecho a parte de las ganancias que produce su trabajo. Y hay centenares de miles de ecuatorianos que, a duras penas, ni ganan 400 dólares mensuales. Ahí está una de las razones de la gran pobreza que padecen la mitad de los ecuatorianos. La primera violencia no es de los pobres, es de los ricos que se apoderan de los frutos del trabajo ajeno. Por eso, las condenaciones de Jesús a los ricos: “¡Hay de ustedes los ricos porque ya tienen su recompensa!”

               En cuanto al desempleo, la mayoría de los dueños de las empresas, sobre de las más grandes, no buscan crear nuevos empleos sino cómo sacar más y más dinero de su negocio. Así estamos desde decenios… y ahora parece que hemos llagado al tope: ¡No se aguanta más!” Los pobres se contagian de la maldad de los ricos y dan libre curso a la violencia, la explotación y la matanza. No es el aumento del número de policías, no la colaboración de los militares en la represión y la desarticulación de bandas delincuenciales, ni el libre porte de armas por parte de los ciudadanos que van a resolver el problema. Más bien este problema se va a hacer más grande… porque mucha gente entra en esta dinámica perversa de la violencia porque no tiene qué comer mientras otros derrochan a diestra y siniestras y no se preocupan si hay poco o mucho desempleo.

               Tenemos que descubrir también que los ricos han acaparado el Estado para preservar y aumentar sus negocios. Por otra parte, hacen leyes que les permitan hacer lo que les da la gana con su dinero con tal de que nadie les diga nada. Por eso inventaron y organizaron el sistema capitalista. Mientras no dejamos de ser cómplices de este sistema y no lo sustituimos por un socialismo solidario del ser humano, seguiremos de mal en peor. Nos han metido en la cabeza un chip que nos hace creer que en Cuba y en Venezuela todo está mal y que se está en un infierno permanente. Las palabras socialismo y comunismo siguen siendo satanizada por los medios de comunicación… de los ricos para proteger sus robos descarados. Por esta contaminación mediática, seguimos votando por nuestros explotadores y victimarios. ¡Cuánta complicidad e indiferencia nuestra son los pilares de un sistema que nos destruye y permite que se nos mate a sangre fría!

               Entonces al esperar que la solución venga de otros o del gobierno, nos engañamos a nosotros mismos. Gran parte de la solución depende de nosotros. Somos ‘ciegos que quieren guiar a otros ciegos’… y por montón caemos en el hueco de la desesperación y el miedo. Nos empantanamos en el fango que nosotros hemos fomento por nuestro individualismo, nuestra indiferencia, nuestra maldad y nuestra desorganización. ¿Por qué nos decidimos vivir de otra manera y de apoyarnos los unos a los otros? El demonio del desamor nos está dominando de linda manera.

               ¿Hemos descubierto que la amistad y la libertad bien vividas son capaces de llevar a una vida mejor como individuos, como vecinos y como ciudadanos? Y si hemos descubierto algo de amistad y libertad verdaderas, ¿cuándo nos vamos a decidir a vivirlas de manera más responsables. La amistad es la sabia de una vida feliz. Somos seres de relación: hemos nacida por una ‘relación’, crecemos en las relaciones familiares, nos educamos en mediante la relaciones con nuestros maestros y profesores y con nuestros compañeros de estudios, aprendemos nuestra profesión gracias al ejemplo y el testimonio de otros profesionales, descubrimos en sentido de la vida y su trascendencia gracias a la relaciones en una comunidad espiritual y religiosa… Sin relaciones nos apagamos poco a poco como la flor que se deja de regar. La amista nos hacer crecer y creer en nosotros mismos. Desarrollamos mejor nuestras capacidades gracias a grandes amistades. Realizamos grandes acciones gracias a la amistad compartida con otros muchos. No podemos vivir sin amigos ni sin hacernos amigos de los demás. Es la ley de la vida feliz.

               Otra dimensión que nos permite superar miedos y desesperación es la libertad, una libertad bien entendida. Cada uno de nosotros tenemos encontrar nuestro camino de vida. Todos somos diferentes y todos los caminos personales son diferentes. Si copiamos a nuestros padres o al vecino o al amigo, seremos siempre una mala copia. Cada uno de nosotros tenemos un destino particular, único, original, exclusivo… Nuestros sueños son diferentes y sus realizaciones tienen que ser propias a cada uno de nosotros. Lograr esta meta será el fruto de nuestra libertad: la libertad de no copiar a nadie, la libertad para lograr lo propio nuestro, la libertad de dejarnos llevar por caminos torcidos, la libertad de ser nosotros mismos… con la ayuda de otros y la amistad de muchos, pero libres de nuestras decisiones y de nuestro mejor crecimiento y desenvoltura. Una libertad pensada, reflexionada, madurada: la libertad nuestra para decidir quién y qué vamos a hacer. ¡Ánimo para esta carrera en la amistad y la libertad!