jueves, 31 de agosto de 2023

 

ARTÍCULOS DE JULIO

Con un saludo muy fraterno a todas y todos: Pedro Pierre.

  1. Organizar la ignorancia… es el gran trabajo del sistema neoliberal.

  2. Elecciones: El papa Francisco y la política… para sorprendernos positivamente.

  3. ¡Nos venden humo!… y lo comemos como pan caliente.

  4. El problema somos nosotros y nosotras… y la solución también.

  1. ORGANIZAR LA IGNORANCIA, Pedro Pierre.

He aquí otra característica del sistema neoliberal que nos organiza, o más bien, que nos desorganiza. Una de sus mayores perversidades es justamente ‘organizar la ignorancia’. Lo hemos visto con el gobierno de Lenin Moreno. Lo primero que hizo en ese sentido fue cuando pidió la asesoría del FMI (Fondo Monetario Internacional): reducir drásticamente el presupuesto de la educación, dejar de pagar a los maestros y profesores sin contrato permanente, reducir el presupuesto del desayuno escolar, quitar las ayudas para los arreglos de los edificios escolares, suspender la formación de maestros y profesores, detener el nombramiento de nuevos educadores, permitir el cobro de matrículas y otros gastos más…

Así hemos llegado al desastre educativo actual: la deserción escolar porque los padres no pueden pagar los gastos escolares, cierre de escuelas o la suspensión de materias o por la no renovación del material necesario, atraso en la entrega de diploma por falta de personal o cobros indebidos, aumento del número de estudiantes de los sectores populares que pueden entrar a la universidad o tienen que suspender sus estudios por supresión de becas, por otra parte desempleo de maestros y profesores que hacen de taxistas en carros alquilados… La conclusión nos la da Simón Bolívar: “Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”.

El sistema neoliberal multiplica la ganancia a costa de la marginación y explotación de los pobres debidas al bajo nivel escolar. No quiere gentes preparadas intelectual y profesionalmente que reclamen sus derechos, que emprendan actividades profesionales, que investiguen caminos alternativos de economía solidaria. No le importa a un gobierno neoliberal que los pobres no puedan salir de la pobreza por falta de educación. Prefiere que se hundan en la violencia que el mismo sistema permite y fomenta.

Por este motivo decía Helder Cámara, gran obispo de Brasil y mentor de la Iglesia de los Pobres en América Latina, habló sobre las protestas violentas y los levantamientos de los pobres que no encuentro caminos para educarse ni alimentarse: “Hay tres tipos de violencia. La primera, madre de todas las demás, es la violencia institucional, esa que aplasta y humilla a millones de hombres, violencia con ruedas silenciosas y bien engrasadas. La segunda es la violencia revolucionaria que surge del deseo de abolir la primera. La tercera es la violencia represiva, que se convierte en auxiliar y cómplice de la primera violencia, la que engendra todas las demás. No hay peor hipocresía que llamar violencia sólo a la segunda, pretendiendo olvidar la primera que la engendró y la tercera que la niega.” Martín Luther King, el líder de los negros norteamericanos, decía en el mismo sentido: “La protesta es el lenguaje de los que no se quiere escuchar”. Por eso el papa Francisco clamó recientemente: “No dejemos robar a las nuevas generaciones la esperanza en un futuro mejor". La educación es para humanizarnos y hermanarnos.

Todo esto nos ayuda a evaluar los candidatos del proceso electoral que está en marcha: ¿Qué dicen sobre la educación? ¿Qué proyecto tienen para aumentar el presupuesto del ministerio de educación? Nos marean con soluciones ilusorias para eliminar la violencia, pero no señalan las causas. Una de las causas de la actual violencia es la falta de oportunidades para crecer en educación intelectual y profesional.

En días recientes, se nos comunicaba unos 10 caminos para crecer en educación y sabiduría. Estos son los siguientes: 1. Aprender a crecer con la sabiduría y los procesos de los pueblos. 2. Dejarnos mover por la utopía: generar alternativas y ser personas alternativas. 3. “Sin visiones nos perdemos”: mover y renovar nuestra mirada. 4. Creer en lo pequeño y crear con lo pequeño. 5. La sabiduría ancestral nos guía hacia el convivir armonioso. 6. Los conocimientos nos guían hacia el desarrollo humano integral. 7. La educación escolar nos abre al grito de los pobres, al susurro de las mujeres y a la voz de la Madre Tierra. 8. Las capacitaciones hace fluir la verdad y la bondad en un contexto de mentira y maledicencia. 9. La profesionalidad nos da la auténtica autoridad que es cercanía, servicio y coherencia de vida. 10. Los estudios nos abren a los nuevos lenguajes de la comunicación virtual y la inteligencia artificial.

Conozcamos las cosmovisiones indígenas que nos abren a los nuevos horizontes del Bien vivir personalmente, el Bien actuar colectivamente, la Vida buena de las utopías de nuestro continente de “la Tierra sin Mal”, porque las utopías son la motivación de una vida con sentido y felicidad. Exijamos educación gratuita ya que la Constitución señala el mínimo del presupuesto para la educación y que no se respeta, porque para eso pagamos impuestos. Denunciemos la perversidad de un sistema que nos quita el derecho a la educación gratuita desde la escuela primaria hasta los institutos de investigación. Es hora de luchar y luchar juntos por nuestra verdadera dignidad.

  1. ELECCIONES: EL PAPA FRANCISCO Y LA POLÍTICA, Pedro Pierre. Julio 12.

En este tiempo de elecciones, es bueno para los cristianos recordar unas orientaciones del papa Francisco que nos ayuda a regresar a las fuentes de nuestra fe, es decir, el testimonio de Jesús y la práctica de las primeras Comunidades cristianas. Su primera carta encíclica de 2013, “La alegría del Evangelio” tiene, por un parte, fuertes condenas a sistema neoliberal que nos organiza y, por otra, hace llamados a los cristianos a sustituirlo. Podemos recordar ‘los 4 NO’ del papa: “¡No a una economía de exclusión!” porque “la economía mata y Dios dijo ‘No matarás’”; “¡No a la idolatría del dinero!” porque se trata de “la dictadura de la economía”; “¡No a un dinero que domina en lugar de servir!”, porque se trata de un “rechazo de la ética y el rechazo a Dios”; “¡No a la inequidad que genera violencia!”, porque la violencia de los ricos y de un sistema injusto está al origen de la violencia de los pobres. Luego el papa retoma una frase del papa Benedicto 16: “la Iglesia ni puede ni debe quedar al margen en la lucha por la justicia” e insta a todos los cristianos, pero también a los sacerdotes, a preocuparse por la construcción de un mundo mejor.

Otra de las intervenciones del papa Francisco que llama la atención es su ‘Mensaje por la paz’ del 1 de enero de 2019, donde nos habla de la importancia del compromiso político. El tema era: “La buena política al servicio de la paz”. El papa afirma que “la política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”. Creo que en Ecuador hemos llegado a esta “opresión, marginación e incluso de destrucción”.

¿Qué remedios nos propone el papa Francisco? Primero nos habla de la importancia de la política y de la necesidad de implicarnos en ella: “Dice Jesús: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Como subrayaba el Papa san Pablo VI, «tomar en serio la política en sus diversos niveles -local, regional, nacional y mundial- es afirmar el deber de cada persona, de toda persona, de conocer cuál es el contenido y el valor de la opción que se le presenta y según la cual se busca realizar colectivamente el bien de la ciudad, de la nación, de la humanidad». En efecto, la función y la responsabilidad política constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo. La política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad.”

La política, según el papa, es “el compromiso por el bien común… Es un programa con el que pueden estar de acuerdo todos los políticos, de cualquier procedencia cultural o religiosa, que deseen trabajar juntos por el bien de la familia humana, practicando aquellas virtudes humanas que son la base de una buena acción política: la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad… A este respecto, merece la pena recordar las ‘bienaventuranzas del político’: Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel. Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad. Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés. Bienaventurado el político que permanece fielmente coherente. Bienaventurado el político que realiza la unidad. Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical. Bienaventurado el político que sabe escuchar. Bienaventurado el político que no tiene miedo.”

Después de enumera los vicios de la mala política, el papa habla también de “la buena política (que) promueve la participación de los jóvenes y la confianza en el otro. Cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro… Cada uno puede aportar su propia piedra para la construcción de la casa común. La auténtica vida política, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales.”

Termina el papa su mensaje con la invitación a “recurrir siempre al espíritu del Magníficat que María canta en nombre de todos los hombres: «El Todopoderoso hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes».”

Sobre este compromiso político de la fe, también podemos recordar el mensaje del papa en Bolivia, en 2015, cuando se encontró con las Organizaciones populares: “Hablamos de la necesidad de un cambio, un cambio de estructuras, para que la vida sea digna… La política está fundamentalmente en manos de los pueblos… Las «3-T»: Tierra, Techo y Trabajo para todos son un proyecto-puente de los pueblos. ¡Rebélense contra la tiranía del dinero! ¡Sean solidarios! ¡Revitalicen la democracia! ¡Sean austeros! ¡Huyan de la corrupción!”. El papa retoma esta misma temática en 2016, cuando califica al sistema capitalista de “terrorista” … que debe ser “cambiado”.

Las palabras del papa son un desafío para los cristianos y para ‘los hombres y mujeres de buena voluntad’. ¡Sepamos, en estas elecciones, escuchar esta voz del papa y aportar nuestro granito de arena para un Ecuador mejor!

3. “¡NOS VENDEN HUMO!”, Pedro Pierre

Es lo que pasa en todas las campañas electorales: hacer promesas que, en muchos casos, no se cumplirán. “¡No venden humo!” porque estas promesas, en la mayor+ia de los casos no se pueden cumplir. El desafío es discernir ‘cuándo nos venden humo y cuando no’. El caso del actual gobierno es patente. Nunca se había visto hasta ahora un gobierno que, sistemáticamente, no haga obras sociales: Ni se utiliza el presupuesto asignado porque el ministro de economía no lo entrega. ¿Por qué motivo se da esto? Es muy sencillo: En nuestro país, se está aplicando estrictamente el sistema neoliberal y para eso el gobierno obedece a las orientaciones del FMI (Fondo Monetario Internacional). El FMI hace o ha hecho préstamos y exige que se pagan sin ningún retraso. Entonces se guarda el dinero en reserva para que se pague a tiempo los intereses de las deudas contraídas.

Pero el gobierno, apoyado irrestrictamente por los grandes medios de comunicación y por la represión policial y militar, no es el único culpable. Mucha gente está creyendo ciegamente que ‘la política es sucia’ y que no tenemos que meternos en ella… Es justamente lo que quieren el gobierno y los partidos políticos que lo apoyan o que quieren alcanzar el poder y continuar con el sistema neoliberal. Así nos van engañando, nos van manipulan, nos van ‘vendiendo humo’ … para seguir gobernándonos para el beneficio de ellos y a costa nuestra.

‘Nos venden humo’ todos los candidatos que apoyan el sistema neoliberal porque es un sistema construido por los grandes ricos para conservar su capacidad de acumular riquezas sin límite. Por eso también quieren que no nos interesemos en la política afín que ellos sigan sin problemas siendo cada vez más ricos. Tradicionalmente la jerarquía católica y el clero en general han estado ligados a los ricos y a sus gobiernos, y han utilizado la religión y el púlpito para machacar que ‘los cristianos no se deben meter en política’ … aunque sin nunca explicar por qué motivos, explicándonos que Jesús y la fe en él son exclusivamente relacionados a lo espiritual, al cielo y a la salvación después de la muerte.

En la Iglesia católica, las cosas han comenzado a cambiar con el Concilio Vaticano 2°, esta reunión de unos 1,400 obispos de todo el planeta, convocado por el papa Juan 23 en 1961 para actualizar el pensamiento y la misión de la Iglesia. Esta reunión tuvo 4 sesiones en los años 1962 a 1965. La gran novedad fue la invitación a regresar a la persona de Jesús, su vida, su mensaje y su misión al servicio del Reino. La Iglesia debe ser un testimonio colectivo de la vida, del mensaje y de la misión de Jesús…. Dijo el Concilio que la primera misión de la Iglesia era la de Jesús, es decir, la construcción del Reino, o sea de la fraternidad y que no hay fraternidad sin igualdad. ¡Menudo compromiso que todavía no ha sida captado por un número significativo de obispos, sacerdotes y laicos! En el Concilio lo obispos dijeron que la Iglesia era ‘Pueblo de Dios’ y no solo jerarquía o clero. Además afirmaron que el Pueblo de Dios en su conjunto tenían un ‘sentido correcto de la fe’ que debía ser escuchado y asumido por la jerarquía.

Resumiéndolo, diremos que su mensaje principal fue: “Seamos una Iglesia pobre y servidora a la manera de Jesús”. Reapareció la importancia de todos los bautizados para reconocer lo que nos decía Dios y Jesús en los tiempos actuales para hacer presentes el Reino de Dios en la vida cotidiana, social, económica y política. El Concilio, que es la máxima autoridad en la Iglesia católica, proclamó que la Iglesia en general estaba al servicio del Reino, o sea, de la humanización de las personas y de la fraternidad universal. Eso era su primer servicio, imitando a Jesús.

La novedad de estos tiempos es el testimonio del papa Francisco que nos invita a volver al Concilio Vaticano 2°, continuar sus orientaciones y actualizar sus intuiciones: Ser servidores del Reino y conformarnos en una pobreza que es solidaridad con los pobreza y eliminación de la miseria. Por eso ha lanzado en gran proyecto de la ‘sinodalidad’. La sinodalidad quiere ser un regreso a las fuentes del cristianismo, un volver a Jesús y a su misión del Reino, un seguimiento de las prácticas de las primeras Comunidades cristianas. El bautismo es el gran motivador de estas opciones porque nos hace a todos iguales e igualmente responsables, porque hemos sido marcado por la unción del crisma que nos hace a todos ‘profetas, sacerdotes y reyes-pastores’.

Esta renovación eclesial nos plantea enfrentar el compromiso político de nuestra fe. Si la política es fundamentalmente el servicio de bien común para el bienestar de todas y todos, es también el compromoso de todos los ciudadanos, en particular de los cristianos que son, según la palabra de Jesús, “sal, luz y fermento” de un mundo nuevo conforme a los valores del Reino: la hermandad universal.

En nuestro Ecuador mayoritariamente cristiano, si seguimos la manera de vivir de Jesús, su mensaje y su misión al servicio del Reino, como también el testimonio de las primeras Comunidades cristianas, estaríamos mucho más empeñados a comprometernos por la fraternidad sin frontera, la superación de la miseria, la lucha contra las desigualdades, la defensa de los derechos humanos… Todos estos compromisos son íntimamente relacionados con una política al servicio del bienestar de todos… De esta manera, los gobiernos neoliberales y los malos políticos no se dedicarían a “vendernos humo” con tanta facilidad.

4. EL PROBLEMA SOMOS NOSOTROS Y LA SOLUCIÓN TAMBIÉN, Pedro Pierre

La situación del Ecuador es de las más catastróficas. La falsa solución es, por un parte, echar la culpa a los demás y, por otra, esperar que la solución venga de algún salvador. Ahora es una evidencia, “¡con Correa estábamos mejor y mucho mejor!”. Pero ahora ni Correa ni la Revolución Ciudadana nos van a salvar inmediatamente del caos actual. Eso no se podrá hacer sin la participación activa y organizada de todos nosotros y nosotras. La razón de esto es sencilla: Somos nosotros que hemos permitido estar cómo estamos. Claro, Lenin Moreno nos ha traicionado, pero no solo lo hemos dejado continuar traicionándonos, sino que, al aprobar la consulta popular del ‘7 veces SÍ’, lo hemos confirmado en su traición. Luego hemos repetido el mismo error con Guillermo Lasso al votar por él o al votar nulo. Después de su elección, que califico de fraudulenta, hemos aceptado que siga de presidente. También hemos dejado que venga y siga el FMI (Fondo Monetario Internacional) para imponernos el neoliberalismo que descuida la salud y la educación, se despreocupa de arreglar las carreteras, privatiza la mayoría de las grandes empresas nacionales y termina fomentando y entregando el país a las multinacionales (¡ya es realidad para las Islas Galápagos!), a las mafias internacionales del narcotráfico y a la delincuencia organizada (miremos las cácele). De todo esto, por nuestra indiferencia, pasividad y complicidad, somos responsables por omitir de impedirlo. Nosotros somos el problema del Ecuador tal como está. Pero también somos la solución si así lo queremos, en particular con las próximas elecciones si votamos por quienes son capaces de reconstruir el país con nuestra colaboración decidida.

Los cristianos tenemos a nuestra disposición unas 3 opciones para aportar nuestra colaboración para otro Ecuador posible y urgente, porque Jesús de Nazaret ha venido para una salvación y una liberación que comienza en esta tierra y en nuestro país gracias a nosotras y nosotros.

La primera alternativa es la conocida ‘opción por los pobres’ que es triple compromiso: opción por las causas de los pobres, opción por la pobreza digna y opción contra la miseria. Se trata de seguir el ejemplo de Jesús de Nazaret que ‘siendo rico se hizo pobre’ y asumió las causas de los pobres para jacer retroceder la miseria e implantar una pobreza digna. La pobreza digna es una opción de vida sencilla, solidaria e igualitaria. En este asunto el problema no es la pobreza, sino la riqueza que es la acumulación de bienes a costa del empobrecimiento de los demás: la riqueza es el resultado del despojo de otros, porque les quita lo les pertenece por derecho. Somos pobres dignos cuando vivimos sencillamente, es decir, con lo necesario, cuando compartimos y cuando no explotamos a nadie. Somos ricos y condenados por Jesús cuando acumulamos bienes innecesarios, cuando no compartimos y cuando explotamos a los demás. Las desigualdades son creadas por la acumulación de bienes: Traen pobreza, o sea miseria, desempleo, robo, delincuencia, migración y corrupción. En consecuencia tenemos que ubicarnos y calificarnos para saber reconocernos cuando somos pobres dignos y cuando somos ricos despojadores de los demás. De esta manera podremos corregirnos y desterrar la mucha violencia que nos destruye a diario.

La segundo alternativa es la construcción del Reino de Dios en la tierra, aquí y ahora. El Reino no es primero del cielo o para el cielo, sino para nuestra tierra, nuestro país, nuestro lugar de vida, nuestra familia y nuestra misma vida personal. En su Carta pastoral “Todos somos hermanos y hermanas”, el papa Francisco lo califica de “fraternidad sin frontera, amistad social, amor político y fe liberadora”. El Reino es la organización de esta ‘fraternidad, amistad, amor y fe’ en nuestra vida diaria, personal, profesional, social y políticamente. En consecuencia tenemos que ubicarnos y calificarnos para reconocer cuánto estamos construyendo el Reino, o sea, la fraternidad y la paz social, y cuánto las estamos destruyendo. De esta manera podremos corregirnos y desterrar la mucha desorganización que nos destruye a diario.

La tercera alternativa es la vida en comunidad. Estamos hechos para vivir en comunidad. El individualismo, la indiferencia y la pasividad colaboran para nuestra autodestrucción y nuestra desgracia. Felizmente nuestras raíces ancestrales valoran mucho nuestra dimensión comunitaria: Somos humanos cuando somos hermanos solidarios. Eso es nuestra identidad de personas y de pueblo latinoamericano. Si no, nos degradamos, nos destruimos personal y colectivamente. Colaboramos al caos y a la catástrofe en la que nos hundimos irremediablemente. En consecuencia tenemos que ubicarnos y calificarnos para reconocer cuánto estamos viviendo comunitariamente o cuánto colaboramos con el individualismo destructor. De esta manera podremos corregirnos y desterrar la mucha desorganización que nos deshumaniza a diario.

La solución de los problemas sociales y personales están en nuestras manos y a nuestro alcance. Depende de nuestra decisión personal, de nuestra voluntad individual: pobreza digna, hermandad universal y dimensión comunitaria. Este proyecto colectivo comienza con el compromiso de cada uno. ¿Estará en el programa de algunos candidatos del actual proceso electoral? Si no está, ¿qué esperamos para incidir en las promesas de campaña?… pero todo comienza por nosotros y nosotras, porque ‘nosotros somos la solución’, desde nuestra pobreza digna, nuestra fraternidad alegre y nuestra organización creciente. Si queremos un Ecuador mejor comencemos dando un primer paso. Así empezará a hacerse realidad. El éxito está en empezar.


Artículos de agosto

 

A R T Í C U L O S    D E     A G O S T O

Amig@s y compañer@s de camino: Buenos días, esperando que estén bien.

He aquí mis artículos de agosto.

  • Resistir y sustituir, pero juntos… son los 2 caminos del verdadero cambio.

  • ¡Bravo, porque estás haciendo crecer la vida!… Esa es la misión de todo ser humano.

  • Votar sin ‘botar’ su voto… apoyando un proyecto de vida con la Revolución Ciudadana.

  • Resultados electorales: perspectivas y desafíos… en medio de un grand caos.

  • ¡Ay, Nicaragua, Nicaragüita!

  1. RESISTIR Y SUSTITUIR, PERO JUNTOS, Pedro Pierre

Frente a los desafíos actuales hay dos opciones que nos permiten enfrentarlos y empezar a superarlos: Es la resistencia y la sustitución de los mismos. Estas dos opciones serán ya efectivas a corto plazo si las realizamos juntos. El compromiso tiene que empezar siendo individual, pero debe apoyar en acciones colectivas, ya que los problemas son a la vez individuales y colectivos.

En la actualidad, el mayor desafío es la inseguridad por la violencia que se ha generalizado a partir del narcotráfico que lo quiere controlar todo para actuar a sus anchas al nivel nacional. Esta situación de narcodelincuencia organizada se da en un contexto de campaña electoral. Nos sentimos bastantes impotentes porque el mismo gobierno y muchas instancias estatales han pactado con el narcotráfico internacional y los grupos nacionales de delincuencia. Eso vuelve la tarea más compleja y difícil de superar rápidamente.

Tenemos que reconocer que el gran beneficiario del narcotráfico es el sistema capitalista que, de esta manera, aumenta las ganancias de los más ricos, de las grandes multinacionales y de sus bancos. Ya san Pablo en su carta a los Efesios nos advertía: “No nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba”. Podríamos resumir diciendo: ‘Nos enfrentamos al imperio del mal de los de arriba’. Este imperio del sistema capitalista neoliberal nos domina, nos atemoriza y nos despoja hasta de nuestros derechos… gracias todas sus complicidades estatales nacionales y locales, incluyendo nosotros mismos. La lucha, además de ser individual, tiene que ser colectiva, organizada y valiente. Incluye necesariamente la dimensión política porque se trata de rescatar y promover los ‘bienes comunes’ que permiten vivir y convivir humanamente.

Relacionando esta realidad con las elecciones nacionales, tenemos que ir reconociendo que los mayores responsables de la desgracia actual son los dos últimos gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso. Para elegir correctamente, tratemos de discernir, por una parte, cuáles son los partidos que promueven el sistema capitalista (y son la mayoría) y, por otra, cuáles son los candidatos que han sido parte de estos gobiernos, porque van a seguir la misma política desastrosa.

Frente a esta situación, nuestro compromiso es doble: resistir las mentiras y complicidades y sustituirlas por actitudes y cambios alternativos que construyan una nueva realidad al nivel personal, familiar, social y político. Si no entramos consciente y decididamente en estas dos dinámicas vamos a ir de mal en peor. Juntemos entonces las resistencias y las alternativas, dejando de lado la indiferencia, el individualismo y la pasividad. Si no nos dedicamos a luchar, ya hemos perdido todas las batallas. La mística, la fe y la solidaridad nos hacen más fuertes, más humanos y más hermanos, y nos abren caminos de verdadera convivencia.

‘Resistir’ es la primera actitud. En años recientes nos ha encantado y animado la canción “Resistiré”, que nos invitaba no solamente a gritar nuestra disconformidad sino a cambiar modos de vivir personales, colectivos y nacionales. Principalmente tenemos que resistir al individualismo y al consumismo que fomentan la pasividad. Los medios de comunicación y las instituciones educativas y religiosas nos llevan lastimosamente al individualismo porque porque promueven a competencia a toda costa. Nos hacen creer que ser primero en contra y a costa de los demás es la meta absoluto, en vez de enseñarnos a aprender juntos, a hermanarnos entre todos, a convivir armoniosamente, a ayudar al más débil, a ser una comunidad viva.

En cuanto al consumismo, se nos hace creer que la felicidad está en la acumulación de bienes. Esta acumulación nos da la ilusión que vamos a ser felices. A la larga más bien terminamos más esclavos de las cosas que tenemos. Ademas esta acumulación de cosas nos aísla de los demás y nos encierra en el individualismo. Erróneamente nos creemos superiores a los demás: Volvemos a la competencia ridícula y dañina para todos y todas. Vencer estas limitaciones nos exige no solamente resistirlas sino sobre todo sustituirlas. Es la segunda exigencia.

Las malas situaciones no cambian si no las sustituimos. De diversas manera todas y todos estamos empeñados en eso: Sustituir lo que nos limita e impide nuestra crecimiento individual y colectivo. Ahí nos topamos a la resistencia de la organización social que es obra de la política capitalista, con nuestra aprobación de las autoridades y legisladores que elegimos. Nuestras resistencias deben llagar a la sustitución. Entramos necesariamente en al nivel político, que es precisamente la organización de la convivencia armoniosa. La dificultades provienen del hecho que, muchas veces, somos novatos y desconfiados, porque la mayoría de los políticos buscan su interés individual y se nos ha repetido que la política es sucia y que los cristianos no debemos meternos. Felizmente, esta equivocación empieza a retrocedes por el hecho de darnos cuenta que todos estamos involucrados en ella, consciente o inconscientemente: la buena política es fundamentalmente incidir positivamente en nuestra organización social. Mejoremos entonces nuestra capacidad de influir de buena manera en nuestra organización social.

Por otra parte no basta cambiar lo que sería algunos defectos del sistema capitalista que nos organiza, sino ir a la raíz. El sistema capitalista es esencialmente perverso porque pone a las personas al servicio del enriquecimiento de una minoría que termina viviendo y creciendo a expensas de los demás. Ayudémonos a resistir y sustituir, individual, colectivamente y poco a poco, todo lo que nos limita y destruye: Esta construcción de la fraternidad nos hará verdaderamente feliz. ¡A resistir y sustituir!

2. ¡BRAVO, PORQUE ESTÁS HACIENDO CRECER LA VIDA!, Pedro Pierre

Esa es la frase que escuché al final de una conversación entre un animador de organizaciones sociales y un ingeniero en construcción. Hablaban de sus actividades, de las dificultades que encontraban, del entusiasmo que ponían en sus respectivos trabajos. El ingeniero terminó felicitando al animador social: “¡Bravo, porque estás haciendo crecer la vida!” Pensé entre mí: ¿No será esta la tarea y la misión de cada ser humano? Hacer crecer la vida en todo lo que hagamos con entusiasmo en medio de las dificultades. Muchas veces asumimos un sinnúmero de actividades, limitándonos a un crecimiento material o profesional, sin saber bien a qué sirve ni a quién, preguntándonos por qué existimos y para qué vivimos. Allí está la respuesta: ¡Hacer crecer la vida, toda vida, juntos, sencillamente y sin desmayar!

En estos tiempos de elecciones es bueno preguntarnos cómo hacer crecer la vida en la situación actual de nuestro país. Con los gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso hemos experimentado un proyecto de muerte, de traición, corrupción descarada, destrucción de la naturaleza e empobrecimiento creciente de la mayoría de los ecuatorianos. Con la decisión de disolver la Asamblea legislativa por el presidente Lasso, estamos en una situación parecida a la de un partido de futbol catastrófico detenido por el árbitro en el medio del segundo tiempo. El primer tiempo era dirigido por el técnico Lenin Moreno asesorado por Guillermo Lasso y el segundo tiempo por el mismo Lasso. Nos damos cuenta que se trata no sólo de detener un partido, sino de cambiar las reglas del juego para salir del desastre de un juego descabellado y peligroso para los jugadores. Lastimosamente en esta campaña electoral todos los candidatos, menos el binomio de la Revolución Ciudadana, están por la continuidad de la reglas que benefician una minoría de ciudadanos ricos a costa del empobrecimiento de los demás. Es tiempo de votar por un cambio porque esta mayoría de candidatos sin partidos políticos ni programa alternativo no va a traer ningún cambio sino la continuidad de un modelo económico agotado. O seguimos con una economía capitalista que nos empobrece o buscamos progresar hacia hacia un compartir más equitativos de las riquezas nacionales como ya lo hemos experimentado durante los 10 años anteriores al presidente Moreno.

Con esta campaña electoral repetimos lo que pasó en Brasil con el presidente Bolsonaro el año pasado que quería asegurar la continuidad de un régimen opresor de los pueblos y destructor de la naturaleza. ¡Ojalá elijamos a un presidente parecido a Ignacio Lula da Silva! Cuando tenía lugar la campaña electoral brasileña, un grupo significativo de obispos escribió una carta iluminadora que orientaba el voto consciente y acertado. Comenzaban denunciando ‘una economía que mata’ y destruye la naturaleza, en particular en la Amazonía. Denunciaron que “vivimos durante cuatro años bajo el reinado de la mentira, el secretismo y la información falsa. Las fake news (noticias falsas) se han convertido en la forma ‘oficial’ de comunicación entre el Gobierno y el pueblo”… “Hay 2 proyectos para Brasil: uno democrático y otro autoritario; uno comprometido con la defensa de la vida, a partir de los empobrecidos, el otro comprometido con ‘la economía que mata’; uno que cuida la educación, la salud, el trabajo, la alimentación, la cultura, otro que menosprecia las políticas públicas, porque desprecia a los pobres”… “La Iglesia no tiene partido, ni lo tendrá nunca, pero tiene un lado y lo tendrá siempre: el lado de la justicia y la paz, de la verdad y la solidaridad, del amor y la igualdad, de la libertad religiosa y del Estado laico, de inclusión social y buen vivir para todos”… “Los ministros de la Iglesia no pueden dejar de tomar posición cuando se trata de defender la vida de los seres humanos y la naturaleza”… “No hay lugar para la neutralidad cuando se trata de decidir sobre dos proyectos para Brasil”… Nosotros en Ecuador bien podemos aplicar estas orientaciones al caso ecuatoriano y votar por un proyecto de vida contra un proyecto de muerte.

En cuanto a las elecciones de legisladores, debemos dar al nuevo binomio presidencial una mayoría legislativa que le permita lograr cambios significativos para empezar un cambio radical de la organización estatal y nacional. No podemos confirmar a legisladores que sólo buscan privilegios personales y se oponen a mejorar las condiciones de vida en la que nos encontramos la inmensa mayoría de los ecuatorianos.

La pregunta sobre la prohibición de la extracción petrolero en la zona amazónica del Yasuní es muy importante. Nos damos cuenta cada vez más que el cambio climático por la destrucción de la naturaleza nos está trayendo consecuencias desastrosas. Proteger la naturaleza y defenderla es un deber impostergable. No se puede seguir destruyendo la Amazonía y sus pueblos en el territorio ecuatoriano. Por eso el ‘SÍ’ favorecerá la protección de la Amazonía y de sus pueblos, abrirá un futuro mejor para las generaciones venideras y obligará al gobierno implementar la creación de energías alternativas al petróleo, porque sí, hay energías alternativas al petróleo.

Nuestro país necesita un resurgimiento de gentes con buena voluntad decididas a colaborar por una vida mejor para todos. Es nuestra tarea de ciudadanos conscientes y organizados. Hagamos crecer la vida allí donde Dios nos ha sembrado. No desperdiciemos nuestro voto. Seamos en estas elecciones “sal, luz y fermento” del Ecuador que soñamos.

3. VOTAR SIN ‘BOTAR’ SU VOTO, Pedro Pierre

Desde 1979, al final de la dictadura militar, hemos elegido a los presidentes mediante nuestro voto ciudadano. Lo hemos hecho sea bien informados o mal informados, sea conscientes o manipulados. Elegimos votar o no votar, o preferimos el voto blanco o el nulo. Así hemos tenido a los presidentes que votamos mayoritariamente… pero cada vez con insatisfacción porque favorecían los intereses del grupo de los adinerados. >Primero se eligió a Jaime Roldós por nacionalista: ‘Primero Ecuador y sin los norteamericanos’. Esto no fue del gusto del ‘grupo adinerado’ ecuatoriano ni de la CIA (Central de Inteligencia norteAmericana) que lo eliminaron en un accidente aéreo que provocaron. Fueron muy satisfechos con Osvaldo Hurtado que firmó la primera “Carta de intención”, es decir, de sumisión, con el FMI (Fondo Monetario Internacional) para que los capitales nacionales e internacionales dirigieran las políticas gubernamentales. Luego creímos en las promesas ilusorias de Léon Febrés Cordero que ofrecía ‘Pan, Techo y Empelo”: Terminó llenando de muertos al Ecuador. Pensamos después que la Izquierda Democrática con Rodrigo Borja tuviera un gobierno más favorable a la mayoría de los ecuatorianos, pero fue todo lo contrario. El regreso de los ‘grupos adinerados’ con Sixto Durán Ballén preparó el populismo de Abdalá Bucaram que fue defenestrado por estos mismos grupos. Después elegimos a los supuestos ‘independientes’ cuya mayoría fue sacada del poder mediante sendas manifestaciones callejeras… porque no respondían a nuestras necesidades básicas “Tierra, Trabajo y Techo”, tal como las resume el papa Francisco. Y apareció Rafael Correa, nacionalista y anti imperialista como Roldós, que se eligió y reeligió durante 10 años porque buscaba un Estado ecuatoriano al servicio de las mayorías ecuatorianas. La elección de Lenin Moreno terminó en la traición al adoptar el ‘programa neoliberal de Guillermo Lasso’, según las palabras del mismo Lasso… que ganó fraudulentamente las últimas elecciones presidenciales según el parecer de muchos analistas y gracias al voto nulo de los ‘enfermos anticorreístas’ envenenados por los grandes medios de comunicación nacionales. Para manifestar nuestra voluntad de un gobierno favorables a las mayoría votamos mayoritariamente por la Revolución Ciudadana en las últimas elecciones de febrero pasado.

Ese breve recorrido histórico nos demuestra que, mediante nuestro voto, marcamos un camino a seguir para los presidentes que nos mal gobiernan: Queremos un Estado nacionalista, antiimperialista y anticapitalista, contra las ambiciones de los ‘grupos económicos’ que quieren gobernar solo para sus intereses y los de Estados Unidos. Al asesinar al candidato presidencial Villavicencio, estos grupos económicos acaban de demostrar su decisión de lograr nuevamente la elección de un nuevo presidente capaz de desplazar la actual candidata de la Revolución Ciudadana cuando las encuestas de opinión muestran que puede ganar en primera vuelta. Habiendo demasiados candidatos del signo de ellos, eligieron eliminar a uno, para confundir a los electores y orientarlos a votar nuevamente a alguno de ellos. Para encontrar pistas para reconocer a quién mandó a matar a Villavicencio, tal vez sería bueno descubrir cuál es el grupo político, con la complicidad de la embajada norteamericana, que destila más odio anticorreísta, presenta soluciones falsas y hace promesas ilusorias. ¿Sabremos en estas próximas elecciones no dejarnos engañar ni permitir que haga fraude para cambiar los resultados a su favor? Las votaciones del próximo 20 de agosto nos lo dirán.

… Porque no hay más que 2 proyectos: El de la Revolución Ciudadana y el de los ‘grupos adinerados’ de siempre. Lastimosamente y como en la anterior elección presidencial, los que no votan, los que votan nulo o blanco y los que, como borregos, siguen las orientaciones de los grandes medios de comunicación, irán favoreciendo los propósitos de estos grupos adinerados de siempre. Son ellos los que fomentan la inseguridad y la violencia, la pobreza creciente y la migración masiva, los asesinatos de políticos y los muertos a diario, porque pactan con los narcotraficantes y los jefes de las bandas delictivas que se han tomado el gobierno, el Estado, las fuerzas armadas y policiales, y el país entero.

Por estas y otras razones, votar por un proyecto que toma en cuenta la solución de las necesidades mayores de los ecuatorianos es una necesidad si queremos salir del atolladero al que nos llevaron los ‘grupos adinerados’ de siempre. Por otra parte, votar por la Revolución Ciudadana y por el ‘SÍ’ a la pregunta que deje intocado al parque Yasuní, nos exige también votar por las y los asambleístas que presenta la Revolución Ciudadana afín que se restablezca el Estado de Derecho, la promoción del Bien Común y el respeto de la naturaleza. El resto es “botar nuestro voto” al tacho de la basura de los que nos empobrecen, nos persiguen y nos asesinan con sus proyectos de muerte. Votemos por un proyecto de vida que iremos promoviendo individual y colectivamente, porque votar es comprometernos a construir el proyecto que apoyamos con nuestro sufragio. Sepamos reconocer “los lobos disfrazados de ovejas” y “el árbol malo que produce malos frutos”. No tengamos dudas: “¡Con el diablo no se dialoga porque las hemos de perder!”, nos advierte el papa Francisco. ¡Feliz sufragio este próximo domingo!

4. RESULTADOS ELECTORALES, PERSPECTIVAS Y DESAFÍOS, Pedro Pierre

Siempre las elecciones traen novedades porque proyectamos en los demás lo que pensamos y queremos. La conclusión que podemos sacar es que las dos terceras partes de los ecuatorianos no quieren cambiar la organización política y económica del país. Es bastante sorprendente cuando se califica la gestión del actual presidente como calamitosa. Estas dos terceras partes de los ecuatorianos piensan que los ricos nos van a salvar, o sea, no se dan cuenta que la colonización comenzada por los españoles continúa con los gobiernos de los ricos blancos, nuevos amos del país. Ni los indígenas escapan a esta realidad. Un luz en medio de esta fuerte neblina: la confirmación por 60% de los votantes de dejar el parque Yasuní fuera de la explotación petrolera.

Veamos las cifras de los resultados electorales. El correismo con la Revolución Ciudadana, lista 5, logra el primer puesto con Luisa González y Andrés Araúz el 33% de los sufragios y el 40% de los asambleístas. La unión contra el correísmo es casi 2 veces más fuerte ya que los demás binomios presidenciales se unificaron contra él. La doble sorpresa es, por una parte, la victoria para disputar la segunda vuelta del binomio de ADN (Acción Democrática Nacional). Alianza de las listas 4 y 35 (24% de los sufragios), con Daniel Noboa y Verónica Abad, que representan a la clase empresarial ecuatoriana, y, por otra parte, la elección de unos 30 asambleístas que conforman la segundo fuerza en el poder legislativo, del Movimiento Construye (MC 25) del asesinado candidato Fernando Villavicencio, María Paula Romo y Lenin Moreno. Este Movimiento Construye representa la extrema derecha fascista del Ecuador en la línea de Bolsonaro de Brasil, Uribe-Santos de Colombia y Pinochet de Chile.

En cuanto a los indígenas, la situación electoral es bastante desastrosa por las divisiones internas en la CONAIE (Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y en su brazo político ‘Pachakutik’, lista 18, que no presentaron candidatos a la presidencia… debido a los pactos hechos con el gobierno de Guillermo Lasso tanto de los anteriores legisladores como del partido de Carlo Yaku Pérez (4% de votación nacional). El Movimiento Pachakutik sólo alcanzó unos 5 legisladores. El gran perdedor es Otto Sonnenholzner con 7% de los sufragios. El Partido Social Cristiano, lista 5 de Jaime Nebot que apoyó a Jan Topic (15% de votación), alcanzó sólo unos 5 legisladores. Hay que señalar las fallas de la votación electrónica que perjudicó a los migrantes residentes en el extranjero: Según las evaluaciones, sólo unos 10% votaron, lo que detiene el avance de la Revolución Ciudadana y los limita a tener sólo 3 legisladores en vez de 6...

La primera conclusión es que, con esas votaciones, estamos bastante lejos de un cambio para el país. El asesinato de Villavicencio logró que se detuviera el avance de la Revolución Ciudadana, prosperara la extrema derecha con Maria Paula Romo y la derecha empresarial del grupo Noboa que acumula la mayor riqueza del país gracias a salarios de miseria, pésimas condiciones de trabajo, contratación de menores de edad y deuda elevada con el SRI (Servicio de Renta Interna, o sea, impuestos). Esta desalentadora realidad se debe a las preferencias de los jóvenes que no tienen formación política, a los indígenas que siguen apoyando a sus seculares victimarios, a las mujeres que no se identificaron con Luisa González, a las y los que votaron nulos para favorecir la elección de Guillermo Lasso, y a los machistas que no quieren a una mujer como presidenta.

Lo menos que se puede decir es la situación crítica en la que se encuentra la Revolución Ciudadana frente a la segunda vuelta del próximo 15 de octubre: ¿Dónde encontrará los 17% de voto para hacer frente a las alianzas de la derecha (¡todos contra uno!), desafiar las mentiras y manipulaciones de la prensa y la televisión corruptas y ganar la presidencia? Los comentarios latinoamericanos lamentan el poco apoyo a la Revolución Ciudadana, recalcan el retroceso de una línea progresista y la profundización del espectro derechista en el país, anuncian tiempos difíciles para los sectores populares ya bastante golpeados desde unos 6 años, auguran el crecimiento de la privatizaciones (del Seguro Social en particular), el aumento de la migración, las pocas posibilidades de empleo para los jóvenes, un monto mayor para el IVA (Impuesto al Valor Agregado) y el alza de los combustibles, y consecuentemente la continuidad de la violencia e inseguridad.

Sigue vigente la comparación de la jaula dorada de la que los pájaros nacidos en ella no quieren salir a pesar de las puertas abiertas. El sistema neoliberal ha apresado a la gran mayoría de los ecuatorianos, convenciéndolos que necesitan de sus amos, para que asuman que fuera de ellos no hay alternativas, despreciando así las posibilidades de abrir caminos de libertad, progreso y felicidad. Las Iglesias aceptaron los privilegios que les regalan los gobiernos de turno y se acomodaron a la tranquilidad y la insolidaridad con los pobres cada vez más numerosos.

Inspirándonos en Leonardo Boff, pondremos una nota final esperanzadora frente a la pregunta: ¿Por qué tantos pobres votan por quienes se prometen hacerlos más pobres? ‘Del caos surgirá un orden nuevo. Así fue la historia de la humanidad. De sus varias extinciones se produjo un salto cualitativo y un orden superior. Lo que es caótico y dejado de lado es reelaborado hasta formar un orden nuevo…” ¡Que seamos capaces los ecuatorianos de hacer surgir pronto del caos actual un futuro mejor!

¡ AY, NICARAGUA, NICARAGÜITA ! Pedro Pierre

¡Cómo no sentirnos profundamente dolidos quiénes amamos a Nicaragua desde la guerrilla del FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) por lo que está pasando en Nicaragua! No se trata de sustituir a los nicaragüenses ni de darles lecciones para resolver sus problemas. Se trata de compartir el dolor que se sufre, gritar la disconformidad y buscar juntos desde los nicaragüenses caminos de esperanza frente a actitudes que aparecen claramente dictatoriales de parte de la pareja Ortega… en particular lo que está pasando con la UCA de Managua. ¿Quiénes en la institución católica han sido más solidarios que muchos sacerdotes jesuitas con los procesos revolucionarios de América Central?

Desde el principio los sandinistas han sido capaces de levantar la bandera de la libertad, del humanismo y hasta del cristianismo para forjar un futuro diferente para Nicaragua, siendo faro para la luchas latinoamericanas por una segunda independencia. Muchos cristianos nicaragüenses han sido partícipes de esta gesta histórica hasta dar la vida por el éxito de este proceso, con el apoyo de valientes obispos nicaragüenses.. Lastimosamente unas actitudes poco cristianas del papa Juan Pablo 2° no han colaborado con un final feliz de la revolución sandinista. Los nombramientos del cardenal y de muchos obispos claramente antisandinistas han facilitado el aborto de caminos que hubieran sido de vida, fraternidad y esperanza para Nicaragua, América Latina y más allá. ¡Ya la historia los está juzgando!

Se puede entender las actitudes antiimperialistas del actual gobierno y su ideología guerrillera. Los mismos obispos nicaragüenses supieron decir en su tiempo que, por una parte, era justificado el levantamiento en armas de un pueblo sumiso en una larga dictadura somocista implacable. Por otra parte, supieron reconocer la legitimidad de una opción socialista del gobierno sandinista que fomente la participación popular, el reparto equitativo de las riquezas nacionales, la expresión liberadora de la fe cristiana… Los tiempos son nuevos a pesar de la constante dominación imperialista del gobierno norteamericanos y las continuas trabas del conservadurismo católico.

Estos tiempos actuales exigen, de un lado, nuevas respuestas de los nicaragüenses y del partido sandinista como también, por otro lado, nuevas opciones cristianas para apoyar salidas políticas más conformes a las soluciones de las necesidades de las mayorías pobres y perseguidas de Nicaragua. Esta labor encontrará nuevas solidaridades de los gobiernos, pueblos, Iglesias y cristianos latinoamericanos. El presente y el futuro se construyen mejor si nos juntamos en el respeto del camino que se busque abrir desde el suelo nicaragüenses. Estos nicaragüenses de a pie unidos a quienes asumen su opciones libertarios y revolucionarias en su propio país pueden contar con la solidaridad latinoamericana e transcontinental.

“América Latina es el continente de la esperanza” tanto en lo político como en la espiritual. Somos actualmente la reserva humanista y espiritual más pujante del planeta. ¡Cuántos países están experimentando, como en ningún otro continente, alternativas al sistema neoliberal imperante! El testimonio del papa Francisco salido de este ‘otro lado del mundo’ y el de las Comunidades Eclesiales de Bases y grupos afines muestran que son posibles otras maneras de ser Iglesias, de seguir a Jesucristo, experimentar nuevas espiritualidades, de crear humanismos esperanzadores que responden a las necesidades de las nuevas generaciones al nivel local y mundial.

Nicaragua está en este parto de una nueva manera de vivir en sociedad. La historia de nuestros países y de nuestro planeta nos demuestra que siempre hay salidas posibles y que del caos sale un nuevo y mejor orden. Nicaragua nos lo ha demostrado en los primeros 10 años de la Revolución sandinista. Personalmente pienso que los Ortega deben dar un paso al costado para dejar espacio a una nueva generación de nicaraguenses que lleve más allá el proyecto sandinsita para el bien del país y de América Latina. Sabrá encontrar esta nueva generación nuevas oportunidades tanto en lo civil como en lo religioso porque estamos creciendo desde las revoluciones cubana, sandinista y venezolana, el siempre vivo levantamiento zapatista, los gobiernos indígenas de Bolivia, las propuestas del Bien vivir y convivir de los Pueblos ancestrales, y desde las teologías de la liberación de las grandes religiones. Los cristianos no quedaremos atrás porque sobemos que el Reino se construye mediante la solidaridad que es ‘la ternura de los Pueblos’.

¡Ay, Nicaragua, Nicaragüita: Adelante siempre! Estamos en un salto cualitativo tanto en lo político como en la espiritual.